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✧c.-019

N/A: Olvidémonos de Jungkook por un momento (medio segundo), TaeHyung es mi mayor orgullo hasta la fecha y lo amo con todas mis fuerzas!! xD

Cap dedicado a EsMeeQuinteRoPatters ♡♡

Hoy os recomiendo 'Keep Driving' de Harry Styles, a quien extraño demasiado.

[...]

Una gota de sudor frío recorrió las sienes del doctor, quién se vio cara a cara con siete lobos marrones, gigantes y de ojos profundamente oscuros. Su corazón se sintió pesado, acelerado, mientras el aire moría en sus pulmones.

El lobo más grande comenzó a avanzar, pasando junto a Taesan, Leedo, Mingyu y poco a poco llegando hasta ellos, siendo Jungkook su claro objetivo. Inconscientemente, TaeHyung, jadeante y aterrorizado, se colocó frente al azabache a modo de barrera protectora, impidiéndole llegar, para sorpresa de este mismo y los presentes. Jungkook miró su espalda delante de sí sin poder creerlo.

"Doctor..."

"No." Susurró, tragando saliva e ignorando los latidos desbocados de su corazón. Tenía la vista fija en aquel lobo grande, que no detenía su caminar lento, pasado, hacia ellos. "No te acerques más."

Deteniéndose frente a TaeHyung, a escasos centímetros de su rostro, provocándole un pequeño shock. El lobo lo olisqueó cuidadosamente, ignorándolo con descaro cuando el olor del miedo le repugnó, y, rodeándolos, alcanzó a Jungkook, haciendo exactamente lo mismo. Jungkook le mantuvo la mirada, sabiendo que, de algún modo, conocía aquel par de ojos oscuros. Estos parecían conocerlo a él también, demostrándolo en cuanto frotó la parte superior de su cabeza contra el rostro ajeno.

Jungkook esbozó una sonrisa amplia, reconociéndolo inmediatamente. "Cuánto tiempo, viejo amigo, ¿qué haces aquí?"

El lobo le gruñó en respuesta.

"¿Viejo amigo?" Susurró Leedo, perplejo, viendo el encuentro entre ambos lobos.

Como era de esperar, ninguno de los presentes entendía lo que sucedía. Mucho menos TaeHyung, quien permanecía en un constante estado de shock, alarmando así a Soyeon y preocupando en demasía al azabache, quien momentáneamente le observó. Luego, él observó de vuelta al lobo marrón que tenía delante.

"¿En serio no lo reconocéis? Después de tantos años juntos, ¿os habéis olvidado de él?"

Los presentes, a excepción del doctor, se miraron entre sí. Sólo había un lobo marrón al que reconocerían de por vida. Entonces, grandes sonrisas aparecieron en sus rostros.

"No..." Soyeon susurró, yendo hacia él. "¿Zhang Hao? ¿Eres tú?"

El lobo gruñó en respuesta, una vez más. Su manada se acercó lentamente, adentrándose en aquella cabaña. TaeHyung sintió cómo se le erizaba cada vello del cuerpo, comenzando a hiperventilar en cuanto estos llegaron frente a él, mordiendo cuidadosamente su ropa hasta conseguir que se pusiera en pie y así frotarse contra su pierna.

"¿Q-Qué...?"

"Tranquilo, doctor, son de los nuestros." Le hizo saber el azabache, sólo entonces recibiendo la ayuda de Taesan para ponerse en pie con dificultad, quejándose.

TaeHyung sostuvo su brazo de inmediato. "Tu herida..."

"Estoy bien, no te preocupes." Aseguraba, aventurándose a acariciarle la mejilla con suavidad, logrando así que respirase hondo, tranquilizándose poco a poco bajo su tacto. "Respira hondo y cálmate, no te harán nada. Este de aquí es Zhang Hao, un antiguo miembro de nuestra manada y muy buen amigo mío. No les tengas miedo."

Lentamente, asintió, cerrando los ojos ante la calma que Jungkook le producía y sin saber por qué. "Bien..."

"Zhang Hao dice que estos cazadores llevaban tiempo merodeando alrededor de él y su gente. No son una manada, sólo varios lobos extraviados que... que se han unido en una base cualquiera." Explicó el azabache, permitiendo que TaeHyung le acomodara mejor la venda y sosteniéndose de su cintura. La respiración ajena todavía era irregular, especialmente ante la mención de Jangmin. "Han matado a varios de los que convivían con ellos ya."

"Hijos de puta..." Masculló Soyeon. "¿Y por qué no se unen a nosotros? Somos muchos, pero todavía tenemos espacio para más en el refugio. Allí no hay peligro, hacemos guardias todo el tiempo y nos cuidamos los unos a los otros siempre."

Jungkook miró a Zhang Hao, quien volvía a gruñir. Él asintió.

"Dice que no es una decisión que pueda tomar por sí mismo a la ligera, que entre todos deben hablarlo. No va a dejarlos a su suerte y ponerse él a salvo."

"Bueno... Supongo que es justo si no se trata de una manada." Soyeon comprendió, dejando escapar un suspiro. "Nuestro hogar sigue estando en el mismo sitio de siempre, Hao, allí seréis bienvenidos en caso de que decidáis aceptar nuestra propuesta."

"Sí, pero por el momento, debemos volver a Seúl. Jungkook no está en peligro, pero su herida sigue abierta y necesita ser tratado lo antes posible." Recordaba Leedo. "También debemos ocuparnos de ese individuo y sus compañeros."

Zhang Hao gruñó una vez más, enviando un mensaje a los demás lobos que, comprendiendo al instante, mordieron las ropas de los cazadores, arrastrándolos por el suelo con sus dientes afilados para permitir a Jungkook y su manada llegar hasta la puerta sin ningún inconvenientes. Jungkook inmediatamente comprendió que se encargarían de lo que ellos habían comenzado, así que lo dejó estar.

"De acuerdo... Gracias."

TaeHyung no dijo nada, viendo como Mingyu y Leedo levantaban el cuerpo inconsciente de Jangmin del suelo con desgana.

"Volvamos a casa, jefe. Nos queda un largo camino por delante."

"Claro, vamos." Asintió, apoyándose en Taesan y caminando por su propio pie como podía, cojeando. Puso una mano en la espalda baja del rubio, llevándoselo consigo. "Vamos, doctor, tenemos que volver."

Este asintió, caminando silenciosamente junto a ellos. Los lobos marrones caminaron a sus espaldas, como si de algún modo estuvieran custodiándolos. TaeHyung se sintió conmocionado, un estremecimiento leve poniéndole los vellos de punta mientras avanzaban fuera de la cabaña y a través del bosque, donde el azabache dejó aparcada su camioneta.

Ayudó a Jungkook a entrar en los asientos traseros, poniéndole el cinturón cuidadosamente, mientras Soyeon se adueñaba del volante.

"Quédate atrás con él, doctor. Leedo, Taesan y Mingyu llevad a ese malnacido al otro coche y aseguraos de que no haga ninguna tontería en caso de despertar, ¿de acuerdo? Nos veremos en el refugio mañana por la mañana. Llevaré al doctor y a Jungkook al hospital." Ordenó la mujer, poniéndose el cinturón mientras TaeHyung hacía lo mismo. "Ya sabéis lo que hacer con él cuando lleguéis."

Los tres hombres asintieron. "De acuerdo, jefa."

"Muy bien... Pues, adiós, Zhang Hao, gracias por escoltarnos hasta aquí. Ha sido un placer volver a verte, espero que sigáis nuestras indicaciones y tu gente y tú aparezcáis por el refugio. Nos haría muy felices teneros allí." Se dirigió al lobo marrón, que gruñó en respuesta. "Ahora sí, en marcha."

TaeHyung cerró los ojos al momento en que el coche se puso en marcha, respirando hondo para calmarse. No podía creer todo lo que había sucedido en cuestión de segundos. El miedo, la incertidumbre, horror, la valentía de tener que salir en su propia defensa y en la de un Jungkook que, por querer mantenerlo a salvo, se había llevado la peor parte, acabando trágicamente herido. Tal vez, ese detalle nunca pasaría desapercibido en la cabeza de TaeHyung. Como el azabache, aún con una herida punzante en el costado, seguía manteniendo toda su atención fija en él. Queriendo calmarlo, pues conocía su miedo, y haciéndolo desaparecer por completo.

Una vez más, notando su estado, Jungkook le tomó la mano, obligándole a mirarlo. "¿Qué ocurre, doctor? ¿Sigues teniendo miedo?"

Él negó, pues era cierto. No lo tenía.

"Estoy bien, solo... Me aturde todo esto. Son demasiadas cosas en tan poco tiempo, muchas emociones fuertes para las que nunca pensé estar preparado." Admitió, mirando al frente. "Nunca pensé atacar a mi exnovio con una aguja llena de sedante, ni amenazar a un tipo con cortarle la yugular, ¿sabes?"

Jungkook esbozó una sonrisita. Soyeon, por su parte rio.

"Uno jamás sabrá hasta dónde es capaz de llegar cuando está en peligro, doctor. Tú has sido valiente y no sólo lograste salir de allí sano y salvo, sino que también protegiste a mi hermano."

Mirando al susodicho, comprobó que, efectivamente, lo que ella había dicho era cierto. Aún si Jungkook lo protegió primero, su valentía fue más que suficiente como para que ambos no fueran capturados por una dichosa banda criminal, encargada de comercializar con lobos como Jungkook. Sólo de pensar en lo que habían sido capaces de hacerle a ese hombre le ponía los vellos de punta.

"Lo sorprendente es que no sólo me has salvado de esos tipos, sino de Zhang Hao y los otros lobos cuando creíste que me atacarían." Señaló el azabache.

"Ya... Lo cierto es que yo tampoco sé cómo ni por qué lo he hecho si estaba muerto de miedo. Normalmente me bloqueo, pero esta vez no. Ha sido acto reflejo, supongo."

Otra risita escapó de los labios de Soyeon, viendo a su hermano y sus ojos brillantes centellear a través del espejo retrovisor. No le cabía ninguna duda en el cuerpo, el doctor Kim debía ser y era el indicado. Aquel que tanto temía encontrar.

Llegaron a Seúl tan sólo una hora y media después, cuando ya era de día y gracias al tráfico acelerado y a todos los atajos que Soyeon había tomado al volante. TaeHyung se había asegurado de mantener a Jungkook consciente durante todo el viaje, aún si este no parecía cansado o amenaza con dormirse en cualquier momento. No se veía como un hombre que acababa de ser apuñalado, desde luego.

"Yo me quedo aquí fuera vigilando, ¿de acuerdo? Usa el teléfono de Jungkook para avisarme en caso de que ocurra cualquier cosa, doctor." Pidió ella, una vez TaeHyung salió del coche en compañía de un malherido Jungkook que cojeaba.

El azabache frunció el ceño, apoyándose en la puerta. "¿Te vas a quedar aquí? No me fío de que lo hagas sola, podría ser peligroso..."

"Claro que no, estaré bien, descuida. Vosotros id y daos toda la prisa que podáis."

Dejando escapar un bufido, terminó cediendo. Incluso sin ser hermanos de sangre, Soyeon era tan testaruda como él, pero jamás peor de lo que solía serlo Balam. A esa mujer no había nadie que pudiera ganarle.

TaeHyung lo guio hacia el interior del hospital con cuidado, mientras él luchaba por no poner todo su peso a disposición del rubio, forzando su pierna no adolorida contra el suelo torpemente. Odiaba haber sido tan descuidado como para terminar en tal estado, pero no se arrepentía de ser el que acabara herido. Al fin y al cabo, proteger y velar por la seguridad del doctor era su responsabilidad.

"¡Doctor Kim, doctor Kim!" Hinata, una de las enfermeras a las que había contactado por teléfono, se acercó a ellos corriendo con una silla de ruedas. TaeHyung esperó a que ella llegara, sosteniendo al azabache contra su propio cuerpo.

"Sígueme la corriente en todo lo que diga, ¿de acuerdo?" Susurró sólo para que Jeon pudiera escucharlo.

Este asintió. "De acuerdo."

"Aquí, señor, siéntese aquí."

"Gracias, Hinata." Una vez estuvo frente a ellos, la enfermera empujó la silla hacia Jungkook, quien era ayudado por TaeHyung a tomar asiento. El azabache siseó ante el intenso dolor que se incrementaba, maldiciendo al aire. "Cuidado, cuidado, no te dobles demasiado..."

"Eso intento."

"¿Puedo preguntar qué ha pasado, doctor Kim? ¿Está usted bien?"

Asintiendo, el susodicho frotó los hombros de su acompañante, calmando así, sin saberlo, parte de aquel dolor. "Estoy bien, descuida. Intentaron atracarme de nuevo cuando salía del supermercado y el señor Jeon, que iba conmigo, se llevó la peor parte al salir en mi defensa."

"Dios, qué horror..." Murmuraba ella, sabiendo que era la primera vez que eso ocurría. "¿Y no han hablado con la policía?"

"Lo hicimos y nos dieron la misma respuesta de siempre: seguramente sea alguien con una severa adicción que busca dinero para subsistir. No pueden hacer nada aún si ya saben quién es, porque entrará en el calabozo y saldrá a los dos días. Es inútil intentarlo." Fue lo que dijo, usando las mismas palabras que los policías le fueron la primera vez, cuando sí sucedió de verdad.

"¿Estaban juntos también esa vez? Pensé que estaba usted solo, no con su... con... con él."

Hinata pareció confundida a la hora de preguntar, sonrojada hasta las pestañas, como cada vez que se dirigía al doctor Kim. TaeHyung, que no había especificado quién era ese hombre para él (y, honestamente, tampoco lo veía necesario, por lo que no planeaba hacerlo), negó.

"Claro que no. El señor Jeon no estaba conmigo en ese momento, sólo ahora."

"Oh, ya- ya veo..." Asintió, tragando saliva. "En cualquier caso, me alegra mucho que esté bien, doctor Kim. Es un alivio."

Jungkook, notando la tensión en el ambiente, frunció el ceño. ¿Por qué se sentía como si repentinamente esa enfermera hubiera olvidado que tenía una raja en el estómago del tamaño de un alfiler horizontal? Como si ligar con el rubio —frente a él, por supuesto, además— fuera mucho más importante.

TaeHyung se detuvo frente a la enfermería, esbozando una sonrisa. "Te lo agradezco mucho, Hinata, y gracias por tu rapidez a la hora de ayudar. Voy a examinar al señor Jeon ahora. Puedes retirarte, se acerca la hora de tu descanso."

Ella esbozó una sonrisa inmensa, feliz de que lo hubiera recordado, a pesar de ser un ínfimo detalle. "Claro. Nos vemos pronto, doctor."

"Nos vemos." Dijo, a modo de despedida esta vez, palmeando los hombros de Jungkook. "Vamos a curarte esa herida, campeón, ¿te parece bien? Lo más probable es que necesites puntos."

Jungkook, que mantuvo sus ojos fijos en aquella enfermera (la cual continuaba allí de pie, a la espera de que algo más sucediera), la fulminó de inmediato, sus ojos tan oscuros y entrecerrados logrando intimidarla. De algún modo, y como si de un crío se tratase, sonrió, satisfecho. Definitivamente, tenía menos de cinco años mentales. Tal vez, incluso cuatro. A lo mejor tres.

"Ya me lo imaginaba..."

"No te preocupes, procuraré ser lo más cuidadoso posible."

"Eso espero, doctor. Serías un muy mal amante si me hicieras daño después de terminar así por ti."

Hinata palideció. TaeHyung, bufando, azotó su cabeza con un golpe seco, suave, sonrojándose por su descaro en el proceso. Y él, satisfecho, esbozó una amplia sonrisa, siendo guiado hacia el ala de enfermería.

"Serás imbécil..."

Dejando escapar una carcajada, Jungkook se quejó tan pronto como la herida punzó, siseando. TaeHyung se detuvo frente a la camilla, inclinándose sobre él para ayudarlo a levantarse.

"A ver, ven aquí, vamos a trasladarte a la camilla para que pueda verte mejor."

Jungkook se apoyó en él con cuidado, una vez más no queriendo dejarle cargar con todo su peso y encargándose de llegar casi por sí mismo hacia la camilla, tomando asiento sobre ella. Y, debido a que TaeHyung prácticamente había estado usando toda su fuerza corporal para guiarlo, lo liviano del repentino momento llevó su cuerpo hacia delante, chocando sobre el azabache sin poder evitarlo. Jungkook usó sus manos para sostenerle la cintura, evitando así que la colisión fuese dañina.

"Joder..."

"Ay, lo siento." El rubio se movió con una rapidez alucinante, separando y disculpándose. "¿Estás bien?"

"Perfectamente, doctor. Aunque, de haber sabido que me tenías tantas ganas, hubiese dejado que me apuñalaran antes."

Dejando escapar un bufido, TaeHyung lo fulminó, ignorando por completo aquella insinuación tan descarada, mientras buscaba todo lo necesario para limpiar, desinfectar y curar la herida, junto a un par de guantes desechables.

"No te hubiesen apuñalado de no ser por tu insistencia en ir el primero siempre."

Para sorpresa del doctor, Jungkook asintió, dándole la razón. "Cierto, cierto." Concordó. "Te hubiesen apuñalado a ti en mi lugar, lo cual es mucho menos doloroso, pero fallaría como líder y como persona que ha jurado protegerte."

"Tú no tienes que jurarme nada, Jungkook."

"Me lo he jurado a mí mismo, no a ti."

Aquello hizo a TaeHyung sentir inexplicablemente confundido, mirándole como si no pudiera —y no lo hacía, de hecho—, una vez más, comprender de dónde provenía tanta devoción hacia su persona. Jungkook ya había saldado su deuda por lo sucedido con Balam hacía mucho tiempo, cuando impidió que Jangmin y sus hombres lo atraparan. No necesitaba desangrarse en el proceso para demostrar que estaba agradecido.

"¿Por qué a ti?"

"Porque sí."

Otro bufido abandonó sus labios. Una vez más, Jungkook no parecía por la labor de resolverle ninguna duda.

"Pues muy bien..." Masculló, poniéndose una de las batas que tenía cerca. "Hazme el favor de quitarte la camiseta, voy a ir lavándome las manos mientras tanto."

Haciendo lo pedido, Jungkook se despojó la camiseta con algo de dificultad, al mismo tiempo en que el doctor iba hacia el lavabo y limpiaba sus manos manchadas de sangre seca, enjabonándolas. Viendo cómo las paredes se teñían, suspiró, por su mente recorriendo el pensamiento de que esa sangre podía haberle pertenecido a él, de no ser porque Jungkook estaba empeñado en ser su guardaespaldas. Y, aún peor, que Jangmin, a quien él mismo había dejado inconsciente, habría sido el culpable.

"¿Doctor?" La voz del azabache sonó tras él, confundido, pues al parecer llevaba varios segundos llamándole sin obtener respuesta.

Él se giró tras ser consciente de ello, luciendo ido. "¿Eh?"

"Te decía que la sangre ha traspasado el vendaje y voy a necesitar una nueva camiseta... ¿Va todo bien?"

"Oh, sí, sí... Todo bien." Asintió, zarandeando la cabeza para sacarse de allí pensamientos innecesarios que no hacían más que martirizarlo. Una vez estuvo listo, volvió con el azabache. "Por la camiseta no te preocupes, puedo dejarte algo. Siempre tengo ropa en mi taquilla en caso de emergencia."

"Perfecto."

"Perfecto."

Antes siquiera de poder acercar sus manos al cuerpo ajeno, los dedos de Jungkook se posaron en su barbilla, obligándole a mirarle. "¿Seguro que va todo bien, TaeHyung?"

La preocupación en su rostro, la inexplicable dulzura a la hora de dirigirse a él, lograron que TaeHyung se estremeciera de pies a cabeza, sintiendo cómo se le aceleraba el corazón y teniendo no poder darse una respuesta a sí mismo de por qué sucedía. Era incapaz de comprender como alguien a quien a duras penas conocía, podía hacerle sentir de esa manera y lo odiaba. Lo odiaba porque una parte de su cuerpo le hacía creer que tenía algún tipo de vínculo con él, convenciéndolo, y no podía soportarlo.

Finalmente, y terminando por asentir incluso si no lo estaba en absoluto, suspiró. Jungkook lo soltó, a pesar de que sabía que mentía.

"Voy a proceder a quitarte la venda. No te asustes si ves mucha sangre acumulada, ¿vale? La hemos apretado bien por lo mismo." Advertía, viéndole asentir. El azabache ni siquiera se había inmutado por ello más allá del dolor, lo que causaba demasiada curiosidad en él. "¿Puedo preguntar si esta es la primera vez que sufres un ataque así, o...? Porque pareces muy tranquilo."

"No me han apuñalado nunca antes, pero la sensación y el dolor no está tan alejado de lo que un arañazo proveniente de cualquier lobo pueda provocar, así que no me toma por sorpresa."

"Vaya... Eso suena como algo súper tranquilizador."

Una risita abandonó los labios del azabache, quién se quejó ante la punzada de dolor que causó. "Joder... Lo- lo que intento decir es que duele a morir, pero no es la primera vez que experimento este tipo de dolor, así que intento sobrellevarlo lo mejor posible."

TaeHyung asintió, terminando por retirar la venda ensangrentada y lanzándola al cubo de basura. Luego, se colocó el par de guantes, acercando los dedos a la herida.

"Ya lo veo, ya." Murmuraba, analizándola un poco por encima y suspirando. "De todos modos, y afortunadamente para ti, el gilipollas que llevaba la navaja a duras penas sabía usarla, porque no te ha hecho más que un corte superficial al que tendré que darle unos cuantos puntos de sutura. Nada preocupante."

"¿En serio? Entonces, ¿no voy a tener que preparar la herencia?"

TaeHyung soltó una carcajada. "No, por el momento no, puedes estar tranquilo. A ambos nos han tocado un par de cazadores novatos e inútiles."

Sólo entonces, y por primera vez desde que dejaron atrás Incheon, Jungkook se fijó en los estragos que aquel pobre ataque había dejado en el doctor, notando marcas de dedos en su cuello. La sangre en sus venas ardió, conforme el corazón se le aceleraba. Para él fue imposible no comprobar si realmente estaban allí, acariciándole la piel con suavidad, temiendo hacerle más daño del que ya había sufrido.

Sus ojos se encontraron de manera fugaz.

"¿Te duele?"

TaeHyung negó. "No, no duele. Estoy bien. Sólo era más fuerte que yo, pero no más listo."

Jungkook esbozó una sonrisa, ciertamente orgulloso de él.

"Eso lo sé, doctor. Has sido la persona más inteligente de esa cabaña todo el tiempo, incluso por encima de mí." Aseguró, escuchándole bufar.

"Oh, Jungkook, por supuesto que por encima de ti, pedazo de torpe. Eres el primero al que han dejado sin aliento."

Este lo fulminó, creyendo haber sido amable con aquel halago y a cambio no recibiendo nada más que un descarado insulto hacia su persona. "Podías haber sido tú, de no ser porque mi prioridad era y sigue siendo protegerte, doctor. No te olvides de eso."

Otra risa escapó de los labios ajenos, asintiendo mientras usaba una gasa esterilizada para limpiarle la herida cuidadosamente. "Es probable que jamás olvide nada de lo que está sucediendo ahora, Jungkook, mucho menos lo que hiciste."

"¿En el buen o en el mal sentido?"

"En el peor." Respondía, tirando la gasa y agarrando otra impregnada previamente en antiséptico. "He dejado inconsciente a mi exnovio, a uno de sus hombres y casi me cortan el cuello. No voy a superarlo nunca. Esto te va a doler un poquito, por cierto." Avisó. Acto seguido, presionó la gasa contra su piel abierta.

Jungkook siseó, sintiendo cómo le ardía la piel. "Lo siento..."

"¿Qué sientes?"

"Haber accedido a que me acompañaras y te vieras involucrado en todo esto. Debí impedírtelo cuando lo dijiste."

De inmediato, el rubio negó. "No, claro que no. No es tu culpa y, aún si me lo impidieras, hubiese encontrado la forma de ir sí o sí. Y tal vez de esa forma, tú no hubieras podido protegerme como lo hiciste, así que ni se te ocurra disculparte."

"Bueno..."

En su leve murmuro, Jungkook le dejó claro que seguía pensando tal y cómo había dicho. Por ello mismo, tras dejar todo lo que estaba haciendo a un lado, usó el dorso de su mano para levantarle la cabeza y que así le mirase a los ojos.

"Lo digo en serio, Jungkook. Puede que nuestra relación no sea la mejor del mundo y que definitivamente hayamos empezado con el pie izquierdo, pero jamás te culparía por nada de lo que ha pasado hasta el día de hoy, mucho menos cuando tus intenciones eran buenas aún si no sabías demostrarlo. No lo hagas por mí, ¿de acuerdo?"

Finalmente, este asintió, esbozando una sonrisita. "De acuerdo." Accedió, satisfecho con las palabras ajenas, hasta que recayó en las últimas y su sonrisa se convirtió en una mueca de confusión y posteriormente de indignación. "Eh, un momento... ¿Cómo que no supe demostrar que mis intenciones eran buenas?"

"Sé honesto, no sabías. Me seguiste a escondidas hasta mi casa, me besaste e hiciste que me fuera del restaurante. Luego me perseguiste por todo el bosque en tu forma animal y terminaste desnudo sobre mí hasta causarme un desmayo."

"Porque eres testarudo a morir y no me hacías caso cuando te avisé."

"Dijiste que me venderían como un pavo por Navidad, cualquiera en mi situación sentiría que le están vacilando."

Otro bufido abandonó los labios del azabache. "Claro, pero tú me cruzaste la cara de un puñetazo."

"Y tú me besaste a la fuerza."

"No fue a la fuerza."

El ceño del rubio se frunció. "Lo fue."

"Claro que no."

"Claro que sí."

"Que no, me correspondiste."

TaeHyung negó, indignado. "No lo hice."

"Lo hiciste."

"No."

Las cejas de Jungkook se elevaron, sabiendo que aquí tenía todas las de ganar. Sus dedos se enredaron en la bata médica del doctor, empujándole superficialmente sobre él. "¿Lo comprobamos otra vez, entonces?" Sugirió. En respuesta, este presionó su herida a propósito, haciéndole sisear. "Serás..."

TaeHyung copió su postura, levantando las cejas también.

"¿Quieres que lo comprobemos igualmente o ya no?"

Y, respondiendo de manera silenciosa, Jungkook le mantuvo la mirada por, al menos, tres segundos, antes de actuar y jalar de su bata hacia abajo otra vez, casi tirándose al doctor encima. TaeHyung alcanzó a apoyar las manos sobre la camilla, quedando a escasos milímetros de él y suspirando debido a su falta de seriedad.

Sin embargo, no pudo decir nada, siquiera cuestionar sus acciones, cuando la puerta se abrió y Hinata apareció con un carro repleto de repuestos para la sala de enfermería.

"Doctor Kim, le traigo más desinfectante y ga... oh." Ella se quedó quieta, perpleja y con el rostro palideciendo segundos después, sus mejillas enrojeciendo conforme enfrentaba la escena que tenía delante con dificultad, mientras TaeHyung se apresuraba en apartarse del azabache. "L-Lo siento, no quería interrumpir, yo, e-eh..."

"No interrumpes, Hinata, descuida, estaba comprobando si el señor Jeon presentaba dificultades visuales. Me ha dicho que se sentía un poco mareado."

"Ow... ¿Es muy grave la herida? ¿Puedo ayudar en algo?"

"Está todo bien, tranquila, sólo se ha mareado un poco por la tensión del momento, pero sus constantes son favorables y la herida no es más que un pequeño corte. Le daré unos cuantos puntos de sutura y podremos irnos a casa."

La garganta de Hinata se movió cuando tragó saliva. "¿A-A casa? ¿Juntos...?"

Y, como era de esperar, Jungkook frunció el ceño, extrañado.

"¿Por qué eres tan entrometida?" Le preguntó directamente. Ella enrojeció de pies a cabeza, siendo consciente de que había dicho aquello en voz alta.

TaeHyung lo fulminó. "Jungkook..."

"¿Qué? Es verdad. Hace preguntas que no proceden, demasiado personales."

"Lo siento, lo siento." Se apresuraba a disculparse por segunda vez. "No quería ser entrometida, sólo lo decía porque hace un par de semanas vino su novio, doctor Kim, el señor Choi, preguntando por usted y diciendo que llevaban días sin hablar. Parecía enfadado, muy enfadado... Nunca me dio buena espina, así que pensé que él estaba detrás de sus ataques. Lo siento."

El corazón de TaeHyung dio un vuelco ante la mención de Jangmin.

"¿Qué?"

Jungkook se incorporó sin medir la fuerza, mucho menos pensar en su estado. Una punzada le hizo sisear. "¿Ese hijo de la gran puta vino personalmente a buscarlo?"

Ella asintió, tragando saliva de nuevo.

"Quería saber si se había mudado y a dónde, me pidió una dirección exacta... Yo no dije ni hice nada, por supuesto, simplemente me limité a responder que no se encontraba trabajando en ese momento y ya."

"Has hecho bien, Hinata, gracias..."

"Sí. Lo siento por haber sido demasiado brusco, creí que sólo estabas husmeando porque sí." Se disculpó Jungkook, viendo el alivio en su mirada. "La próxima vez que venga alguien preguntando por el doctor y creas que parece sospechoso, pide nombres y apellidos, ¿de acuerdo? Y llama a TaeHyung de inmediato."

"De acuerdo."

"Gracias."

"También vino otro chico, alto y joven, hace una semana atrás aproximadamente, creo... No preguntó nada ni se dirigió a nadie, pero Maya y yo vimos que husmeaba en la sala de descanso y tuvimos que echarlo. Fue directo a tu taquilla, doctor Kim."

Un estremecimiento recorrió el cuerpo del susodicho. Jungkook tomó sus antebrazos, notando la tensión que emanaba y logrando tranquilizarlo.

"¿Vestía de negro?"

De nuevo, Hinata asintió. TaeHyung se tensó aún más. "Cubrebocas, cazadora y gorra negra. Era joven, bastante. No debía tener más de veinte años. ¿Lo conocen...? ¿Es alguien peligroso, o...? Porque, sinceramente, no parecía."

"Eso no es lo importante ahora, lo único que debes saber es que seguirán viniendo y todos ellos lo harán buscando al doctor Kim. No hables con ninguno, sólo contacta con él tan pronto como se marchen, sin dar datos ni información, ¿está bien? Intenta mantenerte al margen tanto como puedas, Hinata." Le aconsejó, apreciando en primer plano como la pobre muchacha se estremecía, luciendo acongojada.

TaeHyung, al borde de un ataque y con el vómito asomándose por la garganta, zarandeó la cabeza, respirando hondo. No iba a volverse loco en su lugar de trabajo, incluso estando de vacaciones.

"Vuelve a lo que estabas haciendo antes de esto, Hinata, no te preocupes por nada más, ¿de acuerdo? Sólo sin pequeños asuntos sin importancia."

"Claro, doctor..." Asintiendo lentamente, accedió. "En ese caso, me marcho. Nos vemos cuando vuelva de sus pequeñas vacaciones, disfrute y cuídese mucho. Por favor..."

"Lo haré. Gracias."

"Que se mejore, señor Jeon. Le deseo una pronta recuperación."

Él sonrió como pudo, sus dedos acariciando los nudillos del doctor. "Gracias, Hinata."

Una vez ella se marchó, TaeHyung miró a Jungkook como si supiera que en cualquier momento iba a desmoronarse, respirando hondo para calmarse. Definitivamente, todo esto estaba superándole con creces.

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