Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Set 11

Sabía que históricamente tenía problemas para dormir en su casa, aún así había pensado que sin él, las cosas serían distintas. Desde ya, él no apareció como yo secretamente esperaba, pero era su cuarto, todo olía malditamente a él. Sonaba mi despertador y yo quería seguir enredado en sus sábanas. Había dormido poco y no me sentía para nada descansado, pero su olorcito alrededor mío me hacía sentir tranquilo. Ya estaba deseando pasar toda la mañana leyendo omegaverse en su cama, sin embargo, me levanté a tiempo para ducharme e irme.

No me detuve a desayunar, ya lo haría en la oficina, sólo elegí de entre la ropa de GeonHak algo para ponerme. Era gracioso que todos sus buzos y camisas me quedaran enormes, pero a duras penas entraba en sus pantalones. Cuando logré entrar en uno, lo combiné con una blusa celeste que jamás le había visto usar, agarré mis cosas y...

— Buen día, Hyung—dijo GeonHak entrando al departamento con la ropa del día anterior.

— Hola —. Quedé como estúpido mirando su cara. Ya había perdido la esperanza de verlo y ahí estaba, justo antes de que me fuera—. Te ves horrible ¿No dormiste bien?

— No —admitió, al menos yo no era el único que había dormido mal—. Vine a cambiarme.

— Tengo tu auto así que... Si querés te espero y te llevo —ofrecí, era lo menos que podía hacer, además quería torturarlo con mi presencia lo máximo posible hasta que dejara de ser un pollo bobo y se sentara a hablar conmigo sobre nuestro temita.

— Está bien —dijo sencillamente. Me miró un rato largo pasando por toda la ropa prestada y luego volviendo a mi cara—. Te queda linda, quédatela —finalizó antes de irse a su cuarto. Podía sentir mi pecho acelerarse, esos momentos de silencio entre nosotros eran asesinos para mí, y más aún si terminaban con un halago repentino de su parte. Lo esperé en la cocina perdido en mis pensamientos. Parte de mí me decía que corriera a buscarlo, lo atrapara en el cuarto y lo hiciera entrar en razón hasta escucharlo gritar "Hyung" retumbando por todo el edificio, pero si en la fiesta no había dado resultado, ¿por qué lo haría ahí? Aunque me costara demasiado tenía que entender que lo que pasara entre nosotros a partir de entonces, sería decisión suya.

Cuando volvió cambiado y con su bolsito, me sentí tranquilo de ya no tener que esconder mis reacciones porque seguramente era obvio que se me estaba cayendo la baba. Yo me esforzaba tanto por verme bien, y él sólo con su remera blanca y su pantalón deportivo se veía mejor que cualquier otra persona que hubiera visto. Tuve que concentrarme para enviarle a mis pies la orden de moverse y a mis ojos la de salir de ese pecho totalmente marcado en la tela blanca que se ajustaba perfectamente bien.

Subimos al auto, esta vez siendo yo el conductor, cosa que casi nunca pasaba. Que GeonHak compensara su incapacidad para tomar una decisión con prestarme sus cosas era algo que me estaba volviendo loco, es decir, aún más loco. Él prendió la radio, quizás porque no soportaba el silencio incómodo entre nosotros, pero la canción de Arctic Monkeys que empezó a sonar trajo una atmósfera que no ayudaba para nada.

"Wanna be yours~~ wanna be yours~~"

— Apagá eso por Dios —grité frustrado. El ritmo tan sensual y la letra de la canción me estaban matando. Me detuve en un semáforo y agaché la cabeza cerca del volante mientas me reía de mí mismo bajito. No podía afectarme así sólo la letra de una canción. Él cambió de estación y quise ver su cara para indagar qué pasaba por su cabeza, necesitaba saber si se sentía igual que yo, pero no pude, además de que tenía que mirar al frente. Era una tortura constante el no tener su rechazo, pero tampoco su correspondencia.

Me detuve en la puerta del Club y esperé a que bajara mirando al volante, pero pasaban los segundos y no escuchaba la puerta así que dirigí mi vista hacia él y lo encontré mirándome.

— ¿Hm? —pregunté con un sonido gutural mientras movía mi cabeza como invitándolo a hablar.

— N-nada, Hyung. Nos vemos esta tarde.

Apreté mis labios en una línea recta y mis ojos rodaron casi 360°, yo no era estúpido y era obvio que en su cabecita había mucho más, pero bueno, por esa vez le seguiría el juego.

— Ajá, nos vemos.

Bajó más rápido de lo que me hubiera gustado, no tuve tiempo suficiente de apreciar su espalda, su cintura, su culo y sus piernas; pero de todas formas ya me lo sabía todo de memoria. Emprendí el trayecto a mi oficina esperando que la distracción del trabajo hiciera lo suyo, sin embargo, parecía no haber forma de salir del círculo vicioso; todo en mi vida tenía el mismo nombre y apellido.

— Kim GeonHak —dijo mi papá apenas entré en su oficina. BeHi me había dado en la mano mi taza de café y me había mandado "urgente" a ver al CEO que me llamaba ni bien entraba a mi sector.

— ¿Qué pasa con él? —pregunté intrigado; podía hablar horas del bobo de mi amigo, pero, ¿por qué mi papá tenía curiosidad?

— Recibí un mail esta mañana de un inversionista que hablaba de un tal Kim GeonHak. Yo sólo conozco a uno y estoy seguro de que no es contador y no trabaja en nuestro sector de Finanzas.

— Ah... Uh... Sí... —. No recordaba nuestro pequeño acting del viernes, efectivamente él se había presentado así ante el misterioso contacto de mi papá. El café en mi taza se sacudió de pronto con el pulso acelerado de mi mano.

— Me imagino que hay una historia interesante —dijo sentándose en su sillón. Yo suspiré y me senté en la silla delante de su escritorio, esperaba que la historia le aflojara un poco la lengua.

— Quería saber con quién te reunías tanto, pero presentarme como tu hijo me dejaba expuesto, así que lo hice a él hablar.

— ¿Es eso? Ah... Me alivia.

— ¿Te alivia?¿Por qué? No confío en vos con todo este asunto, tanto misterio... ¿Te alivia eso papá? —dije un poco cansado de que evitara el tema, al parecer no habría sinceridad de su parte.

— No... No es eso hijo. Es que... Con lo bobo que te ponés por él, tuve miedo de que realmente lo hubieras contratado. Pero debo admitir que fue una buena estrategia.

— ¡Papá! Soy responsable con mi trabajo. Estoy haciendo todo lo posible por mantener la calma mientras vos me ocultás cosas. De todas formas no sirvió. Me reconoció —admití, el plan no había resultado. La reacción de mi papá me puso en alerta, ¿acaso le asustaba que el hombre me reconociera?

— ¿Te... Reconoció?¿Te presentaste o algo? —me preguntó con la mirada dura y las manos en puños.

— No, me estaba haciendo pasar por asistente, pero de pronto me habló y me llamó por mi nombre ¿Qué es esto?¿Te avergüenza que sepa que soy tu hijo? —dije empezando a sentirme demasiado incómodo con la situación. No esperaba algo así de su parte.

— ¿Por qué estás tan a la defensiva?¿Cuándo demostré no estar orgulloso de mi hijo? No es por vos... Es que nunca le hablé de vos, ni de que trabajaras conmigo. No quería meterte en el medio.

— ¿En el medio de qué?, y ¿cómo mierda sabe enton... —comencé, pero a mitad de la pregunta la respuesta apareció en mi cabeza. Era demasiado retorcido... ¿O no? —. Papá, ¿es por eso que discutiste con mamá?

— Me siento un estúpido —dijo comenzando a arrugar papeles que tenía delante suyo. Todo era confuso en mi cabeza, pero sólo había una forma de que me reconociera tan claramente; que hubiera visto una foto, o que conociera a alguien muy parecido a mí, como mi mamá.

— N-no deberíamos apurarnos a pensar algo así...

— Desde que este tipo apareció, insiste en que tengo que aceptar el trato. Discutimos mucho el último tiempo por ese motivo, ahora entiendo por qué.

— Yo no estoy entendido, ¿podrías ser claro, papá?¿Ella te dijo que lo conocía?

— Obviamente no —dijo con los dientes apretados. Era visible su mal humor, incluso su cuello se estaba poniendo rojo y sus ojos vidriosos. No quería pensar algo así de mi mamá, pero estábamos hablando de... ¿Infidelidad?

— Papá... Entiendo que estás nervioso, pero explicame porque mi mente está yendo por cualquier lado.

— La mía también, y lo peor es que creo que no es ningún malentendido. Este tipo es intermediario de "Bosujok"...

— ¿Los del pescado?¿No pensarías hacer tratos con ellos, o sí? Papá, esa empresa está llena denuncias por contaminación ambiental y hasta pesca ilegal.

— Ya lo sé, por eso le dije que no desde un principio. Se lo comenté a tu madre y me dijo que lo pensara si era buen dinero...

— Arruinar la reputación de nuestra empresa no va a traer más dinero.

— Eso le dije, y terminamos discutiendo. No entendía por qué insistía en que acepte. Después este hombre volvió y me ofreció otro trato, algo más "discreto". Quería que fuéramos su servicio de transporte oficial, pero con otra firma. Otra vez tu madre me insistió en aceptar, y admito que lo pensé seriamente, de verdad es buen dinero...

— ¿Es broma? Ni por una montaña de oro, son una basura. Cualquiera lo sabe. Pero, ¿que tiene que ver mamá con ese tipo?

— Es obvio, SeoHo, insiste porque tiene miedo, claramente ese infeliz la está usando para convencerme a mí. Seguramente la amenazó con darme pruebas de que son amantes si no ayudaba a convencerme. Debe ser ella la que le habló de vos y hasta le debe haber mostrado fotos ¿Cómo pudo ser tan tonta?

— ¿Estás seguro? Puede haber otra explicación...

— No la defiendas, ya tenía mis dudas ¿Sabés lo que más me enoja? Toda la vida me aguanté sus celos cuando tenía viajes de negocios y al final... Por eso tenía tanto miedo, porque nadie quiere que le hagan lo mismo que hace.

No sabía qué decirle. Era una situación horrible en la que no podía meterme. Por más que fuera su hijo, su matrimonio era cosa de ellos y yo no podía opinar al respecto. Además, bastante shockeado estaba con la información como para decir algo coherente. Todas las dudas que había tenido sobre los manejos de mi papá ahora estaban resueltos y, sin embargo, estaba deseando no saber tanto.

— No sé qué decirte, deberías hablar con-

— ¿Te quedás en la casa de tu amigo otra vez? No creo que quieras escuchar.

— Papá no hagas algo de lo que te puedas arrepentir —, no estaba de más la aclaración, aunque yo no creía que fuera capaz de ponerse violento, tampoco hubiera creído lo que ahora sabía de mi madre y...

— No, ya sabés que no soy ese tipo de persona —dijo cabizbajo y el nudo en su garganta fue totalmente perceptible—. Si se cansó de mí me lo hubiera dicho, ¿qué necesidad tenía de humillarme así? A los dos.

— ¿Qué vas a hacer?

— Hacerle saber la situación en que nos puso por no ser capaz de asumir su mentira.

No entendía por qué esa frase me había hecho sentir un pinchazo en el estómago. Me perdí en mi taza de café, que me supo más amargo que de costumbre e intenté ignorar mis propios sentimientos. Yo no estaba engañando a nadie, ni siquiera tenía a quién engañar, ¿entonces por qué sentía culpa?

— ¿Creés que nos pueda traer más problemas ese tipo? —pregunté finalmente.

— Espero que entienda que no voy a hacer ningún trato con él. Agh, me da rabia imaginarlo riéndose de mí internamente cada vez que nos reuníamos —finalizó golpeando el escritorio con su puño. Yo sentía que se lo estaba tomando con demasiada calma, quizás por tenerme frente a él, pero temía por su presión arterial cuando fuera plenamente consciente de lo que estaba pasando.

— Si preferís que yo hable con él...

— No, no voy a exponerte a eso. Gracias hijo, pero esto es cosa de honor.

— Hm, podemos almorzar juntos si querés —propuse, no se me ocurría nada más. No iba a darle palabras de consuelo cuando ni yo querría recibirlas en un momento así, pero suponía que sería lindo tener mi compañía al menos.

— Gracias hijo, me gustaría mucho —dijo amablemente, aunque su voz y su expresión no podían acompañarlo esa vez.

— ¿Qué hago con el Día de Campo?

— Hacelo, no va a venir nada mal animar a los empleados, y a nosotros mismos. Además me gusta la idea de que vean buen ambiente desde afuera.

— Bien, voy a ponerme con eso entonces. Hay que hacer comunicados y seguramente a la tarde pida la autorización en el Club.

— Muy bien —dijo simplemente y me levanté del asiento para irme— ¿Qué te pasó en la frente? —agregó antes de que yo llegara a darle la espalda.

— ¿Tanto se nota? Un golpe tonto.

— Deja de hacer piruetas.

— Te juro que no fue eso esta vez —admití mientras me acomodaba el flequillo sobre la frente, y salí de la oficina con mi taza vacía antes de recibir más preguntas.

.

.

Entré a mi oficina sintiendo el peso de todo lo que estaba pasando, encima mío. Me desplomé en el sillón ignorando por un rato las cosas que tenía que hacer. Necesitaba hablar con alguien, o al menos sentirme acompañado; en vez de eso, me sentí más sólo que nunca. No podía ayudar a mi papá; no podía resolver las malditas dudas en la cabeza de GeonHak; no podía trabajar tranquilo y tampoco aliviar mi estrés. Estaba a punto de largarme a llorar cuando la puerta se abrió y cambié rápidamente mi postura.

— Jefe, ¿está bien? Lo vi un poco raro...

— Eh, sí BeHi, estoy bien.

— ¿Le traigo algo? —preguntó mientras se acercaba a mí. Era obvio que no me creía.

— No, pero si querés sentarte a escuchar a tu Jefe llorar...

— Señor Lee, ¿qué pasó?¿Su padre le dijo lo que está planeando? Oh, no, debe ser que sigue sin decirle nada...

— Esta vez sí me lo dijo, y era peor de lo que imaginaba.

— ¿Va a vender la empresa? —dijo sentándose a mi lado.

— No, pero parece que mi mamá tiene un amante y para que el tipo no contara nada, quería convencer a mi papá de hacer un trato con él aunque nos diera muy mala reputación.

— Oh...

— Ese es el maravilloso panorama, además de que no dormí nada.

— Veo que tiene ropa nueva, ¿o es prestada? —dijo dejando en evidencia que no estaba prestando atención a mis palabras sino intentando sacar información sobre mi fin de semana.

— No se te escapa nada, eh. Es prestada, pero mejor hablemos de otra cosa. El sábado estuve con YongHoon y está que se muere por verte.

— ¿¡En serio!?¿¡Qué te dijo!? —preguntó poniéndose más chillona que de costumbre.

— No voy a traicionar a un compañero. Ya dije demasiado.

— ¡Jefe!¿Para qué lo menciona entonces?

— Sólo digo que está entusiasmado con salir con vos.

— Hablando de eso, ¿no va a contarme por qué desapareció justo al mismo tiempo que GeonHak en la fiesta? No volví a verlos antes de irme.

Suspiré pesadamente—, nada que quiera recordar justo ahora.

— Ou, espero que tenga arreglo.

— Con la suerte que manejo estos días...

— No diga eso, seguro las cosas se van a arreglar. Em, sobre YongHoon, ya que usted lo conoce bien, ¿cree que...?

La tonta conversación sobre YongHoon fue lo que finalmente me ayudó a relajarme un poco y poder enfocarme en mi trabajo el resto de la mañana. BeHi estuvo especialmente pegajosa, no sólo porque quería animarme, sino porque era evidente el entusiasmo que tenía por su próxima cita. Para cuando se hizo la hora de almorzar, había terminado todos los preparativos para el día de campo y gran parte de mis tareas diarias, sólo faltaba arreglar con el Club para alquilarles el patio y todo estaría listo... O tendría que salir corriendo a buscar otro lugar.

Como había prometido, me encontré con mi papá para almorzar, pero no se veía nada bien aunque intentaba aparentar estar fuerte. La situación me hacía doler el estómago y ninguno de los dos pudo terminar su plato, sin embargo, fue una linda forma de acompañarnos. Él también notó que yo no estaba del todo bien, fue difícil explicarle lo que me pasaba sin entrar demasiado en detalles, no eran cosas que quisiera hablar con él, pero me sentí bien de descargarme un poco aunque fuera de forma disimulada. Nos fuimos del restaurante con ánimos agridulces y todavía nos quedaban unas horas de trabajo.

.

.

Salí más temprano que de costumbre, mi reunión con la administración del Club contaba como parte del trabajo, así que me tomé esa hora y fui directo. Cuando llegué, evité pasar por el aula de GeonHak, no quería verlo y no conterme de ir a molestarlo, no entendía bien la situación en la que estábamos, pero prefería que fuera él el que me buscara a mí. Tenía muchas cosas en la cabeza, y aún así me divertía pensar en cuántos días podría pasar haciéndose el difícil conmigo, y en eso pensaba mientras esperaba sentado en la sala de juntas del club comiendo las galletitas que dejaban para los niños que tenían que esperar a sus padres.

La reunión fue rápida, ya podía imaginar que serían colaborativos conmigo después de tantos años con ellos, además no sería un préstamo gratuito, y todos quedamos conformes con el trato. Salí directo al patio a tomar aire antes del entrenamiento, no tenía planes de ver a nadie, sólo relajarme un poco y no pensar en nada.

— ¡SeoHo Hyung! —sonó la voz grave de DongJu desde algún punto alejado del patio. Ni siquiera había tenido tiempo de acomodarme. Me senté en el banco que había elegido bajo un árbol y esperé a que me alcanzara—. Tenemos que hablar de la apuesta. Debería ser mañana mismo, o te vas a olvidar.

— Cierto. Dijimos que era para 4, entonces puedo llevar a alguien yo y a alguien vos —le ofrecí teniendo en cuenta lo que habíamos hablado con YoungJo.

— Hmm, en realidad éramos mi hermano, HwanWoong y yo, pero no creo que mi hermano quiera ir... Así que acepto ¿Vas a llevar a GeonHak? —preguntó entusiasmado mientras se sentaba en el lugar vacío a mi costado.

— No, estamos en crisis de bros.

— Oh, ¿qué pasó?¿Se dió cuenta de que sos un buen Hyung sólo porque querés comértelo?

— Nop, me lo comí y ahora está panikeado —respondí triunfante, su cara fue magnífica, pero lo que dijo después... No tanto.

— Wow, mis respetos. Ojalá ustedes no la arruinen.

— ¿Hm?

— Le dije a DongMyeong que no era buena idea salir con su mejor amigo de la infancia, ahora se pelearon y ya sabés cómo son las cosas, nunca más van a volver a ser amigos.

— ¿Se separaron? —, podía imaginar el por qué, pero era mejor no decir nada o tendría que admitir que YoungJo los había escuchado.

— Sip... No creo que haya sido para tanto, fue una bobada por diversión, pero GiWook no lo entendió así.

Yo estaba intentando responder algo sin hacer evidente que sabía a qué se refería, pero estaba perdido en mis propios nervios. No me animaba para nada el panorama de "mejores amigos de la infancia que arruinaron su relación" ¿Era el día de rodearme de casos de infidelidad, o qué?

— ¿"Bobada por diversión"? Ya me imagino. Siempre supe que los mellizos eran criaturas diabólicas. Pero pensaba que DongMyeong era el bueno.

— ¡Ey! —, y comprobé que el mocoso golpeaba fuerte.

— Entonces mañana. Tiene que ser antes de mi entrenamiento. Voy a escaparme un rato antes del trabajo.

— ¿Nos vemos acá?

— Ajá.

Nos quedamos otro rato en silencio y cerré los ojos. La sombra del árbol me daba en la cara y en las piernas sentía el sol. Estaba en ese lugar tan tranquilo entre dormido y despierto hasta que la voz de uno de mis compañeros irrumpió en mi serenidad. Maldición, de verdad necesitaba ese momento de relajación.

— Se ven lindos —dijo HaRin con una sonrisa, y fue lo que me hizo abrir los ojos y volver a Tierra. DongJu estaba durmiéndose en mi hombro y HyunGu nos miraba parado junto a HaRin con una expresión aterradora.

— No digas pavadas —, y moví mi hombro para despertar al chico—. Hey, Gugu, quería preguntarte algo sobre Cosmos —dije recordando que había pensado en pedirles un número en el día de campo.

— Hmm, no va a ser posible por ahora, nuestro líder no está pasando un buen momento... —dijo con bastante pesar, claro, tenía sentido.

— Oh... Cierto. Va a tener que ser de Judo.

— O podrías pedirle a HwanWoong que baile, es buenísimo —propuso DongJu, que al parecer ya se había despertado también.

— Es buena idea, le voy a decir mañana en la merienda. Gracias ¿Que hacen ustedes acá? —dije dirigiéndome a HaRin y HyunGu que habían aparecido de la nada sin motivos.

— Ni idea, HyunGu me dijo que quería comprobar una teoría —respondió HaRin, y HyunGu se hizo el inocente. Nunca entendería lo que tenía ese chico en la cabeza, era peor que yo.

— Ok, raritos ¿Vamos a cambiarnos? —dije levantándome del asiento, aún estaba con la ropa de oficina y faltaba poco para nuestro horario. DongJu nos siguió, caminando con nosotros hasta la zona de gimnasios.

A mitad del camino, YongHoon, Keonhee y YoungJo aparecieron caminando hacia nosotros. Parecía una escena de película donde dos bandos enfrentados se cruzan; pero en vez de eso, todo fueron saludos cordiales en el centro del patio... Excepto por YoungJo, él se quedó a un costado mirando con mala cara a DongJu.

— No seas tan obvio —le dije bajito para que sólo él me escuchara.

— No lo puedo evitar, me da bronca acordarme.

— Mejor acordate que tenemos una merienda pendiente... De hecho va a ser mañana —le informé apartándonos un poco del grupo.

— ¿Mañana? Hm, bueno ¿Nos vemos acá?

— Sip, después le digo a mi secretaria que reserve algo.

— ¿No puedo elegir yo?

— ¿Por qué?

— Se supone que tengo que darle una buena imagen de mí mismo, ¿no?

— Ok, pero que no sea tan caro.

— ¿Tengo cara de tener gustos caros?

— Re.

Él se rió de mi respuesta y yo quise hacer lo mismo, pero entonces escuché algo que no debí y que volvió a destrozar mi ánimo que ya no sólo era una montaña rusa, sino todo el parque de diversiones entero.

— ¿Y GeonHak?, falta él y estamos todos —dijo KeonHee.

— Estaba hablando con una madre en su salón, si llega tarde, ya saben —respondió YongHoon, y todos empezaron a hacer comentarios que preferí no escuchar. No es que hubiera una sola posibilidad, podría ser cualquier madre, de cualquier alumno, pero en mi cabeza sólo había una. Según él su almuerzo el día anterior había salido bien, entonces era lógico que ella volviera a buscarlo. Me di vuelta y empujé levemente a YoungJo fuera de mi camino para irme. Si escuchaba algo más terminaría vomitando.

Sabía que YoungJo me estaba siguiendo y no me importó, no me detuve a esperarlo ni nada. Fui directo a nuestro vestuario a cambiarme y dejar de pensar en toda esa mierda. Si GeonHak prefería a esa mina en lugar de mí, era su desición. Tiré mi bolso sobre el asiento, luego la blusa de GeonHak sobre el bolso y fui a los lockers a buscar mi kimono.

— No me toques —dije molesto moviendo mi brazo para alejarlo de la mano de YoungJo que ya me había alcanzado.

— No seas chiquilín ¿Por qué me tratás así? Te seguí para ver cómo estás.

— No necesito que me vigiles, y además si me seguiste es porque sabés muy bien que no estoy bien.

— Es una pavada, habla con madres y padres todos los días —dijo intentando tranquilizarme, y finalmente volvió a agarrar mi brazo.

— Sí, pero justo después de una cita, que casualidad. Seguro es ella.

— Ah... No sabía eso. Lo que le pasa es que sabe que a vos no te va a perder aunque haga cualquier estupidez.

— Ya lo sé, pero no voy a dejar que me controle así. Si me quiere, que tome una decisión de una vez.

— Y sí... ¿Cómo está tu golpe? —dijo moviendo un poco mi flequillo para verlo. Me molestaba que fuera tan atento conmigo pero quizás necesitaba algo de eso en ese momento.

— Creo que feo.

— Seo-Hyung... —, de pronto se escuchó la voz de GeonHak en el vestuario. No supe cómo reaccionar, estaba sin remera entre los brazos de YoungJo agarrándome el brazo y acomodándome el pelo. Alejarme de golpe y seguir con lo mío sólo haría más evidente que intentaba ocultar algo, así que simplemente lo tomé natural.

— ¿Qué?

— ¿Me das mis llaves? —dijo con los ojos clavados en YoungJo, aunque me hablaba a mí—. Tengo cosas en el auto.

— En el bolso. Quedátelas, no voy a volver con vos —dije con la idea en mente de lo que acababa de hablar con YoungJo. Él quería tenerme en su cama sin tocarme mientras perdía el tiempo y yo no le iba a dar el gusto.

— ¿No? Bueno, mejor —. Él no bajó la guardia. Al parecer aceptaba el desafío. Buscó el llavero y salió.

— Uff, que tenso —dijo YoungJo aparentemente divertido.

— Salí, bobo. Casi me muero —, y lo alejé para cambiarme de una vez.

— No se notó —terminó él y se fue a hacer la suya. En realidad no sé qué hizo porque me concentré en mí mismo y sólo escuché que comenzaba a sonar el típico murmullo en el vestuario entre todos los que iban entrando.

Mi concentración en el entrenamiento fue mejor de lo que esperaba, tenía motivos de sobra para no querer pensar en nada más que en las técnicas de judo. Por suerte, fue totalmente individual y no tuve que pasar malos momentos intentando ocultar asperezas. Sin embargo, podía sentir dos pares de ojos sobre mí por momentos, e intentaba ignorarlos constantemente. Todo iba bien hasta que la jornada terminó, y tuve que pensar en qué haría ya que le había dicho a GeonHak que no me iría con él. Tenía que ser firme o nunca obtendría nada serio de su parte, pero ¿dónde iba a dormir? En realidad no me costaba nada pagarme un hotel, aunque recordé que el sillón de mi oficina era bastante cómodo y pensé que además me ahorraba el levantarme temprano al día siguiente. Sí, estaba decidido.

GeonHak se fue pasando delante mío sin el más mínimo gesto de despedida. No me importaba, que se hiciera el frío sólo demostraba lo mucho que le afectaba lo que había visto en el vestuario y el hecho de estar en términos confusos conmigo. Bueno, quizás sí me afectaba un poco, lo suficiente para tenerme congelado frente a la puerta sin moverme mientras lo veía alejarse. YongHoon pasó con demasiada energía desde detrás de mí y me empujó con él a la salida mientras me abrazaba los hombros a modo de saludo.

— ¡Hey, nos vemos mañana Jefe! —dijo riéndose como un tonto ¿En serio me iba a decir así por hablarse con mi secretaria? Lo saludé con una reverencia que también usé para salir del agarre de su brazo en mi hombro y me detuve en la esquina a esperar un taxi, y de paso a rogar que llegara rápido porque estaba bastante nublado y empezaba a oler a tierra mojada.

— ¿Qué vas a hacer? —dijo YoungJo acercándose y yo di media vuelta para verlo.

— ¿Tomar un taxi?¿No es obvio?

— ¿Tus papás ya están bien? Que bueno.

— En realidad no, probablemente tengan una crisis enorme, y puede que se divorcien, así que voy a dormir en mi oficina... —dije sonando tan patético como lo era el panorama.

— Uh... ¿Por qué no lo pensaste antes de liberar a tu chófer?

— ¿Te estás burlando de mí?

— No, no, para nada. Al menos tenés a tus dos padres —dijo sonando tan patético como yo tres líneas antes. Empezaron a caer algunas gotas y él se hizo chiquito dentro de la capucha de su campera mientras me hacía señas para que fuera con él. Como por arte de magia, un taxi apareció a lo lejos y entonces pude sentir a mi angelito en el hombro diciendo que fuera con él, y el diablito en el otro diciendo que parara el taxi.

No, esperen, ¿era al revés?

Como sea.

.

.

Hi~

Sólo aparezco para decir que eL SEOHO LICENCIADO ERA REAL Y NOSOTROS NO LO SABÍAMOS OMGGG no puedo creer que esté por hacer un Magíster, ¿Lo amo? Lo amo.

(aunque no tanto como Kim GeonHak (?)

¿Fue muy corto este capítulo o soy yo? :0

Espero que todos hayan leído el especial de Let's Fight! 😋 que continúa la historia del Break 2, y si no lo hicieron VAYAN!

.

No olviden dejar su ★ o lloro(?)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro