✧c.-023
N/A: Haber tenido que publicar y anular el capítulo anterior como veinte veces y que en ninguna de ellas Wattpad haya avisado de que lo he hecho, es un nuevo tipo de dolor que no quiero volver a sentir nunca xD
Cap dedicado a Joyiss_eth ♡♡
Hoy os recomiendo 'Chasing Paradise' de una banda que me encanta, OneRepublic ft. Kygo.
[...]
TaeHyung pudo jurar que Jungkook estaba nervioso y muy molesto cuando se vio a sí mismo obligado a ponerle la mano en el mismo, sólo para recordarle que no estaba haciendo ese viaje en coche solo, sino que él iba a su lado, tan intranquilo como debía estarlo.
"¿En serio no quieres que conduzca yo?" Se ofreció como por décima vez.
Jungkook estaba harto de decirle que no, su mandíbula apretándose por la insistencia e incluso dejando escapar un suspiro.
"¿Tú eres sordo o algo así? Te he dicho claramente que no." Respondió de manera brusca. Tanto, que su lobo interior le gruñó en señal de reprimenda al instante, pues su enfado no tenía nada que ver con el doctor Kim, quien únicamente se ofrecía por el bien de ambos —y, quizás, porque también estaba un poco asustado—. Este último le apretó el muslo a modo de queja, demostrando su descontento por la forma en la que había sido tratado.
Devolviéndole la mirada, el azabache se encontró con un par de ojos que desaprobaban tal contestación y unas cejas alzadas a la espera de que se retractara. Algo que, por supuesto, no tardó en hacer.
TaeHyung no era el culpable de nada, sólo su fuente de calma personal. No podía tratarlo así.
"Lo siento..." Murmuró, vaciando sus pulmones. El rubio asintió, aceptando su disculpa sin necesidad de profundizar en ella más de lo debido.
Su nerviosismo era tan evidente que TaeHyung no podía evitar sentirse mal por él.
"Está bien, no pasa nada. Sé que estás muy tenso y lo entiendo, por eso me ofrecía a conducir. No quiero presionarte, solo... Ya sabes, serte de ayuda en caso de que no te veas capacitado para hacerlo por ti mismo."
Respirando hondo esta vez, calmándose, Jungkook volvía a asentir. "Lo sé, lo sé, pero no lo necesito en serio. Puedo conducir y, de hecho, es justo lo que quiero."
"De acuerdo..."
"Que estés aquí ya es suficiente para mantenerme tranquilo, no te preocupes por eso." Admitió en voz baja, pero lo suficientemente alto como para ser escuchado. El corazón de TaeHyung se aceleró. "Sabes que no voy a volverme loco al volante por muy molesto que esté, mucho menos si tengo a alguien al lado. No pondría la vida de nadie en peligro."
"Lo sé, tranquilo." Asentía, agachando la cabeza.
Jungkook tragó saliva, mirándole por el rabillo del ojo mientras conducía. Era consciente de que había sonado convincente y de que, por sí mismo, jamás pondría al doctor Kim en peligro, pero de algún modo este seguía inseguro al respecto, como si no pudiera confiar en lo que decía aún si lo hacía completamente en serio. Entonces, y por arte de magia, recordó la razón tras el intenso miedo de TaeHyung. Si provocaba un accidente debido a su mal humor, sería la segunda vez que su vida correría peligro.
Con el corazón acelerado, se detuvo en el primer semáforo, usando su mano libre para tomar la cara de TaeHyung y elevarla, obligándole así a mirarlo de vuelta. Necesitaba ver sus ojos mientras hablaba con él.
"¿Qué...?"
"Estoy muy enfadado, TaeHyung. Tan enfadado que podría arrancarle todos los pelos del cuerpo a cualquier lobo imbécil que se me cruzase; pero por nada del mundo voy a perder la cabeza si estoy conduciendo, ¿de acuerdo?"
El rubio asintió, algo cohibido. "De acuerdo, sí..."
Sin embargo, Jungkook negó, siendo consciente de que su miedo seguía ahí. Tampoco podía culparlo.
"Necesito que confíes en mi palabra, doctor. No voy a ponerte en peligro. Lo digo en serio. Aunque me hierva la sangre y esté deseando verme cara a cara con esos imbéciles que ahora mismo tienen a uno de mis hombres, nada pasará." Insistió, su tono de voz haciéndole ver que era una promesa silenciosa entre ellos, mientras le acariciaba la mejilla con el pulgar, calmándolo con su tacto y voz casi sin saberlo. "Sigues siendo una de mis prioridades a pesar de todo, tu seguridad no ha dejado de importarme."
Finalmente, sintiéndose mucho más tranquilo —y todavía sin poder encontrar una explicación para que eso sucediera siempre que tenía a Jeon Jungkook al lado—, TaeHyung volvía a asentir, expulsando el aire estancado en sus pulmones. Por muy nervioso que estuviera, había una parte de sí mismo que le obligaba a confiar en las palabras de Jungkook, creyendo ciegamente en ellas hasta que el miedo dejaba de habitar en él. Y tampoco encontraba explicación para eso.
"Bien." Repitió, asintiendo con la cabeza.
Jungkook también lo hizo, aminorando la velocidad a la que conducía para demostrar su punto. "Bien."
Tardaron aproximadamente una hora y media en cruzar el bosque hacia el complejo de cabañas donde los Liu residían, sintiéndose inexplicablemente intranquilos (en especial, TaeHyung) cuando pasaron junto a todos los coches aparcados dentro del propio recinto.
El doctor podía sentir su corazón acelerado retumbándole en los oídos sin cesar, las palmas de las manos sudorosas y muchas cosquillas por todo el cuerpo.
"Ya estamos aquí." Anunció Jungkook, dejando escapar un suspiro prolongado, mirándolo. "En otras circunstancias diría que te quedaras en el coche y no te movieses, pero dado que toda la gente de esta puta manada quiere tu cabeza, vas a venir conmigo."
"Entendido..."
Un suspiro tembloroso abandonó sus labios, sintiendo cómo el corazón estaba a punto de salírsele. "Nada de ir por tu cuenta, ¿vale? A mi lado, pegado a mí como si fuéramos imán y nevera. No te separes."
"¿A dónde voy a ir, Jungkook? No conozco este sitio."
"Por si acaso, doctor. Contigo nunca se sabe."
TaeHyung resopló, sintiéndose injustamente juzgado. "Lo dices como si hubiera actuado por mi cuenta muchas veces desde que nos conocemos."
"Ya, bueno... No tienes más opciones, tampoco."
"Lo sé."
Sus bufidos sonaron a la vez, mezclándose entre sí. Ellos se miraron por unos segundos, sorprendidos ante una complejidad que ni siquiera habían medido. TaeHyung apartó la mirada al instante, quitándose el cinturón.
"En fin, detrás de usted, señor Jeon." Lo animó a salir, haciendo un gesto con la mano.
Poniendo los ojos en blanco, el azabache ignoró su intento descarado de burla, copiando la acción de quitarse el cinturón. "No es necesario que me llames así, ¿sabes?"
"Oh, claro que lo es, jefe."
Jungkook lo fulminó antes de abrir la puerta, siendo el primero en salir. TaeHyung fue tras él, su brazo siendo prontamente sostenido tan pronto como puso un pie sobre la tierra mojada, siendo empujado hacia el cuerpo ajeno. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, acostumbrándose a la cercanía ya que no le quedaba de otra. Para que Jungkook pudiera protegerle como se debía de toda una manada que quería su cabeza (de nuevo, sin explicación alguna), no podían existir barreras entre ellos.
"Por aquí, ven. Ten cuidado donde pisas, no vayas a toparte con alguna trampa."
"¿Trampa? ¿Puede haber trampas?" Mirándole con los ojos abiertos de par en par, el rubio lucía horrorizado.
"No, no pueden; hay sí o sí."
Un escalofrío le recorrió el cuerpo, pegándose más al azabache por instinto. "Qué horror..."
"Ni siquiera es lo máximo que tienen, también instalaron torretas de vigilancia automáticas en la azotea. Si notan un movimiento inusual, activan luces infrarrojas y disparan con francotiradores programados desde arriba. Son una locura... En el peor de los sentidos."
Tal y como esperaba, el rubio no cabía en sí mismo de sorpresa.
"Dios... Menuda manada de descerebrados..."
"Nosotros también teníamos el mismo mecanismo, Taesan pensó que sería una muy buena idea." Le hizo saber, consiguiendo que el horror en su mirada fuese trasladado hacia él esta vez, mas no se inmutó. "Pero las desactivamos porque las luces infrarrojas del sensor desorientaban a Leedo durante sus guardias nocturnas. El pobre se pensaba que todas las noches lanzaban fuegos artificiales y despertaba a toda la manada emocionado."
E incapaz de no visualizar aquella imagen en su mente, TaeHyung dejó escapar una risita. "Pobrecito..."
"Lo sé, asustaba a todos con sus gritos, pero le apreciamos mucho igual."
TaeHyung siguió riendo, sacudiendo la cabeza de un lado a otro. Sin embargo, su pequeña risa se vio silenciada al momento en que Jungkook lo detuvo en seco, obligándole a detenerse y mirar a su alrededor cuando vio que él hacía lo mismo.
"¿Qué pasa?"
"Creo que se han activado las torretas." Susurró, haciéndole una señal para que guardara silencio.
El corazón de TaeHyung dio un vuelco.
"¿C-Cómo dices...?"
"No te muevas."
Tragando saliva, este hizo lo pedido, permaneciendo estático en su lugar e incluso aguantando la respiración. En completo silencio, pudo apreciar un silbido a lo lejos, antes de que dos grandes focos iluminaran el cielo sobre ellos. Por instinto, se aferró al brazo de Jungkook, sintiendo como el corazón le latía rápido y con fuerza contra las costillas.
"¿Qué- qué es eso?"
"Tranquilo." Fue lo único que dijo, asumiendo que le habían tendido una trampa y colocando al doctor Kim sutilmente tras él.
No pasó demasiado tiempo hasta que una luz infrarroja apareció, apuntando el pecho de Jungkook. TaeHyung emitió un ladeó, notando como se repente se le venía el mundo encima.
¿Qué demonios era eso?
"Jungkook..."
El azabache negó, manteniendo la calma, pues sabía de antemano que TaeHyung no podría hacerlo por sí mismo.
"Tranquilo, no pasa nada." Aseguraba, tomando su mano y dándole un apretón.
"Te están apuntando con un francotirador, Jungkook..."
"Bueno, pero eso no quiere decir que vayan a dispararme, ¿no?"
TaeHyung quiso llorar. "No, pero hay muchas posibilidades de que lo hagan."
"Claro que no, hombre..."
"¡Jefe!"
"¡Jungkook!"
Las voces de Boun y Leedo sonaron a lo lejos, ambos apareciendo con rapidez y quedándose helados al ver el estado en que este se encontraba. Boun atrapó a Leedo, impidiéndole moverse y empujándolo hacia atrás.
"No me jodas..." Susurraba el rubio, con los ojos como platos.
El camino frente a ellos se iluminó por pequeñas luces situadas en el suelo, pasos sonando repentinamente, acercándose. Más de una decena de pies arrastrándose hacia dónde se encontraban. De nuevo e instintivamente, el doctor se aferró al hombre que lo protegía —de forma muy literal— con su propia vida, notando como comenzaba a faltarle el aire.
"Mirad a quién tenemos aquí..." Una voz algo gruesa sonó. TaeHyung no pudo visualizar a su dueño, a pesar de que sonó muy cerca. "Nuestro querido amigo Jeon Jungkook se ha dignado a aparecer después de tanto tiempo amenazándonos... ¿No es algo grandioso?"
Finalmente, y acabando con el aura misteriosa que rodeaba aquel lugar, un hombre alto, de cabello corto y negro y expresión burlesca apareció justo delante del azabache, acompañado por un montón de lobos que lo respaldaban. El doctor Kim luchó por no desmayarse allí mismo, notando la mano de Jungkook aferrándose a la suya, sabiendo lo que sucedería si no le hacía saber que, a pesar del peligro, todavía seguía estando a salvo junto a él.
"A mí también me alegra verte, Daou." Mascullaba este, manteniéndole la mirada. "Sigues igual de paranoico que siempre, por lo que veo... ¿Qué son todas estas cosas?"
Mirando a su alrededor, Daou dejó escapar una risita, apenas notando toda la parafernalia de seguridad que tenían allí montada y asintiendo. Luego, hizo un gesto con la mano, obligando a cualquier persona encargada de ello a apagar los focos. Sin embargo, el francotirador seguía apuntando al pecho de Jungkook.
"Me disculpo, hemos sido víctima de varios robos fallidos en las últimas semanas y mi gente estaba un poco intranquila, así que nos hemos visto obligados a actuar, ya sabes..."
Jungkook asintió. "Lo imagino."
"Además, hace unas horas se nos coló en el refugio un perro rabioso al que hemos tenido que calmar por la fuerza." Le hizo saber, logrando que la sangre en las venas del azabache comenzase a hervir, sabiendo que se refería a su muchacho, Offroad.
"Un perro rabioso, ¿eh...?"
"Sí, al principio pensábamos que era un lobo perdido, sin manada, pero tan pronto como mis hombres salieron a verificarlo, fueron atacados por él y tuvieron que reducirlo inmediatamente." Explicó, dándose la vuelta para poder señalar el cuerpo del muchacho inconsciente que aquellos lobos acababan de soltar en el suelo. "¿Veis? Una pena..."
Un jadeo escapó de los labios de TaeHyung, quien no tardó en reconocerlo como aquel chico al que venían buscando, Offroad. El cuerpo de Jungkook se tensó bajo su tacto.
Jungkook sabía mejor que nadie que Offroad estaba lejos de ser violento.
"Una pena, sí." Dando un paso más cerca de Daou, repitió, los dientes casi chirriándole. "Te dijeron que fueron atacados por un lobo solitario y para ti sonó muy bien que más de diez lobos no tuvieran otra opción más que reducirlo, ¿verdad?"
Daou ladeó la cabeza, luciendo confundido. "¿Qué insinúas, Jeon?"
"Sabes lo que insinúo, imbécil. Y sabes aún mejor que ese de ahí no es ningún lobo solitario, sino que pertenece a mi manada."
"Oh, ¿en serio...?"
El azabache llegó hasta él, propinándole un empujón y recibiendo gruñidos de todos los lobos que custodiaban a su líder. TaeHyung se tensó, esperándose lo peor.
"No te hagas el tonto conmigo, Daou, sabes perfectamente quién es. Tu manada ha estado colaborando con un grupo de cazadores para raptarlo y que el inútil de tu tío pueda bañarse en oro a su costa. Y si no lo sabes, que es lo más probable, es que eres un completo fracaso como líder."
Una risita abandonó los labios del susodicho, no mostrándose afectado en absoluto por ninguna de sus palabras. Y es que no era ningún secreto que el sobrino de Roy Liu tenía el cerebro lavado por él. Jamás podrían meterle cosas malas en la cabeza, aún si estas eran tan obvias que sobresalían por sí solas. Da igual cuánto lo intentasen.
"¿Yo soy un fracaso como líder, en serio?" Se señaló, bufando. "Porque estoy convencido de que podría hacerlo mucho mejor que tú."
"Oh, ¿de verdad lo crees?"
Daou se encogió de hombros. "¿Por qué no? Ninguno de mis hombres se ha escapado sin que me diera cuenta, lo cual debería hacerte pensar muy bien en eso que has dicho. Me parece que, entre nosotros dos, el fracasado no es realmente quien crees que es."
Jungkook bufó, pasándose la lengua por el interior de la mejilla y simplemente riendo. Como podía comprobar por sí mismo, no había forma de aquel hombre echase un vistazo rápido a lo que le rodeaba. Y aún si lo hiciese, no sería capaz de encontrar nada.
"De acuerdo, Daou, como tú digas." Asintió, dándole la razón, pues no funcionaría de otra forma. "Dame a mi muchacho para que podamos marcharnos, te aseguro que no volveréis a tener este problema con nadie más de mi manada."
Sin embargo y para sorpresa de nadie más que TaeHyung, aquel individuo zarandeó la cabeza de un lado a otro, negándose a ceder.
"No, no, creo que no has entendido lo que quiero decir, Jungkook."
"Pues no, se ve que no..." Murmuró, dándole la razón una vez más, solo que esta vez, sí lo hacía en serio. "¿Puedes ser más específico?"
Daou dejó escapar un suspiro, cruzándose de brazos. "Como líder de la manada más grande de toda Corea, no puedo permitir que una persona tan incompetente como tú lidere otra de las más grandes."
Las cejas de Jungkook se elevaron.
"Así que incompetente, ¿eh?"
"Sí, y mucho. No te lo tomes como algo personal, pero en menos de un año has perdido a una de tus miembros, otro se ha vuelto loco y otro más se ha escapado para venir a atacarnos... Creo que..." Antes de poder terminar siquiera lo que estaba diciendo, el azabache se abalanzó sobre él, tomándole por los bordes del cuello de la camisa, empuñándolos.
"¿Qué mierda dices por esa boca?"
Aquella luz proveniente del francotirador se movió directa hacia su cabeza, alarmando a TaeHyung.
"¡Jungkook!" Chilló el rubio.
Por su parte, Daou esbozó una sonrisita. "Entiendo que la honestidad de mis palabras no sea de tu agrado, pero, como iba diciendo, creo que el puesto de líder te queda un poco grande." Continuó hablando, ni siquiera inmutándose. "Así que me voy a tomar el atrevimiento de desafiarte a un duelo."
"Un duelo, ya veo." Asentía, sus dientes apretados. "Quieres enfrentarte a mí, ¿cierto?"
"Lo estoy deseando."
"Ya veo... ¿Y qué es lo que pretendes ganar a cambio?"
"El liderazgo de tu manada." Le dijo, como si Jungkook no lo supiera de antemano. "Si pierdes, que perderás, desaparecerás del mapa y tu manada pasará a ser de mi propiedad... Incluido él." Su dedo índice apuntó a TaeHyung, quien fue cubierto una vez más por el cuerpo ajeno. "¿Te parece?"
Jungkook ladeó la cabeza, ni siquiera sopesando las opciones cuando accedió. "Me parece."
"Bien."
El cuerpo del doctor Kim se tensó. Boun y Leedo ni siquiera supieron qué decir.
"Jungkook..."
"Pero mi hombre vuelve a casa esta noche, así que dile a esos lobos pulgosos que tienes tras de ti que me lo entreguen ahora mismo." Señaló el cuerpo de Offroad. "Y si pierdes tú, vas a asegurarte de que tu tío no merodee alrededor de mi manada, ¿de acuerdo? O una vez te haya dejado inservible en el suelo, no dudaré en matarte."
Daou esbozó una sonrisa. "Por supuesto, así será. Y por tu hombre no te preocupes, yo mismo te lo traeré, para que veas que voy en serio con todo esto."
"Más te vale." Lo señaló.
La sonrisa de aquel tipo del que TaeHyung había oído hablar por ser el hijo único de Miran, no se borró en ningún momento, tornándose burlesca al ver cómo sus insinuaciones habían afectado al azabache. Daou se hizo paso entre sus hombres mientras silbaba, llegando hacia el cuerpo tendido en el suelo de Offroad y agachándose para tomarlo entre sus brazos. Lo elevó con una agilidad impresionante, como si el pobre chico pesase lo mismo que una pluma.
Miró el cuerpo ajeno casi con lástima, apreciando qué tan indefenso y herido se veía. Y, entonces, tan pronto como el muchacho abrió los ojos, devolviéndole la mirada, desorientado y perdido, el corazón se le detuvo. Apartó los ojos de él con rapidez, tratando de mantener la compostura mientras avanzaba tan rápido como sus piernas se lo permitían, negándose a ser parte de aquello por más tiempo.
"Aquí lo tienes. Espero no volver a verlo por esta zona a menos que sea para unirse a mi manada cuando el tiempo lo decida."
Leedo y Boun se apresuraron en sostener a un muy débil Offroad.
TaeHyung miró a su alrededor, inquieto y temeroso, sintiéndose observado. Confundido, verificó que alguien realmente estuviera viéndolo desde lejos para confirmar que no estaba volviéndose loco, cuando lo vio. A lo lejos, en lo alto de las cabañas, aquel hombre alto, de hombros altos y cabello canoso se encontraba, sus ojos totalmente fijos en él, produciéndole un escalofrío. Podía recordar vagamente como Jungkook se había referido a él como la mano derecha de Roy Liu. Apartó la mirada con una sensación de incomodidad habitando en él, pues no encontraba respuestas para el hecho de que aquel hombre se le hiciese tan familiar.
"¿Y cuándo será eso?"
"He escuchado que estás herido, así que cuando te recuperes. No quiero pelear con alguien que no podrá dar el cien por cien de sí mismo, sería ir con ventaja y eso no me define."
De nuevo, el azabache bufó. "Todo un detalle viniendo del mismísimo sobrino de Roy Liu, dónde va a parar."
"Gracias."
"Nos volveremos a ver dentro de una semana, ¿de acuerdo? Aquí mismo." Lo señaló, viéndole asentir con esa misma sonrisa burlesca que tanto hervía su sangre. "Nada de focos estúpidos ni francotiradores amenazándome, sólo tú y yo, ¿estamos?"
"Estamos, claro que sí. Buen viaje, Jeon y compañía."
Fulminándolo, Jungkook le dio una última mirada rápida antes de darse la vuelta y marcharse de allí tras Leedo y Boun, quienes guiaban a Offroad hacia la camioneta. Puso una mano en la espalda baja de un muy inquieto TaeHyung, cuyo nerviosismo todavía podía notar aún cuando ya habían dejado atrás el peligro. Y no podía culparlo, pues sabía de antemano lo terrorífica que podía ser una situación como esa.
"Chicos, encargaos de Offroad. Llevadlo a casa, el doctor y yo iremos por nuestra cuenta, ¿de acuerdo?" Les dijo a sus hombres, quienes asintieron sin decir nada. "Y tú tranquilízate, ¿quieres? Estamos bien."
"¿Estamos?" Casi bufó a la hora de repetir aquello con sorna. "No estamos bien, Jungkook. Has accedido a darle tu manada a ese impresentable, ¿cómo vamos a estar bien? Si incluso yo he entrado dentro del trato sin tener nada que ver en todo esto."
Una risita escapó de los labios del azabache, quien desbloqueó su camioneta para que el furioso doctor pudiese entrar. "¿De verdad crees que hubiese accedido a participar en un duelo que no tuviera posibilidad de ganar?"
"Pues no sé, dímelo tú."
"Claro que no, TaeHyung, ni de broma." Aseguraba, adentrándose tras él. "Ya te he dicho que por nada del mundo pondría a mi gente en peligro."
"Ya... ¿y si por algún casual pierdes?"
Jungkook negó con la cabeza, poniéndose el cinturón. "Eso no pasará."
"¿Y si pasa?"
"Que no, no hay posibilidad, hazme caso."
Dejando escapar un prolongado suspiro, el rubio mantuvo su mirada fulminante sobre él, confiando en aquellas palabras aún si estaba inseguro. Notando aquello y mientras avanzaba por la vieja carretera, Jungkook volvía a reír, usando su mano libre para tomarse el descaro de tocar su muslo y darle un leve apretón, logrando que se estremeciera de pies a cabeza.
"Confía en mí, ¿quieres? No tendrás que soportar a ningún otro líder egocéntrico que no sea yo."
Sólo entonces, este asintió. "Eso espero..."
Y ya que su respuesta no era en absoluto lo que Jungkook esperaba oír, el azabache le observó con las cejas en alto y la sorpresa impregnadas en sus brillantes pupilas.
"¿Eso esperas?"
TaeHyung se puso rojo hasta las pestañas, apartando la mirada con rapidez y señalando el camino que tenían delante. "Vista a-al frente." Ordenó.
Él dejó escapar una carcajada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro