Capitulo cuarenta y tres.
La noche anterior en dónde sus cuerpos y sus sentimientos se volvieron a encontrar había sido lo mejor de su vida. No solo se habían dado ese beso, se dieron muchos más y Sana de camino a casa nunca soltó su mano de Dahyun. Sana la había traído a su hogar por que insistió mucho en no dejarla ir sola, tardaron mucho en buscar un taxi que quisiera llevarlas por lo mojadas que estaban por la lluvia. Se despidieron con un pequeño y tierno beso, la menor le insistió a sana que podía quedarse pero no acepto por que debía volver.
Ahora, Dahyun estaba postrada en cama por que había pescado un resfriado, todas sus amigas la habían llenado de mensajes preguntando lo que había sucedido. Todos vendrían a verla más tarde luego de terminar con sus clases, ya que no quería que por ella faltaran y no es como si tuviera demasiado enferma.
Tomo unas pastillas que fue a comprar en la mañana con todo y su dolor de cabeza, las necesitaba y no estaba su madre para que la cuidará. Luego de llegar a su hogar tomo un baño por que la calentura empezaba a invadir su cuerpo y el estar sola, solo lo complicaría más.
Luego de intentar mandarle un mensaje a Sana recordó que no le había pedido ni siquiera su número, no entendía como se le pudo pasar algo tan importante, estaba demasiado feliz que no pensaba en pequeños detalles como lo era pedirle su número.
Un mensaje le llego, eran de sus amigas que ya se encontraban yendo a la casa de la menor para que estuviera pendiente y no tardaran esperándola a que se dignara abrir. Cuándo escucho el sonido de su timbre con mucho cuidado se bajo de su cama para ir abrirles la puerta que al parecen Nayeon no quería dejar de presionar el timbre. Apenas abrió la puerta sus amigas saltaron para abrazarla, todas estaban encima de ella y quería quedarse así unos minutos.
—Solo Dubu se resfría luego de tener una noche larga de sexo—Bufó la más bajita del grupo, logrando que todas rieran y que Dahyun se sonrojara.
—No hicimos eso—Respondió a la defensiva, sus mejillas se ponían con un pequeño rubor.
Todas reían al ver la cara muy roja de Dahyun que tenía ganas de golpear a Chaeyoung por decir algo así.
—No debes de tener pena de contarnos esas cosas, somos amigas después de todo—Se defendió Nayeon quién quería saber el chisme.
—Creó que la única que tiene algo que contar aquí, eres tú unnie—Se burlo Dahyun.
Miraban a la coneja interrogativamente por que también tendría que explicar como sucedieron las cosas para que estuviera con Momo, era algo que no se imaginaban. Subieron a su cuarto para que estuvieran más cómodas y llevaron unos platos de su cocina para poder poner la comida que habían llevado para que almorzaran mientras platicaban.
—¿Y bien como sucedió?—Pregunto Dahyun quién comía muy a gusto su ramen.
—Todo empezó el día de la fiesta, ella fue la que me rescató, pues ese día lo hicimos—Dijo apenada.
Todas quedaron con la boca entre abierta, sabían que Nayeon era atrevida pero no tanto como para hacerlo.
—Saben que me gustaba desde antes— Se justificó.
—¿Entonces la única virgen es Jihyo ahora?—Se puso pensativa Dahyun en manera de broma— Lo más seguro por que Mina y Chaeyoung parecen conejos peor que Nayeon en esos aspectos.
—Eso no es verdad, si lo hacemos pero no todos los días—Se defendió la más bajita.
—Yo seré virgen hasta el matrimonió—bufó Jihyo y es que ella estaba más concentrada en sus estudios que en buscar un noviazgo.
Siguieron comiendo por que todo se estaba enfriando y luego no estaría bueno, así que se dedicaron solo a comer. Al terminar Jihyo y Chaeyoung se bajaron a lavar los platos por que Nayeon ni de chiste lo haría por que recién se había arreglado las uñas.
— ¿Y que tanto sucedió ayer?—Pregunto Nayeon curiosa.
Dahyun, estaba por contestar pero escucho los pasos de sus amigas venir, por lo que quiso esperarlas para contarles a todas como fueron las cosas y que tanto había sucedido con las dos. El simple hecho de recordar le sacaba un montón de sonrisas, no sabía que pasaría después pero quería disfrutar del momento. Entraron sus amigas muy animadas, se sentaron en el suelo junto a la coneja para que pudieran escuchar todo lo que diría, por que así como son buenas amigas, eran también muy buenas para los chismes.
—¿Y bien ahora si nos vas a contar?—Dijo Chaeyoung esperando a que su amiga empezará hablar.
—No sé desesperen—Bufó Dahyun— Ayer Sana y yo nos besamos, ella me confeso que me quiere y que esta enamorada de mi... no lo esperaba de hecho me sorprendió mucho, pensé que ahora estaba con Tzuyu, creó que verlas en la posición que estaban no fue de mi agrado—Hablo muy apenada recordando la incomodidad que sintió en esos momentos.
Dahyun estaba apunto de continuar pero un silenció invadió la habitación y fue ahí cuándo Jihyo interrumpió para contar lo que tenía en su mente.
—De hecho, Tzuyu fue la que le dijo que debía ir a buscarte—Soltó la coreana— No escuche muy bien que le susurro, pero cuándo termino de decirlo sana sonrió y miro a Chaeyoung, y luego fue atrás de ti. ¡Fue muy romántico!
Nunca espero que la taiwanesa hubiera sido la primera en decirle a Sana que fuera atrás de ella, Tzuyu no era una mala persona, solo era una adolescente confundida.
— ¿En serio Tzuyu hizo eso?—Al terminar de preguntar todas sus amigas asintieron— Eso es algo difícil de creer.
—Cuándo te fuiste, ella se quedo con nosotros y se la paso peleando con Nayeon, es buena persona deberías tratarla—Dijo sincera Chaeyoung— Por cierto Dubu ¿Ya volvieron?
—No... solo nos confesamos nuestros sentimientos y nos pedimos disculpas, ni siquiera le pedí su numero—Dijo desanimada tapando un poco su rostro con sus sábanas— Quiero intentarlo una vez más, desde que conozco a Sana solo he tenido muchos problemas, pero aún así quiero estar junto a ella.
—Solo intentalo, se que esta vez todo será diferente—Dijo la coneja sonriendo— ¿Cuándo la volverás a ver?
—Ni siquiera lo sé, cuándo llegue a mi casa solo me dio un pequeño beso y se fue...
—Ella vendrá pronto...—Dijeron todas al mismo tiempo.
El tener a sus amigas, era lo mejor que le podía pasar más cuándo estaba enferma. Siempre la animaban, no eran buenas enfermeras pero al menos la entretenían con sus múltiples tonterías. Ahora solo sería cuestión de que sana fuera a verla...
Sana estaba entrenando, se la paso entrenando toda la tarde para que no fue a buscar a la menor muy temprano y pensará que estaba desesperada por verla. También tenía algo pendiente que tenía que enfrentar, cuándo fuera a casa y recogiera sus cosas para ir a ver a Dahyun.
La taiwanesa estaba ahí mismo justo enfrente de ella entrenando, parecía animada a diferencia de otros días en los que parecía solo estar encima suyo. Jeongyeon solo observaba su celular muy tranquila, mientras esperaba que terminara Tzuyu.
Fue a los baños para que pudiera tomarse un pequeño baño y que no llegara toda sudada, se tendría que bañar de nuevo pero al menos estaría más limpia. Cuándo salió de ducharse ahí estaba Tzuyu recogiendo sus cosas para irse.
—¿Hoy te vas temprano?—Pregunto tranquila Sana, sacando le un poco de conversación.
—Sí, hoy cenare con mi padre. Luego de mucho tiempo me a pedido vernos y me hace feliz—Hablo sonriendo dejando ver su hoyuelo de la mejilla.
—Mucha suerte—Fue lo único que respondió la japonesa.
Se puso su mochila para poder irse de una vez, pero veía que la taiwanesa la miraba y pensó que quería algo.
— ¿Necesitas algo?—Pregunto de nuevo Sana.
—¡No!—Dijo inmediatamente— Solo quería saber si las cosas con Dahyun funcionaron ¿Volvieron?
Cuándo termino de decir lo último sus ojos se veían tristes y cristalizados.
—Tzuyu—Sana se acerco quedando a centímetros de ella— ¡Lo siento! ¡Lo siento en serio!—Dijo con mucha calma.
—No lo sientas, fue mi culpa... si tan solo te hubiera aceptado antes ahora seríamos felices, tal vez—La taiwanesa lo supo, supo que nunca sucedería nada.
—¡Somos mejores como amigas!—Le sonrió— Sabes que cualquier cosa siempre estaré para ayudarte—Cuándo termino de decir lo último sana le dio un pequeño beso en la mejilla—Gracias por nunca dejarme sola cuándo lo necesitaba.
Tzuyu solo le sonrió mientras veía a Sana irse, parecía tener prisa por que caminaba demasiado rápido. Por alguna extraña razón, no se sentía triste si no todo lo contrarió ver a sana volver a su mismo estado de animo era fantástico.
—Me lo merezco—Se rió de si misma— ¡Tzuyu a sido derrotada por la niña nerd!—Se bufó.
Sana se subió a su moto y con toda la velocidad se encontraba yendo a su hogar, quería llegar lo más antes posible para poder resolver unas cosas. Al llegar estaciono su motocicleta afuera por que no tardaría mucho y de nuevo se iría. Cuándo entro el ambiente estaba calmado, casi no había nadie y solo se veía unas luces venir del estudió de Bae, su jefa.
—¿Puedo pasar?—Sana toco la puerta.
—Adelante—Respondió la mujer.
Entro cuidadosamente dejando ver de inmediato su espalda de la mujer quién estaba muy cómoda leyendo un libro. Cerro el libro en la mesa y giro su silla para mirar a a la japonesa.
—¿Que necesitas de mi?—Pregunto tranquila la mujer.
—Solo quería agradecerte por aclararle que nunca paso nada entre nosotras—Dijo sincera la japonesa.
—No tienes nada que agradecer, solo le dije la verdad—Dijo franca— A demás estaba cansada de verte de esa manera, te dije que no era tan mala. Siento que esa chica hará un bien en tu vida, lo sentí desde el momento en que intento protegerte de que jugará contigo.
—¡Gracias de nuevo!—Le sonrió Sana para luego salir de su habitación.
—Recuerda que no dejes que eso se vuelva tu debilidad o terminará siendo tu perdición—Fue lo último que le recomendó.
Sana asintió a sus palabras y salió de nuevo para dirigirse en su habitación en dónde ni estaba momo y ni un mensaje le había mandado diciéndole si saldría o no.Reviso su guardarropa en dónde tenía un montón de abrigos, no sabía que debería llevar. Así que agarro el más bonito que miro primero y junto a unos jeans los dejo en la cama para cuándo saliera de bañarse se vistiera.
Se tomo el tiempo de bañarse, aún sentía que el olor a cigarro no se iba por más jabón que se echara. Luego de terminar se miro al espejo para maquillarse un poco su ojo, la mejilla no tenía remedió por lo que solo se puso la curita para que no se viera feo. Luego de vestirse se puso un montón de perfume, imitaba lo que momo había hecho antes y es que siempre entendió lo que se sentía el querer ver de nuevo a esa persona y que te miraras bien.
Se subió a su motocicleta, se sentía como una niña pequeña y tenía miedo de ir. No quería llegar con las manos vacías así que pensó en que debería llevar para darle, tenía muchas ideas en su mente pero eran regalos grande y tontos, aún no sabía ser una persona sencilla en esos aspectos.
De camino a casa de Dahyun miro una florería que estaba por cerrar, así que sin cuidado alguno dio una vuelta en ''u'' logrando que los carros de atrás le pitaran. Al detenerse en esa florería miro un montón de arreglos muy bonitos, era alérgica al polen por lo que estornudaba ocasionalmente.
— ¿Buscaba algo en especial?—Pregunto una mujer de gran edad.
—Solo quería una pequeña rosa ¿Se podría?—Pregunto amable Sana—Quiero dárselo a una chica.
La mujer con cuidado entro de nuevo a su tienda y saco una especie de flor muy bonita cuyo nombre era ''Camelia'', era color rosa y era muy bonita.
—Esta flor significa «Eres la más bella y que la querrás siempre» siento que es perfecta para la ocasión— La señora mayor no dejaba de sonreírle.
—¿Que preció tiene?—Pregunto Sana.
—Son ₩ 2.928—Respondió la mujer mayor sonriente.
Sana le indico que se la llevaría, el significado era muy bonito y aunque fue un poco cursi quería serlo por primera vez. La mujer termino de arreglar la camelia muy rápido y se la entregó, aún con estornudos se concentraba demasiado bien intentando llegar a la casa de la menor. Luego de unos 40 minutos por fin llego a su casa, en la esquina pudo notar como sus amigas estaban por irse, el sol se había metido y eran aproximadamente las 7 de la noche.
Quería prender un cigarro mientras esperaba que se alejaran un poco más, pero no quería llegar oliendo a cigarrillo. Quería ir presentable por que aún no habían formalizado y quería hacerlo hoy, al menos eso tenía en mente.
Cuándo vio que luego de 10 minutos ya no podía ver en su entorno a sus amigas de Dahyun, estaciono su moto en dónde siempre la dejaba y con mucho cuidado y sin dañar su obsequio trepo para llegar a su ventana en dónde enseguida se asomo para ver a la menor tranquila leyendo un libro.
Toco su ventana, nunca solía hacerlo pero hoy estaba siendo educada por primera vez. Dahyun lo escuchó por lo que en seguida le respondió que entrara, sana con cuidado abrió su ventana de una manera muy fácil a pesar que este tenía seguro.
—Pensé que no vendrías—Hablo sincera Dahyun.
—Yo también pensaba lo mismo—Respondió Sana—Quería verte, no podía esperar más princesa.
—Yo también quería verte—Al terminar de hablar estornudo alertando a Sana.
—¿Te has enfermado? Es mi culpa, lo siento—Dijo con voz de cachorrito.
—No es tu culpa, solo es un pequeño resfriado, mañana estaré como nueva—Dijo optimista dándole una enorme sonrisa.
Sana se acerco hasta la cama y asentó su casco en la mesa de Dahyun. La miraba a los ojos y Dahyun repetía la misma acción.
—Te he traído esto—Sana saco la flor que tenía oculta a sus espaldas— La señora me explico que tenía un significado, podrías buscarlo.
—¡Muchas gracias sana, es muy bonita!—Respondió muy animada y es que siempre prefirió los pequeños detalles.
Las manos de sana con cuidado acariciaron la mejilla de Dahyun con mucho amor. Lentamente acerco su frente al suyo para poder medirle la temperatura.
—Parece que no tienes fiebre, como vi tus mejillas ligeramente rojas—Dijo con suavidad sin despegarse de Dahyun.
Al estar tan cerca Dahyun trago un poco de su saliva por el nerviosismo. Le encantaba tener a Sana tan cerca.
—¿Puedo besarte princesa?—Pidió amablemente.
—Te puedo contagiar—Respondió Dahyun apenada.
Sana miraba sus labios, poco a poco fue acercando sus labios a los de Dahyun. Los rozó cuidadosamente, el corazón de ambas estaba inquieto y el sudor de su frente se iba formando.
—No me importa...
Sin pensarlo más comenzó a besarla despacio en dónde solo sintiera sus labios, no quería meter su lengua tampoco intensificarlo. Las manos de Dahyun se aferraron al cuello de sana mientras que cuidadosamente jugaba con su cabello. El beso se iba haciendo cada vez más largo, sus respiraciones estaban más agitadas que antes y el airé empezaba a faltar.Se separaron, sana quién estaba aún de pie inclinada no podía dejar de mirarla era como si fuera lo más bello, debía detenerse por que luego no podría parar, no tendría auto control.
—Te quiero, princesa—Fue lo único que podía salir de su boca— No merezco nada de esto.
—Sana—Sujeto la mejilla de Sana—Te quiero, no pienses eso...—Dahyun le sonrió— Mejor duerme conmigo esta noche, quiero abrazarte mientras duermo.
Con cuidado entro a la cama junto a ella, se recostó a su lado sigilosamente y con cuidado paso sus manos por debajo de Dahyun para abrazarla. Aún era temprano para dormir, pero nunca era tarde o temprano para dormir con su chica. Los corazones se conectaban, al igual que las infinitas de palabras que podrían salir de sus bocas pero el corazón no mentía y estaban demasiado feliz y nadie podía arruinarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro