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chapter viii. no shame

cw // handjob

— Pasaré el fin de semana con Minho — habló Jeongin de repente durante la comida, sin querer levantar la mirada de su plato.

Sus vacaciones en familia habían terminado hace unos días y la pareja decidió que era buena idea verse aquel fin de semana, además, se acercaba su primer aniversario pues en pocos días debían volver a clases nuevamente.

No temía que sus padres no lo dejaran, pues realmente no eran demasiado estrictos y le daban bastante libertad con muchas cosas. Eran jóvenes y sabían que sólo querían divertirse.

Sin embargo, eso no quitaba la pena que Jeongin sentía al respecto.

— ¿El fin de semana? — preguntó su madre y Jeongin asintió antes de atreverse a alzar la mirada.

— Queremos pasar un tiempo juntos y se acerca nuestro aniversario. — explicó y mordió su labio por un momento — Volveré el domingo, prometo no hacerlo muy tarde — prometió, esperando a que aceptaran de esa forma.

Algo en lo que sí eran algo estrictos era la hora. Si Jeongin llegaba un minuto después de la hora acordada, estaba muerto.

Vio a su padre alzar la ceja, como pensando en si debía permitir que su hijo saliera y Jeongin rezó mentalmente — Está bien, te quiero aquí a las 10pm — Jeongin sonrió ampliamente y asintió en seguida.

— Gracias pa, me iré el viernes en la tarde — avisó y siguió comiendo sin borrar su sonrisa.

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Jeongin pensaba que era ridículo sentirse como niño pequeño en noche vieja, esperando despertar en medio de la noche para ir al árbol y mirar los regalos debajo de él.

Estaba ansioso al respecto y no podía evitar sentirse avergonzado.

Incluso si Jeongin ha tenido varias parejas a lo largo de su vida, cada cosa que hace con Minho se siente como la primera vez. Porque no recuerda que estuviese tan entusiasmado para un aniversario como ahora, y no porque no quisiera a sus anteriores parejas, simplemente había algo que se sentía más especial al respecto.

El día pasó rápidamente y de pronto ya se hallaba frente a la puerta del departamento de Minho, tocó la puerta y esperó a que su pareja saliera.

Tomó una bocanada de aire, mordiendo levemente su labio inferior al sentirse aún nervioso. No sabía porqué se sentía así, ni siquiera era la primera vez que visitaba el apartamento de Minho.

Cuando finalmente abrieron la puerta, se encontró a Minho con una enorme sonrisa en su rostro. No pudo evitar sentirse contagiado y lo imitó, cuando iba a saludarlo, fue arrastrado hacia adentro, tomándolo desprevenido pero se dejó hacer mientras escuchaba la puerta detrás suyo cerrarse.

Sin dejarle reaccionar, sintió los labios ajenos estamparse contra los suyos y le correspondió el beso, sorprendido al principio.

— Te extrañé tanto — susurró Minho sobre sus labios y Jeongin sonrió con ternura.

— También yo, bebé.

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Minho sorprendió a Jeongin con comida que había hecho para cuando llegara, así que comieron entre pequeñas pláticas, risas y uno que otro beso. Cuando terminaron, decidieron que irían a comprar cosas para lo que comerían en su aniversario.

— Agárrame esto — habló Minho mientras caminaban entre los pasillos del supermercado, mirando lo que tenía en la mano y lo tomó con algo de duda.

Mientras caminaba detrás de Minho, vio el objeto que se hallaba en su mano. No era muy grande, quizás del tamaño de su palma y era de un color lila, tenía dos botones; uno en el medio a lo largo con flechas arriba y abajo, y el otro se encontraba en la parte superior con un pequeño dibujo de encendido. Jeongin lo siguió mirando un poco más, frunciendo levemente el ceño.

No mucho después se dio cuenta, abriendo los ojos sorprendido. Estaba seguro que aquello era como aquel objeto que Minho usó cuando lo castigó luego de la fiesta.

Minho ése día usó un vibrador mientras tenía atado a Jeongin para torturarlo.

Entonces eso significaba que...

Jeongin alzó la mirada para ver a su pareja frente a él, quien se hallaba muy despreocupado buscando los productos que iban a comprar para su aniversario.

¿Acaso Minho estaba usando un vibrador en aquel momento? ¿En medio de la plaza? Estaría mintiendo si dijera que aquello no le parecía caliente. Jeongin podía darse cuenta sin pensarlo demasiado en que Minho lo había hecho a propósito. Quería que tuviera control total sobre él en un lugar público como aquel sabiendo que Jeongin podría hacerlo retorcer en el pasillo si quisiera.

Mordió su labio inferior por un momento, fingiendo mirar los estantes del pasillo en el que se hallaban mientras su dedo apretaba el botón para subir la intensidad un poco, notando en seguida a Minho llevar una mano a su cintura y agachar ligeramente la cabeza.

No pudo evitar sonreír ladino y caminó hasta él.

— Me extrañaste mucho, ¿no es así? — preguntó burlón Jeongin en un murmuro para que sólo él lo escuchara cuando se encontró a su lado — Por eso estás usando un vibrador, ¿no? — volvió a subir el nivel.

Escuchó un sonido ahogado provenir de la garganta de Minho y asintió con los ojos cerrados — Sí, te extrañé mucho Innie. 

— Terminemos con las compras — replicó Jeongin, aún sonriendo satisfecho por escuchar aquellas palabras.

En seguida así hicieron, Jeongin le ayudaba a empujar el carrito mientras Minho colocaba las cosas y de vez en cuando subía nuevamente el nivel del vibrador, mirando a su pareja intentando verse lo más normla posible. Aunque quisiera escucharlo gemir y rogar como la última vez, no podía hacerlo, debían esperar un poco. 

Cuando terminaron, lo tomó de la muñeca hasta llevarlo a los baños, metiéndose a un cubículo y luego de asegurarse que estaba vacío, cerró con seguro. Le bajó los pantalones y bóxers a Minho, subiendo el aparato hasta el último nivel esta vez, colocando una mano en su boca para evitar que sea demasiado ruidoso.

— No sabes lo mucho que me puso saber que tenías el vibrador puesto — confesó Jeongin en voz baja, llevando una mano a su miembro para empezar a masturbarlo, provocando que Minho rodeara los ojos. 

Jeongin llevó su boca al cuello ajeno, lamiéndolo y chupándolo pero sin demasiada fuerza para no dejar una marca. Levantó su camisa con su mano libre, bajando su boca a uno de sus pezones, mordiéndolo un poco y escuchó un nuevo gemido de Minho. 

Jeongin siguió masturbándolo, cada vez más rápido y Minho llevó sus manos al rostro de su novio, alzándolo para que lo besara con fervor, ahogando un gemido más agudo.

En seguida sintió su mano llenarse de semen. Minho acababa de correrse y se separaron, notó a su pareja con la respiración agitada.

— Eso fue rápido — señaló Jeongin, tomando el control del vibrador para apagarlo. No quería sobreestimularlo, no ahora por lo menos.

— Has estado jugando con el vibrador desde hace media hora, no iba a aguantar. — contestó Minho mientras aún intentaba regularizar su respiración. Jeongin hizo un ligero movimiento de lado con la cabeza, estando de acuerdo — ¿Necesitas ayuda?

Jeongin negó con la cabeza y tomó un poco de papel para limpiarse la mano antes de ayudar a subirle los pantalones a su pareja — Cuando lleguemos al apartamento — sí tenía una erección bastante dolorosa, y que le sorprendía no haberse corrido, pero podía esperar.

Minho le dio una mirada, levemente asustado al escucharlo y salieron del cubículo. Jeongin rápidamente se lavó las manos, tomaron las bolsas con lo que habían comprado y salieron de la plaza hacia el estacionamiento en busca del auto de Minho. 

-

En cuanto llegaron, Jeongin no pudo contenerse más y en seguida estampó sus labios sobre los de Minho en un beso, tomándolo desprevenido pero correspondiéndole de inmediato provocando que soltaran las bolsas al suelo.   

Minho se separó poco después con la respiración agitada, mirando a Jeongin quien levemente abría los ojos debido a que había parado y vio a su pareja comenzar a arrodillarse, por lo que no pudo evitar soltar un gruñido.

Minho se relamió los labios y le desabrochó el cinturón, bajándole los pantalones y los boxers, comenzando a masturbar levemente su miembro. Jeongin cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, llevando una mano a los cabellos ajenos, enredando sus dedos en ellos.

Le encantaba el hecho de que Minho viviera solo y pudieran coger en cualquier rincón del apartamento sin miedo a que alguien los encontrara así.

Aunque debía admitir que también le excitaba la idea de pensar en que alguien pudiese llegar de repente, sentir aquella adrenalina de no saber en qué momento llegarán... Quizás algún día deberían intentarlo. 

Al cabo de un rato, vio a Minho llevando el miembro a su boca, al principio lamiéndolo cual paleta, y luego empezó a mover su cabeza de arriba hacia abajo, con una mano rodeando la base del pene. 

Jeongin, sin pensarlo demasiado, llevó su mano a la nuca de su pareja y comenzó a llevar el ritmo de sus movimientos con esta y Minho sólo se dejó hacer, soltando suaves gemidos de vez en cuando y llevándole corrientes eléctricas a Jeongin.

Cuando Jeongin agachó la mirada, se sorprendió de no haberse corrido en aquel instante. Minho lucía tan corrompido, con los ojos cristalinos e inevitablemente aceleró sus movimientos, sin importarle realmente si era demasiado duro y escuchaba a Minho dar ligeras arcadas. Pero no se detuvo, sabía que a su pareja le gustaba ser usado de aquella manera, sabía que le excitaba.

Estaba cerca. Podía sentir su estómago contraerse y en seguida cerró los ojos con fuerza, echando la cabeza hacia atrás y sin poder avisar, se corrió en la boca de Minho, quien tragó lo más que pudo.

Jeongin tenía la respiración agitada y vio a Minho levantarse del suelo, sonriéndole mientras se limpiaba la boca con el dorso de su mano.  

— Necesito empezar a hacer la cena — anunció Minho y cuando iba a caminar hacia la cocina, Jeongin lo detuvo.

— Déjame follarte antes — pidió Jeongin y Minho sintió una corriente eléctrica pasar por su espina dorsal. 

Jeongin iba a matarlo.

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