29
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Regulus y yo habíamos llegado con bolsas enormes y llenas de productos de arte como lo eran colores, libretas, lápices y de más. Estábamos atacados de la risa por algo que vimos en el camino y tengo que admitir que fue una manera muy mala de entrar al lugar ya que Sirius estaba en la sala de estar tan solo escuchando de su música. Se que le debía una explicación, se que debía hablar con el pero ahora ¿cómo mierdas lo hago?
Voltee a ver a Regulus y el entendió a la perfección. Lo acepta y se retira, llevándose todas las cosas y dejándonos por fin a solas. Dejé mi bolso a un lado y me senté enfrente suyo.
- estoy por irme a pasar las fiestas con James y su familia pero... no quería irme sin despedirme de ti. - me dice y me lanza un regalo envuelto en papel navideño. - te arruinaré la sorpresa, es un suéter.
- gracias Sirius. - le sonreí y este hace lo mismo de la manera mas forzada posible. - me saludas mucho a los chicos... me encantaría ir con ustedes como cada navidad pero...
- oh, James ya no es mas tu prioridad. - el ríe. - ahora el que te interesa esta en esta misma casa ¿por qué moverte?
- Sirius, necesitamos hablar. Lamento mucho que aquel día me enojara contigo y...
- no, yo te debo una disculpa. - este dice y lo miré confundida. - Kate, estoy tomando la decisión de dejarte ir de una vez por todas. Se que siempre digo lo mismo y que no puedo cumplirlo. Pero esta vez es diferente. ¿Sabes por qué?
- no.
- porque creo que... creo que por primera vez estoy feliz por tu relación. - me mira con la misma sorpresa que yo estaba generando en estos momentos. - si, que lindo que tengas a Regulus, si. Bien por ti. Pero estoy muy feliz por mi hermano. No lo había visto feliz ninguna navidad, Kate. Esta es la primera que decide comprar regalos ¿qué mierdas le hiciste? - reí ante eso. - quiero eso para el. Quiero que deje de ser ese maldito amargado que siempre ha sido... y si la solución eres tu entonces, que genial.
Aun y cuando escuchaba aquello, había tristeza en mis ojos, consciente de que la amistad que compartía con Sirius nunca será la misma. La sombra del enamoramiento no correspondido siempre esta presente. Siempre. Siempre sabiendo que la dinámica entre nosotros ha cambiado irremediablemente.
- gracias. Quiero decir... por decir que estas feliz por nosotros. Eso es algo que aprecio mucho. Lo digo de todo corazón, Sirius.
- aparte... Remus ha invitado a Karem. - olvidaba por un momento quien era ella. - y... ¿por qué no? Pasar las fiestas a su lado. Creo que podría pasarla muy bien.
- suena bien. - dije incómodamente. - lamento que nuestra relación nunca pudo ser fácil, Sirius. Odio tener que pelear contigo o tenerte lejos.
- no tienes porque preocuparte por eso nunca mas. - se pone de pie y hago lo mismo con el. Este me abraza y yo a el y por fin puedo sentir paz. - ¿segura que no quieres ir? Quiero decir... podrías obligar a Regulus a que te acompañe.
- creo que hay otras personas en esta casa que también necesitan que me quede. - dije refiriéndome a mi madre y a la obvia relación que tiene con el padre de Sirius. - um... mejor nos vemos regresando a clases.
- de acuerdo. - me da un beso en la mejilla y le sonreí. Este toma de sus maletas y se sale de la casa. Me quedé viendo de la puerta, cuando me asusto porque siento a una persona detrás mío.
- wow, eres novia de Regulus. - era la voz de Narcissa Malfoy, me voltee para verla y ella estaba con la expresión mas seria en el rostro. - siempre me pregunté con cual de los dos te quedarías.
Narcissa irradia belleza con su cabello rubio que cae en ondas suaves, enmarcando un rostro armonioso. Sus ojos color verde grisáceo, reflejo de profundidad y expresión, acentúan la gracia natural que la distingue. Su presencia evoca una combinación de encanto y elegancia, dejando una impresión duradera a su paso. Sin embargo, nunca he podido descifrar si me agrada lo suficiente o no. Bellatrix era una mujer que para nada me agrada y no podía tragar. Pero Narcissa... ella era un misterio para mi.
- hola. - dije apenada. - um... gracias por poder recibirnos en tu casa. Es realmente una muy bonita y estoy emocionada por poder pasar navidad con ustedes.
- ¿tu... tu vas a estar apoyando al señor tenebroso? - no esperaba esa pregunta pero creo que era inevitable.
- no. - dije sinceramente. - no, no aspiro apoyar a una persona que es terrible y que desaparece personas que no le convienen ni le gusta su existencia.
- ¿y Regulus? - la verdad es que no me había cuestionado eso nunca. No hasta ahora. - quiero decir, debes saber que todos los Black estamos en eso. Ni siquiera se si tu mamá también...
- esperaría que no. - la interrumpí y es que el tema me molestaba de mas. - iré a buscar a Regulus, con permiso.
- adelante. - ella dice y sin importarle en lo mas mínimo, ella regresa a la cocina donde estaba y creo que estaban todos los demás ahí. Me asomé y en efecto, era un grupo de personas incluyendo los padres de Reg y las dos primas. ¿Dónde estaba mi madre? Esa era la pregunta. En fin, me subí y busqué a Regulus en su habitación.
Este estaba tan solo acomodando las cosas que había comprado, mientras que la chimenea que estaba en su habitación estaba encendida. En estos momentos experimentaba una mezcla de ansiedad y tristeza al temer que el eligiera un camino que pueda llevarlo a un futuro difícil. La preocupación se intensifica al considerar que Regulus pueda estar apoyando a un grupo de personas con intenciones negativas, lo que agrega un peso emocional a mis pensamientos. Mi corazón late con amor por él, anhelando apoyarlo en cada paso, pero la pesada sombra de sus decisiones erróneas me detiene. Me encuentro atrapada en un dilema, ya que no puedo respaldar los ideales equivocados que él está a punto de seguir.
- Sirius se ha ido. - le dije y este me voltea a ver de inmediato. - oh, um... descuida. Todo esta bien. Solo se fue con James y los demás como cada año. Dije mientras me sentaba en la orilla de la cama y me quedaba pensando en la conversación que acababa de tener.
- que sorpresa que este año no hayas ido con ellos... seguramente van a extrañarte. - fingí una sonrisa. - gracias por no hacer que yo sea el que te extrañe. - me recuesta sobre la cama y empieza a besarme con suavidad. Con manos tiernas y miradas que expresan complicidad, él desliza sus labios desde los míos hacia mi cuello, creando una sensación íntima y electrizante. Me encantaba esto, su tacto, sus besos y quería seguir haciéndolo pero el pensamiento no salía de mi mente.
- ¿Reg?
- ¿hm? - expresa sin siquiera separarse de mi, aun con sus labios recorriendo mi cuerpo. Sonreí de lo bien que se sentía pero la sonrisa no duró ni dos segundos cuando se que es momento de hacer la pregunta.
- quería saber si estabas consciente de que tu familia en estos momentos esta en una junta de aquellas. Sobre ese sujeto que es un idiota. Ya sabes de quien hablo. - en cuanto digo eso, este se detiene y se queda donde mismo sin aun poder levantar la mirada para verme. - no se donde este mi madre pero... se que tu padre ahí esta.
- si, si sabía que estaban ahí. - se endereza y ambos nos sentamos para vernos de frente. - de hecho, estaba solicitada mi presencia ahí.
- pero no fuiste ¿por qué?
- no estoy siendo parte de eso, si es que querías escuchar aquello. - suspiré aliviada. - no... no es algo que me haga feliz ni que me enorgullezca pero es cierto, mi familia siempre ha estado en eso y... se espera que yo también sea parte de aquello. ¿Qué piensas de eso?
- que odiaría que lo hagas. - dije tomando de sus manos. - Regulus, te amo y te lo juro que quiero mas que nada poder apoyarte en todo pero... jamás podría con eso. De solo pensarlo me siento terrible.
- te lo prometo. - me acaricia de las manos. - no me arriesgaría en lo mas mínimo a perderte. No lo haré. Tendrán que aceptarlo y... yo aceptaría las consecuencias.
- es tan incómodo saber que todo eso está pasando en estos momentos aquí y nosotros aquí arriba. - dije haciendo una mueca. - me es muy difícil poder apoyar todo esto.
- ¿quisieras acompañarme ahora a mis compras?
- claro, a lo que me pidas. - le acariciaba los rizos, tan hermosos que tiene. - ¿qué es lo que te gustaría comprar?
- libros. Amo... amo leer. ¡Se que tu también! No tanto como colorear y todo eso pero yo si... si necesito unos diez libros nuevos. - reí ante eso. - vamos, es mi librería muggle favorita. Acompáñame.
- sin problema. - le dije mientras le daba un beso. - mierda, me preocupa lo mucho que me gustas. Me caes tan mal porque tienes este poder sobre mi.
- ¿te gusto? - me pregunta con esa sonrisa tan preciosa y única mientras mira de mis labios. Me toma de las piernas y me sienta encima suyo. Ese hormigueo en el estómago que siento siempre que lo tengo cerca no desaparece, y ahora que se como se sienta tenerlo dentro de mi, mas me vuelvo loca de estar encima suyo. - creí que me odiabas. Porque tengo mejor promedio que tu... porque soy mejor estudiante que tu... - le tapé la boca en ese momento.
- wow, no me acordaba que había reprobado un examen. - dije con genuina tristeza. - pero que te terrible... - y me interrumpe mientras empieza a besarme con desesperación.
El beso fue un torbellino de pasión, un encuentro ferviente de labios que se buscaban con intensidad. Sus manos que se posaban sobre mi cadera y bajaban para tomarme con fuerza de mi trasero y apretarlo entre sus manos. Empecé a retirarle de su abrigo e intentaba desesperadamente de desabrochar de su camisa cuando este me detiene y me baja de encima suyo.
- olvídalo, si tenemos que ir a la tienda ahora o la van a cerrar.
- Regulus Black ¿acaso empezaste a besarme y a tocarme y después decidiste así dejarlo?
- te compraré el libro que tu quieras, te lo prometo. - dice tomándome de las manos y me pone de pie para cubrirme bien. Se acerca para darme un beso pero volteo el rostro a propósito. Este no le importa y aun así me toma el rostro a la fuerza y empieza a besarme.
- eres un maldito ¿lo sabías? Literalmente venimos de la calle, vamos llegando de comprar todas estas cosas y ¿quieres comprar mas?
- lo que quiero es que salgamos de esta maldita casa.
- de acuerdo, en eso te hago segundas. Vámonos. - lo tomé de su mano y salimos por fin de ese lugar que tría una muy mala vibra.
...
Después de por fin dejar la casa mas aterradora que había cerca, sin contar la de Regulus como tal, claro que fuimos a comprar libros. Pero muy curiosamente, nosotros no fuimos los únicos que deseamos comprar libros muggles. No, mientras yo caminaba por el lugar, paseándome por los pasillos, me encuentro a nada más y nada menos que a Lily. Brinqué de la emoción al verla y ella a mi que corrimos a abrazarnos como si fuéramos las mejores amigas del mundo.
- ¿qué haces aquí? No tenía idea de que compraras en este lugar. - ella me dice y me es chistoso como ella cuestiona el que yo esté aquí pero se encuentra en la misma situación. Estaba por contestar pero ella me interrumpe y sigue hablando. - mis padres, son muggles. Um... adoran este lugar y venimos cada navidad.
- te seré honesta, no lo conocía pero... Regulus si. - apunté al otro pasillo donde el estaba buscando de sus libros en específico que parecía querer demasiado hace rato. Sonreí al verlo.
- por un momento olvidaba que estaban juntos. - ella ríe nerviosa y voltee a verla de nuevo. - ¿cómo van las cosas?
- mejor que nunca. - admití. - ¿tu? Escuché que saliste con James el día de Hogsmeade. ¿Cómo les fue?
- estoy empezando a rendirme. - ella dice y la miré con asombro. - no pero descuida, no creas que estoy triste ni nada por el estilo. No me importa. Si a él no le importa, a mi tampoco.
- ¿por qué dices que no le importa? Lily, James está perdidamente enamorado de ti. Me consta, me lo dijo al menos un millón de veces. Si no es que más. - dije riendo.
- pues a mi no me lo demuestra y prefiero dejarlo así. - hice una mueca. - no lo se, todo este año no ha sido el mismo. Lo noto diferente. Ya no me mira como antes. Ahora mira de esa manera a otra persona.
- ¿a quien? - Lily me mira de la manera más seria y cuando esta por decirme algo, Regulus llega y me entrega en manos el libro que estaba buscando.
- ¿para mi? - le pregunté y este me da un beso en la mejilla. - ¿qué es?
- los dejo. Estoy segura de que tienen... muchas cosas por ver. - Lily se despide de inmediato y me da un abrazo. - fue un gusto verlos.
- ¿no nos acompañas? Creo que iremos a cenar. - le dije a lo lejos.
- no, tengo ya planes con unas amigas pero... gracias. - sonríe y se retira lo más pronto posible.
- ¿qué te dijo? - Regulus me pregunta de inmediato. - ¿todo bien?
- todo bien, señor "me preocupo por todo". - reí pero el no. Me acordé que aun no hablábamos de lo que teníamos que hablar. Aun no lo cuestionaba del porqué se ponía tan tenso cuando se trataba de Severus o de Lily. Pero no quería pelear, no ahora. No ahora que todo era Perfecto. Así que decidí ignorar aquello.
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