A escondidas y de los señores Min, con mucha sutileza, Taehyung había estado pendiente de la seguridad de Yoongi.

Sabía que en algún momento tendría que decirles, sobre todo al señor BenJi, pero por ahora estos estaban totalmente centrados en Yoongi. No quería angustiarlos o frustrarlos más de lo que ya estaban.

Habían pasado unos días desde el accidente. Todo se mantenía con una extraña y para nada grata calma. No podía bajar la guardia y confiarse de que así seguirían las cosas. Muchos guardias rodeaban aquel piso, pasillo, y merodeaban por la zona de la clínica.

Sobre todo aquel día, dónde llevarían a Yoongi a su villa, por petición de sus padres. Habían equipado la habitación de este, para su cuidado, y contratado a enfermeras junto con un doctor de cabeza.

Todo estaba listo para que Yoongi sea removido. Los señores Min, obviamente no veían el peligro que aquello conllevaba, como lo veía Taehyung. A este le temblaban las manos y no podía evitar sudar.

Cuando Yoongi fue puesto con mucho cuidado y supervisión médica en aquella ambulancia privada, Taehyung se mantenía atento a todos lados, junto con los guardias y supervisores contratados netamente por él.

A Taehyung se le hizo muy extraño, cuando uno de los enfermeros a cargo le dijo a los señores Min que por cuidado a cualquier infección al estar en un ambiente cerrado, estos no debían ir junto a Yoongi en la ambulancia. Después de debatir aquel tema un buen rato, la señora Min tomó a Benji del brazo, diciéndole que el enfermero tenía razón, y que quería llegar lo más rápido a su casa por el bien de su hijo.

BenJi se oponía del todo, puesto que quería ir con su hijo, pero en eso, recibió una llamada de parte de un empleado de su villa, diciéndole que la máquina de pulso en la habitación de su hijo se había descompuesto. BenJi junto con la señora Min, se pusieron furiosos y desesperados.

Entonces, BenJi le pidió a Taehyung que se quedara con Yoongi, y que no lo dejara solo en ningún momento, mientras ellos iban rápidamente a solucionar lo de la máquina de pulso antes de que Yoongi llegara. Taehyung asintió sin dudarlo.

Estos se fueron a su auto, seguidos de sus guardaespaldas. Taehyung avanzó unos pasos más, colocándose su mascarilla y guantes, para subirse a la ambulancia y sentarse a un lado de la camilla de Yoongi.

- Oiga, disculpe pero no puede ir aquí.

- Lo siento, pero no me bajaré. Si los señores Min accedieron a eso, yo no. Ahora, apúrese. Quiero que Yoongi llegue rápido a su villa.

La voz de Taehyung se escuchó autoritaria. El enfermero lo pensó unos momentos, bufando resignado, se subió y cerró las puertas de la ambulancia. Taehyung reviró los ojos, acomodándose, mientras observaba a su amigo.

La piel de Yoongi se veía más pálida de lo que era, sus labios resecos, y su cabello despeinado y sin brillo. Su aroma era de puro suero y químicos de este. Suspiró con mucha pena. Le lastimaba que su amigo tuviera que pasar por esto.

La ambulancia seguía su camino con normalidad. Taehyung veía por los vidrios blindados, los autos de los guardias que los escoltaban. El auto de los señores Min había avanzado mucho más, puesto que necesitaban llegar antes.

Entonces, totalmente de imprevisto, en el cruce de una avenida fueron detenidos por varias camionetas negras y blancas.

La ambulancia frenó de golpe, provocando que Taehyung perdiera el equilibrio aún sentado, y casi cayera encima de Yoongi. El enfermero logró sostenerse a tiempo, como si....como si hubiera sabido que esto sucedería.

Taehyung lo quedó viendo, al igual que este, entonces de la nada el enfermero abrió la puerta, queriendo escapar. Taehyung logró sostenerlo de su camisa, luchando para no tocar el vulnerable cuerpo de Yoongi.

- ¡Maldito imbécil! - le gritó Taehyung, forcejeando con este.

Las puertas de la ambulancia fueron abiertas del todo por dos hombres con la cara cubierta. El enfermero logró soltarse y salir de aquel lugar, Taehyung casi cae al suelo de boca, pero pudo caer de rodillas, amortiguando un poco el golpe.

Al alzar la cabeza, pudo ver al grupo de varios hombres cubiertos, rodeandolo. Jadeando y poniéndose de pie, Taehyung se mantuvo con la mascarilla. Se sentía acorralado, y totalmente impotente por su amigo. Sabía que aquella tranquilidad era solo una fachada.

Tenía que ser el clan Park, no tenía duda de eso. No podría contra aquellos hombres, eran demasiados. Viendo por un momento el cuerpo de Yoongi, sus ojos no evitaron aguarse.

Cerró sus ojos, no queriendo ver cómo era apuntado con varias armas. ¿Así era como su vida junto con la de Yoongi llegaría a su fin?. Varias lágrimas rodaron por sus mejillas.

- Al menos, no tendrás que ver ni sentir nada de esto, Yoon. - susurró viéndolo de reojo.

Entonces, uno de los hombres disparó hacia su pierna. Taehyung bajó la vista hacia allí, fijándose en que no era una bala. Una aguja con tranquilizante.

Con todo el dolor y temor del mundo, Taehyung dió una última mirada a Yoongi. - Amigo... - cayendo inconciente al suelo.

Otros dos hombres, los cuales estaban vestidos de enfermeros entraron a la ambulancia, observando y analizando el cuerpo y estado de Yoongi.

- Su cuerpo está ileso, y su pulso normal por ahora. - mencionó uno de ellos.

- Bien, nos vamos. - respondió uno de los hombres cubiertos.

Tres hombres tomaron el cuerpo de Taehyung, llevándolo a uno de los autos. Entonces, las camionetas arrancaron al igual que la ambulancia.

- Todo salió perfecto, Hoseok. Vamos camino allá. - le dijo por un audio.

Se marcharon, dejando aquella avenida como si nada hubiera pasado, las personas encargadas de la cámaras de seguridad de aquella zona, eliminaron todo rastro o prueba de lo sucedido. El cuerpo del enfermero que iba con Taehyung, fue lanzado a la represa después de darle un balazo.

Mientras la ambulancia y demás se dirigían rumbo a la villa Park, los dedos de Yoongi se movieron levemente al igual que sus párpados. Aquello no pasó desapercibido para los enfermeros, teniendolo en cuenta para cuando llegaran con su jefe.