Capitulo cuarenta y seis.
Se había quedado dormida aún lado de la cama, solo despertó cuándo escucho sonar su alarma. Parecía todo haber sido un mal sueño, pero ahí estaba sana quién aún continuaba dormida. Se acercó para tomarle la temperatura, no tenía mucho fiebre por suerte, el doctor le había indicado antes de irse que le dio una pastilla muy fuerte que la podría hacer dormir todo el día.
El doctor también le había dado una receta de algunas píldoras que debía comprar, pero de eso se encargaría de camino a casa. Tenía que ir a la escuela, no podía faltar pero de todos modos Sana no despertaría si no hasta más tarde; no tenía caso que se quedara. Se arreglo como pudo, esperaba a Chaeyoung para que la pasara a buscar. No le había contado que ya había encontrado a Sana, se lo diría en el almuerzo o tal vez más tarde. Antes de salir de su habitación se acerco a la japonesa y le dio un pequeño beso en su frente.
—Yo cuidaré de ti, esta vez—Le susurro para volver a darle otro pequeño beso pero esta vez en sus labios.
Agarro su mochila y bajo hasta su puerta, cerro con llave y afuera esperaba a su pequeña amiga que ya venía en camino. Lo bueno es que no tendría que caminar por que sus padres de su mejor amiga las llevaría.
En todo el camino hablaron sobre que ya había presentando a Mina a sus padres y lo tomaron demasiado bien, más de lo que ella se esperaba.
—¡Me siento muy feliz por ti, Chaeyoung!—Dijo muy animada Dahyun.
—No sé por que tenía miedo. Se llevo muy bien con mis padres y les cayó muy bien—Dijo muy sonriente.— ¿Todo bien con Sana?
—Sí—Mintió, no quería contarle aún.
Intento con todas sus fuerzas no poner una expresión triste, recordando todo lo que tuvo que pasar en la madrugada con su novia.
Ya estaba en su salón de clases, Dahyun había recostado su cabeza en la mesa; tenía demasiado sueño. Los pequeños ojos se le cerraban más de lo normal. Sin darse cuenta quedo dormida en un instante. La siesta le duro tan poco tiempo, Sehun la había despertado.
—¡No te duermas dormilona!—Se burlo su amigo quién estaba picandola en su cabeza.
—¡No molestes!—Gruño Dahyun—Al menos no hoy.
—¿Que tienes gruñona?—Pregunto inquieto Sehun—¿Jackson no te satisface?
Le dio un golpe que el chico se arrepintió de haber hecho esa mala broma.
—Ya no salgo con Jackson—Respondió sincera.— De hecho, volví con Sana.
La sonrisa en su rostro era inevitable no verla. Claro que le alegraba mucho que hayan vuelto.
—Me has dejado sin palabras... no esperaba que volvieran tan pronto—Sonrió Sehun.— Me alegro por ti garrapata.
—Gracias, por fin me siento tan alegre—Sonrió Dahyun.
Sehun se acerco para darle un tierno abrazo, sabía cuándo su amiga estaba demasiado feliz y al ver su sonrisa, se daba cuenta que estaba lo doble de feliz que siempre.
—¿Y como esta esa chica rebelde? ¿Ya a cambiado?—Pregunto curioso. Siempre le tuvo un montón de respeto tanto a Sana como a Mina y Momo.
—Sigue con su misma actitud de siempre...—Respondió sincera.— Aunque, ahora no esta del todo bien. No sé que sucedió exactamente pero esta un poco mal, llego herida a mi casa—Sehun la interrumpió.
—Perdón que te interrumpa ¿No sabes si estuvo en el atentado? Veo que no dejan de hablar de eso, fue una masacre extrema—Se veía el susto en su mirada de Sehun— No solo fueron dos grupos como se dice, en realidad fueron 3. A este último se le desconoce de quién podría tratarse.
—Sí, justo es ese. No creó que se haya lastimado tanto en otro lado...
—Espero que se recupere, me gustaría ir a verla. Ahora eso es imposible, pero me la saludas—Rió el chico.
Las clases pasaron normales, también el almuerzo en dónde estuvo con su pequeña amiga en el salón de arte. Le gustaba haciendo un regalo a Mina, por eso estaba tan concentrada que a veces ignoraba a Dahyun.
No tuvieron una hora, se suponía que habría una junta de maestros y todos estarían ahí, pero parecía más una excusa que un hecho. No podía irse, tendría examen pronto, era uno de los últimos que tendría. Faltaba menos de un mes para que por fin se graduara y solo sería el baile. Se despediría de todos, diría adiós a corea un tiempo. Antes le parecía buena idea, pero era su sueño, pero también estaba la chica de sus sueños.
—¿Nayeon no te a contado nada?—Pregunto Dahyun tranquila.
—¿De lo de momo?—Respondió con otra pregunta la pequeña y Dahyun asintió—Sí, esperaba cuándo me lo contarías tú ¿O acaso sana no aparece?—Dijo angustiada.
—Sí, luego de que Nayeon me hablara. Intente no preocuparme, pero termine dormida y en la madrugada apareció... tuve que hablarle a un amigo de mi padre para que la revisará—Revolvió un poco su cabello por la desesperación—Tenemos tan mala suerte—Suspiro Dahyun.
—Todos pasamos por eso, tranquila. ¿Te estas arrepintiendo ahora?
—¡NO!—Gritó desesperada Dahyun—No es eso, es solo que tengo miedo de perderla. Pensar en eso me asusta, pensé que no la vería más y verla en esa situación; solo hace que mi corazón duela.
Chaeyoung quién estaba pintando se detuvo un momento. Acento todas sus cosas y tomo asiento al frente de su mejor amiga.
—Jamás te vi más enamorada Dahyun. Siempre eras la que huía de esas cosas, te mantenías al margen y ahora eres la que ama con todo su corazón a una persona. Lo mejor de todo es que esa persona te ama aún más de lo que tu a ella—Le sonrió Chaeyoung—Tienes muchos planes a futuro, se que tienes que tomar decisiones muy difíciles pronto. Se que tomarás la decisión correcta al final de todo.
—Chaeng, yo quiero estar con Sana, pero ahora tengo lo de mi beca...—Respondió con los ojos llorosos.
—Se que al final de todo terminará bien. Tengo ese presentimiento, podrás tener las dos cosas que más desees—La animo Chaeyoung.
Las palabras que su amiga le había dado la animaban. No le decía a nadie, ni siquiera tuvo que decirle a su mejor amiga lo que le pasa. Siempre terminaba acertando, y al final como todas las veces la termino haciendo feliz.
Dejo a su mejor amiga sola, así podía terminar de pintar con calma aquel cuadro que iba dirigido exclusivamente para su amada que era Mina. Todas sus amigas estaban demasiado felices a excepción de Jihyo que parecía importarle más la escuela.
Le envió mensajes a Nayeon, quería saber como estaba Momo. Sabía que Sana le preguntaría cuándo despertará, así que quería tener una respuesta rápida para que no se angustiara. Para su buena suerte su amiga respondió rápido y Momo estaba bien. Le había mandado hasta una foto, no se veía tan mal como su novia pero se sentía feliz.
Estaba caminando muy tranquila por los pasillos de su instituto. Contaba los minutos para irse a casa.
—Kim—Un chico le hablo—Kim—Repitió.
—¿Sí?—Respondió la menor desconcertada.
No conocía al chico.
—Una persona te busca en la entrada, dice que es urgente—Respondió el chico tímido.
Dahyun le dio las gracias por pasarle el dato. Fue corriendo hasta la entrada, pensaba que era algo respecto a Sana pero se equivoco. Lo primero que observo fue un carro muy lujoso, solo dos personas venían a su mente. Sabía que sería Jackson o Tzuyu.
Cuándo más se acercaba intentaba calmarse para no sonar grosera y ser amable. Para su buena suerte no eran ninguna de esas personas. El cristal del vehículo se bajaba dejando ver a Baehyun.
—¿Por que tardaste tanto?—Dijo sarcástica la mujer— ¿Crees que tengo todo el tiempo del mundo?
—¿Que es lo que quieres?—Expresó molesta.
—Sube, necesito que hablemos en privado...—Ordeno la mujer.
—¿Por que debería hacerte caso?—La reto Dahyun quién la miraba desafiante.
—Por que necesito hablar de Sana...—Dijo sería Bae.
Entro al vehículo con ella. Cerraron las ventanas y al principió nadie decía nada. La rivalidad entre ambas era demasiado grande, aunque no tenían necesidad de que la tuviera realmente.
—¿Sana no esta contigo?—Pregunto Bae angustiada.
—¿Para que quieres verla?—Pregunto celosa Dahyun.
—¿En serio estas celosa?—Rió la mujer—Sí que eres una chica cabeza hueca—Eso solo hizo enojar más a Dahyun.
—¡No me digas así!—Hizo un puchero.
—Solo quiero saber algo de Sana, estoy preocupada. No me gustaría que le hubiera pasado algo...
Dahyun intentaba analizar la situación ¿Como por que estaría preocupada? ¿Por que no la ha visto? ¿Que tenía que ver con Sana ahora?
—¿Tu eres? No sé como explicarlo...
—¡Sí! ¿Apenas te das cuenta?—Respondió irónica— Para ser la nerd de tu salón, eres demasiado lenta.
—Si que eres una mujer horrible...—Le contestó irónica— Ella esta conmigo, apenas ayer apareció; muy herida por cierto.
Bae se sintió aliviada, si Sana estaba bien entonces Momo también lo estaría.
—¿Puedes llevarme? Necesito llevarmela para que la revisen...
—Ella esta bien, ya la reviso un buen amigo de mi padre. No es necesario...
—Parece que no entiendes la situación. Es peligroso que este en tu casa, acaso no sabes ¿Cuántos sicarios deben estar buscándola? Un montón, aún no se han calmado las cosas y tu también correrías peligro ya que te vincularían con ella directamente. Serías una presa fácil para ellos ¿No lo habías pensando?
Dahyun realmente no había pensando en eso.
—Al menos puede quedarse solo hoy— No veía convencida a la mujer—¡P-por favor!
—Solo hoy... pediré que vigilen tu casa y necesito la ubicación de Momo.
Dahyun le contó en dónde podía encontrar a Momo, aunque Nayeon no era tan comprensible como ella y le daba curiosidad ver la pequeña pelea que seguramente tendrían.
—Una cosa mocosa. Si abres la boca, toda tu familia pagara las consecuencias— Se puso sus lentes de sol.
—Nunca diría algo que pudiera afectar a Sana de alguna manera. No diré nada acerca de esto—Le sonrió.
Había perdido su clase, no pensó que hubiera estado tanto tiempo. Pensó que solo fueron unos 5 minutos, pero en realidad hizo 30 minutos exactos. Seguramente su maestro no la dejaría pasar, pero tenía que intentarlo.
Luego de su intento fallido por entrar a su clase, se sentó en unas bancas en la parte trasera. El viento recorría su cabello, lo alborotaba un poco y le daba paz. Dahyun realmente se sentía con estrés, al menos estaría un día más con sana.
Tenía un chocolate en su bolsillo, no solía comer muchas cosas dulces. Su cuerpo le pedía algo dulce, estaba toda apagada y débil. Ahora entendía muchas cosas, el por que sana estaba pegada a esa horrible mujer.
—¡En verdad fui una tonta!—Se susurro a si misma.
—¿Por qué fuiste una tonta?—Pregunto Mina sentándose a su lado.
—Mina ¿Que haces aquí?—Pregunto confundida Dahyun.
—Vine a ver a Chaeyoung. Quiero invitarla a una cita improvisada—Rió la japonesa— ¿Ya esta todo bien con Sana?
—Sí, no somos novias oficiales pero se podría decir que estamos saliendo—Dijo orgullosa—Ahorita esta un poco mal, pero la cuidaré bien—Sonrió.
Las dos sonrieron, había algo que tenía Mina que podía darle tranquilidad. Le daba mucha alegría que su mejor amiga encontrara a alguien así.
—¿Ella esta bien? Vi las noticias, no pude evitar pensar en esas dos cabeza hueca—Frunció un poco el ceño.
—Lo esta ahora. No te preocupes—Dijo la menor tranquila para evitar que se preocupara.
—Se que cuidaras bien de ella. Me alegro que encontrara a alguien como tú—Le tomo su mano— Sabía que no se quedaría con Tzuyu—Le guiño un ojo—Debo ir a buscar a Chaeyoung y tu deberías ir a casa.
Dahyun se despidió de la novia de su amiga. Fue por sus cosas y luego se dirigió a la parada de autobús; estaba ansiosa por llegar a casa. Se bajo unas esquinas antes para poder comprar unas cosas en la farmacia y un poco de comida para su almuerzo.
No hizo mucho ruido al entrar a su hogar, dejo la comida en su cocina y luego subió a su habitación. Ahí estaba Sana durmiendo muy tranquila, su respiración estaba calmada y la fiebre parecía que no había regresado más. La piel de Sana era demasiado suave,Dahyun lo podía sentir con su tacto.
—Cuándo despiertes seguro tendrás demasiada hambre—Le hablo mientras acariciaba un poco su cabeza.
Ya eran las 4 de la tarde y la japonesa no despertaba. Ya había dormido demasiadas horas. Dahyun se puso hacer sus deberes, no tenía muchos pero no le gustaba dejar todo para el final. Mientras respondía un cuestionario escucho unos ruidos de la cama, eran quejas y miro a Sana intentar levantarse.
—No debes levantarte, te puedes lastimar—Hablo Dahyun deteniéndola de hacerlo.
—¡Princesa!—Susurro Sana—Me duele, yo no soy de quejarme pero siento mi cuerpo destruido—Se quejo Sana agarrando su abdomen.
—Cualquiera lo estaría. Viniste muy mal aquí, me preocupes demasiado—Su voz sonaba triste, Sana pudo notarlo.
—Perdón por hacerte preocupar—Dijo arrepentida Sana—Me imagino como debiste estar cuándo me viste.
Sana con mucho cuidado se sentó en la cama. Dahyunparecía querer llorar así que extendió sus brazos para que la menor la abrazara. Ella también lo necesitaba.
—Pensé que te había pasado algo. En las noticias decían que habían un montón de personas muertas y luego en la manera que te despediste, simplemente me asuste—Dijo Dahyun, se notaba la preocupación en su voz.
—Lo siento de nuevo—La abrazo fuerte aunque su cuerpo doliera— Prometo que te compensaré todo esto, pero debo irme esas personas deben estar buscándome.
Sana intento ponerse de pie pero Dahyun lo impidió.
—No, hable con Bae esta mañana. Estaba buscándote a Momo y a ti Le conté que estabas aquí conmigo y dejo que me quede contigo un día. Ella estará vigilando—Dahyun intento sonreír.
—¿Momo esta bien?
—También lo esta, ella llego con Nayeon...—Dahyun tenía curiosidad— ¿Que fue lo que pasó?
—No quiero que escuches lo que hice. No hablemos de eso, al menos no hoy—Pidió Sana.
—De acuerdo.
Dahyun escucho el estomagó de Sana sonar por el hambre. Rió y le pidió que la esperara un momento, conocía muy bien a la que era su novia. No tardo en llegar con la comida, le puso la bandeja aún lado, ella ya había comido mucho antes. Intento esperar a que despertará pero el hambre le gano.
—Me duele mover los brazos ¿Podrías ayudarme?—Le pidió sana con una carita triste.
Dahyun rió, sabía que solo era una excusa y le permitiría caer en su juego.
—Eres una tramposa—Rió Dahyun.
Con cuidado le daba poco a poco la comida. Sana le coqueteaba con la mirada, eso hacía sentir demasiado nerviosa Dahyun. Por cada bocado que le daba a Sana reía, se sentía ganadora y era para estarlo. Su novia la estaba alimentando y eso era un logro enorme.
Las miradas de ambas se cruzaban, coqueteaban entre ellas y se podía el amor que sentían las dos. Era tan grande, único, especial y solo eran de ambas. Todo los obstáculos parecían ya no importar, gracias a eso su amor se hizo más grande hasta el camino dónde ya no hay retorno.
—¿Puedes darme un beso?—Pidió Sana con su tierna voz.
Dahyun se acerco poco a poco quedando enfrente de Sana quién cerro sus pequeños ojos. Alzó un poco su rostro esperando que se dignara ya a besarla. Abrió un poco los ojos y miro que Dahyun tenía los ojos cerrados pero no se acercaba y eso hizo reír a Sana.
Con cuidado acerco sus labios, primero le dio un beso de piquito y vio como el cuerpo de la menor temblaba. Parecía nerviosa, su novia no cambiaba, siempre fue tímida y amable. Una persona llena de heridas siempre necesitaría a una persona como la que ahora era su novia.
—Te quiero mucho, princesa—Susurro para volver a cerrar la distancia entre ambas.
Sus labios se tocaban, se sentían y se deseaban tanto. Estaban muy enamoradas y no dejaría que nadie otra vez volviera a separarlas ahora que en verdad estaban conectadas la una a la otra.
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