30
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Adoraba la navidad, era fácilmente uno de mis días favoritos en el año. Estaba preparando todo yo, claro con ayuda de Narcissa. Le dije que con todo gusto, yo le ayudaba con la cena. Quería cocinar como los viejos tiempos en mi casa, y luego cuando empezamos a pasar esta noche con los Black, de igual manera ayudaba a mi madre. Y aparte, no deja de ser la familia de Sirius, claro que quiero llevarme bien con ellos. Y admito que Narcissa me agrada demasiado. Y es lo menos que puedo hacer ahora que ella nos está dejando pasar aquí la velada.
- hola. - Regulus llega a la cocina, donde estábamos Narcissa y yo y se acerca para darme un beso.
- hola. - sonreí al verlo y le abracé de inmediato. - te ves tan pero tan guapo usando ese traje. - Regulus llevaba puesto un conjunto color gris, con una corbata oscura y... simplemente me encontraba perdiendo la cabeza por el.
- ¿saben qué? Me voy a tomar un descanso... no quiero estar aquí presente. Pero volveré. Porque tenemos que terminar la comida ¿de acuerdo? - Narcissa nos dice y solo pude asentir con la cabeza ya que no podía dejar de ver a Regulus.
- estoy terriblemente enamorada de ti, Regulus Black. - dije y este tan solo me sonríe sonrojado. No lo pienso ni dos veces y brinco a sus brazos para empezar a besarlo. Me abracé de su cintura y este me sostiene.
- y yo de ti. Por lo cual, quería preguntarte algo. - me baja de inmediato y me muestra una llave. Sonreí de inmediato al verla. - esta... esta es la llave... tu llave para la casa.
- Reg.
- ¿deberíamos ir? Para pasar la noche allá, estaba pensando que terminando aquí la cena, podríamos irnos solo tu y yo. Sirve que conoces el lugar y... colocamos todo tu equipo de arte.
- de acuerdo, acepto. Lo que sea con tal de estar contigo. - estaba por besarlo de nuevo cuando escuchamos el timbre. Puse los ojos en blanco pero el aun así me besa y no le importa quien este en la puerta. - no, espera. No hay nadie en casa y Narcissa no va a abrir.
- claro, ya ni porque es su propia casa. - reí ante eso y caminé hacia la puerta y justo cuando la abro, veo que esta James en la entrada. Mi sonrisa se borra en el momento en cuando lo veo.
- James.
- hola. - este me saluda y yo le saludo a el. Como he dicho un millón de veces antes, claro que ver a James me hacía y me sigue haciendo muy feliz. Pero no era la persona que esperaba ver el día de hoy.- lo siento que no hayamos avisado antes. Es solo que... Sirius quería pasar navidad aquí.
- ¿Sirius? - pregunté confundida porque no lo veía presente, solo a Peter que lo saludé a lo lejos.
- si, Sirius. - James apunta un poco mas atrás y este estaba comiéndose a besos a Karem. A un lado suyo, estaba Remus leyendo un libro.
- claro... ¿por qué no me sorprende que esto este pasando? - dije para mi mismo. Y Regulus se acerca a donde estoy y me abraza de la cintura. James lo ve de mala gana y por igual vi como la sonrisa de Regulus desaparece.
- ¿qué haces aquí? Creí que siempre pasabas navidad con tu familia. Con eso de que son tan unidos que ocupabas siempre a Sirius allá.
- Sirius no quería estar lejos de ustedes esta noche y a decir verdad, ocupaba un espacio fuera de mis padres este año.
- claro, fue eso. - Regulus dice y tomé de su mano para que se calmara. Le di un beso en la mejilla y abracé de su brazo. James nos miraba pero no de una manera normal, literalmente analizaba cada tacto que tuviera con el.
- me alegra mucho de que estén aquí con nosotros. Pero ahora... pasen, disfruten. Hagan lo que quieran y um... yo tengo que ir a cocinar. Me falta demasiado. - avisé y Peter asiente con la cabeza y pasa junto con Remus. Tomé de las mejillas de Regulus y lo besé. - ¿me acompañas?
- con gusto. - este contesta pero no a mi, sino a James y lo voltee a ver confundida pero ni tiempo me dio de pensarlo mucho a fondo cuando, este me lleva de regreso a la cocina. - bueno, al menos Sirius va a estar con nosotros hoy.
- y... todos sus amigos. - levanté ambos hombros. - oh, y Karem. La famosa Karem.
- ¿qué no apenas ayer le gustabas tu?
- estoy feliz de que Sirius este feliz. Y tu vas a hacer lo mismo. - le entregué en manos una charola con pan recién cocinado .- ve y ofréceles algo... al menos a Remus, me da mucha pena que vea todo este drama.
- y a penas va empezando. - este dice de broma y esta por salir pero se detiene y me voltea a ver antes de tocar la puerta. - te dejo para que termines, no te quiero distraer.
- te amo. - le dije por ultimo.
- yo a ti. - me sonríe y sale para entregar la charola de comida.
...
Eran las siete de la tarde y era extremadamente tarde para mi. No había terminado ninguna de las comidas que estaba preparando y Narcissa me ha abandonado para irse a ver a su hermana Andromeda de último minuto. La desesperación se apodera de mi justamente en nochebuena mientras el reloj avanza implacablemente. La presión aumenta al ver que el tiempo se escapa, y aún tengo que preparar el postre. Mi mente se llena de caos culinario, tratando de equilibrar el deseo de crear una velada perfecta con la realidad que se le escapa de mis manos. Cada minuto que pasa intensifica su angustia, creando una urgencia palpable en el aire festivo.
James entra a la cocina, con en mano una copa de vino. Reí al verlo y este se recarga en la mesa, donde yo estaba jugando con la harina para empezar a hacer galletas. Y tan solo se me queda viendo.
- ¿te puedo ayudar en algo?
- ¿te he dicho antes lo traumático que es para mi verte besarte con Regulus? - voltee a verlo molesta en cuanto escuché aquello. - creí que algún día me acostumbraría pero parece ser que no.
- deberías tratarlo mas, es un sujeto fabuloso. - dije sonriendo. - que por cierto ¿dónde esta ahora?
- escuché que salió. - alcé las cejas sorprendida, pues no se despidió de mi. - fue a ver a su otra prima por igual. Pero Sirius no fue, esta con su amiga en la sala de estar.
- James, va al menos unos seis días desde que el dejó esta casa y ¿ya esta de nuevo besando a esa chica? No lo entiendo.
- no hay nada que entender, Sirius esta siendo Sirius. Le gusta mucho pasar el tiempo con sus amigas. - reí ante eso. - esta feliz, Kate. Se que puedes llegar a pensar mal pero te juro que siento que esta vez es en serio.
- oh, tu también sabes de esa conversación que tuvimos. - este asiente con la cabeza. - me alegro de que por fin podamos hablar con tranquilidad del tema sin que haya problemas. - James tan solo seguía mirándome con esos malditos ojos tan penetrantes que me estaban distrayendo y haciéndome poner nerviosa. - debo seguir cocinando.
- ¿quieres que te ayude?
- no. - dije de inmediato. En serio necesitaba que saliera de mi cocina. - deberías ir con... - y para mi suerte, Sirius iba entrando al lugar. - ¡hey mira! Ve con Sirius a escuchar algo de música.
- Kate, el pan que preparaste es delicioso. Felicidades. - este me dice y me trae de nuevo el recipiente para lavarlo. - ¿cómo están? ¿Qué haces? - ve la masa de galletas y no puede evitar querer probar pero le detengo, dandole un golpe a la mano. - hey.
- sal de aquí junto con James ¿si? - dije y tomé de la espalda de Sirius para que saliera y en el momento en el que el y yo salimos, vemos a lo lejos de la mansion a nuestros padres besándose.
La traición se apodera de mi corazón al presenciar el beso de mi madre con Orion, especialmente sabiendo que este hombre está casado. La sensación de desilusión se mezcla con la incredulidad, creando un nudo en mi estómago. La imagen de la figura materna, que siempre representó seguridad y lealtad, se desmorona ante mis ojos, dejándolo herido y confundido por la traición inesperada. Sabía que había algo entre ellos, siempre lo supe y me lo pude imaginar pero... ella me lo prometió. Ella sabe perfectamente lo que siento por Regulus y lo mucho que deseo que esta relación funcione y aun así hace cosas como estas.
Me rompe mas el corazón saber que Sirius después de mucho tiempo estaba teniendo un buen momento, estaba siendo feliz, estaban sanando y ahora... ahora podía presenciar como su corazón por igual se partía en dos por la traición de su padre. Regreso de inmediato a la cocina, no queriendo saber más del tema y recargo mis manos en la barra para pensar un poco.
- ¿Kate? ¿Estas bien? - James me toma de la mano y me voltea para que pudiera verlo a los ojos. - ¿algo pasó allá afuera?
- nada importante. Ahora, por favor. James, necesito terminar esto. - el logra sentir lo molesta que yo estaba y deja el lugar. Estando por fin sola, empiezo a cocinar con demasiado coraje.
...
Había llegado el momento de la cena, por fin todos los invitados estaban presentes y tomando asiento de una vez sobre la mesa en lo que yo terminaba de preparar la comida. Regulus iba llegando y deja su bufanda a un lado para empezar a ayudarme.
- hey, hola. - me da un beso en la mejilla. - ¿en que te puedo ayudar?
- um... si quieres lleva estas cosas a la mesa y...
- hey. - me toma del rostro para levantarlo y poder verme a los ojos. - ¿qué te pasa? Te noto distraída. Algo te pasa.
- Reg, necesito hablar contigo. Algo pasó mientras tu no estabas. - le dije y tomé de sus manos. - vi a mi madre y a tu padre besarse. - su sonrisa se borra en aquel momento. - no vi mas, no quise saber mas y mejor regresé aquí pero... es eso lo que me tiene así.
- oh.
- si, "0h".
- ¿les ayudo con algo? - mi madre entra al lugar y solo puedo verla de lo mas molesta. Ella no tiene ni la mas minima idea de porque yo la veo así, pero decido ignorarla y tomo el pavo para llevarlo fuera.
- yo te ayudo a cargarlo. - James me alcanza fuera de la cocina e intenta tomarlo pero no lo dejo.
- no, tu has tomado demasiadas copas. No estas para poder cargar esto. - dije y este me mira con decepción. - James, por favor toma un vaso con agua.
- necesito hablar contigo.
- ahora no. - le dije de mala gana, ya eran muchas las cosas que no estaban ayudando para nada el que yo este de este humor. Tomo asiento de una vez por todas y a un lado mio se sienta Regulus de inmediato. Vemos como mi madre se sienta a un lado de Orion y puse los ojos en blanco. Después, me fijé en Sirius y el se veía aun mas molesto.
- ¿el lo sabe? - Regulus me susurra y yo asiento con la cabeza. - oh, eso no es bueno.
- descuida, dudo mucho que vaya a decir algo. De hacerlo, lo mato. Me esforcé mucho por esta cena para que arruine el momento Perfecto navideño.
- quisiera brindar. - Sirius, claro que se pone de pie de inmediato y toma la copa entre sus manos. Mierda, no. La golpea con su cuchillo para que todos pudieran voltear a verlo. - gracias, bueno... quiero primero que nada agradecer a Cissy por dejarnos estar aquí esta navidad. Por mis amigos que pudieron acompañarme el día de hoy... por ti Kate, que has preparado toda esta comida para nosotros. - el voltea a verme con una gran sonrisa pero yo solamente puedo verlo molesta.
- Sirius. - le dije pero no me hace caso. Ya era muy tarde.
- ¡oh! Lo siento, aun falta algo mas. Si... um ¿mamá? Si, escucha. Solo para que estes enterada que si para este momento no lo sabes, creo que eres demasiado ciega pero... tu esposo te engaña con su mejor amiga. - me cubrí el rostro en ese momento. - terrible ¿verdad?
- es todo. - dije de mala gana y me puse de pie para irme de ahí. Al diablo la cena, yo no iba a quedarme a ver como todo mundo juzgaba a mi madre. Todo mi esfuerzo para nada. Vi como Regulus y James se levantan al mismo tiempo para ir conmigo pero ya no me importa nada.
- Kate. - James me alcanza y me cubre de inmediato con su abrigo. - te saliste sin nada y esta terriblemente frío.
- no pienso entrar ahí de nuevo. Sirius cruzó la línea y arruinó por completo la navidad. Nadie necesitaba saber esa información. Eso estuvo de mas y...
- Kate.
- ¿qué James? Dime ¿qué es tan importante que tienes que decirme que estuviste todo el día tratando pero no lo hiciste? Vamos dime. Ya tomaste una botella entera de vino, creo que ahora puedes ser mas honesto que nunca. - dije muy pero muy molesta.
- creí que podría acostumbrarme. De verdad Kate, creí que podía con esto... inclusive invité a salir a Lily. Creí que esa era la solución pero no puedo, no puedo hacerlo. Solo estoy pensando en ti todo el tiempo. - abrí los ojos lo mas posible en ese momento. - si vinimos aquí es porque me mataba la idea de una navidad sin ti. Me acostumbre a tu persona y ahora te he perdido para siempre. Te lo juro que verte con Regulus me mata, siento unos celos inexplicables. Mataría por hacer que me vieras de la manera en la que lo miras a el. Y alguna vez fue así y créeme, se que soy un idiota por no poder haberme dado cuenta en su momento... - me toma del rostro y me acerca a si mismo. - lo que daría por poder besarte. Decirte lo mucho que me gustas... Katherine me gustas demasiado.
Me quedé helada. No pude ni siquiera decir nada pero lo único que pude hacer fue hacerme a un lado. Me retiré del beso.
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