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Capitulo veintiuno.

Las vacaciones pasaban más rápido de lo que se imaginaban, sana no se había podido ver con Dahyun por cuestiones de trabajos y era normal que a fin de año hubiera más de lo normal. Se textearon todos los días sin falta alguna y es que parecían estar bien, sana como dahyun no quisieron tocar aquel tema pendiente. No querían pelear, no ahora que se reconciliaron, solo hablaban de temas normales desde lo que estaban haciendo o si ya comieron algo.

Ya era 31 de diciembre una fecha importante para todos y una enorme fiesta que cada año se descontrolaba, hoy no sería la excepción.

— ¿A dónde vas con tanta prisa? — Entro Sehun un poco sudado por el ejercicio que se encontraba haciendo hace unos minutos.

 —Iré a desayunar con Dahyun.

  — Me la saludas— Se rió el chico— Aún no puedo creer que Sana fue domada por la chica nerd de mi instituto.

  — Cállate— Bromeo sana.

Se despidió del chico y fue en camino aquella cafetería que se encontraba cerca de su departamento, ahí se citaron para desayunar. Sana insistió mucho en ir a buscarla pero Dahyun se negó rotundamente.

Ya se encontraba sentada en una de las mesas del centro con una taza de capuchino para disfrutar mientras esperaba.

  — Princesa, que bonita te vez hoy— Le dio un pequeño beso en la mano. Ese acto la dejo con sus mejillas levemente sonrojadas.

 — Tú también Sana— Murmuro.

  — ¿Para que querías verme hoy? ¿Sucedió algo?— Lo primero que noto es que Dahyun llevaba una blusa de manga larga. Al ver sus muñecas se sentía demasiado mal, la menor pareció notarlo.

— No te preocupes por eso, me encuentro bien— Le regalo una sonrisa. Sujeto su mano para acariciarla un poco— Te cite hoy por que quiero darte algo que no te di en navidad— Saco una bolsa de regalo de alado de su asiento, era una pequeña bolsa color rojo y se la entrego— Espero que te guste.

Luego de decir esas palabras Sana lo primero que hizo es abrir con cuidado aquella bolsita que su novia le había entregado. Dentro se encontraba una bufanda de color gris, se notaba que estaba echa a mano.

— Esto es muy lindo, princesa. Me encanto, siento que no lo merezco— Dijo con la voz un poco apagada.

— Se te verá muy bonita, espero que la uses hoy si es que nos vemos.

 — ¿Por que no nos veríamos hoy?— Pregunto curiosa Sana.

  — No quiero que por mi dejes de hacer lo que te gusta. Es fin de año habrá fiestas por todos lados como las que te gustan, así que deberías ir con tus amigos— Hizo una seña al mesero para que trajeran el menú, ordenaran algo y desayunaran rápido.

— Hoy las chicas irán a una fiesta en la noche, creó que Nayeon y Chaeyoung irán con ellas. Tú siempre hablas de conocer mi hogar ¿Quieres venir esta noche?— Le sonrió para que aceptará tener una bonita velada— Estaremos solas— Cuándo vio la cara de la menor, se dio cuenta de sus palabras y se puso nerviosa— No lo hago con ninguna intención, es solo que...

  — Lo entiendo sana, a veces pareces un cachorrito de shiba— Le sonrió.

No tardaron más de treinta minutos más en aquel lugar, era un poco caro que sana insistió en pagar para que Dahyun no gastará ningún peso.

Solo llevaba un casco con ella por lo que se lo entrego a la menor para que la llevara a su casa rápido y no tuviera que tomar un autobús en el que seguramente tardaría mucho tiempo en llegar.

  — Es peligroso que andes sin casco mientras manejas. Si tenemos un accidente te pasaría algo.

— Queda tranquila. No pasara nada y de ser así, sabre que tu estarás bien— Le dio un beso en su frente.

Se sujetaba fuertemente, apoyaba ligeramente su rostro en la espalda de Sana. No iba a mucha velocidad por seguramente se ganaría un golpe de Dahyun.

La dejo en la esquina para evitar problemas con su madre, una parte de ella no se sentía cómoda con la situación pero era algo de esperarse.

  — Te veo veo aquí a las 8 de la noche ¿Si? 

  — Te veré entonces en unas horas— Dahyun se acerco para darle un pequeño beso en los labios a Sana. Ese ''pequeño beso'' se fue intensificando sin importarles las miradas de las personas—Te quiero—Dijo separándose sin perder la distancia. 

¿Que fue eso?— Pregunto sana totalmente encantada y una expresión boba en su mirada.

  — ¡Nos vemos!— La dejo totalmente confundida. Luego de estar un poco más cerca de su hogar su rostro se puso con un tono de rojo por lo que acababa de hacer unos momentos, ni ella misma se lo creía.

«Unas horas después »

Las horas parecían que querían correr, luego de dejar a Dahyun la japonesa fue directo a su casa para dormir un poco, se encontraba un poco cansada. Cuándo despertó miro su reloj que tenía cerca de un pequeño librero. Se levanto rápido para tomar un baño y arreglarse por que tenía que ir por Dahyun en una hora aproximadamente. Lo bueno que antes encargo la cena, una especial de ese restaurante en dónde se encontraron una vez.

Se vistió con la ropa que mina escogió para ella, sabía muy bien sus gustos por lo que le escogió una camisa, unos pantalones ajustados y un abrigo negro para tener un estilo casual pero formal. 

De camino hizo una pequeña parada en una tienda para comprar unos cigarrillos para que no tuviera que ir después por unos. A lo lejos vio a una chica parada con un hermoso vestido y sonrió al saber de quién se trataba. Quedo totalmente abobada sin dejar de mirar de pies a cabeza, analizando lo hermosa que era. Su vestido era cute pero eso no quitaba que formaba su cuerpo, la miraba descaradamente que la menor se puso roja cuándo lo noto.

 — ¿Sana estas bien? ¿Como me veo?— Pregunto apenada y es que Dahyun se sonrojaba rápido más cuándo se trataba de Sana.

  — Te vez muy hermosa princesa...— Se bajo de la moto para ir a darle un pequeño beso como saludo— ¡Te vez demasiado hermosa!

— Tú también lo estas— Respondió muy animada.

Dahyun subió con cuidado a la moto, se sentó de lado no como acostumbraba ya que no quería arruinar su vestido. En el camino a la casa de la japonesa, la menor se ponía nerviosa, quería y ansiaba mucho conocer en dónde dormía su novia todos los días. Cuándo vio en dónde se dirigía no pensó que viviera en unos departamentos exclusivos, aparte de que la renta era altisima.

  — ¿Sucede algo princesa?— Dahyun negó con su cabeza— Bien, vamos a dentro. 

La tomo de su mano para subir a su departamento, Mina y momo habían decorado y arreglado la cena antes de irse a su fiesta con las demás amigas de Dahyun. Su destino se encontraba en el ultimo piso en dónde se escucha silencioso puesto que todos sus vecinos estaban fuera en alguna parte.

Al entrar Dahyun quedo excitada por lo bonito que era adentro. Todo era muy elegante, limpio y tenían muchas cosas, ni su casa tenía tantas cosas. La invito a que la acompañara al comedor para que disfrutaran de una romántica cena que Sana organizo con mucho cariño para su menor, no sabía exactamente cuál era su comida favorita por eso pidió un montón de platillos.  Le jalo la silla para que se sentara, la mesa estaba decorado muy elegante seguramente la que se encargo fue mina. Habían velas, un ramo de rosas que le entrego a Dahyun y los platillos que comerían. Sana comía con elegancia, Dahyun no le importaba tanto y comía disfrutando la comida y eso le parecía muy tierno a la japonesa.

— Esta muy delicioso, gracias por todo— Dahyun hizo una pequeña reverencia— Me escape de mi madre, seguramente debe estar buscándome ahora mismo.

  — No agradezcas, no creó que te encuentre— Hizo una mirada coqueta para continuar cenando. 

Luego de tan deliciosa cena, Sana se levanto para ir a lavar los platos y limpiar. Dahyun le insistió en ayudarla pero se negó la japonesa.

Dahyun se puso a recorrer el hermoso departamento de su mayor, tenía una vista muy bonita, una enorme ventana en dónde se podía ver toda la ciudad, se concentro tanto en eso que no se dio cuenta que Sana se encontraba viéndola atrás.

Se acerco para abrazarla de espaldas y recostar su cabeza en el hombro de la menor.

  — Tu departamento es muy bonito, tus padres deben ser millonarios.

— Creó que lo son...— Hablo con una voz indiferente. Le dio un pequeño beso en su hombro, aquel acto había erizado a Dahyun sonrojándose solo un poco— Te quiero princesa.

Dahyun se dio la media vuelta, el reflejo de las luces de afuera iluminaban aquella bonita escena de la que nadie más que ellas eran testigos.

Dahyun jugaba con los cabellos de su novia mientras se dejaba guiar en aquel beso tierno que su novia le estaba dando. Sentía las manos de sana nerviosas, quería acariciar su bello trasero pero esta se contenía y era muy obvio. Abrió los ojos un poco para observar lo concentrada que estaba Sana besándola, se veía hermosa de cerca, su piel era perfecta. Ya no tenía miedo de hacerlo, realmente eso quería.

— Quiero que mi primera vez sea contigo— Hablo entre Jadeos y es que su respiración estaba muy agitada. 

Sana quedo sorprendida por las pequeñas palabras de su novia, mentiría si dijera que no la hizo feliz, por que quería estar con ella de todas las maneras posibles pero no quería presionarla.

  — No te sientas presionada, yo esperare— Hizo que sus narices chocaran un poco para darle una pequeña sonrisa— Quiero que sea especial.

— Solo por el simple echo de que estas aquí, ya es especial. Quiero hacerlo...

Sana no resistió más que casi devoraba a Dahyun entre sus apasionados besos, jugaba con su trasero,  la alzo un poco para que enredara sus piernas a sus caderas.

Al percatarse Dahyun de dónde se encontraban desistió a la acción por vergüenza.

  — ¡Espera Sana! ¡N-nos están viendo!— Murmuro con la voz levemente agitada.

— Nadie puede vernos— Dijo entre besos.

Se movió para llevarla a su habitación mientras se besaban, Dahyun ni se daba cuenta por lo concentrada que estaba besando a Sana. Jugaba con sus cabellos jalándolos un poco y es que ya se encontraba excitada. La recostó con cuidado en su cama ortopédica, se subió encima de ella para quitarle poco a poco ese vestido que llevaba. Le besaba su cuello, las piernas de Dahyun apretaban al acto.

— No te haré daño...— Susurro Sana en su oído de su novia.  Besaba cada parte de su piel, la miraba como lo que era, lo más valioso de su vida. 

Su hogar no era ese enorme departamento en el que vivía con sus amigas, su hogar era en dónde estuviera Dahyun, su princesa. Sus manos jugaban con el vestido que deseaba arrancar, hizo que la menor subiera un poco su espalda para lograr quitarle su bra seguido de su vestido. Tenía unos pechos muy bonitos, eran pequeñas y redonditas y sus pezones rosaditos. Sana se acerco poco a poco, lamiendo con cuidado alrededor del pezón de Dahyun. 

Los besaba como si fueran unos pequeños bombones. Con una de sus manos jugaba con uno de sus pezones mientras con su lengua lamia el otro  en pequeños círculos, con sus dientes le dio una pequeña mordida que hizo gemir a su novia, sus pezones ya se encontraban duros.Bajaba lentamente hasta su abdomen con su mano derecha retiro dejando solo en su ropa interior a Dahyun Le pareció muy tierno que su novia llevara una rompa interior rosada con pequeñas fresas, era una niña todavía. Alzo su rostro para poder admirarla casi desnuda y tenía una figura encantadora.

  — Tu piel es suave y pálida— Le daba besos a su abdomen mientras acariciaba uno de sus pezones— Me podría volver adicta a ti— Le dio una pequeña mordida— Eres mía princesa, recuerdalo.

Sana se quito rápido el abrigo junto con su blusa de una manera rápida quedando solo con su braciel, también se desabrocho su pantalón.

El cuerpo bien trabajado de Sana llamo mucho la atención de Dahyun. Estaban a obscuras pero el reflejo de la luz de la luna entrando por la ventana vio que en algunas partes de su cuerpo tenía ligeras cicatrices y algo que parecía quemaduras, también estaba ese tatuaje que tenía que lo dibuja con sus manos. Iba a preguntar pero por la expresión de Sana mejor ni hablo.

Sana se acerco para besarla de nuevo entre esos besos fue bajando su mano hasta llegar en dónde Dahyun más ansiosa se sentía. Jugaba con su clítoris aún con su ropa interior puesta, hacía pequeños círculos al rededor. La menor se encontraba demasiado mojada ya.

  — Ya estas muy mojada, tal vez debería empezar hacer mi trabajo bien— Decía sana entre jadeos. 

Dahyun daba pequeños gemidos cuándo sintió como la japonesa jugaba.

Volvió a bajar poco a poco, besando su cuello, sus pechos y su abdomen. Se acerco a su entre pierna en dónde besaba sus piernas y las mordía. Agarro la ropa interior de Dahyun con sus dientes para ir quitandolo poco a poco logrando dejarla desnuda ahora. 

Dahyun tenía una expresión de vergüenza, su cuerpo aún temblaba a su tacto, le dio una sonrisa malvada antes de empezar. Su lengua toco el clítoris de Dahyun, soltó un gemido y movió sus piernas cuándo hacía círculos al rededor. Lo besaba como si de la boca de Dahyun  se tratara y lo disfrutaba. 

Mientras jugaba con el clítoris de Dahyun, llevo uno de sus dedos para introducirlo, intento meter uno primero, se encontraba estrecho por lo que le costo un poco haciéndola sentir un poco de dolor, ya que agarraba la cama con fuerza. Movía su cuerpo de arriba hacia abajo, soltaba gemido por gemido, lo bueno que nadie podía oírlas. Sacaba su dedo del centro de Dahyun una y otra vez, aún parecía que le dolía por los gestos que le daba.

Sana subió hasta su abdomen, llego a sus pechos para volver a meterlos en su boca. Y es que a pesar de ser pequeños eran perfectos y ya estaban duros. Dahyun enredo sus dedos en la perfecta cabellera de Sana. Cuándo volvió a sentir sus labios fue más que perfecto el beso, ya no era un beso como los otros este estaba lleno de lujuria más cuándo sintió la lengua de la japonesa dentro y el como recorría su boca.

Sana era buena besadora, lo tenía que aceptar.

Le mordía los labios a Sana parecía disfrutarlo como frotaba su cuerpo con el suyo. Le quito su braciel para poder ver sus pechos de Sana igual de bonitos que los de ella.

  —Si te duele parare, solo házmelo saber— Dijo Sana con una respiración agitada.

Dahyun no entendió cuándo volvió a sentir el dedo de sana entrar y salir. Aún con dolor lo disfrutaba pero fue muy diferente cuándo sintió otro dedo entrar y fue ahí cuándo araño la espalda de la japonesa muy fuerte.

Sana intensifico el movimiento, ya que la cama también se movía al ritmo de las dos. Le excitaba que le arañara la espalda.  Le dolía, pero no quería que parara. Daba unos gemidos que eran música para la japonesa. Cerraba los ojos podía sentir que ya estaba por venirse, estaba al limite cuándo dio un gemido final, había bañado la mano de Sana.

  — P-perdón— Hablo con cuidado ya que su corazón estaba al limite. Su cara estaba completamente roja de la pena.

— ¡Veo que lo has disfrutado!— Hablo muy animadamente Sana. Le dio un pequeño beso para quedar abrazadas un momento en dónde nadie decía nada.

Se levanto rápidamente para ir al baño a preparar la tina que tenía. Fue a buscarla para que entraran a bañarse pero Dahyun no quería.

  — Ya te he visto desnuda ¿Por que tendrías pena?— Pregunto confundida Sana.

— ¡Deberías vestirte!— Grito impaciente Dahyun luego de ver salir a sana completamente desnuda. La miraba confundida, la japonesa se acerco poco a poco para besarla y alzarla para llevarla a la bañera.

Sana estaba sentada en la orilla y delante de ella Dahyun que se hacía bolita. Aún tenía pena luego de que perdiera su virginidad. La japonesa la tenía abrazada, bajaba sus manos para jugar con el clítoris de la menor de nuevo. 

  — ¿Podríamos hacerlo de nuevo princesa?— Le susurro a su oído— No te va a doler aquí en el agua.

— Eres una pervertida, Sana— Dijo indignada. A pesar de que le dijo que no Sana ya se encontraba introduciendo uno de sus dedos en el centro de Dahyun.

Le provocaba gracia que Dahyun la estuviera sujetando fuerte aguanto el dolor y evitando soltar un gemido pero no tardo y por fin logro escucharlo Sana que era lo que más quería.

De nuevo lo habían echo en el agua, la menor no tardo en venirse de nuevo.

  — Te vienes muy rápido o es que realmente soy buena en la cama.

— Deja de decir eso— Hablo indignada. Dahyun se sentó en sus piernas de Sana quedando de frente, le besaba el cuello y jugaba con los pechos de Sana, le hizo una pequeña marca que se podía ver ya que estaba muy rojo en ese momento— Por si lo haces con alguien más, para que vean que tienes dueña— Bromeo.

Disfrutaban realmente lo que estaban haciendo. Le presto una pijama para que pudieran dormir tranquilas aún no eran las 12 y ya se encontraban acostadas abrazadas, la japonesa estaba abrazando a Dahyun en su abdomen mientras esta le hacía piojito.

— Te quiero mucho sana. Gracias por hacerme muy feliz— Hablo bajito.

— Te quiero Dahyun. Gracias a ti ahora se lo que es tener un hogar, por que eso eres para mi, el hogar al que siempre voy a regresar aunque me pierda en el camino. 

Sana se durmió se dio cuenta cuándo ya no contestaba y la respiración de Sana era tranquila.  Se veía muy bonita al dormir. Miraba alrededor y se dio cuenta que no tenía ninguna foto de ella de pequeña, aún desconocía muchas cosas de su novia. 

Lo peor es que sería la última vez que estarían juntas de esa manera...

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