El enfrentamiento de la madre de su novia le afecto mucho. Dahyun no respondía sus mensajes ni si quiera le llegaban y no entendía nada, eso le enfurecía. Se la pasaba todo el día en el gimnasio dándole golpe tras golpe al saco de box sin descanso, como si tuviera la culpa. Todo le molestaba, no quería hablar con nadie ni mucho menos con sus amigas, se sentía estúpida.

  — Deberías descansar un poco o colapsaras— Entro sehun dejando su botella alado de las cosas de Sana.

— No estoy de humor hoy sehun.

— Habrá una carrera en una hora ¿Vamos? Se que eso te hará sentir mejor y ganaras dinero.

Lo pensó pero termino aceptando, no tenía nada mejor que hacer. Se metió a las duchas a tomar un baño para cambiarse rápido e irse. 

El lugar como siempre se encontraba lleno de muchas personas que conocía y otras que eran equis. Sus amigas no estaban ahí y eso encontró raro pero no le tomo tanta importancia.

Una chica se acerco a conversar con ella, al principio la ignoro pero luego termino teniendo una conversación divertida.

  — ¿Vas a correr hoy?— Pregunto coqueta la chica— Creó que te queda muy bien ese atuendo que llevas— Le susurro en su oído.

— Eso tengo pensando, pero hoy es de equipos y no están mis amigas para que me acompañen.

  — Yo podría ir contigo si no te molesta, sería un honor. Todos te conocen por aquí, pensé que era mentira cuándo decían que eras muy sexy.

— No soy nada de eso ¿No tienes ningún problema?— La chica negó— Entonces acepto tu propuesta. 

La chica se subió a la moto pegándose descaradamente a sana, dejándola sentir sus senos en su espalda. La verdad es que no le tomaba mucha importancia, solo quería olvidarse un rato de todo, saco unas pastillas de su bolsillo y se llevo uno a la boca. Se olvido todo luego de eso.

Dahyun se encontraba castigada en su habitación, su madre le quito su teléfono y computadora. La obligo a terminar con Sana pero no le haría caso.

Hoy su madre tenía una comida en su trabajo por lo que no estaría en casa hasta la madrugada, así que decidió escaparse para ir a verla. Sehun le envió la ubicación en dónde se encontraban, ya conocía el camino pero necesitaba hablar con su novia. Tomo un taxi para llegar de manera rápida al lugar, camino unas cuadras por que el taxi no pudo entrar hasta en dónde se hacían las carreras. Todo estaba como lo recordaba con personas drogándose, fumando y tomando alcohol en dónde volteara a ver.

  — ¿Se te perdió la tienda de muñecas?— Se acerco una chica rubia con una falda demasiado corta que parecía que ya no quería tener nada encima.

Dahyun decidió ignorarla sabía que la chica solo se quería burlar de ella y no tenía humor para eso. Cuándo iba a quitarse a lo lejos distinguió la chaqueta negra que sana de vez en cuándo usaba y lo que vio no le gusto para nada. 

Una chica extraña se bajaba de la moto de su novia y le sonreía. Eso no era lo peor la chica parecía querer darle un beso y se veía de lejos los coqueteo que le daba a su novia. Lo que le dolió fue ver como la chica le susurro algo y le mordió la oreja...

Salió corriendo empujando a toda persona que se metiera en su camino pero choco con aquella chica rubia, calleándose las dos por el golpe.

  — ¿Por que no te fijas en donde vas?— Se levanto molesta la chica. No dejaba de mirar a Dahyun y eso llamo la atención de las personas e incluso la de Sana.

— Lo siento, fue un accidente— Se puso de pie de igual manera. Se iba a ir pero la chica la tomo de su brazo— No quiero pelear contigo.

— ¿Crees que te voy a dejar irte así como así?— Dahyun se encontraba tan molesta que le dio un golpe en la cara a la chica quedando sorprendida.

La chica se agarro la quijada dispuesta a devolverle el golpe. Sana fue corriendo para ver que sucedía y sus ojos brillaron cuándo vio a su novia ahí pero se llenaron de rabia cuándo vio que lo que querían era golpearla, sujeto el puño de la chica antes de que eso sucediera.

— ¡No te atrevas a tocarla!— La mirada que Sana le lanzaba era de pocos amigos. Apretó su mano de la chica aún más fuerte.

— Esto no es asunto tuyo Minatozaki— Respondió la chica molesta.

— Claro que es asunto mío, más si se trata de ¡MI NOVIA!— Aquellas palabras dejaron a todos con la boca abierta y el de la chica aún más. 

— No sabía que era tu novia, lo siento.

La chica le sonrió a Dahyun para quitarse de ahí. Dahyun se fue de igual manera dejando a sana ahí. Iba dispuesta a seguirla pero la chica con la que hablaba antes la detuvo.

— No sabía que tenías novia. Pensé que podríamos salir más adelante.

— Tú no me gustas de esa manera, solo quería competir por eso termine aceptando que fueras mi acompañante.

Camino hacía la dirección en dónde se iba Dahyun caminando rápido, se diría sin rumbo hacía un lugar para poder agarrar taxi e irse. Sana le gritaba que la esperara pero la ignoraba por que no quería hablar con ella, aunque la defendiera.

— Princesa espera.

 — Déjame en paz y lárgate con esa chica— Le contesto sería sin dejar de caminar.  Sana logro alcanzarla. La agarro por detrás cargándola, la menor pataleaba e intentaba soltarse pero no tenía éxito— Te dije que me dejes en paz.

 — Y yo te contesto que no lo haré— La llevaba a unas bancas que estaban cerca para que pudieran conversar. Cuándo la bajo no tardo en darle una bofetada Dahyun— ¿Y eso por que fue?— Pregunto sobando su mejilla— Pensé que eso terminaría cuándo te pidiera que fueras mi novia.

  — ¿Todavía preguntas?— Pregunto irónica.

  — No quiero pelear, no ahora que te tengo aquí luego de días de no verte.

— Creó que fue mala idea a ver venido, interrumpí tu cita con esa chica. 

  — ¿Estas celosa?— Rió— No tienes por que estarlo, la única que me interesa eres tu, princesa— Dahyun ignoraba sus palabras, le enojaba que fuera tan cínica—Creó que te lo demostraré—Sana la jalo de la cintura pegándola a su cuerpo— Eres la única, no estés celosa de ninguna chica— Por primera vez se dieron un beso que no fue rápido ni solo juntando sus labios. Era torpe por que Dahyun se encontraba nerviosa más cuándo sana introdujo su lengua dentro de su boca sintió como se aferro a ella sujetando fuerte sus ropas. Sentía sus suaves labios esos que tanto quería besar hoy y todos los días.

Se hizo largo el beso en dónde ninguna quería parar pero el airé empezaba a faltar por lo que se separaron lentamente por un instante para tomar un poco de airé y continuar, sus bocas danzaban, se complementaban de manera perfecta. Sana por fin encontró todo lo que siempre busco y necesitaba. Dahyun era el hogar a cuál volver y su razón para regresar a seúl.

Los trabajos que le daban eran cada vez más peligrosos, antes no tenía miedo de fallar pero ahora todo era distinto, tenía miedo de un día no volver y que la chica enfrente de ella se preguntara el por que nunca volvió.

  — Te extrañe— Le susurro entre el beso— Te extrañe mucho, pensé que me dejarías por tu madre— Hablo desesperada— No contestabas mis llamadas, no sabía de ti.

— No te dejaría, menos por mi madre— Termino el beso para ver los ojos brillosos y muy dilatados de la japonesa frente a ella, tenía los ojos de un animalito que no veía a su dueño por días. 

 Dahyun se aferro a Sana escondiendo su rostro en su novia. No era el lugar más bonito pero estaban juntas y eso era lo único que importaba.

Sana fue por su motocicleta para llevarla a un lugar más tranquilo y para que pudieran hablar tranquilas. Fueron a un parque cerca de la casa de la menor para que pudiera ir caminando sin ningún problema a su casa. Dahyun quería preguntarle la razón por la que tenía sus pupilas de esa manera, sabía que sana fumaba pero no se imagino que pudiera llegar a consumir drogas.

  — ¿Te drogaste? — Pregunto de manera repentina— Tus pupilas no son normales. 

  — ¿Que piensas de la droga?— Ignorando la pregunta.

  — No me gustan esas cosas. Eso solo lo usan personas que quieren llamar la atención, eso siempre me dice mi madre y creó que tiene razón ¿Por que?

— Vaya— Nada más contesto. «Soy aquello que odias. Irónico » Pensó— Eres demasiado correcta para mi.

  — ¿Eso es malo?— Pregunto con duda Dahyun— Si lo haces, yo no soy nadie para decirte que hacer, pero... no me gustaría que te hicieras daño de esa manera.

Sana le sonrió, no le contesto. No quería mentirle más de lo que hacía siempre, sabía que Dahyun era una niña bien y que probablemente no la aceptaría si supiera de quién era. Le llego un mensaje a su celular y solo significaba dos cosas que tendría que irse una semana a cumplir un trabajo. Miro de manera rápida el mensaje y estaba en lo correcto.

  — Me iré una semana fuera de seúl más o menos.

— ¿No estarás para navidad?— Pregunto triste y sana lo noto.

— Te prometo que llegare antes de navidad, si no dejare que me pongas un suéter horrible navideño— Le sonrío.

  — Mi mamá irá con sus amigas a una fiesta estaré sola en casa. Te esperare— La sonrisa que le dio era una llena de felicidad e inocencia.

— Deberías ir a casa, tu madre no debe tardar en llegar.

— Cuídate, por favor— Se acerco para darle un dulce beso de despedida, sin lengua, solo sus labios jugando entre ellos. 

Sujetaba el collar que sana le había dado, no dejaba de sonreír de lo feliz que se sentía. Aunque su mano dolía un poco por el golpe que le dio a esa chica rubia, pero poco le importaba. 

— Así se siente estar enamorada— Sonreía para ella misma, sentía que su novia la observaba de lejos pero le daba vergüenza voltear para comprobarlo. 

Por suerte su madre no se encontraba en su casa aún, por lo que entro normal, se dio un pequeño baño y apenas se acostó se quedo totalmente dormida.

Sana tenía que ir a busan a un trabajo que su jefe les había pedido y de suma importancia. La recompensa era jugosa por lo que la dificultad sería alta. No sería fácil asesinar a un político muy importante de seúl pero tampoco sería imposible, lo tenían que investigar por días para hacer un mejor trabajo.