Capitulo treinta y seis.
Dahyun luego de llegar de aquella fiesta, no pudo dormir por que el insomnio invadió su cuerpo. No disfruto la noche, todo el tiempo miraba como la chica de nombre Bae le coqueteaba a Sana y pensaba que era su mala suerte por que siempre que miraba eso sucedía. Jackson no pareció darse cuenta que toda la noche no dejaba de mirar a su ex novia, poco le importa que se diera cuenta.
Era día de escuela, por lo que estaba preparando un poco de desayuno para comer un poco antes de que su novio la fuera a buscar. Tomo un poco de chocolate con un poco de pan, era rápido y delicioso. En el transcurso del camino a su instituto ni Jackson ni Dahyun se dirigieron la palabra. Parecía no importarles por que en todo el camino en cada oportunidad su novio miraba su celular, mientras que la menor miraba las calles vacías por la mañana.
— ¿Te sucede algo?— Le pregunto Jackson. Ya se había estacionado enfrente de su instituto, no quiso preguntarle pero veía demasiado rara a su novia.
— Estoy bien, solo tengo un poco de dolor de cabeza— Le sonrió a su novio. Se acerco Jackson para darle un beso. A Dahyun a veces no quería besarlo pero tenía que hacerlo— Nos vemos— Dijo luego de cortar el beso cuándo este lo quería intensificar.
— Me esperas vendré por ti— Jackson se despidió.
Dahyun entro tranquila al instituto, ya era un poco tarde que camino directo a su aula en dónde tendría la primera clase. Se sentó alado de sehun quién estaba de nuevo dormido, tanto el como Chaeyoung habían cambiado o al menos eso le hacían sentir.
— Dahyun, es muy raro ver que llegas tarde— Le sonrió Sehun quitándose los lentes que tenía para ocultar que dormía.
— Me estoy revelando— Dijo en broma Dahyun. Mientras se reía miro que su amigo Sehun tenía un poco morado su mejilla— No entiendo como pueden seguir haciendo todo eso, es estúpido que te importe poco tu vida por dinero...— Dijo la menor sincera.
— Alguien quién lo a tenido todo no puede entender lo que se hace por necesidad— Respondió muy tranquilo Sehun— Crees que no tenemos miedo de morir, pero si no lo hacemos igual moriremos de hambre.
— Lo siento, tienes razón... yo nunca he pasado por eso— Estaba apenada por sus palabras, había herido a su amigo.
— Pensé que lo entendías, me doy cuenta que no es así— Al terminar de hablar Sehun se levanto de su asiento para irse.
Dahyun se sintió mal luego de ver el rostro inexpresivo de su amigo. Sentía que todo lo que hacía lo terminaba arruinando. Terminaron sus clases e iba a ir al salón de música pero en su trayecto y con lo distraída que estaba prestando atención a su camino, mientras caminaba choco con alguien y solo así reacciono.
— ¡Lo siento!— Dijo Dahyun de inmediato.
— No pasa nada— Respondió EunHa.
Dahyun al ver de quién se trataba quedo con la boca abierta, antes la chica le hubiera gritado o se reiría de ella pero ahora eso ya no sucedía. Quería saber la razón de su cambio, tenía que preguntarle directamente.
— EunHa ¿Te encuentras bien?— Dahyun esperaba una respuesta, pero EunHa no respondió— Es solo que ya no me molestas, eso es preocupante para una chica como tú.
— ¿A caso que te gustaba que te molestara? Eres una chica extraña— Respondió EunHa— Deberías estar feliz de que no te molestaré más.
—Es bueno oír eso, espero que nos llevemos mejor— Dahyun extendió su mano para que hicieran las paces y lo consiguió.
— Te tengo envidia, pudiste conseguir a la chica que me gustaba y ella aún cuida de ti— Le murmuro a Dahyun— Espero que vuelvan, aunque dile que no sea tan mala la próxima vez.
No entendió a lo que se refería EunHa antes de despedirse, estaba aún más confundida de lo que ya estaba. En vez de ir al aula de música fue al de arte para ver si encontraba a su mejor amiga pero no estaba ni ahí.vFue a las canchas para tomar un poco de airé mejor. Unos solo estaban practicando fútbol y otros solo se sentaban a leer. El viento revolvía su cabello, intentaba acomodarlo pero luego solo decidió esconder su rostro entre sus piernas.
— ¿Estas bien?— Nayeon hablo, le toco ligeramente su espalda para llamar la atención de su pequeña amiga— Dahyun...
— Estoy bien, Nayeon—Dahyun levanto un poco su rostro para mirarla— ¿Que te trae por aquí?
— Vine a recoger unos últimos papeles, luego te vi tirarte aquí casi como un bulto y decidí venir para ver que te sucedía. Pensé que estarías más feliz, ya que sales con el ex chico más popular de aquí...— Dijo la coneja sentándose en la misma posición que Dahyun.
— Yo también pensaba lo mismo, pero es todo lo contrario. Cada día que pasa me doy cuenta que cometí un error pero Nayeon, no sé que hacer— Dahyun volvió a esconder su rostro entre sus piernas, sujetaba más fuerte sus manos evitando las ganas de llorar.
— ¿Que te sucede?— Pregunto Nayeon preocupada.
— Creí que estar con Jackson era lo correcto, mi madre y Chaeyoung están feliz por salir con el, pero soy la única que no lo esta...
— ¿Entonces por que sigues con el? ¿Que es lo que quieres tú?— Nayeon le daba pequeñas palmadas en la espalda a Dahyun.
— Yo...— Levanto su rostro, sujeto aquel collar que siempre llevaba con ella. Lo miro por unos minutos, tenía la respuesta pero ese camino era uno al que tenía miedo de caminar— No tiene caso, yo no puedo terminar con Jackson el es muy bueno conmigo y no sería justo.
— ¿Y es justo para ti?— Esa pregunta hizo reflexionar a Dahyun— ¿Es justo que le mientas? ¿A que le tienes miedo?
— No es justo para nadie— Dijo Dahyun en voz baja— Ya no sé puede hacer nada, Sana ya anda con una niña rica y es muy bonita.
— ¿Y con quién se supone que anda?— Nayeon sentía curiosidad de saber, aunque se podía imaginar de quién se trataba.
— La señorita Hyun...
— ¿Hyun? ¿Bae?— Dahyun asintió. Nayeon intento aguantarse la risa pero no podía hacerlo o la menor le preguntaría. La conocía por que Momo le había contando que ya se había acostado con ella, entonces intento no enojarse al recordarlo— ¿Y que tiene que ande con la señorita Hyun? Tú eres Kim Dahyun y si quieres le quitas a Sana... —Lo dijo tan alto que muchos voltearon a verlas y ambas se sentían apenadas pero eso le había levantado los ánimos a la menor— Solo piénsalo bien, recuerda que yo siempre te apoyaré en todo. Debo irme, nos vemos después—Le dio unas últimas palmaditas para animarla para luego irse.
Dahyun tenía la respuesta pero aún así tenía sus dudas, era normal. Todo era un mundo desconocido, tenía miedo de que todo fuera un fracaso y al final todo terminará de una manera definitiva ahora si.
Sana estaba furiosa, aún su enojo no cesaba su sangre hervía. Ahora estaba en un café intentando calmarse pero ni la cafeína lo conseguía. Lo único bueno es que Tzuyu estaba con ella en estos momentos, no había llevado a Jeongyeon por lo que se sentía más calmada y no estaba a la defensiva todo el tiempo. La tawainesa pidió un capuchino por que no era muy fanática del café amargo, en su rostro se miraba lo feliz que estaba. En ese año tuvo un cambio, ahora era más sincera respecto a lo que sentía, eso fue algo que se propuso y lo consiguió.
— Pensé que no me hablarías más luego de lo de Yoo— Tzuyu tomaba un poco de su capuchino, pero se quemo su lengua por accidente.
— Debes tener más cuidado, a veces olvido que aún eres una niña— Sana le acerco una servilleta para que se limpiara un poco— Yoo solo es tu perrito faldero, no me enojaría por eso para eso le pagan.
— Aún no me acostumbro mucho a tu color de cabello, te vez bien pero con el castaño te veías más tierna— Expresó sincera Tzuyu— ¿Cuándo olvidarás a esa mocosa?
— Tzuyu, no quiero que regresemos a lo mismo...— Sana sonaba un poco enojada.
— Sigo sin entender por que te empeñas en esa mocosa que ya tiene novio, la vi con ese chico cuyo nombre olvide...— Tzuyu le irritaba el simple hecho de mencionarla—Mejor llévame a dar una vuelta, aprovechando que no esta Yoo conmigo.
Sana acepto con gusto la petición deTzuyu para ir a cualquier lugar que no fuera el mismo dónde ahora estaban. La moto de sana ahora era más veloz que la anterior y eso era lo que tanto esperaba Tzuyu aunque no lo demostrara. Al subir y el sentir el viento entre sus cabellos era una sensación que no olvidaba y que le encantaba repetir. Abrazaba el abdomen de sana de una manera fuerte pero evitando lastimarla, el perfume de la japonesa era embriagador y eso era lo que le encantaba.
Luego de media hora dando vueltas, sana se detuvo en un parque cerca del departamento de Tzuyu. Las dos bajaron de la motocicleta y caminaban hasta unas bancas que tenían vista a un bonito jardín, no habían muchas personas y eso lo hacía perfecto.
Sana respiraba un poco de airé, el aroma que venían de las flores la hicieron toser un poco ya que era alérgica al polen.
— Tzuyu ¿Por qué te gusto?— Sana quería saber, quería ver si debería darle una oportunidad de nuevo. Sentía que también debía avanzar como Dahyun lo estaba haciendo.
— ¿Por que me gustas?— Repitió la pregunta de Sana— No lo sé exactamente, solo se que me gustas o al menos eso creó.
— Tzuyu— Sana la miro directamente a los ojos— Yo no te gusto, solo estas encaprichada conmigo. Lo único por lo que te aferras a mi es por que no quieres perder ante nadie.
— Eso no es verdad— Respondió de inmediato Tzuyu— Sana... dame una oportunidad, esa chica ya te supero te toca a ti también hacerlo.
— Ella me pidió que me aleje y eso hago. Me dejo claro que esta decidida luego de esa estúpida fiesta...— Aún recordar que no quiso besarla le enojaba.
— Tengo una idea, deberíamos ir a divertirnos como en los viejos tiempos— Tzuyu saco una bolsita con polvo blanco de su bolsa.
Sana no rechazó la idea, subieron a su motocicleta y fueron directo al departamento de Tzuyu que estaba para su buena suerte muy cerca. Entraron casi corriendo al edificio para dirigirse al departamento, su cuerpo lo pedía, tenía días de no consumirlo no era por que no tuviera dinero solo que había estado muy ocupada.
Tzuyu en su mesa cerca de su sofá hizo tres rayas con el polvo blanco, primero fue sana y luego ella. El efecto era relajante pero sentía su cuerpo ligero y con el alcohol el efecto era más potente, la música le daba ese toque con el que experimentaban muchas sensaciones inexplicables. El drogarse en muchas ocasiones despertaba su apetito sexual y hoy no era la excepción. Tzuyu lo sabía perfectamente, sabía como calentar a Sana y era la única manera de estar con ella, tenía curiosidad de saber como era en la cama ya que sus besos eran excitantes.
La música sonaba por toda el departamento por el volumen tan alto que lo tenían, en el grande estéreo sonaba The Weeknd - Often, las caderas de Tzuyu se movían con el ritmo lento que tenía la canción. Se acerco a Sana para que bailaran las dos al ritmo de la música, las dos se estaban dejando llevar.
Sana sentía el culo de la taiwanesa rozar parte de su parte intima. El cuerpo que tenía era algo que no se podía ignorar, solamente un ciego podría. Empezaba a quitar su blusa que tenía puesta quedando solamente en su bra de encaje que formaba sus pequeños pechos. Tzuyu lentamente bajo y subió quedando cerca de la boca se sana quién también se encontraba viendo sus labios, las dos estaban en el clímax.
— Imagínate que soy Dahyun— Susurro Tzuyu— Imagina que soy la chica que amas— Le volvió a susurrar rosando sus labios con los de la japonesa— Imagina que puedes amarme ahora a mi— La taiwanesa movió un poco sus caderas, sintió las manos de sana tocarla— Imagina que son mis labios los que quieres besar.
Al decir esas últimas palabras se rompió la distancia de ambas, Tzuyu se dejo llevar por el ritmo de Sanaquién se encontraba desesperada. Posaba sus manos en el perfecto trasero de Tzuyu, lo acariciaba mientras la besaba.Sabía que estaba mal, sabía que no debía utilizarla solo por una calentura de la que luego se arrepentiría. Pero no podía olvidar la imagen de Dahyun besando a Jackson, eso era lo que no la dejaba detenerse. Desabrochaba poco a poco la falda de la taiwanesa, tenía el uniforme escolar aún. Cuándo iba a quedar en ropa interior alguien toco a su puerta, intentaron ignorarlo pero la persona de afuera parecía no querer irse.
— ¡Espera!— Dijo Tzuyu al separarse de Sana para ir abrir la puerta—¿Si?—Dijo al abrir la puerta pero solo un poco por que aún estaba en ropa interior y era nada menos que Yoo—¿Que haces aquí?—Dijo nerviosa.
— Vine a ver como estabas, tu padre me pidió que fueras a verlo— Dijo sería Jeongyeon. Intentaba ver por la puerta para ver con quién se encontraba pero no lograba ver a nadie.
— ¿Tiene que ser ahorita?—Jeongyeon asintió. No podía ser más inoportuno...— Espera a que me cambie.
Tzuyu cerro la puerta para ir a cambiarse rápido que a su padre no era una persona que le gustara esperar. Sana estaba sentada viendo con un rostro confundido.
— Lo siento repitió Sana, no esta bien lo que estuvimos apunto de hacer. No es justo para ti ni para mi— Sana hizo una reverencia como signo de disculpa.
— ¡Sana!— Dijo la taiwanesa.
— Tzuyu, no quiero ser quién te lastime y te utilice...— Sana tomo sus llaves, una parte se sentía con Yoo por a ver interrumpido, luego sentiría remordimiento.
Al salir Jeongyeon quedo sorprendida, intento pelear con ella pero Sana la ignoro, no quería pelear y su cuerpo aún estaba drogado por lo que no quería involucrarse en una pelea que no tendría sentido. Sana no quería herir a nadie, no quería ser esa clase de persona. No quería avanzar, quería intentarlo una vez más, quería pelear por la única persona que la hacía sentir segura y protegida.
La chica que era el hogar al que siempre volvería, Kim Dahyun.
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