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✧c.-021

N/A: Lo único que tengo que decir es que este Jungkook tiene un cerebro inmenso y me encanta. Hace que me enorgullezca de mi creación por milésima vez xD

Cap dedicado a befourluv ♡♡

Hoy os recomiendo 'IKUK' de un grupo maravilloso al que mi precioso Leedo pertenece y amo, ONEUS.

[...]

Jungkook se puso en pie tan rápido como pudo, siendo ayudado por Leedo y Boun cuando presentó dificultades debido a su herida, siseando por el dolor y la impotencia de no poder ser cien por cien funcional. Lo odiaba.

Tanto él como el doctor Kim no tardaron en reunirse casi de inmediato con los demás miembros de la manada y Prem, quien no se apartó de TaeHyung desde el primer momento en que cruzó la puerta, acompañado por Boun, como casi todo el tiempo. Y es que enterarse de lo que había sucedido con Jungkook, esos cazadores y el propio TaeHyung, no hizo más que volver loco al pobre Prem, que se había quedado en el refugio al cuidado de Yeontan (y, a su vez, él al cuidado de aquel tipo insoportable).

"¿Y bien, jefe, qué planes tenemos con ese susodicho?" Mingyu se dirigió a él, mientras el azabache se tomaba una taza de café amargo casi tan grande como su cabeza.

"Quiero ir e interrogarlo, saber qué demonios planean los Liu contra nuestra manada y luego..." Luciendo pensativo, sus ojos inconscientemente volaron hacia TaeHyung, que se encontraba al otro lado de la habitación. Por mucho que quisiera destripar a Choi Jangmin, sabía que estando el doctor allí no lo tenía permitido. "Ya veremos qué hacer después."

Los presentes asintieron.

"Yo tengo preparado ese vídeo que me pediste hace poco, te lo he pasado por la aplicación de compartidos rápidos, ya debes haberlo recibido en tu teléfono." Avisaba Taesan, de algo que seguramente solo ellos dos sabían.

"Bien. Gracias, Taesan." Asentía, dejando la conversación allí. "Voy al sótano a ver qué consigo de ese inútil."

Dejando su taza gigantesca sobre la mesa de la cocina, Jungkook se acomodó la camiseta que llevaba puesta con una mueca de dolor, siseando cuando rozó los puntos de sutura sobre su herida. Luego, suspiró, encontrándose a TaeHyung frente a sus narices repentinamente, luciendo como si quisiera pedirle algo. Algo que, sin escucharlo de su boca con antelación, ya sabía qué era.

Sus cejas se alzaron. "Doctor..."

"¿Puedo ir contigo? A ver a Jangmin, ya sabes. Acompañarte..."

Otro suspiro abandonó sus labios, exhausto. Por supuesto y como era lógico, el primer impulso que tenía era rechazar su petición, pues sólo un loco permitiría a TaeHyung reunirse, cara a cara, con la persona que había querido atentar contra su vida. Sin embargo y para la poca fortuna del azabache, ese loco conocía más que bien a TaeHyung, siendo consciente de que encontraría alguna forma de inmiscuirse y ver a Jangmin por sí mismo. Una forma en la que no pudiera ser protegido en absoluto. Y eso era algo que por nada del mundo permitiría.

"Sólo si prometes mantenerte alejado de él." Le dijo. El rubio accedió, asintiendo con la cabeza, preparándose para ir. Aunque, antes de dar un paso siquiera, Jungkook sostuvo su barbilla con la mano libre. "Quieto ahí, hay más reglas que tienes que seguir, doctor. No le hables, no respondas si se dirige a ti y, sobre todo, te marcharás de la habitación inmediatamente si te lo pido, ¿de acuerdo? Sin protestar ni reprochar nada."

TaeHyung puso los ojos en blanco. "No soy un niño pequeño para que me pongas tantas reglas, Jungkook, ¿sabes?"

"No eres un niño pequeño, pero si vienes conmigo, eso significa que estarás cara a cara con la persona que, aún llamándote su pareja, planeaba reducirte y manipularte para que te convirtieras en uno de los suyos, TaeHyung. No puedes olvidar a quién tienes delante." Le recordó, logrando que se sintiera repentinamente conmocionado. "No te dejaré acompañarme si planeas ignorar mis órdenes, las cuales he creado por ti y tu propio bien, doctor... Tú verás."

Finalmente, y con el corazón en la garganta, este comprendió que era mejor acceder e ir en silencio, que abrir la boca y permitirle a Jangmin saber cuánto le había afectado.

"Tienes razón, sí... Seguiré tus órdenes."

"Bien." Satisfecho, Jungkook asintió. "Pues ven conmigo. Mingyu, Leedo, acompañadnos, por favor."

Offroad, que había permanecido en completo silencio durante toda la reunión, se aclaró la garganta. "¿Puedo ir yo también, jefe?"

Y, en esta ocasión, el azabache sí que rechazó su petición de inmediato.

"Será mejor que no, Offroad, estoy más tranquilo si no ves a ese inútil y él tampoco te ve a ti. Por seguridad, más que nada, ¿de acuerdo?" No queriendo sonar brusco en absoluto, respondió, sabiendo que impedirle algo así sólo hacía que el muchacho se sintiera aún peor, pero confiando en que sus acciones eran buenas.

"Claro... Lo entiendo, no te preocupes." Aseguraba, esbozando una triste sonrisa.

Asintiendo, el doctor, Jungkook y los dos de sus hombres salieron de la cocina sin mediar palabra. Prem, dejado atrás, tuvo el impulso de seguirlos de cerca, siendo detenido por una mano en su espalda que no tardó en impedírselo.

La voz de Boun sonó tras él.

"No, no, no... Tú te quedas aquí, pollito." Le dijo, obligándole a girarse para ver simplemente cómo zarandeaba la cabeza de un lado a otro en señal de negación. Y, como era de esperar, Prem bufó.

Caminando a través del pasillo, guiado por Jungkook y custodiados de algún modo por Leedo y Mingyu, TaeHyung no pudo dejar atrás su curiosidad.

"¿Por qué ese chico, Offroad, no puede ver a Jangmin y viceversa?" Quiso saber.

"Porque era el objetivo de los cazadores cuando mataron a Balam. Pudo escapar y volver a casa para pedir ayuda, así que ellos en rebeldía le hicieron mucho daño..." Explicó, torciendo el gesto. "No quiero que Offroad tenga delante al tipo que mató a un miembro de nuestra familia por no poder cazarlo a él, ¿entiendes?"

TaeHyung asintió con lentitud, no terminando de asimilar aquella respuesta ni mucho menos cómo se sentía al respecto. Sin embargo, una presión en su pecho se hizo presente, robándole algún que otro suspiro espontáneo.

"Lo siento..." Terminó por decir, mordiéndose el labio inferior.

Confundido, incluso si conocía de sobra la razón tras su repentina disculpa, los ojos del azabache viajaron hasta él. "¿A quién le pides perdón?"

"A todos, yo... Siento mucho que Jangmin haya causado todo esto. Lo que le hizo a Balam, cómo eso ha afectado a tu manada, al bebé y a ese pobre chico. Lo lamento mucho, de verdad."

"Tú no tienes que disculparte por nada, TaeHyung, ya te lo he dicho más de una vez. Lo que sucedió no fue ni será nunca tu culpa, entiéndelo."

Él volvía a asentir, cabizbajo. No podía evitar ponerse en medio de la diana cuando el causante de todo ese daño era alguien al que tanto había querido. Una persona cruel, avariciosa, a quien ahora no podía ni siquiera reconocer. Lo odiaba y se odiaba.

Jungkook se detuvo repentinamente, indicándole a Leedo y Mingyu que avanzaran primero, quedándose atrás con TaeHyung y obligándole a mirarle cuando sostuvo su barbilla, viendo sus ojos confundidos.

"¿Qué...?"

"Escúchame bien un momento." Pidió, enfrentándolo. "¿Mandaste tú a que raptaran a Offroad?"

"No..."

"¿Hiciste que se llevaran a Balam y le dieran una paliza hasta matarla?"

"No..."

"¿Quisiste llevarte a tu novio y a su amigo para coaccionarlos y obligarles a entrar a una banda de cazadores, a cambio de no atentar con sus vidas?"

Por tercera vez, la cabellera rubia de TaeHyung se movió de un lado a otro cuando negó. "Tampoco..."

"¿Tus hombres me apuñalaron?"

"No, claro que no. No..."

"¿Y qué hay de intentar salvar a una mujer embarazada, medio muerta? ¿Lo intentaste?"

Sus ojos se llenaron inmediatamente de lágrimas, asintiendo esta vez, sin poder formular una mísera palabra siquiera.

"¿Conseguiste traer al mundo a un bebé que ahora te adora, o no fue así?"

"Lo- lo hice, sí..."

"Impediste que varios cazadores me hicieran más daño enfrentándote a ellos, ¿o eso tampoco lo hiciste?" Siguió rememorando situaciones. De nuevo, asintió. Él sostuvo su rostro con ambas manos, observándole llorar en silencio y limpiando las primeras lágrimas que se dejaron ver. "Trataste de evitar que una manada de lobos a quienes desconocías llegara hasta mí, aún cuando resultaron ser inofensivos y amigables. Aún si le tenías miedo, TaeHyung. Me salvaste la vida esa noche, hiciste lo mismo con Sungho y con Haon cuando fue necesario. No eres culpable de nada ni por nadie."

TaeHyung sintió cómo se le ablandaba el corazón, apenas adormeciendo su culpa tras las palabras del azabache, quien aún sonando un poco brusco a propósito, sirvieron para recordarle el tipo de persona que, por sí mismo, era.

"Tienes razón." Titubeó, corroborando con apenas un hilito de voz. Jungkook eliminó el resto de sus lágrimas.

"Claro que la tengo."

Sorbiendo por la nariz, logró calmarse. "Gracias por ser tan honesto conmigo."

"No es nada, doctor. Alguien tiene que quitarte esas tonterías de la cabeza si no eres capaz de hacerlo por ti mismo."

"Ya..."

Los dedos de Jungkook eliminaron las dos últimas lágrimas, frotándole los hombros. "¿Y bien? ¿Quieres seguir y acompañarme a ver a ese malnacido, o prefieres quedarte lejos? Yo te aconsejaría la última, siendo honesto."

"Quiero ir."

Un bufido sonó, claramente perteneciéndole al azabache. "Nada, hombre, que no hay manera..." Farfulló, casi haciendo a TaeHyung reír. "Luego no quieres tener vigilancia ni que mis hombres te sigan, pero tú solito te lanzas de cabeza al peligro. Así no hay manera, ¿eh...?"

Riendo, él estuvo de acuerdo, mas no retrocedió.

"Soy consciente, descuida, pero aún así quiero ir. Necesito entender cuándo se volvió así y por qué, antes de finalmente cerrar esta dichosa etapa."

"Bueno... Qué remedio, supongo. Vamos."

Jungkook puso una mano en la espalda baja de TaeHyung, guiándole escaleras abajo hacia donde Leedo y Mingyu habían desaparecido con antelación. TaeHyung no iba a negar que estaba nervioso, intranquilo (como siempre), con el corazón latiéndole desbocado (como siempre, también), sus fuertes emociones contagiando a Jungkook, quién le observó con atención.

"Cálmate, doctor."

"Estoy calmado."

"Pues no lo pareces..."

TaeHyung fue a decir algo en respuesta, avanzando por un estrecho , pero largo pasillo donde el frío calaba en sus huesos más de lo normal, cuando reconoció la voz de Jangmin a lo lejos, estremeciéndole de pies a cabeza.

"¡Decidle a vuestro jefe que venga y dé la cara! ¡Decídselo ahora mismo! ¡Lobo cobarde!"

Un bufido abandonó los labios del azabache, quién ni siquiera se inmutó, negándose a avanzar más rápido aún cuando la sangre le hervía en las venas. No quería hacerle creer al doctor que tales palabras por parte de su exnovio le afectaban en lo más mínimo. Su existencia, en general. No podía permitirse a sí mismo bajar la guardia y dejarse guiar por los impulsos más salvajes que recorrían su mente sólo con pensar en semejante inútil.

Lo odiaba a muerte, quería acabar con él y hacerle pagar de manera cruel, dolorosa, pero la seguridad de su manada iba por delante de cualquier cosa. Sabía que Balam lo querría de esa manera y era lo correcto para todos.

"¿Puedes cerrar tu apestosa boca y callarte, Choi Jangmin?" Jungkook cruzó la puerta con tranquilidad, pereza incluso, visualizando al cazador sentado, atado de pies y manos a la silla. Sus ojos se encontraron. "¿O necesitas que alguien más lo haga por ti? Porque me ofrezco como voluntario.

Jangmin lo fulminó, abriendo inmediatamente la boca para decir algo. Sin embargo, la figura de TaeHyung apareciendo tras aquel lobo heló su sangre.

"TaeHyung..."

El rubio, con el corazón aún empuñado, latiendo feroz contra sus costillas, ni siquiera le devolvió la mirada, dirigiéndose al otro extremo de la habitación cuando Jungkook le hizo una señal y susurró algo en voz baja que Jangmin, perplejo, no alcanzó a escuchar.

"Quédate en esa esquina y no te dirijas a él, ¿de acuerdo?"

TaeHyung movió la cabeza en señal de asentimiento, haciendo exactamente eso, bajo la atenta mirada de Jangmin, cuya incredulidad era mayor que sí mismo. Tenía la marca de su zapato todavía en el rostro.

No podía creer que le hubiera traicionado de esa forma.

"¿Qué haces aquí, TaeHyung? ¿Por qué tú...?"

Acercándose al cazador atado de pies y manos, confundido y furioso, Jungkook le observó con atención, alzando las cejas mientras poco a poco iba acortando la distancia que los separaba.

"Buenos días, Jangmin... Me alegra mucho tenerte aquí con nosotros después de que hayas estado huyendo como un cobarde." Poniéndose en cuclillas frente a él, le dedicó una sonrisa falsa. Los ojos del susodicho permanecían sobre el doctor, por lo que, con un par de palmadas en el rostro, le obligó a mirarle. "Te estoy hablando, así que mírame, maleducado."

"TaeHyung..."

Sintiéndose ignorado y no pudiendo permirtirlo, Jungkook empujó el rostro ajeno hacia él con una bofetada silenciosa. "Que me mires, te he dicho. Y no te dirijas al doctor Kim, él no tiene nada que ver en esto."

Sólo de esa forma, los ojos de Jangmin se quedaron fijos en él, llenos de rabia. "Tiene todo que ver, imbécil. ¿Qué le has hecho para que actúe contra mí de esa manera? ¿Para que me traicione así?" Quiso saber, volviendo a buscar a TaeHyung, quien al instante apartó la mirada. "Cariño, ¿qué te ha hecho este desgraciado? ¿Te ha amenazado? ¿Tienes miedo?"

Jungkook le cruzó el rostro de una sonora bofetada esta vez.

"No te dirijas a él, última vez que te lo digo. A la próxima te quedas sin dientes."

El cazador escupió la sangre en su boca, producto de un mordisco dado tras recibir el segundo golpe. Jungkook esquivó el misil de saliva dirigido a él, sus cejas alzadas mirando a Jangmin como si esa acción hubiese sido la peor idea. Sin embargo, no hizo nada.

"Hijo de puta." Escupía verbalmente, ojos furibundos agujereando la cara del azabache. "Eres muy valiente enfrentándote a alguien que no puede defenderse, ¿verdad...? Tal vez te de miedo soltarme y que quedemos en igualdad de condiciones."

Mostrándose pensativo ante la sugerencia de Choi, ladeó la cabeza, asintiendo a los pocos segundos. "Tienes razón." Accedió, haciéndole una señal a sus hombres para que le quitaran los grilletes de las muñecas. "Por favor, Leedo, Mingyu."

Ellos inmediatamente se acercaron, permitiendo que Jangmin pudiera mover las muñecas tan pronto como estas fueron liberadas.

"¿Mejor ahora?" Jungkook se dirigió a él, interesado. Este asintió.

"Mucho mejor."

Y, acto seguido, su puño cerrado impactó con torpeza contra la boca del líder, quien esperaba aquel golpe de antemano, logrando mantener la compostura. Su labio inferior no tardó en expulsar varias gotas de sangre tras abrirse por el impacto, el mismo que sobresaltó a TaeHyung, robándole el aliento.

Jungkook asintió, sin inmutarse siquiera. "Buen golpe, sí señor..." Admitió en un honorable halago por su parte, mientras se incorporaba.

TaeHyung estaba convencido de que en cualquier momento la tensión en su cuerpo le traicionaría, haciéndole explotar por los aires. O desplomarse.

Dejando escapar un pequeño suspiro, le observó desde arriba, no dándole tiempo a reaccionar cuando levantó la pierna y hundió la suela del zapato en el pecho ajeno, empujándolo hacia atrás hasta hacerle caer, silla incluida. Jangmin siseó, envuelto en una nube de dolor y vergüenza. Para ese momento, Jungkook estaba arrodillado a su lado, tomándole por el cuello de la camisa.

"Hijo de puta..." Escupía, notando como sus manos volvían a ser atadas otra vez. No había tenido tiempo de defenderse, siquiera. "¡Suéltame!"

Un golpe directo a la mandíbula le hizo quejarse.

"¡Que me sueltes!"

Jungkook, esta vez, impactó el puño en su nariz, haciéndola sangrar inmediatamente. Del mismo modo en que había visto a Balam hacer durante esas repugnantes grabaciones. Siguió golpeando a Jangmin, recordando con exactitud todos los golpes que su hermana recibió por su parte. Hasta que comenzó a llorar, suplicando clemencia. Sin embargo, solo se detuvo cuando escuchó la voz de TaeHyung.

"¡Jungkook!" El rubio se había acercado a él, rompiendo la primera regla. "¡Basta, Jungkook, vas a matarlo!"

"Es lo que se merece."

"Lo sé, pero si muere no obtendremos respuestas ni sabremos quién lo hizo, así que para." Le recordaba, poniendo una mano temblorosa en su hombro. Estaba muerto de miedo. "¡Por favor, detente! No quiero verle morir así."

Sólo entonces y notando la desesperación en su voz, el azabache dejó de usar la cara hinchada de aquel cazador como una bolsa de boxeo, mirando su propia mano rasguñada por los golpes también y siseando. Se había manchado de una sangre que no le pertenecía. Resultaba repugnante.

Jangmin dejó escapar el primer sollozo audible. "Déjame ir, por favor..."

"Eso jamás." Escupió el azabache, obligándole a incorporarse cuando empuñó su ropa. Sus ojos se encontraron, permitiéndole ver la cobardía, el miedo en los ajenos. "Te voy a hacer sufrir hasta que me supliques matarte con mis propias manos. Del mismo modo en que tus hombres y tú le hicisteis a mi hermana."

"Por favor..."

"Aunque primero necesito respuestas, así que vas a tener que aguantar con vida un poco más." Le dijo.

El cazador hipó, buscando consuelo en los ojos del rubio, quien no le devolvió la mirada. "TaeHyung, cariño, por favor..."

Jungkook volvió a golpearle. Una bofetada seca que le giró el rostro inmediatamente.

"¿Yo qué he dicho sobre mirar o dirigirte a mi acompañante, Jangmin? ¿Tengo que repetírtelo otra vez hasta que te entre en la cabeza, o me vas a obligar a que te lo meta a la fuerza? Porque eso es justo lo que estoy deseando."

Jangmin negó al instante, luciendo tan horrorizado y asustado que ni siquiera parecía él mismo. Ese que, con tanta confianza, había mandado a sus hombres una y otra vez a encargarse de TaeHyung. El mismo que trató de deshacerse de él sin ningún tipo de piedad.

"No, no... Lo siento, y-yo..."

"Cállate, me das asco." Bruscamente le dijo. "Dime quién demonios te ha mandado a atacar mi manada y por qué. Ahora."

El cazador negó.

"No, no puedo... Liu me mataría si se entera."

"Yo también lo haré si no hablas, te lo aseguro." Le dijo, apretando su ropa. Jangmin volvió a negar, indicando que no le temía tanto como al otro individuo.

Solo entonces, resignado y aceptando aquello como una pequeña derrota de la que pronto se recuperaría. Asintiendo e incorporándose, caminó de espaldas hacia atrás, llegando hasta Leedo.

"De acuerdo... Si no lo haces por las buenas, tendrá que ser por las malas, supongo."

Aquello confundió a Jangmin. "¿Qué...?"

"Leedo, haz el favor de pasarme esa tableta, ¿quieres? Tengo algo que mostrarle a nuestro invitado." Pidió, guiando su mano hacia él. Este depositó el dispositivo sobre ella cuidadosamente. "Gracias." Le dijo. Luego, miró a Jangmin. "Esto que verás no es nada agradable, pero supongo que eres lo suficientemente valiente como para soportarlo... O eso espero, al menos."

Igualmente confundido, TaeHyung se le acercó, queriendo ver de qué se trataba también, mientras Jungkook ponía un video en pantalla y le daba la vuelta, mostrándoselo al expectante cazador. El rostro de Jangmin palideció tan pronto como vio esas imágenes, en donde una señora de mediana edad aparecía, amordazada, con gruesas lágrimas recorriéndole el rostro. Para él no fue nada complicado reconocerla, pues se trataba de su madre.

"Mamá..."

"Mira qué señora tan agradable nos encontramos el otro día en Incheon, Jangmin. Era tan, pero tan dulce..." Dijo, una sonrisa en su rostro, mientras que él del susodicho estaba contraído por el miedo y la rabia. "No sé por qué aquí parece tan asustada, si no le hicimos más que preguntar por ti, pero supongo que le invadió la emoción del momento."

TaeHyung se mostró inmediatamente horrorizado, no creyéndole capaz de hacer tal cosa. "Jungkook..."

Este lo ignoró, siguiendo con su plan perfecto sin dejar de sonreír.

"Afortunadamente para todos, la señora Choi se mostró muy activa a la hora de colaborar, así que me gustaría que escucharas sus palabras."

"Jungkook, ¿qué has...?"

"Hijo... Jangmin, hijo mío... E-Estos hombres dicen que te están buscando, quieren saber dónde están."

La horrorizada voz de la señora Choi comenzó a sonar tan pronto como Jungkook pulsó el botón de «reproducir», interrumpiendo al rubio, quien comenzaba a sentirse inseguro a su alrededor. Ella lucía tan asustada, llorando en silencio mientras miraba a cámara.

Gruesas lágrimas aparecieron en las mejillas de su hijo. "Mamá..."

"Prometen no hacerme daño si haces todo lo que te dicen, así que por favor, cielo, hazlo..." Suplicaba entre pequeños hipidos. "Por favor, Jangmin, t-tengo mucho miedo, hijo..."

El vídeo terminó un segundo después. Jungkook, con una sonrisa triunfante, le devolvió la tableta a Leedo, frotándose más manos.

"Bueno, pues ya lo has visto por ti mismo, querido amigo." Dirigiéndose a él, le palmeó el rostro un par de veces. Jangmin tembló bajo su tacto. "Si crees que Roy Liu es capaz de matarte, no tienes ni idea de hasta dónde puedo llegar yo, así que hazle caso a tu pobre madre y canta como un gallo, ¿de acuerdo? No me has perder el tiempo, estoy seguro de que no es lo que ella querría ahora mismo."

El rostro de Jangmin estaba rojo de la rabia. "Eres... Eres un hijo de puta."

En respuesta, Jeon se encogió de hombros, impasable. "Puede ser, pero al menos no me convertiré en un maldito huérfano, así que tampoco me importa demasiado, ¿sabes? Espero que a ti sí."

Respirando hondo, hasta el punto en que terminó atragantándose con su propia sangre, el cazador hipó. Jungkook lo zarandeó para que se diera prisa, impidiéndole siquiera toser con normalidad.

"Roy... Roy Liu nos contactó para hacernos saber que pronto habría un nuevo miembro en tu manada. Un- un cachorro de lobo blanco por el que nos daría mucho, mucho dinero..."

TaeHyung se aguantó las ganas de vomitar como pudo.

"Os seguí la pista durante meses, hasta que vi a e-ese otro lobo blanco en tu manada, Liu también lo quería cuando le envié imágenes. E-Estaba convencido de que, si tenía cachorros, le daría muchísimo dinero. El suficiente para vivir esa vida y siete más. Por eso lo planeó todo por sí mismo."

"¿El qué planeó exactamente?"

"Todo... Nos hizo raptar a la hija de un viejo lobo solitario que vivía en el bosque, Sandara, una loba blanca que nunca antes había tenido cachorros. Pensó que sería perfecta para juntarla con tu hombre..." Gruesas lágrimas corrían por su rostro conforme relataba lo sucedido, como si él no hubiese sido partícipe de ello en absoluto. "Luego, una vez ese bebé naciera, nos lo llevaríamos p-para dárselo."

Asqueado y con la mandíbula apretada, Jungkook estampó el puño en su boca. "Desgraciado..."

Jangmin volvió a ahogarse con su propia sangre y saliva cuando se mordió la lengua.

"¿Qué más os pidió hacer?"

"Para- para llegar hasta el bebé, primero debíamos deshacernos del problema principal..." Susurró, mirándole a los ojos. Jeon ya supo de quién hablaba.

"Haon... Le drogasteis para que fuese más fácil manipularlo, ¿verdad?" Escupió directamente en su rostro. "Para que nosotros mismos lo viéramos como una amenaza y así quitároslo de encima."

Temeroso al ver sus ojos teñirse de oscuro, el cazador asintió. "Liu dijo que tenía la clave para que Haon hiciera justo lo que quería."

"Droga."

La voz de TaeHyung sonó. Jangmin le observó, encontrándose por primera vez con su mirada llena de decepción, horror y asco. Él asintió, un par de lágrimas recorriéndole tímidamente las mejillas.

"La misma droga que lleva años usando en el hijo de Miran, Daou. Así lo mantiene de su lado siempre." Explicaba Jungkook. "Es un patrón."

"Dios..."

"Si no haces lo que él quiere, Roy lo conseguirá por sí mismo..." Susurró el hombre que miraba a TaeHyung como si alguna vez lo hubiese querido realmente. "En nuestro caso, todo se torció. El objetivo se fugó, alguien murió y tú diste con nosotros cuando... c-cuando..."

TaeHyung cerró los ojos por un momento, si pecho apretándose, abriéndolos antes de decir: "Cuando ibas a raptarme."

Jangmin hipó, asintiendo con la cabeza.

"Lo siento... Eres más valioso de lo que crees." Susurró en su dirección.

El doctor Kim ni siquiera supo qué significado darle a tales palabras, confundido.

"¿Qué...? ¿Y-yo...?"

Jungkook le giró la cabeza, impidiéndole no sólo mirarle, también dirigirse a él, evitando así que pudiera darle a TaeHyung las respuestas que durante días parecía estar buscando.

"Ni se te ocurra decir nada más."

Los labios de aquel tipo se estiraron en una sonrisa falsa. "No vas a poder impedirlo aunque lo desees, lobito, sabes lo que Roy Liu quiere y por qué. Lo conseguirá tarde o temprano... Aunque no te guste."

TaeHyung se quedó de piedra. La sangre en las cejas de Jungkook hirvió sólo con pensar en las posibilidades.

"Doctor, vete fuera."

"¿Qué?" Reaccionó tan rápido como pudo ante tal orden. "Pero..."

"Es una orden, vete."

Confundido a más no poder, el rubio fue guiado fuera del sótano por Leedo, quién amablemente colocó una mano en su espalda y acto seguido cerró la puerta tras de sí, no dejándole ver nada de lo que ocurría dentro. Medio segundo después, el ruido de golpes bruscos y los gritos de Jangmin sonaron.

Al cabo de varios minutos en los que sólo esos ruidos provinieron del interior, Jungkook salió, con las manos llenas de una sangre que no le pertenecía y una mueca de pocos amigos. Sus hombres aparecieron tras él.

TaeHyung tembló al verlo, encontrándose con sus ojos, los mismos que se suavizaron tras toparse con él. Ni siquiera sabía qué decir o hacer, así que lo primero que invadió su mente fue lo que llevó a cabo. Y, presa del pánico, a la misma vez que asqueado, estampó su mano en el rostro ajeno, girándoselo.

"¿Qué...?"

"Eres un desgraciado." Escupió, dándose la vuelta dispuesto a marcharse.

Quizás, lo único que sabía era que no se sentía seguro con Jungkook, no después de ver lo que era capaz de hacer. Y no quería seguir allí.

Confundido a más no poder y bajo la atenta mirada de sus hombres, el azabache les indicó que se marcharan por otro lado, avanzando en dirección al rubio, que a paso rápido desaparecía poco a poco de su vista. Lo alcanzó enseguida, tomándolo por el brazo e impidiéndole seguir alejándose, viéndose obligado a darse la vuelta. TaeHyung se apartó como si el tacto de Jungkook quemase.

"No me toques."

"¿Se puede saber a qué ha venido eso, doctor?"

"¿Que a qué ha venido?" Repitió, sus ojos entrecerrados. "Sabes perfectamente a qué ha venido. Eres un malnacido." Lo señaló. "E-Eso que hiciste, amenazar a la señora Choi sólo por meterle miedo a Jangmin, sabiendo que ella no tenía nada que ver en esto..."

El azabache bufó. "¿Eres idiota, TaeHyung?"

"No, tú lo eres." Contraatacó, señalándolo. "Has llegado muy lejos, Jungkook, demasiado... No pensé que podías llegar a tales extremos."

"Claro, porque no lo hago."

Sus palabras lograron descolocarle. "¿Eh?"

"No he amenazado a esa señora, nadie lo ha hecho, es todo falso. Taesan usó algo llamado «Inteligencia Artificial» para hacer ese vídeo, aprovechando que te pusiste en contacto con la señora Choi y teníamos grabada su voz, así era más fácil. Sólo tuvo que usar un par de fotos encontradas en Facebook, su voz, añadir algunas especificaciones y listo. Video hecho." Explicó con una sencillez que no correspondía a lo que decía. TaeHyung estaba perplejo; él muy ofendido.

"Oh..."

"Sí, oh..., pero el golpe ya me lo he llevado gratuitamente." Asintiendo, le dio una mirada de locos amigos.

TaeHyung apretó los labios, viéndose arrepentido al instante. Tanto, que pudo una mano en el lugar que acababa de azotar con todas sus fuerzas, acariciándolo. Jungkook también tenía el labio partido, aunque eso no había sido culpa suya.

"Lo siento..." Susurró. Los ojos del azabache seguían fulminándolo.

"Claro que lo sientes."

TaeHyung le dio una sonrisita inocente, cargada de dulzura, tal vez queriendo así ablandarle el corazón.

"¡Jungkook, doctor!"

Sin embargo, antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo, Juria apareció por el pasillo, jadeando y con una hoja de papel en las manos. La mirada en su rostro denotaba angustia, una preocupación profunda que alertó de inmediato al líder.

"Juria, ¿qué ocurre?" Pronunció este, señalando el papel que llevaba consigo. "¿Qué tienes ahí?"

"E-Es Offroad, se ha ido."

El corazón de Jungkook dio un vuelco. "¿Cómo dices?"

"¿Dónde se ha ido?" Quiso saber TaeHyung, sonando sumamente preocupado.

Juria tragó saliva.

"A buscar Roy Liu por su cuenta."

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