Set 9
[N.a.: repito el último párrafo del Set 8 por si se perdieron con tanto especial 🤣]
.
.
Me levanté del suelo con las piernas cansadas y acomodé mi ropa. Después me ocuparía de limpiar el suelo, sólo quería volver a mi lugar en el sillón junto a... No, mejor, sobre él. Me subí a sus muslos que seguían extendidos mientras su torso relajado se apoyaba en el respaldo. Su cuerpo era suficientemente grande para contener el mío y se sintió demasiado bien ser rodeado por sus brazos automáticamente. Yo busqué su boca, pero él movió su cabeza. Sabía lo que estaba pensando y me importaba una mierda que se hiciera el asqueroso. Lo agarré con mi mano y mordí sus labios hasta que los abrió dejándome pasar. Sólo bastaron unos segundos para que se olvidara del "asco" y me correspondiera el beso. Era suave y lento, mucho más cansado que antes, pero mejor. Nos fuimos quedando quietos de a poco hasta que deslicé mis labios por su mentón y me acomodé en uno de sus hombros. Quería disfrutar de descansar así un rato y luego sí, me lo llevaría de ahí.
Era el mejor plan.
.
.
Estaba a punto de quedarme dormido en su hombro, y esa no era la idea. Me hice a un lado bajando de sus piernas lentamente. Era horrible sentir el aire frío en mi cuerpo que seguía tibio, pero mejor si me despabilaba un poco. GeonHak miraba cabizbajo como si pensara en algo. No sabía si directamente decirle de irnos, o esperar a que él lo sugiriera. Quizás había sido demasiado para él, podía entenderlo. De pronto sacudió su cabeza y me miró aunque no directamente a los ojos.
- V-voy a... -murmuró levantándose del sillón acomodando su ropa. "¿A mear?, ¿A vomitar?, ¿A tomar agua?" pensé, pero él nunca terminó la frase, siguió sacudiendo su cabeza mientras salía del cuarto. Supuse que estaría algo confundido; era lógico. Quizás necesitara algo de tiempo para procesar todo. En fin, nada arruinaría mi felicidad en ese momento. Agradecí que estaba en un lavadero y busqué algo para limpiar y dejar todo presentable. Aproveché para lavarme la cara, la boca y las manos. Luego, salí de ahí esperando que nadie pasara por el pasillo en ese momento. No sabía a dónde había ido GeonHak, así que caminé sin rumbo por la casa, mirando para todos lados hasta que mis pasos me llevaron a la entrada donde YoungJo bostezaba apoyado en la pared con su celular en la mano.
- ¿Viste a Hak?
- Sip, se acaba de ir ¿Y vos? Que raro que...
- ¿Qué? -pregunté casi como si no hubiera escuchado sus palabras. Esperaba que fuera broma porque... No... No podía ser.
- Eh... ¿Se pelearon o algo? -insistió él. Si era una broma, no me daba gracia, de hecho, empezaba a preocuparme.
- N-no ¿Literalmente se fue? -. No, no podía estar pasándome eso- ¿Y mi secretaria?¿La viste?
- Se fue con YongHoon hace como una hora ¿Dónde estabas?
- Mierda -. Definitivamente se iba a ganar un golpe ese idiota ¿Qué le pasaba por la cabeza? Dejarme sólo en una fiesta a la que habíamos ido juntos y sin ninguna explicación. Quería matarlo, pero a la vez me estaba muriendo por dentro yo mismo. De verdad mi pecho se sentía completamente pesado.
- ¿Qué pasó?¿También te gritó y salió corriendo? -dijo YoungJo, aunque afortunadamente no fue con tono de burla, sino con el pesar de alguien que de verdad me entendía. Entonces noté que él tampoco se veía muy bien.
- ... Se la chupé.
- Ah, que bien -dijo abriendo sus ojos grandes-, ¿esa fue tu "confesión"?
- No, primero hablamos de eso. Me dijo que ya lo sabía y que estaba enojado porque no se lo decía.
- Tiene sentido.
- Lo que no tiene sentido es que haga esto. Si estaba enojado... Me hubiera detenido o algo en vez de... -. Quería seguir, pero no pude. Tenía mucha bronca dentro en ese momento y se tradujo en un horrible nudo en mi garganta. Estaba a punto de llorar otra vez.
- SeoHo... -, lo escuché decir antes de rodear mis hombros con uno de sus brazos y apretarme contra su pecho. Lo hubiera empujado, pero de verdad lo necesitaba, y él no tenía la culpa de nada-. Ya está, ya lo sabe, hiciste tu parte. Depende de él lo que haga ahora. Vas a tener que aceptarlo. Al final es lo mejor.
Me descargué llenando de lágrimas la ropa sobre su hombro. Escuchaba sus palabras y no sabía si realmente me reconfortaban o no ¿Había hecho bien mi parte o la había cagado otra vez? No, yo no había hecho nada malo, había sido muy cuidadoso, especialmente en no apurarme a actuar sin esperar su aceptación. No tenía nada por lo que arrepentirme más que el hecho de haberme enamorado de un bobo enorme.
Respiré profundo y me alejé de su hombro, ya más tranquilo, o algo así-. Gracias.
- Estaba por pedir un Uber, ¿agrego tu dirección?
La sugerencia era buena. Necesitaba irme de alguna manera y al parecer ya no quedaba casi nadie. Asentí y él me pasó el teléfono para que la escribiera. Pensé que lo mínimo que podía hacer era preguntarle a él cómo estaba ya que me estaba rescatando.
- ¿Qué onda tu chico?
- No.. nada.. Escuché algo que no tenía que escuchar.
- Oh... Contame, dale.
- Fue todo muy raro. Me hablaba bien un rato y después se hacía el desinteresado. Me dió muchas vueltas. Pensé que quizás le molestaba estar tan expuestos entre todos nuestros compañeros. Le ofrecí "ir a otro lado", no fue con segundas intenciones, lo juro, pero me malinterpretó y me dijo que no estaba para eso hoy, lo cuál es muy respetable...
- ¿Y qué fue lo que escuchaste? -pregunté intrigado. La historia estaba buena, pero, ¿y el verdadero chisme?
- Me quedé con los chicos tomando un rato. Después quise ir mear, obviamente, y como el baño estaba ocupado, GiWook me dijo que fuera al cuarto de DongMyeong que tenía baño propio, así que subí y mientras buscaba qué puerta sería...
- No, ¡NO! ¿Quiénes eran?
- HwanWoong y los mellizos.
- ¿Qué? Pero o sea, ¿qué? -, pensé que tenía que estar entendiendo mal.
- Lo que estás pensando. Estaban los tres... Eran sus voces, y no estaban en el patio. Me da igual lo que hagan, pero "no estaba para eso", sí claro.
De verdad quedé loco, primero porque era demasiado bizarro, y segundo porque si yo creía tener mala suerte con GeonHak, YoungJo me estaba demostrando que había cosas peores. Todavía tenía su celular en mi mano y borré el "segundo destino" de la app antes de devolvérselo. Habíamos terminado la noche como la mierda y los dos necesitábamos compañía. Ni hablar de lo que podía llegar a hacer mi madre si me veía arrastrándome por los rincones. Lo mejor era alejarme de casa por el momento. YoungJo miró la pantalla sorprendido y después sonrió vagamente.
- Ah... Pensé que no me soportabas últimamente. Pero claro, el Plan B.
- No me coquetees.
- ¿Yo?¿Vos te invitás solo a mi casa y yo soy el que coquetea?
- Como sea.
- ¿Por qué sos así?
No tenía ninguna respuesta para darle. Me divertía pelear y me distraía de mis pensamientos sobre todo lo que acababa de pasar. Tenía que ser la mejor noche de mi vida, y aún lo era en realidad; después de todo, me había confesado y no había sido rechazado directamente. Aunque no supiera lo que pasaba por la cabeza de GeonHak en ese momento, todavía tenía la esperanza de que hubiera una buena explicación. Igual, el golpe ya se lo había ganado.
El coche llegó mientras YoungJo y yo mirábamos en silencio la pantalla de su celular. Tenía muchísimo sueño y ya me estaba replanteando el hecho de haberme convertido en su compañía voluntariamente, en vez de ir a dormir cómodamente en mi cama. Sin embargo, cuando pensaba en lo fácil que podía deprimirme estando solo, con mi molesta habilidad para pensar una y otra vez en las mismas cosas, me agradecía a mí mismo el instinto de supervivencia.
Llegamos a su casa azul rápidamente y los recuerdos de dos semanas atrás me vinieron a la mente como relámpagos. Siempre había pensado que YoungJo y yo pudimos haber sido buenos amigos si no fuera por su actitud tan áspera siempre. Incluso sabiendo sus motivos para actuar así, era algo demasiado molesto. Pero en general teníamos demasiado en común, incluyendo nuestro crush en GeonHak y la fascinación por competir con él y sacarlo de quicio en cada oportunidad. Yo siempre había hecho todo de mi parte para ayudarlo en lo que podía, y hasta era prácticamente su confidente. Era extraño que después de todo eso siguiéramos teniendo tanta hostilidad.
Quizás, en el fondo, yo seguía sintiendo esos celos culposos porque GeonHak siempre quería luchar contra él. Desde que lo había conocido; desde el primer torneo al que lo acompañé, YoungJo siempre había estado presente para él. Demasiado presente para mi gusto. Podía pasarse horas hablando de él después de enfrentarlo en algún torneo. Si le ganaba, la conversación era sobre lo bien que había luchado y todas las técnicas que había usado; si perdía, se la pasaba entrenando específicamente para no cometer los mismos errores contra él. Yo pensaba todo el tiempo en que la forma de "odiar" de GeonHak parecía aún más intensa que su forma de querer. Siendo su mejor amigo, quería rogarle por un poco del tiempo que le dedicaba a ese bobo que supuestamente era su rival.
Uno de los mejores días que podía recordar en mi adolescencia, fue cuando supieron que ya no competían en la misma categoría. El tal Kim se había vuelto demasiado grande y GeonHak estaba tan enojado que juró que se convertiría en "Medio" igual que él, así tuviera que matarse en el gimnasio las 24hs del día, cosa que afortunadamente nunca logró. Pero un día YoungJo apareció en nuestro Club después de dejar el suyo de toda la vida sorpresivamente, entonces todo se volvió muy obvio para mí: ellos eran rivales deportivos, y nosotros éramos rivales de otra clase.
Mientras me hundía en mi mente, entramos a la casa y nuevamente me quedé mirando la decoración. Había cambiado algunas fotos desde la última vez, y sólo había una donde se veía a GeonHak. Seguramente parte de su proceso de "olvidar". En su lugar, había más pinturas y fotografías artísticas.
- ¿Querés un té? -dijo desde la cocina ¿Quién carajo tomaba té a las 5 de la mañana después de una fiesta? Kim YoungJo.
- Eh... Bueno -acepté de todas formas. Quizás era una gran experiencia de la que me estaba perdiendo.
- ¿Común?
- Lo que sea, a menos que sea de los de HyunGu.
- Entonces común.
Me acerqué a la cocina a buscar mi té y en cuanto me lo dió caminé hasta el pasillo para ir a la habitación.
- ¿Vas a tomarlo en la cama? -preguntó él deteniéndome a mitad de camino.
- ¿Está mal?
No respondió, pero su cara era casi de pánico, como si una gota de té pudiera caer en su cama y arruinar la pulcritud de sus sábanas perfectas. Quise ir de todas formas, solo para molestarlo, pero era demasiada maldad, ya podía amenazarlo con eso en otro momento. Volví a la sala y me senté en el sillón con mi taza entre las piernas.
- ¿Qué pensás? -dijo un rato después. Mi mirada había estado perdida por varios minutos en el humo que salía de la taza.
- Nada... Que... Que no sé qué pensar, justamente.
- ¿Por GeonHak?
- No, por HaRin. La verdad me gusta HaRin. Me contaron que es muy sexy acomodando hombros dislocados ¿No querés romperme un brazo para que me atienda de emergencia?
- ...
- Si, por GeonHak. Es que no entiendo. Trabajo con gente todo el tiempo y puedo analizarlos y prever sus reacciones. Incluso con GeonHak puedo hacerlo, pero esta vez... No puedo entender por qué se fue así.
- Me dijiste que estaba enojado, ¿no?
- Sí, pero ya le dije la verdad. Se supone que lo entendió.
- ¿Por qué? Un enojo no se arregla tan fácil. Lo que haya pasado después, quizás no cambia los motivos de su enojo. O incluso podría empeorarlo.
- ¿Estás diciendo que es mi culpa?
- Estoy diciendo que quizás es mucho para él y necesita espacio.
- ... Bueno, sí. Por eso no lo llamé. Mejor dejarlo solo. Pero es muy frustrante.
- Ya van a poder hablar de nuevo y tratá de... No abrir tanto la boca -finalizó con una risita burlona.
- Voy a tirar lo que queda de mi té en tu cama.
- Me refiero a que lo dejes hablar a él. Que te diga lo que piensa así no tenés que adivinar.
Asentí murmurando con la cara contra la taza mientras tomaba lo que me quedaba. Trataría de esperar calmado a que él se sintiera cómodo de hablar conmigo, por el momento, estaba a punto de caerme dormido. Me levanté del sillón y dejé la taza en la cocina. Ni siquiera esperé a llegar al cuarto para empezar a quitarme la ropa. Me dolía un poco la cabeza, aunque el té de verdad había ayudado a controlar mis nervios en el estómago. Una vez que me deshice de los pantalones, me metí en la cama. Quizás estaba mal no esperar a que el dueño de casa me invitara a pasar, pero necesitaba dormir de una vez. YoungJo entró después con la ropa que yo había dejado tirada en las manos y la acomodó sobre uno de sus muebles.
- Te iba a ofrecer algo para dormir.
- No uso pijama.
- Ya veo.
No entendía si eso le molestaba o qué, pero no iba a preocuparme. Cerré los ojos y me acomodé a mi gusto. Entraba mucha luz del amanecer por las ventanas y era molesto, aunque de pronto todo se sintió oscuro y asumí que había cerrado las persianas. Lo sentí subir a la cama un rato después, y simplemente me quedé dormido como un bebé.
.
.
Todo sobre la madrugada en la fiesta volvía a mi mente. Siempre había tenido una mente muy activa incluso dormido y esa vez, a pesar del cansancio, no fue la excepción. La voz de GeonHak llamándome Hyung una y otra vez y yo arrastrando mi lengua por su cuerpo; por su abdomen marcado y luego mis dientes clavados en sus pechos. Otra vez en ese sillón viejo, pero completamente desnudos ¿Por qué? No había música ni fiesta, sólo nosotros. Mi boca llena y sus manos en mi pelo. Mi cuerpo hirviendo, pero no sólo en el sueño sino también en la realidad, suficiente para hacer que pateara el acolchado lejos de mí en un segundo de conciencia antes de volver a cerrar los ojos. El aire fresco del cuarto real pegando en mi cuerpo y yo buscando a GeonHak donde lo había dejado, en ese mundo inconsciente creado especialmente para mí. Ahí estaba esperándome, sentado en el sillón de mi oficina, con mi ropa puesta. Ah, entonces tenía que volver a empezar. Me acerqué y me arrodille delante de él, arrastrando mis manos por sus muslos de pollo y subiendo sobre él lento, deslizando todo mi cuerpo como si fuera una serpiente hasta quedar cerca de su boca; tan bonita, tan chiquita como una pequeña cereza roja que yo estaba a punto de tragar. Morderlos y chuparlos sin que él hiciera nada al respecto era tan delicioso. Sus manos en mi cintura temblando como si jamás hubiera tocado a nadie en su vida, volviéndome loco. Sus palmas extendidas arrastrándose hasta mis glúteos y presionándolos a su antojo. Su mano en mi cadera...
De pronto algo no encajaba, a menos que GeonHak tuviera tres manos...
- ¿Ugh? -. Abrí los ojos en el cuarto de YoungJo. Las yemas de sus dedos apoyadas en mi cadera, efectivamente. Miré sobre mi hombro y ahí estaba arrodillado en la cama intentando despertarme.
- ¿Vas a desayunar?
Tenía cara de tonto. Así es como lo describiría. Con la boca entreabierta y los dientes frontales asomando. Los ojos demasiado grandes como si estuviera sorprendido por algo. Me molestaba muchísimo ¿Por qué sus ojos eran tan... magnéticos? No quería seguir mirándolos pero no dejaba de hacerlo.
- ¿No podías tocarme el hombro?
- Perdón, tu trasero sobresalía más. Estás hirviendo. T-tenés...
¿Por qué encima tartamudeaba? Tonto. Sus ojos se dirigieron a otro punto de mi cara, mi boca. Y sí, ya sabía que tenía los labios y el mentón húmedos, probablemente la almohada también. Podía simplemente lavarme la cara, no era necesario que... Mis ojos seguían clavados en los suyos, y mientras se acercaba cada vez más, comenzaban a desenfocarse. Todavía estaba medio dormido y muy caliente, pero su lengua pasando por mi mentón despertó las últimas células de mi cuerpo y, al mismo tiempo, quemó las pocas neuronas sobrevivientes a mi sueño.
Yo estaba seguro de que no se podía limpiar saliva con más saliva, pero tenía la boca ocupada contra la suya como para pronunciar mi objeción. Sabía que eso era una posibilidad cuando había decidido invitarme a su casa, sólo esperaba que el cansancio mental y emocional hiciera lo suyo por evitarlo; lo que no había calculado era que al otro día las cosas podían verse y sentirse muy diferentes.
Él se alejó repentinamente, aunque una de sus manos seguía en mi cintura y mi brazo en su hombro. Si me pedía que pare, no lo haría, tenía demasiadas ganas, y más después de besarnos así.
- Perdón, n-no...
- ¿No qué? -dije iniciando un nuevo duelo de miradas.
- N-no... No pensé que fueras de los que repiten -soltó finalmente. Yo contuve la risa para no cerrar mis ojos.
- Al contrario Kim, prefiero repetir antes que dejar que me toque alguien más. Sobre todo si la primera vez estuvo bueno.
- Cierto, no te gusta que te toquen.
- No más de lo necesario.
Asintió y volvió a besarme, pero esta vez más calmado, mientras cambiaba nuestras posiciones y se acomodaba entre mis piernas. Me sentía mareado por la temperatura que estaba alcanzando, y aunque mi cerebro estaba quemado, logré ser consciente de que nunca había experimentado el despertar de un sueño húmedo y tener sexo inmediatamente, pero al parecer se sentía bien. Sólo imaginar que fuera con la misma persona que veía en mi sueño me hacía temblar.
- SeoHo, ¿querés tu revancha, o...? -dijo con su boca aún pegada a la mía. Esa vez sí me reí mientras pensaba qué responder. En serio me tentaba follármelo y se estaba ofreciendo.
- Me encantaría, pero en otra oportunidad. Hoy necesito morder una de tus almohadas y llorar -decidí finalmente.
- Que sentimental.
- Dejame.
- Está bien, pero me debés una camisa, un boxer, una almohada... Y esa revancha.
- Sos una mierda.
- Jaja, pero acá estás...
- Prefiero acostarme con gente por la que no siento ningún respeto.
- Perfecto.
Luego de tan cordial diálogo, yo seguía riéndome mirando el techo. Su cara en mi cuello me hacía cosquillas, y aunque odiaba que me tocara, la forma en que sus dedos se arrastraban por mi torso hacía que mi abdomen temblara de anticipación; hasta que tiró del elástico de mi bóxer y comenzó a deslizarlo por mis piernas. Levanté mi culo para ayudarlo y en seguida quedé totalmente expuesto delante de él, que seguía con el short con el que había dormido, dejando sus muslos a la vista y su culo preciosamente apretado en la tela mientras bajaba de la cama. Obviamente, eso tuvo toda mi atención durante el tiempo que tardó en humedecer sus dedos frente a la mesa de luz y elegir un condón.
Cuando volvió a la cama, ya sin nada puesto, no lo hizo frente a mí, sino sentado a mi lado. Paso uno de sus brazos por detrás de mi cabeza como si fuéramos a mirar una película o conversar sentados en un sillón. Yo lo miré de costado un poco sacado de onda, de verdad estaba muy caliente como para jugar a lo que fuera que estaba jugando, pero al parecer me equivocaba. Aprovechó la cercanía de nuestras caras para morder mi labio mientras alcanzaba mi entrada con su otra mano y deslizaba con sus dedos con movimientos circulares. Su brazo alrededor de mi cuello me hacía sentir demasiado controlado y me llevaba a apoyame levemente en su pecho. Él siguió lamiendo mis labios y el interior de mi boca cada vez que yo dejaba salir alguna evidencia de las sensaciones que sus dedos me provocaban.
La temperatura de mi cuerpo estaba tan alta, que sus dedos parecían fríos y sentía que me fundiría completamente. Él sabía que no necesitaba tanta preparación, sin embargo, parecía divertirse teniendo mi cabeza apresada y mi abdomen temblando sólo por sus dedos largos y sus malditos nudillos anchos. Pasaban los minutos y yo seguía siendo atormentado por su increíble paciencia. No iba a pedirle nada verbalmente, eso seguro, así que usé un mejor recurso: buscar su miembro con mi mano para recordarle cuál se suponía que era la finalidad de eso. Reaccionó con una sonrisa contra mi boca, antes de dejar un montón de molestos besitos. Era una burla.
- No seas cariñoso.
- Entendido -respondió demasiado triunfal. Sacó su brazo de mis hombros y volvió a situarse delante mío. Retiró sus dedos y yo mismo me di vuelta sobre la cama. No quería verlo; nada de jueguitos de miradas. Quería llorar en la almohada hasta ahogarme y sabía que él podía concederme eso. Me apoyé en mis rodillas y extendí la espalda finalizando sobre mis codos en la almohada. Sus manos apretaron mis glúteos mientras se arrastraba en medio esparciendo más lubricante. Lo estaba odiando tanto. Pero me aguantaría la desesperación antes de suplicarle.
Sus manos se alternaban entre amasar mi culo para apretar su miembro entre mis glúteos, y pasearse por mi espalda. Cuando por fin se detuvieron en mi cintura, tuve que morder la almohada para contener el chillido que se me quiso escapar. Por fin se acomodó y se ayudó nuevamente con los dedos para hacerse paso en mi interior. Fue malditamente bruto y mi quejido fue audible aún a través del filtro de la almohada en mi boca.
- Dijiste que no sea cariñoso. No quiero quejas.
En realidad no tenía objeciones, yo quería eso. Estaba bien. No podía lagrimear en la almohada con mimitos y cuidados. Tenía que ser duro, justo como lo estaban siendo sus primeras embestidas. Eran pausadas entre ellas, pero demasiado profundas. Sin embargo, unas cuantas veces después, cambió totalmente el ritmo volviéndose tortuosamente lento y suave. Maldito. Yo mismo comencé a balancearme para obtener más velocidad, pero sus manos tenían el control de mi cuerpo y no había mucho que pudiera hacer. Otra vez comprobaba que su autocontrol era realmente admirable.
- YoungJo -murmuré entre gemidos bajos en la almohada. Quizás le molestaban mis "clausulas", pero no era justo tanta tortura. Si seguía así me volvería loco de ansiedad.
- Decime.
- M-más rápido.
- Pedímelo bien -dijo deteniéndose en seco aún dentro.
- ¿Ugh? -. Lo miré por sobre mi hombro ¿Cómo carajo tenía que pedirlo?
- Decime Hyung. No sé por qué no lo haces. Maleducado -. No. No era coherente que me pidiera eso, y tampoco que lo hiciera mientras golpeaba el costado de mi muslo con toda la fuerza de su palma.
- Hmno~ -dije volviendo mi cara a la almohada. No iba a ceder... O bueno, quizás sí. No podía soportarlo más-. Hyung, por favor.
- Cuanto más lo repitas, mejor va a ser -dijo retomando su movimiento, pero esta vez con un ritmo delicioso. Yo mordí la almohada sintiéndome por fin metido en ese plano mental en el que quería estar, donde la realidad se hacía borrosa y mi cuerpo sólo mandaba señales de placer a mi cerebro. Ugh, sí, ese maravilloso lugar.
Mis gemidos contra la almohada se volvían entrecortados a medida que me acostumbraba y sentía que era insuficiente otra vez. La respuesta automática de mi cuerpo era moverse sólo para buscar el nivel de intensidad por sus propios medios, pero YoungJo, demostrando su dominación, volvió a detenerse dejándome demasiado lleno y ansioso.
- YoungJo Hyung~ -jadeé con total falta de dignidad levantando a penas mi boca de la almohada. Las lágrimas se acumulaban en mis ojos por cada segundo que pasaba en esa horrible pausa y mi voz sonó entrecortada cuando agregué-, por favor, Hyung.
Eran dos seguidos, tenía que obtener algo bueno por eso, y sí lo tuve. Deslizó mis rodillas sobre la cama para reducir mi altura y se inclinó sobre mí, cosa que había hecho la última vez justo cuando se puso realmente bueno. La sola idea en mi cabeza hizo que mi abdomen temblara de anticipación, mi cuerpo lo recordaba bien. Hundí mi cara por completo en la almohada, mientras perdía toda la reserva de aire en mis pulmones sólo para gemir tan intenso como su manera de follarme. Me vi tentado a soltar otro "Hyung", sólo para saber si podía superarse a sí mismo, pero la falta de aire me lo impidió. De hecho, ya ni siquiera podía emitir el más mínimo sonido, sólo eran mis ojos cada vez más mojados los que daban cuenta de las sensaciones que me sacudían... Y sí, literalmente.
Su mano tirando de mi pelo para levantar mi cabeza fue lo único que me salvó de perder por completo la conciencia. No había reparado en que seriamente necesitaba respirar, la falta de oxígeno me hacía sentir mareado y hacía que todo fuera más intenso. Lo estaba disfrutando al límite de lo racional, pero para racional estaba él.
- Boludo, te vas a ahogar -dijo y, con su otra mano bajo mi pecho, me hizo levantar el torso. Respiré profundo acercando mi espalda hacia su pecho mientras juntaba mis rodillas sobre el colchón para quedar sentado sobre sus muslos.
- Se sintió bien.
- Si te querés matar, que no sea en mi cama ni mientras estoy dentro tuyo.
El mareo se iba pasando a medida que llenaba mi cuerpo de aire y solo quería repetir la experiencia, pero esta vez llegando hasta el climax. Sus manos seguían contra mi pecho arrastrándose despacio por mis pezones y mi abdomen respectivamente al tiempo que yo subía y bajaba despacio por su miembro, una merecida pausa después de soportar tanto.
- Está bien, Hyung -respondí un poco más tarde, completamente consciente de lo que provocaría. Pude sentir la pequeña risa en mi oído entre sus jadeos. No sabía qué haría, pero esperaba una buena reacción de su parte.
- ¿Así que te gustó la sensación? -dijo antes de rodear mi cuello con su brazo, en una posición clásica de estrangulación en artes marciales. No dije nada pero sonreí satisfecho con sus ideas. Estaba siendo muy creativo y me gustaba eso.
Una de sus rodillas apareció a mi costado cuando apoyó su pié en la cama para tener mayor firmeza. Estaba atrapado entre sus muslos y siendo ahorcado por su brazo, semejante cosa. Si salía vivo de ahí, tendría una maravillosa historia para mis nietos... O bueno, siendo realista, para mi colección de peluches. Agradecía no tener que sostenerme a mí mismo, ya que estaba totalmente atrapado, porque entre la falta de aire y la fuerza de todo su cuerpo contra mi pobre culo hubiera sido imposible mantenerme estable. Su mano en mi abdomen era lo único que me detenía de sacudirme como un muñeco. Mierda, quería dejar salir un millón de maldiciones por cada vez que golpeaba el mismo maravilloso punto dentro mío, pero no salía nada de mi garganta cerrada.
Me descargué por completo sobre las sábanas. Su mano contenía los espasmos en mi abdomen, tan fuertes. Tenía los ojos cerrados y un mareo descomunal, pero me sentía en la cima de algún monte celestial, al borde morir; hasta que soltó mi cuello y esa probada de aire desesperada intensificó las sensaciones de placer que todavía vibraban en mis venas.
Sentí un sacudón cuando me tiró a un costado boca arriba en la cama. Si pensaba seguir... Yo... Yo no podría soportar más. Pero afortunadamente no lo hizo. Abrí los ojos para ver cómo se venía sobre la línea entre mis abdominales y lo miré confundido a través de las pestañas empañadas de mis ojos.
- Pensé que eras... Más limpio.
- Normalmente sí. Pero tenía ganas de hacer eso -dijo luego de recuperar su aliento. Se acercó a mi costado gateando, y yo lo detuve tomándolo por el pelo con la poca energía que me quedaba. Quería divertirme un poco más.
- Limpiá tus porquerías -dije acercando su cabeza a mi abdomen. Si le gustaban tanto, no tendría que negarse lamerlos un poco, ¿o no? Sonrió como un gatito ante su platito de leche y obedeció.
Me hacía cosquillas. Me tuvo soltando risas cansadas por todo lo que tardó y luego volvió al lugar que buscaba antes, a mi costado. Se acomodó en mi hombro y me miró con los ojos pesados por unos tensos segundos hasta que lo besé. Supuse que eso quería. Fue lento y superficial, no quedaba energía para nada más.
Estaba cansado como si no hubiera dormido nada, y eso que me había despertado no mucho antes. YoungJo se levantó en algún momento y yo quedé aún desplomado en el lugar. No sabía si era hora de almorzar o incluso más tarde, pero me moría de hambre. Quería levantarme e ir a la cocina a robar lo que fuera que encontrara, sin embargo, sabía que no me respondería el cuerpo. Me acomodé de costado sintiendo todas secuelas y riéndome contra la almohada ¿Qué hacía ahí, otra vez?
.
.
YoungJo volvió al cuarto y se sentó detrás de mi espalda. Olía a jabón y su cuerpo parecía emanar frío contra el mío que seguía tibio.
- ¿Vas a dormir otra vez?
- No, me muero de hambre.
- Andá a ducharte y comemos algo.
- Hmm -. No sabía qué responder. Sí quería, pero no podía moverme.
- ¿Te sentís bien? -preguntó poniendo una mano en mi brazo y asomándose para verme a la cara.
- Sí, perfecto -dije sentándome en el borde de la cama, no sin dejar salir algunos gemidos agudos. YoungJo se rió y se sentó a mi costado. No sé si esperaba a que me levantara para mirarme el culo, o si tenía miedo de que no pudiera caminar. En fin, agarré el celular de mi mesa de luz y la notificación de varios mensajes de GeonHak en pantalla me dio una especie de pinchazo en el estómago.
- Ugh... Te dejo a solas...
- No, no. Quedate.
Desbloqueé el celular y abrí los mensajes con el pulso temblando. La cantidad de sentimientos encontrados que tenía en ese instante eran una especie de cóctel venenoso. El cosquilleo en mi culo, el sabor en mi boca, los nervios en mi estómago mezclados con un hambre voráz. Miedo; un poco de enojo. Entre todo eso, la sensación de haber tenido algo, por poco que fuera, con la persona que realmente amaba, volvió a mi cabeza como si intentara sumar "culpa" a todo lo que ya tenía encima. Pero no, no había lugar para nada más.
🐣:
"Perdón por irme así, soy un cagón"
¹¹·²⁷
🐣:
"Espero que hayas llegado bien a tu casa. Pensé en llamarte pero no pude, estaba demasiado nervioso"
¹¹·²⁹
🐣:
"No sé si ahora estés enojado o riéndote de mí, hyung, sos impredecible. Pero espero que no me odies"
¹¹·³¹
🐣:
"Ayer cuando te llevé a la oficina, esperaba que me dijeras la verdad, y si no, estaba preparado para decirte que ya lo sabía en la fiesta. Pero no esperaba que dijeras... Lo que dijiste. Y menos que menos lo demás. Me paniqueé"
¹¹·³⁶
🐣:
"Tengo muchas cosas en la cabeza en este momento, Hyung. Es muy difícil. No sé si me entendés o no. Pero no me fui porque me haya molestado o algo así. Si pensás eso, quedate tranquilo"
¹¹·³⁹
🐣:
"No hiciste nada mal... Sólo decirlo tan tarde capaz. En realidad me duele todavía que hayas esperado tanto. No sé si mi enojo se fue. No sé, en serio. Tengo tantas cosas en la cabeza que no me entiendo ni yo. No sé si puedo hablar bien ahora porque soy un desastre. Siento que necesito espacio"
¹¹·⁴⁴
🐣:
"No sé cómo decirte esto porque sos mi mejor amigo y es raro pedirte algo así, pero si no habláramos por unos días, hasta que pueda entender todo lo que pasa por mi cabeza, me haría bien. Obvio que nos vamos a ver en el Club, no es que no quiera verte. Pero necesito distancia o me voy a volver loco"
¹¹·⁴⁸
🐣:
"¿Está bien? Decime que me entendés así me siento más tranquilo. Si vos no me entendés, entonces nadie me va a entender"
¹¹·⁵⁰
🐣:
"Hyung, no sé si no vas a leerlo nunca o qué. No sé cómo se ve esto si te bloquean. Capaz me bloqueaste por dejarte solo. Entonces pongo la lista del súper. Almendras, nueces, frutillas (pero menos de 1kilo porque se pudren). Leche. Jabón para la ropa. Uvas verdes. HUEVOS queso arándanos"
¹²·³⁸
🐣:
"Bloqueé a mi mamá para ver cómo era y me llamó del teléfono de mi papá a punto de asesinarme. Entonces no me bloqueaste. Bueno, si leés esto, te quiero y espero no arruinar las cosas. Tengo miedo Hyung, eso me pasa. Tengo un miedo terrible. Pero te quiero entender también. Perdoname, en serio. No me imagino no ser tu amigo ¿Está mal?"
¹³·⁰⁴
🐿️:
"Auihld fjoaj - djon"
¹⁴·²²
Las lágrimas cayendo de mis ojos en toda la pantalla enviaron un smashboard ridículo. Mi cabeza también era un desastre, más después de leer todo eso, pero tenía que ordenarme y responder ¿Qué podía decirle? Estaba desnudo llorando en la cama de nuestro compañero, todavía temblando por lo que acababábamos de hacer. Todo era demasiado confuso.
🐿️:
"Te entiendo. Está bien"
¹⁴·²⁵
- ¿Sólo eso? El tipo te mandó hasta la lista del súper.
- No te pongas de su lado.
- Perdón, tengo una debilidad por él.
- No se nota.
🐿️:
"Los huevos en mayúsculas son los que te faltan?"
¹⁴·²⁷
- ¡No! no seas forro. Borrá eso.
- Vos querías que le mande otra cosa, ¿o no? Si no le hago un chiste va a pensar que estoy enojado.
- Bueno, eso puede ser. Che, ¿es verdad lo que dicen de los arándanos?
- ¿Que le da sabor dulce? Sí, es verdad. Y a GeonHak le gustan mucho.
- ¿Qué hago con esta información?
- Vos preguntaste. Jodete.
- Andá a bañarte.
- Ya voy.
Me levanté de la cama con un poco menos de carga en mi pecho. Bastante menos de hecho. Todavía quería golpear a GeonHak por irse así, pero al menos tenía una explicación medianamente razonable y a YoungJo muriendo de envidia detrás de mí y eso era sumamente divertido. Me duché sin muchas ganas, pero sí con mucho cuidado. Salí envuelto en un toallón y pensé que no tenía qué ponerme, así que quedé parado en el pasillo pensando en qué hacer.
- Agarrá lo que quieras -dijo YoungJo desde la cocina.
- Gracias -, y me fui de a pequeños saltitos al cuarto.
Después de cambiarme, sólo quedaba comer algo, y se suponía que él se estaba encargando de eso. Me senté en el sillón a esperar mientras le daba vueltas en mi cabeza a los mensajes de GeonHak. Era todo tan ambiguo ¿Quería distancia para qué? ¿Para olvidarse de lo que había pasado y volver a la "normalidad"?
- "No me imagino no ser tu amigo" -repetí en voz alta una vez que YoungJo había llenado la mesa con nuestra comida. Luego, me enfrenté ferozmente a uno de los bowl de arroz.
- ¿Eh? Ah... Eso ¿Qué pensás?
- Nada, me da miedo ese mensaje.
- Es casi imposible que vuelvan a lo de siempre después de...
- No sé. Según él ya lo sabía. Y aún así no le importaba ser mi amigo. Si podía ser mi amigo incluso imaginando que yo sentía otras cosas por él... ¿Por qué no podría ahora?
- Van a tener que definir eso cuando hablen. Supongo que en algún momento se sentarán a hablar bien.
- Espero -dije casi en un suspiro e intenté robar ramen de su bowl con mis palitos. Estaba más cerca que el otro que había en la mesa.
- No, no -me detuvo golpeando mis palitos con los suyos-, está picante. Te hice uno sin picante.
-Ah -. Quedé completamente impresionado. De verdad era un obsesivo en todo. Me acerqué a buscar el otro bowl sin poder creer que fuera tan detallista, o es que quería demostrar que era tan perfecto todo el tiempo. De cualquier manera, sabía lo mal que me podría hacer comer algo tan picante después de lo que acabábamos de hacer y era un enorme detalle de su parte-. Gracias.
Él sonrió dentro de su bowl como toda respuesta. Comimos otro rato en silencio, pero un silencio tranquilo, relajado. Yo miraba mi teléfono de reojo cada tanto, ni siquiera era completamente consciente, simplemente lo hacía como si esperara ver una respuesta en pantalla.
- Te pidió distancia, no va a responder.
- Eh... Cierto. Pero también esperaba mi respuesta.
- Sólo te dio el beneficio de la última palabra.
- Bueno, sí -desistí dando vuelta el teléfono para no verme tentado a mirar la pantalla-. Hablame de otra cosa. Distraeme.
- No te creas que estoy mucho mejor que vos. Sigo pensando en la calesita que me subí ayer.
- Pero te podés bajar cuando quieras. Apenas lo conocés.
- Sí, supongo. Era la primera vez que me fijaba en otra persona... Que mal que elijo.
- Si lo seguís buscando va a pensar que sos un tonto que no entiende el mensaje.
- ¿Entonces según vos no le intereso para nada?
- Quizás no.
- No me conoce bien.
El timbre sonó e interrumpió nuestra deprimente charla. Sería un poco incómodo ver a alguien más en una situación así, pero también podía salvarnos de nosotros mismos. YoungJo se levantó a atender y yo me acomodé en el sillón esperando que no fuera su madre otra vez.
- ¿Lee SeoHo? -dijo YongHoon apareciendo con YoungJo en la sala. Era obvio que sabía mi nombre y sabía que era yo, pero tenía una cara de asombro demasiado graciosa- ¿Se fueron juntos de la fiesta? No me esperé esto, ¡¿YOUNGJO?!
Mientras me reía de su reacción, me puse a juntar los platos. YongHoon se sentó en el otro sillón y siguió haciendo sonidos con su boca como si estuviera analizando la situación.
- Si, bueno, no es para tanto -dijo YoungJo probablemente un poco molesto por la exageración de su amigo, pero él todavía tenía mucho más para decir.
- No puedo creerlo. Esperá, ¿vos sos...? -dijo mirándome a mí cuando volví a sentarme a mi lugar.
- ¿Sí?
- Bueno, siempre creí que eras bisexual... O incluso que aparecerías un día con una pareja alien o algo así.
- Que imaginación... -dije primero, imaginando yo mismo cómo sería algo así, pero después me di cuenta de que...- Ey no, no -dije moviendo mis manos en señal negativa.
- ¿Qué? -preguntó él con los ojos casi desorbitados. Todo era demasiado impactante al parecer.
- Que no somos pareja, ni cerca. Y tampoco soy bisexual.
- Ah... ¿Entonces sólo...? -agregó completando el sentido con gestos de sus manos. Yo no pude responder porque me moría de risa. No sabía que YongHoon podía ser tan gracioso. Me recordaba a GeonHak y su incapacidad para usar términos específicos.
- YongHoon... -empezó a hablar YoungJo, pero lo interrumpió.
- ¿Estaban muy borrachos? Es que Jo, de verdad... ¿SeoHo?¿Justo él? Hace unos años no querías acostarte con nadie si no era GeonHak, aunque sé que desististe sobre eso... ¿en serio el mejor amigo? Es un montón.
- No, no estábamos borrachos, ni siquiera fue anoche, y tampoco fue la única vez ¿Querés más detalles? -soltó YoungJo un poco cansado de los cuestionamientos. Pero era demasiada información para mi gusto.
- ¿QUÉ? No, no, gracias, paso.
- YongHoon, si le contás a alguien, le voy a hablar muy mal de vos a mi secretaria -dije con el mejor tono amenazante que podía usar.
- Prometido, no digo nada, nada. En realidad venía a contarte sobre eso -agregó mirando a su amigo otra vez-. Ahh... yo iba a contarte que quedé en volver a verme con la secretaria de SeoHo. Pero ya no es tan sorprendente.
- Me alegro por vos. Al menos alguien terminó bien la noche.
- ¿Ustedes no? -dijo otra vez con ese tono de desconcierto- ¿Es por el otro chico?
- Sí, me re boludeó.
- Yo prefiero no hablar -agregué.
- Ah... Que mal.
- Contame vos mejor.
- Me pareció súper linda, es muy graciosa y es inteligente... Hablamos de todo, pero en serio, de todo.
- Es su especialidad -admití divertido con la idea de esos dos parloteando juntos. Si le gastaba un poco la lengua, yo feliz.
- ¿Pero pasó algo más? -preguntó YoungJo.
- No, no. La llevé a su casa y... Pensé en darle un beso, pero mejor la próxima vez que nos veamos. Eso le dije. Que nos volviéramos a ver.
- Genial, voy a escuchar sobre vos toda la semana -dije rodando mis ojos.
- ¿No vas a volver a ver a tu chico? -preguntó luego a YoungJo.
- No sé... Seguro lo vea en el Club, pero ya fue.
- Capaz le gusta hacerse el difícil.
Quizás YongHoon tenía razón, pensé. Y entonces me acordé que había perdido la apuesta con DongJu. Si había posibilidades de hacer un buen drama, yo no iba a perder la oportunidad.
- Le debo al mellizo rubio una merienda para 4... Si viene con su amiguito, podés venir conmigo...
YoungJo abrió sus ojos enormes, igual que YongHoon frente a nosotros que abrazaba la bolsa de papel que tenía en la mano como si estuviera a punto de gritar. Al aparecer le gustaba la idea, ¿pero a YoungJo?
- ¿Estás loco? No quiero verlo con ninguno de esos dos después de lo que sé que pasó ayer entre los tres.
- ¿Por qué? Vas a estar conmigo. Igualdad de condiciones. Y al menos tenés otra oportunidad de que te conozca mejor.
- Bueno, pero no le digas que vas a ir conmigo.
- Em... Traje donas -dijo YongHoon de pronto seguramente ajeno a nuestra conversación. YoungJo se levantó para hacer café y yo me quedé imaginando todo lo que podía pasar en esa merienda. Seguramente iba a ser divertido.
Pasar la tarde con los dos compañeros del Club con los que menos me llevaba fue llamativo, pero la distracción perfecta para es día que podría haber sido horrible para mí. YongHoon disfrutaba de los dramas tanto como yo, y escuchar la historia completa sobre los mellizos y HwanWoong mientras tomábamos café con donas lo hacía reaccionar de las formas más graciosas. El resto fueron consejos para su cita con BeHi, y yo sabía que tendría que hacer lo mismo con ella toda la semana. Había quedado en medio del romance menos esperado del siglo y en parte estaba agradecido por eso, seguro sería una buena distracción por el tiempo que tuviera que estar lejos de mi amigo.
Mierda, no sería nada fácil sentirme distanciado de él. Sólo esperaba que no fuera por mucho tiempo; que lográramos encontrar un rumbo para todo cuanto antes
.
.
Hi~
Sólo quiero decirles que escribí este cap JUSTO antes de que viajaran a US y enterarme de que compartían cuarto. Cuando hicieron Vlive desde la camita casi escupo un pulmón.
SeoJo squad, denme un besito 🌈
Also, estaba viendo el RELAY DANCE de TBONTB y el final... Gente, es que...
Plus: YoungJo haciéndose el inocente cuando Hak se da vuelta a verlos. El Hyung sabe.
Ahora así, Adieu~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro