Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

chapter iv. should we

Debido a que Minho debía estudiar para sus exámenes, no hicieron nada luego de haber ido a la plaza aquel día por lo que simplemente se fueron a sus casas. A Jeongin no le molestó aquello, pues lo entendía por completo, aunque no podía mentir y decir que no quería estar con su novio sin importar que pudieran haber tenido sexo aquel día.

Jeongin genuinamente amaba a Minho.

Al día siguiente luego de la escuela, iba caminando fuera de la Universidad con sus amigos entre pláticas y una que otra risa, hasta que luego de un rato comenzaron a despedirse, prometiendo verse mañana.

Con una pequeña sonrisa adornando su rostro, Jeongin sintió su móvil sonar en el bolsillo de su pantalón por lo que en seguida lo sacó extrañado y miró la pantalla, notando de quién se trataba.

Era Minho, así que amplió su sonrisa, contestando en seguida — Hey, ¿dónde estás? — preguntó el hombre al otro lado de la línea cuando contestó.

— Acabo de salir del campus — respondió Jeongin, despidiéndose con un ademán de sus amigos.

— Ven a mi departamento, te tengo una sorpresa — fue todo lo que había dicho Minho antes de colgar.

Extrañado, separó el móvil de su oreja y miró la pantalla, sólo encontrándose con el contacto de su pareja. ¿Una sorpresa? ¿Ir a su departamento, para qué? Con un suspiro pesado, volvió a guardar el aparato en el bolsillo de su pantalón, alzando la mirada y encontrándose con el autobús que debía tomar.

-

Absorto en sus pensamientos, luego de un rato Jeongin llegó frente al edificio donde Minho vivía. Saludó al portero, quien al reconocerlo, lo dejó pasar y subió en silencio el elevador, notando a las personas caminar por los pasillos y meterse junto a él.

Al llegar frente a la puerta, colocó la clave, escuchando aquel sonido que le hacía saber que podía entrar.

En cuanto Jeongin entró al apartamento, frunció el ceño al no escuchar ni un sólo ruido, cerrando la puerta con cautela detrás de él — ¿Hyung? — llamó a su novio.

Se quitó los zapatos y los acomodó en el recibidor mientras buscaba a Minho con la mirada, sin mucho éxito.

— ¡En la habitación! — exclamó Minho y Jeongin en seguida se dirigió hasta el lugar con pasos apresurados.

Una vez que se encontró frente a la recámara, tomó la manija y la giró, abriendo la puerta y lo primero que vio lo dejó sin palabras.

Minho se hallaba sobre la cama acostado viendo hacia su dirección mientras recargaba su cabeza en una de sus manos y la otra sobre su cadera. Además, estaba usando lencería de dos piezas con encaje; el calzón era negro a los costados y el centro era blanco, el sujetador tenía un pequeño moño negro en el centro y venía en conjunto con unas orejas de conejo.

— H-hyung — fue lo único que atinó a decir Jeongin en un jadeo, aún mirando a su pareja, quien soltó una pequeña risa ante su reacción.

— ¿Te gusta? — preguntó Minho aún sonriendo.

Jeongin asintió lentamente, todavía anonadado mientras se acercaba a él — Te ves muy caliente, hyung — había dicho en voz baja.

Minho mordió suavemente su labio inferior, tomando el cuello de la camisa de su pareja cuando estuvo lo suficientemente cerca — Quiero que me folles en él — dijo en un murmuro, a unos centímetros de los labios ajenos.

Jeongin no pudo evitar sonreír ladino ante sus palabras — ¿Eso quieres, hyung? ¿Deberíamos follar como los conejos? — preguntó también en un murmuro con la voz ronca, sintiendo la excitación crecer.

En seguida escuchó un leve gemido abandonar los labios de Minho — Ngh sí, por favor —  rogó.

Sin pensarlo dos veces, Jeongin estampó sus labios con los de su pareja en un beso hambriento que Minho correspondió de la misma manera, llevando sus brazos alrededor del cuello ajeno mientras que Jeongin lo acostaba sobre la cama con cuidado, como temiendo que se fuera a romper.

Llevó una de sus manos al abdomen de Minho, pasando por todo su torso, sintiendo a su pareja estremecerse bajo su tacto y soltar leves suspiros, bajando hasta sus muslos, acariciando estos y colocó una de sus piernas en su cintura. Jeongin comenzó a frotar sus miembros, provocándoles gemidos que eran ahogados por sus bocas.

Minho se separó de los labios ajenos, echando la cabeza hacia atrás mientras sentía el roce tortuoso de su pareja y cerraba los ojos ante los movimientos, sintiendo la boca de Jeongin en su mentón, bajando por el cuello hasta llegar a su torso y luego repitiendo.

— Jeongin... — murmuró Minho pero sin abrir los ojos por un momento, soltando suaves jadeos — Te necesito, por favor — pidió.

— ¿Tan desesperado estás, hyung? — preguntó Jeongin, pero tenía un ligero tono de burla en el honorífico.

Vio a Minho morder su labio y asintió frenéticamente, mirando al chico frente a él, quien no pudo evitar reír un poco ante su reacción — Sí, hyung necesita sentirte ahora mismo — le dijo sin dejar de frotarse contra el miembro ajeno incluso con más rapidez.

Aunque se sintiera bien, ya no era suficiente. Minho quería sentir la polla de Jeongin en su entrada.

Sin pensarlo dos veces, Jeongin empezó a desvestirse con desesperación al escuchar a su pareja y tiró su ropa en algún lado de la habitación.

En silencio, Jeongin le mostró dos dedos a Minho y pronto comenzó a chuparlos, haciendo contacto visual con su pareja de vez en cuando.

Luego de un rato, cuando creyó que era suficiente, Jeongin los sacó y los llevó hasta la entrada de su pareja, acariciando esta un poco, sacándole pequeños quejidos a Minho y finalmente insertó uno, moviéndolo con lentitud al principio. Poco después, Jeongin agregó un segundo dedo y esta vez aceleró los movimientos, arrancándole gemidos a Minho cada vez más fuertes. 

Finalmente, agregó un tercero en silencio, esperando a que su pareja pudiese acostumbrarse. Sólo podía escuchar los gemidos que soltaba mientras lo miraba maldecir en voz baja y morder su labio inferior suavemente.

No pasó mucho tiempo hasta que Jeongin sacó los dedos de su interior y se acercó a la mesita de noche, tomando un condón y lo abrió antes de colocárselo bajo la atenta mirada de Minho.

— Ponte en cuatro, hyung — ordenó Jeongin, mirando a su pareja.

Minho sonrió ladino, haciendo lo que le habían pedido — Así que Yang Jeongin no está tan perdido en el sexo como parece, debes haber investigado mucho — se burló.

Al principio Jeongin no dijo ni una palabra, sólo colocándose detrás suyo en silencio, hasta que Minho sintió su cabello ser jalado con bastante fuerza, provocándole un jadeo — Tampoco soy inocente, hyung — habló en un susurro sobre el oído ajeno antes de soltar sus cabellos con brusquedad.

Cuando Minho estaba a punto de reprochar, sintió como lentamente Jeongin fue entrando y mordió su labio inferior con algo de fuerza ante la intromisión.

Jeongin comenzaba a moverse con lentitud pero gruñía debido a la manera en la que, a pesar de haber tenido sexo tan sólo unos días atrás, la entrada de Minho le apretaba. Se sentía tan bien que necesitaba acelerar sus movimientos pronto.

Minho enterró su rostro en la almohada de la cama, cerrando los ojos con fuerza ante el dolor que estaba sintiendo pero no se quejó en ningún momento. Cuando finalmente le reemplazó la excitación, comenzó a mover sus caderas contra el pene de Jeongin, soltando suaves gemidos que cada vez se volvían más fuertes.

— Mhm m-más, Jeongin — rogó Minho pero aún moviéndose.

Sin decir nada, Jeongin tomó las caderas de su pareja con fuerza, que seguramente le dejaría marca, y comenzó a embestirlo a una fuerza animal, que sorprendió y le arrancó un jadeo a Minho y llevó una mano a su miembro para masturbarse al ritmo de las estocadas.

— ¿Tanto te gusta que te folle duro, eh? — preguntó Jeongin con ligera burla y volvió a tomar un mechón de los cabellos de Minho con fuerza sin dejar de mover sus caderas.

— Ngh carajo, sí — fue todo lo que Minho pudo decir con la voz entrecortada, soltando gemidos.

Jeongin gruñó por lo bajo y siguió moviendo sus caderas lo más rápido que podía permitirse, escuchando el sucio sonido de las pieles chocar. 

— V-voy a correrme — habló Minho en medio de un gemido, sin dejar de mover su mano sobre su miembro y alcanzar su orgasmo.  

De la misma forma, Jeongin sabía que también estaba a punto de correrse y no dejó de chocar la cadera de Minho contra la suya, dando un par de estocadas más hasta que finalmente su pareja se corrió, escuchando los suaves gemidos que soltaba ante la sobreestimulación de Jeongin aún follándolo, y luego de un rato, lo alcanzó. 

Minho se desplomó y Jeongin le imitó en seguida, acostándose a su lado con la respiración agitada. 

— He practicado esta posición un par de veces y contigo ha sido la mejor  — confesó Minho cuando creyó que se encontraba mejor. 

Jeongin se giró levemente para mirar a su pareja a los ojos, esperando que en algún momento se echara a reír pero nunca sucedió — ¿Hablas en serio, hyung? — preguntó, aún sin poder creer lo que le acababa de decir. 

Claro, Minho de vez en cuando bromeaba con él y Jeongin estaba consciente de ello pero sabía que él nunca bromearía con algo tan serio como eso. De cualquier forma, le sorprendía que Minho le dijera algo así. 

Notó a Minho soltar una pequeña risa pero Jeongin sabía que no estaba burlándose de él, sino que le parecía tierno que no pudiera creerlo — Claro que sí, ¿por qué estaría mintiendo? Si hubieras sido malo follándome no te estaría diciendo eso — explicó, aún con una pequeña sonrisa en su rostro. 

Jeongin, sin poder evitarlo, le devolvió la sonrisa y depositó un corto pero tierno beso en los labios sin dejar de sonreír.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro