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- Levantate... - mencionó Jimin.
- ¿Qué? - preguntó aquella chica, la cual se mecía encima del regazo de Jimin.
- ¡Dije que te levantes! - la expresión seria en la cara de este, hizo que la chica se pusiera de pie enseguida, retrocediendo unos pasos con la cabeza gacha. - Lárgate.
Temblorosamente, la chica tomó sus cosas del suelo, y poniéndoselas mientras caminaba hacia la puerta, se marchó.
Suspirando y llevando su cabello hacia atrás, Jimin tomó su celular, revisando los mensajes de sus hombres.
Había intentando despejar un poco su mente, mientras sus hombres estaban al tanto de todo. Jungkook le había conseguido una hermosa escort, pero no pudo. La tensión y enojo no lo dejaban tener una noche de sexo. Su mente estaba totalmente centrada en una sola persona. Min Yoongi.
Habían pasado unos días desde el accidente que Yoongi había sufrido. Cuando Jimin se enteró, no evitó que una burlesca sonrisa adornara su cara. Por supuesto que estuvo al tanto de su estado clínico, recibiendo como última información, que este seguía en coma.
Pensó que la vida le daría el hermoso regalo de acabar con la vida de Yoongi sin haber movido un dedo, pero al menos aquel accidente evitó que lograra huir. Ahora, mientras seguía en coma, tenía tiempo para tratar de arreglar el desastre que este causó.
Jamás se imaginó que por causa de este, su negocio con Harry se vería disuelto y por ende trajera algunas serias consecuencias. Jimin apretó su mano, al recordar aquel audio.
- Maldito Min... - susurró para si.
El jefe de la Yakuza en la que era socio le había dicho que él podría encargarse de Yoongi, pero no, el enojo y ganas de vengarse de Jimin eran tantas, que él pidió acabar con Min.
También, le parecía un poco gracioso la ingenuidad de Yoongi. Por un acostón se había inmiscuido dónde no debía, y de paso, había abierto la boca.
- Estúpido... - tomando un cigarrillo, lo encendió, dando una leve calada.
Había esperado algunos días, puesto que si los doctores diagnosticaban alguna anomalia y tenía muerte cerebral, bienvenido sea. Pero no había sucedido. Yoongi se mantenía dormido, al parecer con todos sus órganos intactos. Según los doctores, en cualquier momento podría despertar.
Jimin había tenido que planear algo y actuar enseguida. No podía dejar que Yoongi siguiera hablando más de la cuenta, y peor aún con la policía. Estos lo interrogarian por el accidente. No es que tuviera miedo a la policía o no supiera cómo librarse de eso, pero sería más tedioso, y mucha más presión de parte de la Yakuza, hacia su clan. Además de crear una posible controversia innecesaria con la prensa. Porque el accidente de Yoongi era el tema que no dejaba de sonar en todos los medios por ahora.
Después de acabar con su cigarrillo, lo dejó en la cenizera, yendo hacia su armario para vestirse. En eso un mensaje de Jungkook, le llegó.
"Todo está listo, Jimin. Espero tu confirmación".
Jimin sonrió ladino, escribiendo un: "Adelante".
Terminó de vestirse, se puso un poco de loción, y acomodando su reloj, salió de la habitación.
Al recorrer el pasillo fuera del piso de su habitación, dos hombres lo esperaban en la entrada. Este les asintió sin detenerse, y fue seguido por ellos.
- Theo - le habló a uno de ellos, al llegar frente a su auto.
- Señor.
- Verifica por segunda vez que todo este preparado, dentro de poco llegarán.
- Como diga señor. - Theo fue hacia aquel lado de la villa Park.
- Linho - le habló al segundo - encargate de que en aquel lado del parqueo, todo marche correctamente, solo se hace lo que Hoseok ordene.
- Claro, señor. - Linho se retiró.
Jimin acomodó su leva antes de entrar al auto.
- Yo seré lo primero que veas cuando despiertes, Yoongi...
Arrancó el auto.
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