La vida de una chica sin esperanza alguna, aquella que no conoce lo que es tener una familia. Una chica que tuvo que buscar la manera de salir adelante junto con sus dos mejores amigas. Sana Minatozaki quién fue abandona por sus padres a la edad de 6 años, y fue llevada a un orfanato. El lugar era un infierno y con el tiempo eso aumentaba aún más, así era hasta que conoció a sus dos actuales mejores amigas con las que logro escapar de ese lugar.

Tenía un secreto grande, no solo amaba las carreras, la velocidad y su increíble motocicleta, también se encontraba metida en cosas malas. Aunque no tenía otra opción si quería sobrevivir a la vida tan dura que le toco.

A pesar de que creció sin amor alguno, ella de sus tres amigas era la más dulce y un poco temerosa, aunque en su exterior no mostrara debilidad alguna. 

Sana era muy bonita físicamente, era delgada, piel de porcelana, cabello castaño y siempre tenía la costumbre de vestirse con ropa obscura, botas negras y su chaqueta de motociclista.

Se encontraba feliz de a ver ganado la noche anterior, toda sus amigas corrían al igual que ella, pero esa noche era su turno. 

— Ganarle a Sehun fue muy fácil— Dijo con arrogancia. Viendo todo el dinero que llevaba en sus manos. 

— Aún tiene la esperanza de que seguro te ganara un día de estos— Respondió Momo.

—  ¿Y ese milagro que no has ido a buscar a ya sabes?— Preguntó Mina curiosa.

—De hecho, me iré a verla. Ya debe de a ver salido de la escuela. 

Sus dos mejores amigas se despidieron para regresar a la cama, no tenían trabajo hoy por lo que se quedarían todo el día en la cama.

De todas las chicas de las que se pudo a ver fijado, no entendía el por que tenía que ser esa chica. Era de una familia de clase alta con unos prejuicios muy elevados. 

Sana se encontraba manejando en aquella escuela en dónde estudiaba la chica que le gustaba. Ya era la hora de salida por lo que no debería tardar en salir. No tardo en percatarse que la chica venía a su dirección, la chica siempre caminaba a su departamento que no se encontraba muy lejos.

— Sana, ya te he dicho que no vengas a verme aquí. No quiero tener problemas con ellos, por algo que no tiene sentido— Hablo aquella chica que se encontraba ya enfrente de ella. 

— Ayer he ganado una carrera y quería invitarte algo.

— ¿Has fumado? —Pregunto— No hay nada que me pudieras invitar, cualquier cosa que yo quisiera me lo podría comprar sola, y no con tu dinero sucio. 

Aquellas palabras le cayeron como un balde con agua fría, la chica de por si era muy fría con ella.

— Solo quería pasar tiempo contigo— Su voz sonaba triste.

— Si quieres vamos a mi casa, de todos modos hay algo que debo decirte.

La chica se subió a la moto para que la japonesa la llevara a su departamento, fue rápido más de lo que esperaban.

Subieron a su departamento del enorme edificio en dónde esta vivía. Lo bueno era que tenía un departamento para ella sola, ya que no vivía con sus padres.

— Chewy ¿Por que no contestas mis llamadas y mensajes?

—Por que no he tenido tiempo, la escuela es muy estresante. Aunque dudo que lo entiendas.

Si de lastimar con palabras se tratara Tzuyu tenía el record en herir a Sana cada oportunidad se le presentará. No es que no la quisiera, lo hacía pero si tuviera que escoger entre perder su herencia y Sana, sin pensarlo escogería la herencia.

Tzuyu era egoísta por que no quería tener nada que ver con Sana, pero tampoco iba a permitir que nadie se la quitara, era su pasatiempo favorito de lo prohibido que era.

— Aunque no lo creas yo si te extrañe— Se acerco lentamente para sentarse en su regazo. Paso sus manos por su cabello de la japonesa. Se encontraba demasiado cerca que sus labios se rosaban el uno al otro — ¿Debería besarte?

—Quie...

La Taiwanesa no la dejo continuar por que poso sus labios encima de los de ella. La desesperación de Sana se notaba, aunque el beso era frió, no le importaba.

El beso se intencifico pero Tzuyu decidió detenerse, por que si continuaba terminarían haciendo aquello, en realidad en los 2 años nunca tuvieron sexo.

—¿Por que te detienes chewy?

— Deberías irte mis padres no tardan en llegar a visitarme— Mintió.

— No tienes que usar excusas todo el tiempo ¿No quieres estar con alguien como yo?—Le preguntó furiosa. Se puso de pie de una manera brusca.

—No se si quiero que mi primera vez sea contigo...

Sana tomo su casco de golpe, para caminar a paso veloz hacia la puerta en dónde la cerró de un portazo. No entendía el por que permitía que la siguiera lastimando, realmente no sabía por la que la seguía buscando.

Iba a toda velocidad por las calles de seúl, rebasaba los carros uno por uno sin sentir temor alguno. 

Ya en su habitación se en cerro para que nadie la molestara, no tenía ánimos para eso. Saco un cigarro de su bolsillo para encenderlo y sentir el humo ir, y venir en su garganta.

En su mente solo vagaban los recuerdos de la taiwanesa del momento en que se conocieron. No fue una gran historia de amor, solo coincidieron un par de veces en aquellas carreras clandestinas, Tzuyu había quedado encantada con Sana. Luego de todo eso, salieron durante un par de meses hasta que los padres la descubrieron, eso fue un golpe muy duro para ambas. 

A diferencia de Tzuyu, para sana era la primera vez que sentía que alguien la quería. La realidad era que no era amor lo que creía que Tzuyu le daba, solo era un gusto, satisfacción y diversión. 

Aquello que creía que era amor estaba muy lejos de serlo.

Luego de terminar aquel cigarro que ya se encontraba tirando en el piso, intento distraerse un poco.

Chewy:

Sana, eres tan inmadura. Creó que lo mejor será que no me busques más.

Aquel mensaje la había destruido más de lo que se encontraba. 

Sus mejores amigas no tardaron en entrar para avisarle que tenían que ir a trabajar. Sana no tardo en ponerse de pie, a su jefe no le gustaba esperar y aprendieron a la mala.

Todo fue tan rápido, no les tomo más de 4 horas terminar con todo.  

— ¿Que es lo que te pasa? Desde que llegamos tienes una actitud extraña—Preguntó su mejor amiga Momo.

—No sucede nada, me encuentro en perfectas condiciones momoring.

— ¿Y ahora que te hizo la chica mimada?—Preguntaron ambas—No mientas de que no paso nada.

— ¿Podrían dejarme de preguntar sobre eso? Mejor vamos por unos tragos.

Sus mejores de amigas estuvieron de acuerdo, y no se negaron a la idea de ir a un bar, ambas partes lo necesitaban.

Acostumbraban a ir a un bar en especifico, el lugar siempre era muy calmado. Iban de todo tipos de persona, desde una persona como ella, hasta un empresario importante. Era desconocido para otras personas, pero para otras era como un paraíso.

Pidieron un poco de soju para empezar la noche, la única que tenía mucha resistencia al alcohol era Mina, por que Momo y Sana eran un desastre con ello.

— ¿Y momoring como te va en la conquista?—Pregunto sana curiosa.

— Todo normal, aunque hay una chica que me ha estado buscando—Hizo una pequeña pausa— Si mal no recuerdo es una amiga muy cercana de Tzuyu, van en el mismo colegió.

—¿De quién se trata?—Pregunto Mina.

Sana se encontraba pensando en cual de sus amigas se podría tratar, no es que conociera a todas, en realidad solo conocía a dos.

—Creó que su nombre es Jeongyeon...

—Creó que ya se quién es ¿Es una de cabello no muy largo alta? 

Momo asintió, la conoció recientemente en un bar. Aunque no quería contarle a su amiga que había visto a Tzuyu con un chico aquella vez.

— ¿Y tú mina? Nunca te hemos visto salir con nadie— Hablo una momo curiosa.

—Saben que a diferencia de ustedes, yo no necesito ese tipo de cosas. Me encanta estar sola.

Siguieron platicando de un sin fin de cosas, desde lo más absurdo a un tema serio o era que las copas comenzaban a ser efecto en sus cuerpos.

La noche fue más increíble de lo que se imaginó. Se divertía tanto estando con sus dos mejores amigas, eran las únicas personas que estaban para ella cuándo realmente lo necesitaban.

Para el corazón de Dahyun que había quedado encantada con la japonesa, sería muy difícil poder llegar a conquistarla, su corazón se encontraba herido y asustado ante cualquier acto de cariño que surgiera pero ese no sería su mayor obstáculo... si realmente quería estar con ella su corazón se lastimaría varias veces en la pequeña lucha que enfrentaría, Zhou Tzuyu sería su mayor problema.

No solo era el hecho de que Sana estuviera cegada por ella, si no que Tzuyu no la soltaría tan rápido. Cada chica que pudiera ser una amenaza Zhou la eliminaba, destruía su confianza, era divertido para ella. 

Sana podía ser muy ingenua, ni siquiera notaba como jugaban con sus sentimientos ¿Será tan tonta para dejar ir el verdadero amor? Ni ella misma lo sabe, vendrá para ponerle su vida de cabeza, eso era seguro.

Dahyun la chica nerd será una perdición inminente.