Set 20
— KeonHee, necesito que hablemos.
Estaba perdiendo el tiempo con HyunGu y KeonHee esperando a nuestro entrenamiento cuando GeonHak apareció y sustrajo a KeonHee de entre nosotros. Ni siquiera nos miró, no nos saludó, sólo se lo llevó. Al parecer, ese día yo era invisible para él y me estaba fastidiando de una forma especial.
— Oh... Eso está mal...
— ¿Mal?¿Qué? —le pregunté a HyunGu ¿A qué se refería?
— GeonHak, ustedes, digo, ¿siguen enojados?
— Eh, no —mentí, ese chico jugaba a hacerse el misterioso y parecía saber demasiado. Miré su expresión por unos segundos y luego seguí— ¿Qué información tenés, Kang HyunGu?
— No, nada, es que lo del entrenamiento de ayer...
— Hm... Cierto —dije, no muy convencido. Estaba a punto de decirle la verdad, que sí seguíamos enojados y que ahora se había sumado otro motivo, pero no me dió tiempo.
— Bueno, me voy —dijo de pronto, estaba siendo evasivo, y eso no me gustaba. Ni siquiera había esperado a que le respondiera a su pregunta.
— Esperá, no te vas a ningún lado, mocoso. Vení para acá —dije alcanzando su brazo para retenerlo. HaRin apareció en la galería y nos saludó desde lejos con una sonrisa.
— ¡¡¡HARIN, AYUDAME!!! —gritó el chico e intentó zafarse con patadas mal ejecutadas, sin embargo, terminé por soltarlo. Él corrió hasta donde estaba nuestro compañero y saltó sobre él.
— ¿Qué les pasa?¿Qué le hiciste a SeoHo hyung? —preguntó HaRin avanzando hacia mí con HyunGu en sus brazos que se reía y se retorcía como gusano.
— ¡Nada!¡Lo juro! Él cree que es raro que sepa que está enojado con GeonHak, pero lo sabe todo el mundo.
— Es verdad, Hyung, hasta la chica de la cafetería me preguntó por ustedes hoy —agregó HaRin, que no dejaba bajar a HyunGu.
— ¿Qué?¿Por qué? Ah, basta. No quiero pensar en ese pollo cerebro de... Pollo.
— Wow, hasta tus habilidades lingüísticas están mal ¿Por qué no intentás preguntarle por eso? Seguramente estás malinterpretando las cosas.
— ¿Ah sí?¿Cuáles cosas HyunGu? Ni siquiera te dije por qué estoy enojado. El que se fue del entrenamiento ayer fue él, no yo. Ves, estás ocultando algo ¿GeonHak te pidió que me dijeras esto?
— Em.. HaRin, llevame por favor, lejos. Esta conversación terminó.
— A sus órdenes —contestó HaRin en un tono juguetón, y efectivamente se lo llevó ¿Qué onda con esos dos?
— ¿¿HaRin, me estás traicionando?? Pensé que éramos compas... Me rompés el corazón. Me voy a buscar otro kinesiólogo —grité mientras los veía irse.
— Lo siento, Hyung, el deber es el deber —dijo a lo lejos ¿El deber? En serio, ¿qué?
Me quedé solo en la galería que daba al patio principal. No era para nada mi día de suerte. No quería pensar en nada más, porque cualquier cosa me enojaría peor. Estaba pensando en aprovechar la soledad del patio para practicar algunas monerías y de hecho, me acerqué al centro para tener suficiente espacio. Pero algún estúpido pensó que era buena idea tocarme mientras estaba intentando caminar con mis manos.
— ¿Qué carajo? Ah, YongHoon, ¿no podías esperar a que bajara? —me quejé después de aterrizar con mi cara en el pasto.
— ¡Perdón! No quise tirarte. Es que quería pregun-
— ¿Vas a preguntar lo mismo que todos?¿Que qué pasó ayer al final? No quiero hablar de ese idiota. Dejame.
— Ey... Que humor... Disculpame por no interesarme en ustedes, pero en realidad quería preguntarte por otra cosa.
— Ah... Eh... Perdón. Decime —dije un poco avergonzado revolviendo mi pelo para sacarme los pedazos de pasto.
— YoungJo, me preocupa. Desde que se anda viendo con ese chico... No me gusta nada.
— Ya sé... A mí tampoco. Ya le dije.
— Yo también se lo dije, pero pienso que quizás no me quiere tomar en serio porque... Bueno, porque estoy con BeHi...
— Oh... ¿Creés que al verte con ella siente que también necesita a alguien? Es algo que Lim diría.
— ¡Eso! Me da miedo que después de lo de su papá se haya acostumbrado a... No quiero pensar tan mal de ese chico, no lo conozco, pero... Pero...
— ¿A que no lo respeten...? —dije sintiéndome verdaderamente mal. YongHoon tenía mucha razón, por algo lo conocía de tantos años y era su mejor amigo.
— Me da miedo que le afecte demasiado. El chico parece que sólo quiere jugar. Me había ilusionado cuando supe lo de ustedes dos, él estaba mucho más-
— YongHoon callate. Olvidate de eso —dije con un nudo en el estómago. Era lo último que quería recordar.
— ... Oh... No te ofendas, pero... para vos es muy fácil decir "olvidate de eso" ¿Y él qué? No sabés si él lo siente igual. A mi punto de vista, no está claro que lo que hiciste vos no sea jugar con él como HwanWoong está haciendo.
— ¿Qué? Es totalmente distinto. Yo siempre fui claro con mis intenciones.
— HwanWoong también, y ahí lo tenés igual... Lo espera, lo invita a su casa, es todo atento con él... ¿Te suena?
Y sí, sí me sonaba. Demasiado. No podía creer que lo había lastimado tanto como estaba haciendo ese chico. No entraba algo así en mi cabeza. No era mi intención y nunca lo había sido. Me había acostado con él a mi antojo y, de la nada, le había pedido ser amigos. Él no se quejaba, pero... Teniendo en cuenta su pasado ¿Podía realmente esperar que fuera sincero conmigo cuando yo estaba siendo tan manipulador sin querer?
— Dios, soy una mierda.
— Tampoco digo eso...
— No, sí. Lo soy —insistí. Le dejé un par de palmadas en el brazo y salí corriendo hasta entrar de nuevo en el edificio del club.
"Me da miedo que después de lo de su papá se haya acostumbrado a que no lo respeten"
"Prefiero acostarme con gente por la que no siento ningún respeto"
"¿Dios mío, cómo pude?"
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— ¿SeoHo?¿Pasó algo? —preguntó YoungJo al abrir la puerta. Tenía una expresión tranquila, pero se tornó algo preocupada cuando me vió entrar abruptamente en su hall de entrada abrazado a una maceta.
— Tenía que decirte algo y no podía esperar.
— Ah-
— Hyung, no tenés por qué dejar que ese bobo juegue con vos sólo porque otros lo hicimos antes.
— SeoHo qu-
— Me di cuenta que fui un insensible de mierda y no pensé en cómo podía afectarte. Perdón, te traje un rosal —dije pasándole la maceta. En mi cabeza no había sonado tan absurdo.
— Veo que estás ocupado, mejor me voy — ¿Quién...?
HwanWoong pasó por su costado con muy mala cara y yo quise matarme por hablar tan rápido. Pero no había necesidad de hacerlo, probablemente YoungJo me mataría con sus propias manos.
— Woong, te juro que no tengo idea de qué está haciendo este acá —se defendió YoungJo mientras yo contaba los segundos para que la maceta que acababa de comprar terminara en mi cráneo.
— Cuando soluciones tus temitas hablamos —finalizó, y se fue dando un portazo.
— No... Sabía...
— Ya veo que no sabías ¿Qué te pasó por la cabeza?¿La discusión con tu novia tóxica te afectó tanto? —. Él pasó hasta el living de la casa y yo lo seguí detrás.
— Es que... Fui completamente egoísta y... No está bien. No tenés que verlo como algo normal. Ese chico... Yo... Hicimos lo mismo. Quiero que lo veas con tus propios ojos.
— No me trates como si fuera un tonto ingenuo —. Tenía razón en sentirse un poco ofendido, pero no me iba a ir de ahí hasta que lo entendiera. Él acomodó la maceta en un lugar cerca de la ventana y se paró contra el vidrio mientras yo seguía hablando.
— No, no es que seas tonto... YoungJo, ¿viste a algún especialista en todo este tiempo?
— ¿Que si fui al psicólogo porque mi papá murió? No. Para que me diga que estoy mal de la cabeza por alegrarme de que se muriera, paso.
— No, no por su muerte. Por lo que hizo cuando estaba vivo. Aunque ya no pueda hacerte más daño, lo que hizo antes tiene que curarse de alguna forma.
— Estoy bien. Estoy haciendo lo que quiero. Estoy proyectando mi vida fuera de lo que él quería para mí...
— Pero te buscás gente que te manipule de otras formas. Es horrible lo que estoy diciendo, pero prefiero que lo escuches de mí ahora...
Abrió sus ojos enormes mirando al piso. Me detuve, quizás había ido demasiado lejos. Para ser sincero, empezaba a tener miedo de la reacción que pudiera tener. Pero quería ayudar, entonces aceptaría lo que fuera.
— SeoHo, ¿es más fácil mirar mis problemas que solucionar los tuyos?¿No deberías estar entrenando?¿No querés ver a-
— No lo nombres —lo interrumpí. Y sí, seguramente tuviera razón. Cualquier excusa me hubiera servido para alejarme del club después de lo que había visto. Pero ese no era el punto—. Lo admito, sí. Aunque no cambia lo que te estoy diciendo. Tenés que ponerte en primer lugar de una vez por todas porque sino nadie lo va a hacer por vos.
— ¿Qué más querés que haga? Estoy haciendo todo lo que puedo.
— ¿Ir al psicólogo?
— Bueno, sí, eso. Pensé que estaba haciendo lo que quería y ahora resulta que todo el mundo me manipula. Gracias. Me siento mejor —dijo sonando completamente abatido y arrastró sus pies hasta el sillón.
— Sólo quería que pudieras ver el panorama entero.
— ¿Fue YongHoon?
— Sí, fue él. Pero no te enojes, tiene razón. Te conoce y esto es por tu bien —dije sentándome cerca. Dudé si tocar o no su pierna, pero terminé apoyando mi mano en mi propia rodilla.
— Ya sé, ya sé. Gracias... La próxima esperá un poco antes de hablar.
— Perdón por eso.
— ¿Por qué estás huyendo de GeonHak si el que está enojado con nosotros es él?
— No... Es que pasó algo. Ayer hablamos y... No sé si las cosas quedaron mejor o peor. Pero... Parece que él también tenía sus secretitos.
— ¿Ah sí?
— Se acostó con la madre de un alumno, bastante más grande que él, ¿podés creerlo?
— ¿Qué? Míralo nomás...
— Me dijo que sólo fue cosa de una vez, pero escuché al nene diciéndole "papi" hoy. No me parece que sea cosa de una vez, eso tiene pinta de que se vieron muchas veces, incluso con el nene presente. Después dice que no quería nada serio. Meter al nene me parece suficientemente serio —terminé bastante exasperado. Todavía no había dejado salir mi enojo del todo.
— Hm, tranquilo. Tenés que pensarlo un poco con mente fría. El nene puede estar haciéndose ideas exageradas. Seguro está feliz de que su profe haya salido con su mamá. Los nenes se ilusionan rápido ¿Qué le dijo GeonHak cuando lo llamó así?
— Hm... No sé. Me fui. No quería escuchar más. Después vino a buscar a KeonHee para hablar y ni siquiera me miró.
— Sos tonto, eh ¿Cómo te vas a ir sin ver qué le decía él?¿Te dió miedo que lo tomara bien?
— N-no sé... Quizás.
— Ay, SeoHo. Deberías preguntarle. No podés vivir enojado por una presunción tuya.
— ¿Te digo la verdad? Estoy asustado. Hace unos días estaba demasiado seguro de que me correspondía y de que podríamos tener algo real por fin, y siento que de un día para el otro todo se desmoronó. Que sólo tiene curiosidad, que en el fondo no le atrae la idea de estar conmigo. Aunque me prometió que lo haría. No sé si le creo.
— Estoy seguro de que los motivos por los cuales estabas tan seguro, son más fuertes que los motivos por los que tenés miedo ahora. Pensalo, y yo voy a pensar en lo que me dijiste.
— Gracias Hyung.
— ¿Querés un té?
— Sí, por favor.
YoungJo se levantó para ir a la cocina, pero se detuvo a sólo unos pasos.
— SeoHo, no te compares con HwanWoong. Lo que pasó entre nosotros me hizo muy bien. Necesitaba sacar a GeonHak de mi cabeza y distraerme. Fuiste sincero conmigo y me estás ayudando más de lo que deberías. No tengo ningún reproche para hacerte. Gracias —concluyó y siguió su camino a la cocina mientras yo luchaba con el picor en mi nariz para no llorar. Tan conmovedor.
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Después de discutir con GeonHak por haberme acostado con YoungJo, quedarme a dormir en su casa estaba tremendamente mal, pero lo hice igual. De todas formas, fue una excelente manera de probarme a mí mismo que podía tener autocontrol y portarme bien aunque estuviera enojado con él. La mañana del viernes me fui temprano a mi oficina, no me iba a dar tiempo como las veces anteriores para no querer salir de la cama, u otras cosas. Tenía algunas prendas olvidadas que YoungJo guardaba demasiado prolijo en su placard, y eso fue lo que usé para cambiarme y no llegar con la ropa del día anterior.
Mi mente estaba en piloto automático. No quería tener nada en la cabeza, así que me fui en el taxi tarareando canciones tontas para mantenerme ocupado. Cuando llegué a la oficina, BeHi me recibió con la noticia de que la chica del DalBit se había puesto en contacto con ella y ya estaba ocupándose de buscarle una forma de huir de ese tipo. Eso me puso me feliz, me recordó qué cosas eran importantes. No podía tener lo que yo quería, pero al menos podía ayudar a otros a estar mejor. Después de todo, de eso se trataba mi trabajo, de dar oportunidades y de que mis empleados trabajen en un buen ambiente.
A media mañana, mi papá me llamó para mostrarme el boceto formal de proyecto que yo había presentado junto a YoungJo. Nuevamente me sentí bien viendo cómo mis ideas servían para cosas grandes que seguramente beneficiara muchas personas, no sólo a nuestra empresa. Sin embargo, no podía negar que todas las cosas buenas que pasaban esa mañana no lograban tapar el agujero negro que había en mi pecho por seguir con dudas e inseguridad sobre GeonHak.
— Lo que pasa Lee, es que tenés todas las áreas de tu vida dominadas, pero no tus sentimientos.
— ¿Qué...? Lim, gracias por tu sinceridad pero quiero terminar el día sin cortarme las venas. Venía bien hasta tu acotación —me quejé. El tipo soltaba eso de la nada ¿con qué necesidad?
— Perdón, fue una reflexión en voz alta.
— ¿Reflexionaste sobre las planillas que te di?
— Eh... Sí, en eso estoy...
— Bueno, seguí trabajando.
— Usted también es parte del personal ¿no? Puedo transmitirle mis inquietudes.
— Por supuesto, mientras sea sobre aspectos que perjudiquen el trabajo.
— Yo diría que...
— Callate, callate —lo interrumpí antes de escuchar otra se sus reflexiones. Sí, ya sabía que me estaba tomando el doble de tiempo hacer mis tareas de siempre. Que estaba distraído y pensativo la mitad del rato y que no estaba rindiendo como debía. No necesitaba un recordatorio.
— Disculpe, pero es que ese es mi escritorio —dijo señalando hacia la mesa delante de mí. Yo me había dejado caer ahí luego de volver de la oficina de mi papá, sin ganas de entrar en la mía. Por algún motivo tenía ganas de otro punto de vista, pero claro, él tenía razón. Me levanté de inmediato sintiéndome un poco tonto y mareado.
— Cierto, cierto. Estaba cómodo, me olvidé que... Ejem... Creo que debería ir un rato al gimnasio, a despejarme un poco...
— Jefe, ¿por "despejarse" se refiere a molestar a su amigo en sus horas de instructor? —acotó BeHi desde el escritorio de enfrente, el suyo.
— ¿... Quizás? —admití. Es que esa era mi actividad favorita de los viernes, y ellos lo sabían. Pero me resultaba un poco frustrante encontrarme tan predecible.
— Bueno, le aviso que no podrá ser...
— ¿Por? —pregunté curioso ¿acaso tenía alguna reunión de último momento o algo que no había hecho? No me hubiera sorprendido haberme olvidado de algo importante, dado el estado mental que tenía ese día.
— YongHoon me dijo que GeonHak le pidió que lo reemplace hoy y el próximo viernes también, así que no creo que lo encuentre.
Me sentí verdaderamente incómodo. Por un lado, no me gustaba ser tan vulnerable frente a los empleados de mi sector, no me hacía ver para nada como un Jefe competente. Por otro lado, aunque siempre disfrutaba salir de mi zona de confort, no me gustaba para nada que de pronto todo lo normal y regular que teníamos en nuestra relación cambiara sin sentido y sin que yo pudiera controlarlo. GeonHak era una persona de hábitos, y yo era el que cambiaba sus planes de vez en cuando ¿Desde cuándo las cosas habían cambiado así? Entonces era yo el que quería tenerlo en el lugar de siempre y él el que decidía hacer cosas distintas sin hacerme parte de eso. Si hubiera tenido un espejo frente a mí en ese momento, lo hubiera partido de una patada, porque no necesitaba que nadie me dijera que estaba parado en el lugar con mis pies juntos y mis manos en puño, mi boca en puchero, incapaz de moverme, reaccionar o hablar, como un nene caprichoso que no puede ir a donde quiere cuando quiere.
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No me quedé a esperar a ver si él me pasaría a buscar o no. No quería saber que no se preocuparía por mí como antes, porque eso me rompería aún más. Me tomé un taxi después de fingir con pésimos resultados frente a BeHi y Lim que no me importaba para nada que GeonHak hiciera sus planes a mis espaldas. Fui al gimnasio de todas formas y le comenté a YongHoon y la charla con YoungJo había sido provechosa.
Podía engañarlo a él tal vez, pero no a mí mismo. Yo esperaba especialmente que me dejara saber si GeonHak había preguntado por mí en el entrenamiento, si se había sorprendido de verme en el patio y después no encontrarme en el gimnasio. Pero no dijo nada, tampoco me dijo por qué le había pedido el reemplazo. No debía sorprenderme porque siempre asumían que sabíamos todo el uno del otro, y por muchos años sí había sido así. Yo incluso presumía de saber mejor que él mismo lo que pasaba por su cabeza. Ese viernes asqueroso me tenía totalmente desconcertado, como si hubiera despertado en otra dimensión dónde GeonHak fuera un completo desconocido.
Y así siguió, ya que en el entrenamiento también fue así. Él estaba serio, demasiado enfocado en sus ejercicios. No me había saludado al llegar, y yo tampoco a él. No sabía cómo acercarme ni estaba seguro de querer hacerlo. Sólo tenía en claro mi miedo a sentirme aún más rechazado.
A la hora de las duchas, recibí un mensaje de mi papá que me invitaba a cenar afuera. Era el último día de la semana y seguramente quisiera hagasajarme. No era raro, ni especialmente normal, pero entendía que podría haberme visto algo nervioso en nuestra reunión esa mañana y me hacía feliz que se preocupara por mí. También le haría bien a él salir un poco aunque fuera con su hijo y no con amigos. De todas formas, tener quien me esperara afuera del club era una gran ventaja esa tarde.
— Te va a salir humo de las orejas.
— Ya sé. Pero no puedo parar de pensar —admití aún revolviendo el contenido de mi plato. En realidad no pensaba en nada, pero le daba vueltas a todo. Era insoportable.
— Te traje para distraerte y animarte un poco —dijo mi papá con un dejo de frustración.
— Gracias pa —traté de decir sonando mejor de lo que me sentía.
— Debería animarte tener un nuevo proyecto en mente.
— Sí... Me anima —agregué con una sonrisa forzada—. Es que, es muy lindo tener esto en mente. Seguramente va a salir bien como todo lo que hacés y YoungJo va a estar contento de ver su inversión convertida en algo gigante... Pero, ¿y yo qué? —continué dejando que mis sentimientos se acumularan en mi pecho y salieran junto a mis palabras—. Esto no es para mí. No sé qué tanto de lo que hago todos los días es para mí.
— ¿Qué querés entonces?¿Irte de viaje? Lo programamos...
— No papá, si me fuera de viaje ahora, terminaría con un brote psicótico por no haber arreglado las cosas con GeonHak y encima tenerlo más lejos.
— Llevátelo. Les compraría una isla desierta a los dos para que se pongan de acuerdo de una vez —dijo mi papá con la misma seriedad que tenía en sus reuniones empresariales. Me hizo reír, no era mala idea.
— No me des ideas...
— De verdad, tenés que tener un contrato a mano para que lo firme apenas solucionen sus cosas, así no se te escapa más —insistió y me hizo reír nuevamente, pero después lo arruinó—. Tu mamá será lo que sea, pero tiene razón en que te dijo esa vez, si te va a afectar tanto...
— No me vas a decir vos también que me aleje de él, ni muerto. Además, sólo por la ley del hielo que me está haciendo ya estoy así. Alejarme no es ninguna solución.
— Entonces acercate vos ¿No lo viste en el club?
— Esto es como una negociación larga y molesta que lleva demasiadas reuniones. Nunca se sabe dónde o cuándo termina, pero en el mejor de los casos será beneficioso para las dos partes —expliqué y terminé con un largo suspiro.
— Entonces te paso el número de mi abogado.
— Ay papá —, pero al menos había logrado sacarme otra sonrisa.
.
.
No hubo nada de especial en el sábado siguiente, solo mi culo pasando de la cama al sillón, del sillón a la butaca de la cocina y de ahí a la cama de nuevo. Me harté de ver partidos de fútbol de todos los continentes posibles y comer snacks. Era como si las horas no pasaran y yo estaba en una especie de neblina mental de la que no podía ni quería salir.
No era sorpresa que no pudiera dormir a la noche teniendo en cuenta que no había hecho prácticamente nada en todo el día y había comido muy mal. Miraba mi celular a cada rato esperando que hubiera pasado una cantidad considerable de tiempo aunque no sabía qué esperaba. Hasta que vi esa notificación y el corazón me saltó en el pecho.
🐥:
"Hyung, ya no sé si sos vos el que no me habla a mí, o yo el que no te habla a vos, pero me siento como la mierda"
⁰²·⁰³
"Seguro estás dormido y vas a verlo tarde así que no tiene sentido mandarte esto pero si de casualidad lo leés, te extraño y quiero mimos :("
⁰²·⁰⁶
"Te extraño y quiero mimos", ese hombre quería matarme definitivamente ¿Cómo tenía que tomarme ese mensaje?
🐿️:
"Vos sos el que tiene coche. Vení."
⁰²·⁰⁹
Pasaron sólo 10 minutos en los que recapitulé los últimos días en mi cabeza, pasando por las discusiones y mi enojo. Podía dejar todo de lado con tal de estar con él. Sin embargo, me ponía tenso imaginar qué podía estar implicado en su "me siento como la mierda" ¿Era por mí?¿Era por extrañarme?¿O era algo más?
Bajé la escalera para esperarlo en la entrada y cuando abrí la puerta pensé si "mimos" incluía "besos" porque quería comerle la boca. Estaba mal vestido, despeinado, ojeroso y mal afeitado. En otras palabras; estaba genuinamente hermoso sin el más mínimo esfuerzo y yo tan débil y tan gay por él.
— Hyung... Gracias —balbuceó con su voz ronca que terminaba de aplastarme en el suelo—. Hmm, y perdón.
— Lo que sea —contesté con los pocos átomos de oxígeno que me quedaban mientas le insistía a mis pies que me dieran vuelta y caminaran hacia la escalera.
Él me seguía en silencio, pero tenía que admitir que incluso el silencio al lado suyo me traía una tranquilidad especial.
— Hyung... Te quería contar algo, pero estos días... No sabía si me querías escuchar. Ayer desapareciste; hoy ni me hablaste —dijo antes de que llegara al primer escalón. Me di la vuelta y me quedé ahí mismo ¿Qué era eso que quería contarme?
— ¿Me vas a contar lo de tu hijito o qué? —solté sin medir mis palabras. Quería toda la información y también quería demostrarle que yo no era ningún tonto que no se enteraba de las cosas.
— ¿Ya sabías? —dijo mirándome curioso— N-no se lo dije a nadie...
¿Es que no iba a negarlo?¿Entonces esa era la verdad?
— Depende qué sea lo que tengo que saber —agregué esperando que hubiera una rectificación, porque sino me desmoronaría ahí mismo. Me costaba sostenerle la mirada, así que me acerqué al sillón y prendí la lámpara de pie que tenía a un costado. La iluminación era dramática, y eso me gustaba.
— Me pedí unos días porque no sabía qué hacer. Me tiene preocupado y lo último que necesitaba era más cosas en las que pensar.
— ¿Podés ser más claro? —solicité considerando que me faltaban detalles para terminar de entender. Todo seguía siendo tan ambiguo como lo era antes. Seguía dándole la espalda, pero sentía sus pasos acercándose.
— ¿No es que ya sabías? Me da vergüenza...
— Escuché al nene decirte "papi". No sé qué más —admití ladeando mí cabeza por sobre mi hombro.
— Obviamente le expliqué que no está bien que me diga así, que él tiene su papá aunque ya no viva en su casa. Pero ahora no sé si es completamente idea suya o...
— ¿De la madre? Lo hubieras pensado mejor antes. Idiota —dije con pura frustración y terminé de darme la vuelta. Quería ver su cara de pollo arrepentido mientras golpeaba con mi puño su pecho.
— Pensé que estaba todo más que claro. Ella puso las condiciones —, y ahí estaba esa preciosa carita de puchero.
— ¿Hablaste con ella? —pregunté intentando dejar de lado mis sentimientos al respecto. Por lo menos, ahora tenía una idea más completo de lo que había pasado, y HyunGu tenía razón, no era más que un malentendido entre el nene y probablemente su madre.
— No quiero. Me da miedo que lo que ella busca sea justamente eso.
— A veces me olvido de que tenés cerebro adentro de la cabeza. Lástima que no lo usaste cuando tenías que usarlo —dije un poco burlón. Tenía ganas de molestarlo, y eso era una buena señal porque significaba que estaba de mejor humor. Saber que él no quería volver a verla me hacía feliz.
— ¿Por qué sos así, Hyung? Una vez que hago lo que creía que quería y ya tengo problemas. No es justo. No creo que hayas usado mucho el cerebro vos en las mismas condiciones ¿Y dónde está tu consecuencia?
Oh, eso había sonado bastante duro, y más aún con la iluminación de costado que delineaba demasiado su carita. Entendía su posición, aunque se estaba equivocando horriblemente en un detalle.
— ¿Creés que no tengo? Literalmente vos sos mi consecuencia. El que estés enojado conmigo, incluso que te hayas metido en ese "problema" con la mina esa, es mi consecuencia. Tenerte delante hablando de otra persona se siente peor, creeme —, y podía seguir, pero me detuve.
Quedó en silencio mirándome de cerca, muy cerca. Luego—, Está bien. No hablemos más entonces.
Asentí y pasé por su costado arrastrando un poco intencionalmente mi hombro por su pecho. Seguí hasta la escalera otra vez, pero entonces sí subí. Me sentía un poco tenso después de hablar con él, pero también liberado de las dudas que no me habían dejado pensar. No había nada que no pudiéramos arreglar en un rato en la cama. O eso creía yo.
Entramos a mi cuarto y los dos nos desvestimos en piloto automático y sin romper el silencio. Él había dicho que necesitaba mimos y yo quería averiguar qué significaba eso exactamente. Sabía que disfrutaba del contacto físico y, además, el hombre sentado al otro lado de mi cama con la mirada perdida en algún punto indefinido del acolchado rayado realmente parecía necesitar caricias.
No había tiempo que perder...
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Aquí Bett
Disculpándose por la tardanza~
Sé que ustedes son buenas personas y esperan pacientemente, pero igual yo me siento culpable ndjdjd
Empecé a escribir para una agencia de contenido SEO (es decir, para la web) y PUEDEN CREER que mi segundo trabajo fue escribir un artículo sobre WATTPAD????
Fue épico gente. Pero obviamente me quitó tiempo de escribir acá 🤣
Pregunta:
¿Quieren especial por los 3k?
Lo hice en Let's Fight así que me gustaría hacerlo. Pero déjenme saber qué opinan~
Sería cortito probablemente y enfocado en HaRin y HyunGu ~~ ¿Alguien tiene curiosidad sobre esos dos?
Nos leemos pronto ~~
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