Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

33

No me podía dar el lujo de seguir estando en mi cama llorando todo el tiempo. Yo tenía clases, tenía actividades... tenía una vida aparte de Regulus aunque no me guste verlos de esa manera. Tenía que dejar ir este sentimiento por un momento y seguir con mis días como solían ser. Es solo que ya estaba acostumbrada a que en esos días, el pudiera estar presente. El fuera mi compañero de aventuras, el que me apoyara en absolutamente todo. El dueño de mis sonrisas y suspiros. Y ahora no tenía nada. Absolutamente nada.

Lily se había despertado antes que yo, claramente. Ella se arregló y se fue para seguir cuidando y ayudando de todos los estudiantes de la casa. Sin embargo, en el momento en el que yo me había bañado y arreglado, bajé a la sala común y ella estaba esperándome.

- te preparé... esto. - me entrega en las manos una taza de té. - no sabía si eras mas una persona de café o de té y yo en lo personal soy mas de té así que por eso te preparé uno...

- muchas gracias, esta perfecto. - dije y suspiré hondo, mientras recordaba lo que había pasado apenas ayer. - dime que estuve soñando y nada de lo que pasó es cierto. - tan solo voltee a verla y esta estaba con una mueca, mostrándose triste por mi y sin saber que decirme. Luego volteo a ver a todos en el lugar, al menos las personas que estaban presentes y me miraban. - no, se que es real porque claramente la noticia llegó a oídos de todos.

- ¿quieres que nos salgamos de aquí? Puedo acompañarte a desayunar. No tengo nada que hacer por ahora... solo cuando empiecen las clases, claro.

- Kate, hola. - Sirius se muestra y verlo me hacía pensar en Regulus. Se que el no tiene la culpa de eso pero es inevitable y me sentí terrible de nuevo. - lamento mucho lo de ayer.

- yo... mejor los dejo solos. Es claro que tienen muchas cosas que hablar. - lily me dice y acaricia de mi brazo. - pero nos vemos al rato ¿de acuerdo? - asiento con la cabeza y ella se retira. Sirius y yo caminamos fuera de la sala común y yo seguía con la taza en manos, disfrutando del calor que esta soltaba pero sin embargo, aun no me animaba a darle ni un solo trago. Supongo que en serio había perdido las ganas de cualquier cosa.

- estuvo bien que pasara. - dije y Sirius voltea a verme de inmediato. - es mejor pensar que ahora se la verdad. ¿No?

- pero no debí actuar enojado. Siento que exageré o... que hice el momento aun peor. Pero es que estaba muy molesto y no podía permitir que te viera la cara ni un solo segundo mas...

- era lo que era, Sirius. Regulus tan soló me utilizó. Me mintió y creó una relación a base de mentiras. Es la verdad y ni tu ni yo podemos cambiar aquello. - bajamos por fin de las escaleras y como era de esperarse, muchos individuos volteaban su rostro hacia acá para analizar de cerca la situación. Al menos a la gente que le importaba lo suficiente. - ¿qué mas puedo hacer? Ya he llorado toda la noche, no planeo hacerlo todo el día.

- solo quiero que estés bien.

- y te agradezco por ello pero hoy no es el día que me vas a ver sanar y... feliz. - el estaba por decir algo pero le interrumpo. - necesito tiempo ¿de acuerdo? Aun no me hago la idea que la persona que amo actualmente ya no es parte de mi vida.

- entiendo. - me pasa el cabello por detrás de la oreja y trata de darme cariño pero no sabe como. No sabe si tocarme de los hombros o la mejilla. Sabe que si me toca lo suficiente yo no me sentiría cómoda pero si no lo hacía, tan solo se vería como una palmada en la espalda de un hombre a otro hombre. Termina abrazándome y elevo la taza para no tirarla. - ¿quieres desayunar con nosotros? No quiero que estes sola.

- y tampoco quisiera ver a lo amigos de Regulus. - dije asomándome al gran comedor pero ni pista de el, claro que el no se iba a mostrar. Es tan cobarde que muy seguramente se fue a la torre de astronomía. Eso me calmaba, podía entrar a este lugar sin sentirme tan mal. - ¿te molesta si como sola el día de hoy?

- estoy seguro de que los chicos amarían estar contigo ahora...

- Sirius, pasé todo el semestre sola sin recibir ni siquiera un "hola" de Peter o Remus. Lamentablemente si, me consumí en el mundo de Regulus y sus amigos pero al menos se que eran amigos de verdad. O... eso creo. - rasqué mi nuca nerviosa. - en fin, no quisiera ir con ustedes. No me lo tomes a mal por favor.

- ¿y si James esta ahí?

- no esta en mis prioridades buscarme un nuevo novio en menos de veinticuatro horas. - reí pero este no. - Sirius, gracias ¿de acuerdo? En serio aprecio todo esto pero... hoy no.

- entiendo. - este asiente con la cabeza y da dos pasos hacia atrás, sintiendo perfectamente el hecho de que yo no deseaba seguir con esta conversación. Intenta decirme algo más pero en serio ya no sabe que decir y se va a buscar de sus amigos. Aprovecho el que al fin estoy sola y camino por el largo pasillo, esperando pronto salir al lago. A mi lugar.

No al lugar de Regulus. Porque nunca lo fue, solo fingió como el gran idiota que es. Así que no me podría preocupar con también verlo ahí, porque no iría. Porque no le importa. Pero vaya que fue Perfecto fingiendo todo lo que hacía o deseaba y yo caí como toda una tonta. De solo ir pensando todo eso, empezaba a enojarme. Lo que ayer era un mar de tristeza donde no hallaba una explicación lógica al dolor que me ha causado ese sujeto, hoy solo siento rabia. Y mas hacia mi por haber caído con tal terrible juego.

¿Por qué no iba a sorprenderme? Regulus lleva años llevándose terrible con su hermano. Era claro que haría algo para causarle un mal trago. Y yo... yo nunca le había agradado. Ni el a mi. Y sin embargo termine enamorada... como nunca en mi vida. Maldita sea, ya estaba llorando. No quería que nadie me viera así. Empecé a limpiar de mis mejillas y a frotar mis ojos, que cuando los vuelvo a abrir, Regulus ya venía hacia acá.

Negué con la cabeza y salí del castillo para encontrarme con el lago pero claro que el me iba a seguir. La mayoría de las veces donde yo me enojaba con Regulus, deseaba mas que nada que el pudiera seguirme. Que intentará arreglar las cosas y fuera para no dejarme ir. Pero ahora, ahora no quería eso. Deseaba mas que nada que me dejara en paz. Siento que si yo lo veo o lo oigo hablarme, empezaría a llorar más de lo que ya lo estaba haciendo y no podría controlarme. No quiero que me vea así. No quiero que vea como me lastimó. No quiero que vea como en efecto me rompió el corazón.

Me alcanza a tomar de la mano, y aun y cuando Regulus estaba muy acostumbrado a tener un tacto duro y fuerte conmigo cuando quería alcanzarme, esta vez hasta yo podía sentir como le temblaba la mano. Dudoso de tomarme y sin saber cómo yo iba a reaccionar. Definitivamente, no reaccioné bien. Lo alejé bruscamente de mi lado y voltee a verlo molesta. Se queda viendo de mis ojos, muy seguramente notando lo rojo que estaban de horas eternas llorando.

El por igual llevaba sus ojos llorosos pero no lo suficiente. Era como si una vez que me vio, le entrara el sentimiento, pero que si pudo tener una velada tranquila a diferencia de mi. Verlo a los ojos no me ayudó para nada, en efecto, empecé a llorar. Notar sus cejas uniéndose por la tristeza que sentía o al menos pena por mi. Sus labios apretados hacia dentro y sus manos temblorosas. Me cubrí el rostro apenada de lo roja que estaba, de mi respiración agitada por aguantar las lagrimas.

Me intenta tocar de nuevo pero me moví una segunda vez.

- ¿qué mierdas quieres? - logré decir sin que mi voz fuera temblorosa. El aire helado empujaba muy oportunamente mi cabello hacia atrás y me descubría el rostro pero me seguía causando mucho frío así que no era ventaja del todo. Me abrazaba de mis brazos para ver si ayudaba con el frío.

- quiero darte una explicación, quiero que me escuches...

- pudiste hacerlo ayer. ¿Para que hoy? Ayer tuviste toda la oportunidad del mundo para poder justificarte y demostrarme lo contrario. Que Sirius mentía y tu no me habías hecho aquello.

- ayer no tenía cara para verte...

- ¿hoy si? - le interrumpí y puedo ver por primera vez en toda mi vida, a un Regulus sin saber que decir. No enojado como de costumbre, no grosero. No con los ojos en blanco hacia atrás. Regulus ya no actuaba como todo un idiota cuando peleamos. Ahora solo siente pena, nervio y vergüenza. Que no esperaba menos por como es que me trató. - quiero estar lejos de todos... me he salido para evitar estas interacciones...

- Katherine, lo siento. - me interrumpe. - ¿de acuerdo? Lamento mucho no haberte dicho antes la verdad. Pero ahora vengo, con toda la iniciativa para darte todas las explicaciones que necesitas.

- estoy harta de que me pidas perdón. Lo has hecho... una y otra vez. -suspiré decepcionada. - me lastimaste, Regulus... como nunca nadie. Confié en ti, te entregué mi corazón... era solamente tuyo y decidiste romperlo. - como dije, no quería llorar, pero era ya inevitable. - ¿por qué no detuviste esto a tiempo?

- porque me he enamorado de ti.

- es que no te creo.

- ¿cómo no vas a creerme? Katherine te amo. - me toma de las mejillas y trata de que lo vea a los ojos. Al yo levantar la mirada para verlo, veo como una lagrima se derrama por su mejilla. - te amo tanto que me duele saber que te he lastimado. Puede que esto haya empezado de una mala manera pero nos ha traído hasta aquí.

- es que yo no puedo volver a perdonarte, Reg. - dije quitándole las manos de mi rostro. - no puedo hacerlo. Lo he hecho una y otra vez y por fin hoy lo has logrado. Has logrado que me aleje de ti.

- pero yo no quiero eso. - dic de nuevo frunciendo las cejas con tristeza, revelando un gesto de pesar en su rostro.

- ¿quieres hablar? - me limpié las mejillas ya que las lagrimas seguían cayendo y cayendo. - bien, hablemos. - me crucé de brazos. - explícame cómo empezó todo. - me mira con seriedad, pensando seriamente si decirme las cosas como fueron. - es lo menos que puedes hacer por mi.

- sabes como empezó todo.

- no, yo se que Regulus Black dibuja y disfruta de pasar sus tardes aquí mismo. Se que Regulus Black deseaba ser mi amigo y por eso empezó a hablar conmigo. Pero puesto a que eso no es cierto, exijo la verdad.

- en el momento en el que me invitaste a la fiesta de inicio de clases del semestre. Cuando me pediste prestado un libro y te lo di con la condición de que me dejarás entrar a tu sala común. - alcé las cejas sorprendida. - ese día noté la sorpresa que le causó a mi hermano el que tú fueras la que me invitara a ese evento. Se que el no sabía en un principio que me invitaste porque yo te lo pedí, pero fue genial. Decidí que quería eso. El no podía creer que yo podría ser parte de su mundo y la mejor manera de hacerlo era...

- acercándote a mi. - el asiente con la cabeza y de mala gana pongo los ojos en blanco, solo que al hacer eso, corre de nuevo una lagrima por mis mejillas al estar jugando con mis ojos. - ¿cómo sabías que la manera de acercarte conmigo era por medio del dibujo?

- Severus me lo dijo. - lo miré confundida. - no lo sé, el por alguna razón sabía de este lugar y sabía lo que hacías en este lugar. No tengo idea de porqué pero decidió ayudarme y me dio esa información así que... decidí empezar por ahí. Para acercarme a ti.

- tengo otra pregunta. Pero necesito que me contestes con la verdad.

- de acuerdo. Es lo único que quiero. - empieza a jugar con sus dedos, de nuevo mostrándose nervioso. Me quedo viendo de aquel movimiento tan desesperado que hacía con las manos y este se da cuenta. Tanto que las coloca detrás de su espalda.

- dices que te enamoraste de mi.

- es real.

- ¿cuando pasó? - esta por hablar pero se detiene y mejor piensa bien lo que esta por decir. - que día fue el que decidiste que estabas a gusto en esta situación.

- en el cumpleaños de Sirius. - negué con la cabeza, sin poder creer lo que escuchaba. Dejé de mirarlo a los ojos y caminé en círculos por el lugar para evitar seguir en el mismo lugar helado. El tan solo baja la mirada y piensa en lo que acababa de confesarme.

- no fue cuando me besaste. No fue en Halloween. - el niega con la cabeza. - no fue cuando me dijiste que me querías. Entonces ahi mentiste.

- Katherine, del cumpleaños de Sirius y Halloween, hay una diferencia de 4 o 5 días. No fue tan después.

- ¿es qué no lo entiendes? Aun así me mentiste y eso es lo que me molesta. Me viste la cara. Yo pensando que había tenido el momento mas romántico de todos contigo y tu... tu solo seguías pensando en tu estúpido plan.

- pero claro que ya sentía algo por ti... sino ese día en Halloween, hubiera dejado que Sirius entrara. Cuando nos estábamos besando, el tocó de la puerta para buscarte y...

- James fue quien tocó primero, lo recuerdo bien. Luego fue Sirius y escuchamos como Barry le dijo que mejor se bajara porque estaba muy ebrio. - momento de realización. - Barty sabía de esto ¿no es así? Por eso estaba ahí al pendiente de quien entrara.

- no lo sabía en el momento, no como tal. Se enteró después y... si... el plan inicial era que Sirius entrara para que nos viera besándonos.

- ¿me estás diciendo que nuestro primer beso fue planeado entre tu y tu mejor amigo? No fue porque lo sintieras.. fue porque en ese momento Sirius se enteraría. - de nuevo no dice nada. Podía sentir mi corazón romperse. - ¿y por qué al final decidieron que Sirius no entrara?

- Barty dedujo que yo ya sentía algo por ti y decidió terminar con ese plan.

- es estúpido, ya no entiendo nada y no quiero seguir sabiendo. - lo hice a un lado y empecé a caminar de regreso al castillo. - gracias por contestar mis dudas, eso ha sido todo.

- pero no me has dejado explicarte aun.

- ¿qué te queda por explicar? Ya lo se todo. Ya se cual era tu plan y cuales fueron tus jugadas. - ya no estaba llorando y eso me ayudaba mucho a por fin decir lo que sentía. - es una lástima que en el camino hayas desarrollado ciertos sentimientos, Regulus pero déjame decirte que lo que mal empieza, mal acaba y yo nunca te voy a perdonar como es que me usaste como pieza de ajedrez a tu interés y a tus beneficios.

- no hay beneficios, no hay interés. Solo estas tu.

- no, no estoy yo. No mas. Estoy harta. - negué con la cabeza y el pasillo se empezó a llenar de estudiantes pues, ya estaban por empezar las primeras clases. Pandora se acerca a donde estamos.

- hola. - por como nos saludó de lo mas efusiva, me parece que aun no sabe. No le dije nada y mejor me fui.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro