JiSung

MinHo

Miércoles

(19.11 pm) Estoy en una cita

(19.11 pm) Nunca salgo a citas formales

(19.12 pm) ¿Sabes lo estresante que fue cambiarme después de trabajar?

(19.12 pm) ¿no tienes problemas con usar el celular en una mesa?

(19.12 pm) Se fue al baño

(19.13 pm) Probablemente la aburrí

(19.13 pm) no creo

(19.14 pm) háblale sobre algo interesante que tengas

(19.15 pm) de tu ojo

(19.16 pm) Mi ojo está mejorando, gracias

(19.16 pm) No tenemos nada en común, voy a entrar en pánico

(19.17 pm) te ves fácil de conversar, siempre puedes sacar un tema de la nada

(19.18 pm)"¿Quieres escuchar la historia en la que una paloma se anidó en mi pelo y se negó a abandonarlo por once días?"

(19.19 pm) ¿realmente pasó eso?

(19.20 pm) Exageré, no fueron once

(19.20 pm) Fueron nueve

(19.20 pm) yo-

(19.21 pm) Ya llegó

(19.21 pm) Te hablo más tarde

(19.22 pm) suerte, campeón

Miércoles, más tarde

(22.01 pm) ¿y...?

(22.14 pm) Un fracaso

(22.15 pm) Era animalista, por lo que no le pareció entretenido mi historia con la paloma

(22.16 pm) una mierda

(22.19 pm) Demasiado, además de un par de cosas

(22.20 pm) cuéntame

(22.21 pm) ¿Te puedo llamar? Se me están entumiendo los dedos escribiendo

(22.23 pm) uh, seguro

(22.23 pm) dame un momento

(22.24 pm) Vale

(22.26 pm) listo

>>Recibiendo llamada de Mister Bailarín Pirata<<

>Aceptar >Declinar

—hola...

—Hey, ¿No tienes frío?

—un poco, en verdad.

—¿Estás trabajando?

—si, pero tengo unos diez minutos antes de que terminen de dar la vuelta. Son cuarenta kilómetros.

—¿Cuarenta kilómetros de carrera en diez minutos? ¿Estás de joda?

—no, y eso es lo genial. Algún día me gustaría estar dentro de una de las carreras.

—Sería el último día de tu vida.

—entonces que lo valga...

—...

—¿tu cita...?

—Cierto- todo empezó cuando ella decidió ir a un restaurante.

—oh...

—¿Verdad?, dime, ¿Qué adolescente va a un restaurante como cita?

—los que tienen la elegancia de un francés.

—Soy coreano.

—eso lo explica.

—No sé si yo soy el anticuado o qué, pero quería que pagara por todo.

—¿estás de joda?

—No, lo que es peor. ¡¿Quién lleva a un restaurante y le exige al otro que pague por todo?!

—Chan me invita a comer a su casa.

—Bien, pero una cosa es que te lleven a comer a una casa a que te saquen a un restaurante.

—touché.

—Tuve que sacrificar mis ahorros por ella. Yo le conversaba y ella meramente me decía algo.

—ay no...

—HyunJin había hecho la cita. Nunca más confiaré en él.

—¡no puedes ir a citas a ciegas! sabes que nunca funcionan.

—Te juro que yo no quería. Me obligaron.

—deberías maldecir a HyunJin.

—Yo todavía no llego al dormitorio, estoy esperando a que caliente el agua aquí en la sala común para poder cocinarlo.

—¿cocinarás a HyunJin?

—Nah, pero él tiene un trauma de verme con agua caliente cerca.

—no quiero saber.

—Mentiroso.

—tienes razón. Cuéntame.

—Fue hace un año. Yo me estaba preparando un ramyeon en la habitación -cuando permitían tener hervidor en los dormitorios- y él despertó sonámbulo; comencé a bromear con él diciéndole que se sacara la ropa para meterse a mi plato de sopa, ¡Y él comenzó a hacerlo!

—¡bromeas!

—¡Te juro que no!, entonces después de desnudarse él comenzó a jalar mi sopa para poder meter su pie, ¡Y yo no quería! Digo, ¡¿Quién demonios quiere comer fideos con el pie de su amigo?!

—aparentemente tú.

—No ayudas.

—prosigue.

—SeungMin despertó por el forcejeo y tuvo que inmovilizar a HyunJin hasta que despertó.

—oh por dios.

—Y lo mejor de todo: JeongIn estuvo cantando trot de fondo en todo momento.

—pero- ¡No!

MinHo escuchó cómo por un momento el otro chico reía a grandes carcajadas.

—¡eres un peligro!

—Gracias.

—la única historia fantástica que tenemos fue cuando ChangBin salió con una chica que conoció por internet y ella lo asaltó.

—¿Qué?

—Le robó el celular.

Ahora fue el turno de MinHo para reír.

—¿Por qué todo el mundo tiene mala suerte en el amor?

—no lo sé, realmente, ¿será porque somos idiotas?

—Tengo una teoría.

—dímela.

—Nunca llega lo que se busca.

—oh —el chico volvió a reír—, eres un romántico.

—Estudio en un internado artístico, ¿sabes?, es mi deber.

—eres un cursi. ¿Cómo vas con tus clases?

—Bien, aunque sigo temiendo por el área teórico.

—¿Cuándo te gradúas?

—Febrero, como el resto.

—no falta mucho...

—Para ti tampoco, ¿O no?

—salgo ahora en diciembre.

—¡No falta casi nada!

—solamente dos meses.

—El tiempo pasa como una pluma.

—cada día estamos más viejos, hombre...

—¿Entrarás en la melancolía ahora?

—nah, tengo que parecer duro para que no me digan algo.

—¿Cuánto te pagan por noche?

—no lo sé, solamente me entregan el dinero y lo pongo en una cuenta de ahorros en el banco.

—¿Eh?

—¡tengo una cuenta de ahorros!, la abrí el lunes. Chan me ayudó.

—Eso es fantástico.

—¡lo es!, aunque Chan tiene mis documentos en su casa- ya sabes, por si acaso.

—Falta poco para que te vayas con él.

—me pican las manos para irme. Vive cerca de Itaewon, arrienda un piso de un local de un bar en donde trabaja.

—Los autobuses que pasan por mi internado pasan cerca de ahí...

—¿si?

—Si, aunque nunca hemos ido. Siempre nos desviamos para el busking.

—solo mayores de edad pueden entrar.

—¡Tengo veintiuno!

—¿y te juntas con menores de edad? Penoso~

Unos fuertes bocinazos sonaron de fondo, desconcertando a MinHo.

—Oye...

—están avisando que llegarán los autos.

—Ah.

—tengo que irme, debo marcar la meta.

—¿No es peligroso?

—tendrás un buen recuerdo de mí si es que me muero.

—Humorista.

—Ja, ja... nos vemos.

—Adiós.