• Thinking of her •

Café instantáneo.

No era que lo odiase –bueno sí, más que un poco pero menos que mucho-era raro y a la vez normal. El aroma no era igual, este era algo más débil y su color definitivamente no era negro café, como el que –ahora o desde que conoció esa pequeña cafetería- puede apreciar. Pero es que al tomar el asa de la tasa amarilla, no puede evitar alzar el recipiente y volver a descender la altura. Y de nuevo no es que lo odiaba, pero...-la mueca imparcial ante la simpleza simulaba un "está bien" en su rostro-

Otra vez –como tantas otras veces- se encontraba frente al fregadero –metálico- ahora manchado con cierto color terráqueo y es que siempre terminaba de la misma manera –tirado contra el fregadero- o tal vez accidentalmente lo olvidaba sobre su escritorio e inevitablemente el líquido oscuro perdía su calor – siendo una acción a propósito o no- quien sabía.

Y aunque a él ya no le pareciera extraño que sus piernas lo condujeran al mismo lugar –siempre que podía- se debía preguntar ¿Por qué? ¿Por qué odiaba tanto el café instantáneo? Tal vez al aspirar ese aroma a vieja melancolía mezclada con cacao, lo transportaba a extraños universos que quizás ocasionalmente –o siempre– quisiera explorar, o será el ambiente acogedor y cálido, la luz solar que iluminaba gran parte del local le traía un aire memorial, algo que pareciera no querer olvidar.

Entonces miró a esa linda chica que siempre le sonríe al tomar su pedido y a sus adentros- o no tanto- creyó haber visto al mismo cielo en esos ojos tan místicos. Porque al tomar la tasa de café expresso que ella le preparaba le hacía sentir- por muy extraño que sonara- completo y dichoso. Pensó que puede que a fin y al cabo, el café sea distinto, pero existía una razón más rebuscada para odiar al instantáneo y tal vez la razón estaba frente a sus ojos sonriéndole muy dulcemente.

•••

Hola

Como verá estoy decidida a cumplir con mi promesa.

Recomendación musical: Eery - Her.

[¡Gracias por leer!]