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✧c.-012

N/A: Hace tiempo me prohibí a mí misma decir que tenía capítulos favoritos, porque no terminaba nunca... Ahora volvemos a ello xD

Cap dedicado a  IngridRodriguez97479 ♡♡

Hoy os recomiendo 'MIA' de Khalid ft. Chlöe, gracias al Radar de Novedades, mi segundo gran aliado.

[...]

Para TaeHyung fue extremadamente complicado dormir teniendo a un hombre lobo sentado en el sofá de su habitación mirándole fijamente, por no decir imposible. Tanto, que llegó un punto en el que se quedó tumbado boca arriba, ignorando su cansancio, replanteándose su existencia como llevaba meses sin hacer y lamentándose por lo mucho que sufriría ese día, teniendo en cuenta que tenía turno nocturno en el hospital. Todo al mismo tiempo, mientras la respiración calmada de Jungkook a tan sólo unos metros lograba relajarle. Aún así, era incapaz de cerrar los ojos y descansar.

Tal vez, en cualquier momento explotaría.

A la mañana siguiente, con menos de dos horas de sueño, ojeras hasta la garganta y un hombre lobo —todavía— mirándole a través del la puerta del baño mientras terminaba de arreglarse para bajar a desayunar, TaeHyung pensó más de una vez en apuñalarse con el cepillo de dientes.

"Sabes que parpadear es vital para el ser humano, ¿verdad?" Le dijo, encontrándose con sus ojos mediante el espejo que tenía delante, acomodándose el flequillo sutilmente ondulado contra la frente. "Es decir, debes hacerlo sí o sí."

Jungkook se mostró confundido. "Pues "claro que lo sé, ¿a qué viene esa pregunta?"

"No, nada..." Zarandeó su cabeza muy lentamente. "Temía que de algún modo lo hubieras olvidado, ya sabes... Ya que has pasado toda la noche mirándome como si mi propia cama fuese a atacarme en algún momento y todavía lo sigues haciendo, pensé que debía recordártelo. Sólo eso, por tu bien más que nada."

Entonces, TaeHyung se encogió de hombros, soltando el cepillo en su respectivo cajón y dándose la vuelta hasta quedar frente a frente con él de nuevo. Jungkook le observaba como si no alcanzara a entender su punto, confundido.

"Estoy aquí para vigilarte a ti y a tu alrededor, doctor."

"Correcto. Para vigilar, no para hacer un conteo exacto de mis ronquidos durante la noche. Es importante saber el límite."

El ceño de Jungkook se frunció aún más, admirándolo de cerca. "No roncas."

"Porque no he dormido."

"¿Y por qué no has dormido?"

"Porque has estado mirándome como un psicópata toda la noche, te lo acabo de decir. Es inquietante."

De esa forma y finalmente comprendiendo (lo que a él le dio la gana, en realidad) su punto, Jungkook levantó ambas cejas, mostrándose interesado por lo que acababa de decir.

"Oh, ya entiendo..." Asentía, pasándose la lengua por los labios y sonriéndole. "Te pongo nervioso, ¿no?"

Un bufido abandonó los labios del doctor. "Me pones de los nervios, que es muy diferente." Le dijo, decidiendo que discutir algo tan simple con una persona a la que le salían orejas y cola no era la mejor forma de pasar su mañana, por muy discriminatorio que sonara.

Intentó pasar, exasperado, por el hueco que había entre Jungkook y la puerta, fallando estrepitosamente cuando este. no se movió ni un centímetro, así que masculló un escueto "Quítate de en medio", empujándole con su cuerpo para de esa forma conseguir su objetivo. Jungkook esbozó una sonrisita, viéndole alejarse y sosteniendo su brazo para enviarlo de vuelta a donde estaba, haciendo chocar su espalda contra la pared y acto seguido arrinconarlo ahí.

"¿Qué haces ahora? Suéltame." Refunfuñó, su ceño fruncido y los ojos entrecerrados fulminándolo.

Poniendo una mano en su pecho, lo mantuvo fijo en aquel lugar.

"Hay que ser más directo cuando quieres comunicarle a alguien algo que te molesta, doctor, no puedes andarte con rodeos y pretender que todos entiendan." Lo señaló, dándole un leve golpecito en la barbilla. TaeHyung bufó. "Así que, si hay algo que te moleste de mi, dímelo directamente."

Inmediatamente él rodó los ojos, asintiendo. "Yo lo intentaría, ¿eh? Pero es que justo hoy tengo turno de noche en el hospital."

"¿Y qué?"

"Que me gustaría hacer otras cosas, no pasar todo el tiempo aquí diciéndote toooodo lo que me molesta de ti."

Tal y como esperaba, el azabache dejó escapar un bufido también. "Hablo de cosas que sí pueda cambiar."

"Ya, y yo."

Los ojos ajenos no tardaron en fulminarle, haciéndole saber que no le gustaban las bromas que él tanto solía hacerles al resto.

"Vete a la mierda, doctor, ¿quieres?" Le dijo, tan ofendido y molesto que terminó siendo él quien se marchase escaleras abajo esta vez, furioso, dejándole a solas allí.

TaeHyung soltó una carcajada.

Para el momento en que bajó a la cocina, encontró a Jungkook con la cabeza metida entre las puertas del armario donde guardaba toda la comida, mascullando algo en voz baja mientras rebuscaba. El rubio se puso tras él, admirándolo. Era increíble la facilidad con la que se acomodaba en un hogar que no le pertenecía, con tan poca vergüenza y descaro.

"¿Qué buscas tanto?"

Jungkook ni siquiera se giró a mirarle. "Comida." Le dijo entre dientes, agarrando una lata cualquiera y observándola, sus cejas en alto. "Paté de hígado de cerdo premium con arroz, alto en nutrientes, para perros adultos..." Leyó, antes de mirar al rubio. "¿Esto es para mí, doctor? Qué detalle."

Incapaz de no reír, TaeHyung le quitó la lata de las manos. "Podría serlo perfectamente, pero no, es la comida de mi bebé."

"Ah, para tu novio... Entiendo."

"Para mi perro, Jungkook." Dejándola de nuevo en su lugar, dijo.

"¿Tienes un perro?"

"Técnicamente es de mis padres, pero ahora que están jubilados suelen irse mucho de viaje, y él tiene ansiedad social, claustrofobia e hiperactividad, no puede ir en avión." Explicó, oyendo su silbido de pura sorpresa y señalando la foto del animal en cuestión pegada a la puerta del frigorífico. "¿Ves? Es ese de ahí llama Yeontan, es un pomerania precioso y super cariñoso."

Acercándose al frigorífico, Jungkook pasó sus dedos por la imagen del pequeño animal, asintiendo. "Qué bonito."

"¿Verdad? Es el mejor perro del mundo."

"Parece muy tranquilo, aunque no me gustan demasiado los perros pequeños por obvias razones, pero se ve bastante calmado. Tiene los mismos colores que mis uno de mis tres chicos."

El ceño de TaeHyung se frunció. "¿Tus chicos? ¿Tienes perros?" Cuestionó, viéndole asentir.

"Bam, Ppaeng y Song, son tres cachorros dóberman de la misma camada."

"Oh, ya veo, ¿y son perros de verdad o...?" Recibiendo una mirada fulminante por su parte, se sintió confundido, riendo en cuanto supo por qué lo hacía. "Lo pregunto totalmente en serio, me interesa saberlo."

Jungkook bufó, aunque de todos modos respondió. "No son cambiaformas, si esa es tu pregunta."

"Entiendo... ¿Y por qué dices que por obvias razones no te gustan los perros pequeños? ¿Qué te sucede con ellos? Si se puede saber, claro."

"A mí concretamente no me pasa nada con ellos, es algo de lobos en general. Y, para serte sincero, son los perros pequeños quienes tienen problemas con nosotros." Explicó, agarrando una caja de algo que parecían ser cereales y volviendo a observarlos con el ceño fruncido. Parecía un señor mayor. "Granola con frutas del bosque... ¿Qué frutas del bosque exactamente?"

TaeHyung le arrebató esa cajita también, devolviéndola a su lugar. "Deja de toquetearlo todo si no vas a terminar eligiendo nada, pesado."

"Es que tienes cosas muy raras..."

"Cállate." Fulminándolo, cerró ambas puertas para que no pudiera seguir curioseando entre sus cosas. Jungkook emitió un quejido. "Y volviendo a lo de los perros pequeños, ¿qué problemas tienen con los lobos?"

Moviéndose hacia el frigorífico para seguir con su exploración en busca del desayuno perfecto, Jungkook se encogió de hombros.

"Lo cierto es que no puedo encontrar una explicación para eso, simplemente no les gustamos y ya."

"¿No les gustáis o tú no les gustas?" Preguntó, interesado. Una pregunta qué, por supuesto y tal y como esperaba, Jungkook ignoró de manera exitosa, haciéndole reír.

En su lugar, le dio la respuesta que él creía más acertada. "Deben sentirse intimidados, supongo. Somos más grandes, más fuertes y mucho más imponentes, a nuestro lado son pequeñas ratas con colmillos y moños adorables encima de la cabeza. No les culpo si una parte de ellos se sienten intimidados, la verdad, sería totalmente nor..."

La voz de Jungkook fue opacada por el sonido de un ladrido agudo y gruñidos que sonaron poco después, proviniendo de una criatura pomposa, diminuta y que mostraba sus colmillos al azabache, quién se dio la vuelta casi a cámara lenta. Frente a él, un perro pequeño, igual de redondo y peludo que una pelusa, se encontraba, casi temblando de la rabia. Y, de algún modo, palideció al verle abalanzarse sobre él.

"¡Coño!"

"¡Yeontan!" TaeHyung, que era la primera vez que veía a su perro tan agresivo, fue inmediatamente a por él en cuanto Yeontan se subió a la pierna de Jungkook, amenazando con clavarle los dientes. "¡Para, Yeontan!"

"¡Quítamelo de encima, quítamelo ahora mismo!"

Sin demasiado éxito, el rubio hizo todo lo que estuvo en su poder para evitar una catástrofe, perdiendo las fuerzas tan pronto como levantó la mirada y vio el rostro horrorizado de Jungkook. El miedo en sus ojos que parecían a punto de salírsele, pálido y la mandíbula desencajada. Entonces, una carcajada se le escapó, llamando así su atención.

"Doctor, haz algo, tu perro me está atacando." Pidió, zarandeando la pierna al ver cómo esa cosa diminuta y peluda hacía todo lo posible por hincarle el diente. Yeontan comenzó a ser zarandeado en el aire. TaeHyung no se movió. "¡Doctor, no te quedes ahí parado!"

TaeHyung sólo pudo reír más fuerte, sus ojos llenándose de lágrimas mientras las manos que rodeaban a Yeontan se deslizaban hacia abajo, quedando sin fuerzas.

El perro no hacía más que gruñir, mordisqueando los pantalones que la noche anterior su propio dueño le había otorgado al pobre azabache, que temía por su vida, meneando la pierna con la esperanza de que se cansara en algún momento, cosa que no parecía suceder pronto. Entonces, no encontró otra salida más que suplicar por ser liberado.

"¡Por favor, ayúdame y quítame esta cosa de encima, TaeHyung!" Chilló, tan blanco como el papel, sintiendo que podía desmayarse en cualquier momento.

Por ello mismo y notando la desesperación en su voz, el rubio se apiadó de él, agachándose una segunda vez para atrapar a su mascota y quitársela de encima con una facilidad que no sólo resultó brillante, también alcanzó a humillarlo de alguna forma, pues su ego de líder se vio levemente magullado. Sin embargo, lo dejó pasar, suspirando aliviado cuando estuvo libre de nuevo.

"Menos mal, joder..." Llevándose una mano al pecho, visualizó al doctor calmando a Yeontan con palabras suaves y los dedos alrededor de su hocico diminuto. Él fulminó al animal. "Puta rata de mierda..."

Tras aquel insulto desproporcionado, Yeontan volvió a girar la cabeza y ladrarle, amenazándole con atacar y logrando sobresaltarle por segunda vez.

"¡La madre que me parió!"

"Claro, ¿para qué le insultas? Si ya se estaba calmando..." TaeHyung no tardó en regañarle, sus ojos entrecerrados y los dedos rascándole las orejas al animal más pequeño. "Cálmate, bebé, es inofensivo, no te va a hacer daño, sólo es un pobre lobo gilipollas..." Le decía, levantando la cabeza para mirar al susodicho. "Discúlpate con él ahora mismo."

"Sí, los cojones."

Yeontan ladró más fuerte, casi zafándose de los brazos de su dueño. Jungkook gritó, arrepintiéndose al instante y pegando la espalda contra el frigorífico, atemorizado.

"¡Vale, vale, lo siento! Lo siento, rata enana, no pretendía faltarte al respeto."

"Lo has vuelto a hacer."

"Perdón." Murmuró, respirando hondo cuando Yeontan se calmó. "No sé si me entiendes o eres demasiado tonto para eso, pero tendremos que vivir en paz por el bien de tu dueño, tuyo y mío."

TaeHyung se aguantó las ganas de reír. "Sobre todo tuyo..."

Y él volvió a fulminarlo. "Menos risas, doctor, ¿eh?"

"Lo dirás por ti, yo ya he encontrado una forma de espantarte como te dé por molestarme mucho, a partir de ahora. Lo voy a disfrutar mucho..."

Jungkook bufó.

Tan solo unas horas más tarde, cuando TaeHyung consiguió que Yeontan se calmase, no viéndose tan alterado en presencia de un Jungkook que ya comenzaba a causarle lástima, y el propio Jungkook encontró algo decente que llevarse a la boca, este fue obligado a conducir hasta el supermercado céntrico más grande de todo Seúl, claramente por petición del rubio, a quien no podía negarle nada por más que lo deseara.

"¿Se puede saber por qué estamos aquí?" Preguntó, tal vez, por décima vez.

TaeHyung puso los ojos en blanco. "Ya te he dicho que estoy buscando cosas, ¿o es que no te enteras? Falta muy poco para Navidad y mi cumpleaños."

"Pero si falta como mes y medio..."

"¿Y qué? Soy una persona muy ocupada, debo emplear el poco tiempo libre que tengo en adaptarme a las fiestas que se acercan y para mí la Navidad es la época más importante del año porque además coincide con mi cumpleaños. Quiero estar preparado, punto."

Lentamente y observando algunos objetos de decoración que le rodeaban, Jungkook asintió. "¿Cuándo es tu cumpleaños?"

Sorprendido, TaeHyung le miró. "Anda, ¿no lo sabes? Pensé que mi fecha de nacimiento, el lugar y mi grupo sanguíneo aparecía en ese informe perturbador que debes tener sobre mí en alguna parte."

"Y así es, pero soy muy malo para las fechas, sólo recuerdo mi cumpleaños, el del bebé, mis hermanas y el de Boun porque es mi mejor amigo, sino tampoco."

"Entonces también recordarás el mío." Murmuró, viéndole fruncir el ceño en completa confusión. "Cumplo años el treinta de diciembre, al igual que el bebé. La noche en que llegasteis al hospital, yo estaba en la sala de descanso celebrando mi cumpleaños con algunos compañeros de trabajo."

"¿En serio?"

Él asintió. "Muy en serio, sí. Me llamaron justo antes de cortar la tarta, así que tuve que irme corriendo y prepararme para entrar a quirófano lo antes posible."

"¿No te dio tiempo a soplar las velas siquiera? ¿O a abrir un regalo?"

"Lo de las velas era imposible ya que el detector de humo en la sala de descanso que tenemos es muy sensible y hubiese saltado en seguida, causando un verdadero caos. Los regalos se quedaron guardados en mi taquilla por decisión propia y terminé abriéndolos en casa al día siguiente. No tenía demasiados ánimos de abrirlos allí, en el hospital, me parecía poco apropiado."

Torciendo el gesto, Jungkook sintió cómo se le apretaba el corazón tan pronto como la imagen de su hermana apreció en su mente. "¿Lo dices por Balam?"

"Claro. Es inevitable sentirse afectado cuando sucede algo así, supongo que de algún modo me entiendes." Le dijo. "En el momento en que entras en quirófano para tratar a alguien, independientemente de si conoces a esa persona previamente o no, nace un vínculo entre vosotros. Cirujano-paciente. La vida de esa persona depende de ti y no hay nada que pueda cambiar la presión que eso supone, incluso si de antemano sabes que salvarla puede ser imposible por cosas que se te escapan de las manos, como fue el caso de Balam."

Sus labios se apretaron por sí solos, teniendo la mirada perdida en un punto concreto del supermercado. TaeHyung lo notó, enfocándose en él. "Ella estaba prácticamente muerta cuando la sacamos del bosque... Querer llevarla al hospital y pretender que ocurriese un milagro fue un acto egoísta por nuestra parte."

Entonces, el doctor negó con la cabeza, apretando su brazo de modo que un escalofrío le recorrió toda la espina dorsal.

"Para nada fue un acto egoísta, Jungkook, todo lo contrario." Aseguraba, sintiéndose con la confianza suficiente como para tomarle del brazo, apretando suavemente. El azabache logró acallar la culpa que sentía. "Gracias a eso es que la vida del bebé tomó un rumbo diferente, porque Balam permaneció con vida hasta llegar al hospital y ser atendida. Murió en mis manos, sabiendo que el bebé estaba a salvo."

Jungkook necesitó varios segundos de su propio silencio para adaptarse a lo que estaba sintiendo, tragándose el nudo en la garganta que iba acompañado por gruesas y saladas lágrimas, deseosas por salir. Él no les permitiría hacerlo, no de nuevo. Respiró hondo, mirando al doctor y permitiendo, una vez más, que su simple, pero extraña presencia, calmaran su dolor poco a poco. TaeHyung, entonces, esbozó una sonrisita.

"Nunca pienses que tus deseos por salvar a alguien son egoístas, Jungkook." Sentenció, viéndole asentir y relamerse los labios. Él suspiró. "Ahora vamos a seguir buscando adornos para Navidad, ¿de acuerdo? Quiero decorar mi casa para así poder darle una despedida al año más caótico de mi vida... Lo necesito."

Devolviéndole la sonrisa, el azabache volvió a asentir. "Claro, vamos."

"Vamos." Repetía, acomodándose el abrigo que nunca se movió de sitio y dándose la vuelta.

Los ojos de Jungkook permanecieron fijos en su espalda varios segundos, quedándose en silencio mientras le observaba caminar y hablar sobre algo que no podía escuchar. Había notado que hablaba mucho cuando estaba tranquilo, de buen humor. Eso le gustaba.

"...espero que me dé tiempo a comprarlo todo, porque entro a trabajar en dos horas y el hospital está lejos de aquí. Tampoco hemos comido, quiero comer algo más fuerte que en el desayuno para tener energía suficiente. Y café, una taza de café del tamaño de mi cabeza, como mínimo. No creo aguantar despierto sin cafeína, aunque no me gusta, pero me niego a tomar bebidas energéticas carbonatadas, he visto intestinos gruesos menos fermentados de gas que un vaso de esa mierda. Es repugnante. Ni siquiera sabe bien, no entiendo como alguien voluntariamente lo tomaría..."

Esbozando una sonrisita, Jungkook zarandeó la cabeza. "Doctor." Le llamó.

TaeHyung se dio la vuelta para mirarle, encontrando que llevaba en sus manos una bola de nieve que se movía cuando la agitabas, tendiéndosela.

"Feliz cumpleaños atrasado y adelantado."

Sorprendido ante un gesto tan encantador pero inesperado por parte del azabache, TaeHyung tomó dicha bola, observándola con una sonrisa que se ensanchó, riendo. Su corazón se aceleró con una rapidez que le resultó preocupante, mientras buscaba los ojos ajenos.

"Muchas gracias, Jungkook... Esta será la primera decoración navideña que pondré en casa, te lo aseguro."

Y la sonrisa que este le dio fue brillante.

Ambos continuaron caminando por el supermercado, TaeHyung metiendo en el carrito todas las cosas que le entraban por los ojos y no parecían querer salir, demostrando que la Navidad era su festividad favorita aún cuando le faltaba lo más importante y, a pesar de ello, lo que menos le gustaba: el árbol. Jungkook, por otro lado, no paraba de mirar de un lado a otro, siendo esa la primera vez en años que veía tantas decoraciones navideñas juntas.

"¿Qué te parecen estas casitas de jengibre?" TaeHyung le mostró una construcción hecha de barro.

"Que saben a mierda."

"Simulan galletas de jengibre, Jungkook, pero no lo son. Es una decoración, no se comen."

"Pues con razón saben a mierda."

Dejando escapar un bufido, el rubio continuó caminando, dejándole atrás sin ser consciente de ello, hasta que le escuchó decir algo.

"¿Y estos gorros?" Mencionó para sí mismo, tras encontrar unos gorros de Papá Noel bastante más pequeños que la cabeza de un ser humano adulto. Tomando uno de ellos, lo inspeccionó, buscando a TaeHyung después. "Eh, doctor, mira este gorro, ¿te gusta para el bebé?"

Admirándolo de cerca en cuando Jungkook llegó a él para mostrarle el gorrito, este soltó una carcajada que le dejó varios segundos confundido. "Es un gorro para perros, Jungkook, no para bebés."

Su ceño se frunció. "Mentira."

La carcajada del rubio resonó por todo el pasillo.

"Pero si tiene hasta los huequitos para que el animal pueda sacar las orejas." Riendo más fuerte aún, TaeHyung agarró el gorrito para mostrarle lo que decía. "¿Ves?"

"¿Y qué? ¿Es que acaso a un bebé no le va a caber?"

"Bueno, caber, lo que es caber, sí, podría..."

Jungkook lanzó el gorro dentro del carrito, empujándolo después. "Pues para Sungho, ya verás lo guapo que va a estar con esto puesto. Va a parecer un muñequito."

Viéndole alejarse por el pasillo, TaeHyung se tragó las ganas de burlarse, pues el azabache se veía tan emocionado por darle ese regalo al pequeño Sungho, que no quería permitirse a sí mismo la desfachatez de hacer burla sobre algo así. No cuando esa era, probablemente, la única vez que Jeon Jungkook había tocado una fibra muy sensible dentro de él.

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