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Capitulo cuarenta y nueve.

La noche anterior fue mágica, fue especial y sería el recuerdo más bonito que tendrían. También fue un día de verdades, ahora entendía muchas cosas de su novia. Ahora ya no se sentía extraña, sana era una persona frágil, ella también la protegería.

El sol entraba por su enorme ventana, sus cuerpos tapados con las sábanas de su cama. Aún estaban desnudas, Dahyun sentía la suave piel de Sana. Le daba vergüenza estar desnuda, no se sentía segura con su cuerpo por lo que quería vestirse.

—No te pongas nada. Quiero que estemos así—Pidió una soñolienta Sana.

—Pero...—Dijo Dahyun nerviosa.

No quiso discutir y solo se limito a sentir las caricias que sana le daba bajo las sabanas. Pudo notar que lo hacía con otras intenciones, sonaría como una viejita de 70 años pero estaba realmente muy cansada por la noche anterior. 

Cuándo levanto un poco su rostro, pudo notar que le dejo muchas marcas a Sana, tenía una cerca de su hombro, otro por debajo del cuello y en la espalda tenía demasiados arañazos. Se sentía como una loca sexual por ser así de intensa. 

Recordó las palabras que salieron de sus labios, las veces que le dijo que la amaba y el escuchar salir lo mismo de la boca de su novia era más placentero. Apreciaba la belleza de sana que era al dormir, su respiración siempre fue calmada y se quejaba poco, no como otras veces que se veía inquieta.Junto sus narices haciendo un gesto demasiado tierno, el tener a sana así de cerca lograba que su corazón se alterara.

—Adoro estar así contigo—AfirmoDahyun.

Si despertaré así todos los días, entonces iré a dormir todos los días contigo—Susurro sana quién aún tenía los ojos cerrados.

—A mi no me importaría, pero tal vez a mi madre si—Bufó Dahyun. 

Sana se acerco a Dahyun para darle un beso en su frente y abrir los ojos para mirar a su preciosa novia quién también la miraba. 

—Eres demasiado hermosa, princesa—Susurro de nuevo sana. Hoy parecía más amorosa de lo normal.

—Veo que tu herida aún no esta completamente bien—Hablo molesta—Pudiste haberte la lastimado.

—Pero no me lastime, no hablemos de eso ahora...—Intento cambiar el tema la japonesa.

Miraron el reloj y pronto sería hora de irse. Tenían que empacar las pocas cosas que utilizaron. Las dos se vistieron rápido, aunque sana fue un reto para que lograra hacerla vestir. Tenían un montón de mensajes de sus amigas, parecía que ya todas habían ido a desayunar excepto ellas quienes no tenía demasiada hambre, luego de haber comido bien ayer. Mientras Dahyun se lavaba los dientes, Sana se veía en el espejo. Noto rápidamente las marcas que le había dejado y no pudo evitar reírse. Su chica era una salvaje.

—¡Que salvaje eres Dahyun!—Gritó sana divertida para que la pudiera escuchar.

—¡Q-que dices, Sana!—Dijo tímida Dahyun, sabía a lo que se refería.

Sana se acerco y se quedo parada enfrente de Dahyun quién estaba confundida con la situación. Sujeto su mano Dahyun y la llevo a su mejilla se quedaron 5 minutos de esa manera.

—Te amo—Susurro Sana. Logro que Dahyun quedara totalmente roja.

Primero le dio un pequeño beso a su mano y luego con mucho cuidado beso su frente.

—Mientras lleves ese collar contigo, nunca estarás sola. Gracias por lo de ayer, me hiciste sentir realmente bien—Sonrió Sana.

Dahyun fue a buscar algo entre sus cosas. Sana la observaba por que esperaba alguna respuesta.

—Quiero darte algo que también puedas llevar contigo todo el tiempo—Hablo Dahyun tímidamente—Ayer te compre esto—Dahyun  saco la pulsera y con mucho cuidado se la coloco—La señora me dijo que es para personas importante para nosotros, tu lo eres para mi. Ahora tu tampoco estarás sola.

—No merezco que me ames. No merezco tener a alguien tan inocente como tú—Sana quería llorar, todo paso tan rápido.

—Tu mereces a una persona que te ame aún con tus defectos. Yo me siento demasiado agradecida por encontrarte en aquella carrera de motocicletas—Dahyun sujeto la mejilla de Sana—Supe desde ese momento, que lo mío con Jackson sería un fracaso y tuve razón. Aunque al principió fuiste grosera pero pude lograr que te enamoraras de mi.

—Aún recuerdo tu atuendo colorido. Me alegra saber que eres tú, mi chica predestinada—Sana se acerco a darle un pequeño beso en su nariz— Nunca nadie se podrá comparar contigo.

El amor que desbordaban en esa habitación era demasiado grande. Ahora estaban más conectadas que nunca.

—S-sana—Susurro tímida a Dahyun—Habrá un baile pronto, será después de mi graduación y quería saber ¿Si quieres ir conmigo?

Sana quedo sorprendida, pero no quiso contestar rápido para hacer sufrir un poco a Dahyun.

—¿Si o no?—Volvió a preguntar Dahyun ya un poco molesta.

—¡Me encantaría!—Rió Sana—No te enojes, sabes que no podría negarme a ir.

Se hubieran quedado más tiempo en su pequeña burbuja pero las múltiples llamadas de sus amigas interrumpían sus momentos. Ya tenían que ir al aeropuerto, tenían que estar 2 horas antes de su vuelo que sería pronto.

Lo bueno que sus amigas ya las estaban esperando en la entrada. Parecían tener miradas de complicidad, por que no dejaban de mirarlas curiosas. 

—¿No van a desayunar rápido?—Sugirió Mina.

—No, ayer comí muy bien—Respondió orgullosa. Eso solo logro que se ganara un golpe en su estomago por parte de Dahyun.

—Creó que todos lo escucharon—Se burlo Chaeyoung.

Dahyun  estaba demasiado avergonzada ¿En serio grito tanto para que las escucharan? Ahora la verán con otros ojos o al menos eso pensaba.

—No sé de que hablas Chaeyoung—Se puso a la defensiva— Ayer fue una noche muy complicada.

—Nos alegra que encontraras a Sana, parece estar bien—Respondió Momo—Es hora de irnos.

Llegaron al aeropuerto, ahora solo tenían que esperar a que estuviera listo su vuelo. Jeju se convirtió en su lugar favorito, lleno de buenos recuerdos y unos malos, pero no dejaban de ser bonito. El tener sujetada la mano de su novia mientras esperaban, lo hacía más bonito. 

La mirada de enamorada que tenía Kim Dahyun, se veía a kilómetros. Solo que cuándo Sana jugaba con su lengua, su rostro se tornaba carmesí, por recordar todo lo que hizo con ella ayer. La japonesa era una persona asombrosa, la hacía sentir segura y protegida y su química sexual estaba en otro nivel.

—Me encanto volver a estar contigo—Expresó sincera la japonesa—  Definitiva no quiero hacerlo con nadie que no seas tú.

—No digas esas cosas que me avergüenzo—Se sentía apenada, lo estaba.

—Gracias por nunca dejarme caer, si no fuera por ti, seguramente ya estaría muy drogada y borracha tirada por algún lado—Sana iba a seguir hablando pero noto su expresión de Dahyun—¿Sucede algo?

—Ayer tus padres me entregaron esto—Dahyun saco una tarjeta de su bolsa— Me pidieron que te lo entregará, no sabía si debía dártelo. Deberías hacer lo que consideraras correcto—Le entrego la tarjeta.

Al principió no la quiso sostener, no quería tenerla. La observo bien y era su tarjeta de presentación. Tenía sus números, nombre de lo que al parecer era una empresa y direcciones.

—No necesitas llamarles ni ir a verlos. La decisión que tengas yo prometo ayudarte—Le sujeto su mano más fuerte.

—¿Puede ser nuestro secreto? No quiero que nadie se entere—Sana la miraba con esa mirada de cachorro.

—No necesitas preocuparte por eso.

El avión llego, en todo el camino estuvieron durmiendo o al menos la mayoría. La menor leía un libro mientras Sana estaba recostada en su hombro durmiendo. Por más que intento dormir un poco no pudo, a veces su cuerpo era extraño.

Llegaron sanas y salvas, todas fueron a buscar su equipaje para poder ir a sus casas. Dahyun no quería ir a su casa aún, quería comprarle algo a su madre antes de que regresará.

—Chaeyoung ¿Puedo ir a tu casa?—Pregunto tímida Dahyun.

—Claro que puedes—Sonrió su mejor amiga.

—Me iré a despedir de Sana. No tardo—Aviso Dahyun.

Sana estaba durmiendo casi encima de su equipaje, cabeceaba mucho. Saco su celular para poder tomarle una foto y poder molestarla luego.

—Sana—La sacudió un poco—Ya debo irme, solo vine a despedirme.

—Adiós, princesa—Sana abrió un poco sus ojos— ¿A dónde irás? ¿No quieres quedarte conmigo?—Hizo un puchero.

—No puedo, al menos no hoy—Rió Dahyun— Pero puedes ir a dormir conmigo.

La japonesa quería pasar más tiempo con su novia. Pero tenía que entender que tenía otras cosas que hacer. Así que sin meditarlo más, jaló a la menor de su blusa y le plantó un beso pequeñito.

—Te has vuelto más salvaje—Rió Dahyun—Te extrañaré—se acerco para darle un tierno beso en la mejilla a su novia.

Tenía toda la cara de una persona enamorada, veía la espalda de Dahyun quién se estaba yendo con su mejor amiga. Momo se iría con Nayeon y ella se iría sola.

—¿Podemos hablar Sana?—Se acerco la taiwanesa decidida.

—¿De que Tzuyu?

—Solo vamos a comer y lo sabrás. Debes tener hambre—Rió la taiwanesa.

—Esta bien. No tengo nada que hacer de todos modos.

El auto de Tzuyu había llegado. Solo dejarían a Jeongyeon a su casa y luego irían a comer como lo habían planeado. Aunque la japonesa no tenía ni idea de lo que quería hablar con ella.

Tzuyu la llevo en aquel restaurante que era su favorito y fue en aquel en dónde se encontraron a Dahyun una vez. Se sentía nostálgico, llevaba un tiempo sin regresar y no por que tuviera malos recuerdos, simplemente lo había olvidado.

Tomaron asiento en su mesa de siempre, la taiwanesa se metió al baño y sana aprovecho para mandarle un tierno mensaje a la menor. Pero no le llegaban, seguramente su celular se encontraba apagado.

—¿Que pasó ayer?—Pregunto la taiwanesa al llegar—Ayer Dahyun fue alterada a buscarte al hotel.

—No paso nada...—Respondió normal la japonesa.

—A mi no me puedes mentir, sana—La miraba—Se que tus padres están aquí, me los encontré en la playa.

Tzuyu fue la que la ayudo a localizarlos cuándo la japonesa quería saber que fue de ellos. Incluso fueron hasta japón para verlos pero nunca tuvo el valor de entrar en aquel enorme edificio.

—Ellos se sienten arrepentidos. Incluso me llamaron hija... son unos hipócritas— La cara que tenía sana era de odio y rencor—Ellos quieren hablar conmigo, pero no tenemos nada de que hablar.

—No deberías preocuparte por eso, no dejes que ese odio vuelva a invadir tu corazón. Cuándo estés lista, ve a hablar con ellos y cierra ese capitulo.

—¿Y si nunca estoy preparada? El verlos me irrita, fueron tan malos padres.

—Si todo sale mal, recuerda que siempre tendrás a Dahyun para apoyarte.

—Tienes razón, Tzuyu. Muchas gracias—Sonrió la japonesa.

La taiwanesa podía ser una chica un poco impulsiva, pero no era tan mala persona como todos creían. Al menos con el tiempo fue cambiado y lo había hecho para bien. Tuvieron una comida normal y divertida, la japonesa le contaba pequeñas cosas que hizo con la menor en Jeju.

Por otro lado Dahyun, estaba escogiendo un pastel para darle la bienvenida a su madre. Estaba de regreso y deseaba tanto verla. Se mandaban mensajes pero aún así se llevaban muy bien. Ya no le preguntaba de Jackson, por lo que no le dolía mentirle. Al menos regresaría y eso era lo que importaba.

Su madre le contó que le tenía buenas noticias. Por el tono de su voz, entonces si deberían ser buenas noticias.  El último mensaje que recibió de su madre, era uno en el que le decía que ya había llegado a seúl y que pronto estaría en casa. Le mando una pregunta sobre si debería llevar comida pero no respondió nada. Lo tomo como un sí, ahora ya debería estar esperándola en su casa.

—¿Estas feliz?—Pregunto su mejor amiga—Pareciera que no he visto a la señora kim un año.

—Aunque nos peleábamos la extraño. Lo bueno es que ya no me pregunta por Jackson, debo hablar bien con ella por lo de Sana. Me encantaría que se llevaran mejor.

—Tu madre puede ser muy dura, pero siento que si ve que tus sentimientos son sinceros terminará aceptando. Eres una buena chica y le has demostrado todos tus esfuerzos—Chaeyoung abrazó a su amiga.

Pagaron el pequeño pastel, tomaron un taxi y subieron. Primero dejaron a Chaeyoung y luego la siguiente sería a Dahyun. Su calle estaba muy silenciosa, le pareció un poco extraño. Aún era temprano como para que no hubiera nadie.

Entro con mucho cuidado, intento prender las luces y todo parecía normal. Miro las cosas de su madre al rededor y noto que dormía en su sofá muy tranquila. Fue a la cocina en dónde dejo el pastel que compro para su bienvenida y llevo sus maletas a la habitación que pertenecía a su madre.

Se sentía feliz de verla, estaba muy cómoda sentada en aquel sofá junto a su madre dormida. Sin querer se movió un poco, logrando que se despertara.

—No escuche que llegaras, hija—Hablo su madre soñolienta.

—Recién llegue, pase a comprarte un pastel con Chaeyoung—Sonrió Dahyun.

—No era necesario ¿Y Jackson pequeña?—Pregunto curiosa su madre y noto una expresión de incomodidad— ¿Se pelearon? ¿No es así?

—En realidad es algo más complicado que eso—Respondió incomoda Dahyun— El fue muy grosero conmigo y terminamos.

La madre de Dahyun no podía entender lo que su pequeña hija le decía. Pensaba que era un chico educado o al menos eso aparentaba.

—¿En serio? Pensé que era un buen muchacho, pero si es de esa manera me parece muy bien que terminaran. Ya conocerás a otros chicos—Rió su madre feliz.

No entendía nada, su mamá desde cuándo era tan comprensiva.

—Mamá, estoy saliendo con Sana. No te estoy pidiendo permiso, solo no quiero mentirte.

—Ya lo sabía ¿Crees que soy tonta? Me daba cuenta cuándo esa chica entraba por tu ventana aparte la vecina me lo confesó—Rió su madre—Se que no he sido buena pero me alegra que por fin me hayas contado la verdad.

—¿En serio no te molesta que sea mi novia?—Pregunto sorprendida Dahyun.

—No, pero tienes que decirle que tiene que venir hablar conmigo ¿De acuerdo?

Dahyun no lo podía creer y de la emoción abrazó a su madre con todas las fuerzas. Aquel viaje le había sentado bien.

—Muchas gracias—Decía entre sonrisas.

Después de aquella conversación subió a su habitación para poder cambiarse. Después de tomar un baño se recostó en su cama para poder descasar, tuvo un día un poco agitado pero estaba bien. Lo único que la mantenía despierta era que posiblemente Sana iría con ella a dormir.

Reviso su celular para ver si tenía algún mensaje de Sana pero no tenía ninguno, ahora que estaban juntas no podía evitar querer estar todo el tiempo con ella.

—Hola—Dijo Sana entrando a su habitación—Pensé que estarías dormida o haciendo alguna tarea.

—Tenía sueño, pero estuve hablando con mi mamá que luego cuándo vine aquí simplemente ya no pude dormir—Expresó sincera—Por cierto, le conté de nosotras.

—¿Y que te dijo?—Pregunto nerviosa la japonesa.

Dahyun se levanto de su cama y fue a dónde estaba Sana parada. Levanto un poco de su cabello y lo llevo a su oreja.

—Dice que quiere hablar contigo—Dijo con seriedad Dahyun.

—¿Conmigo? ¿P-porque?—Decía con muchos nervios la japonesa.

—No te asustes—Le dijo mirándola directamente a los ojos—Lo tomo mucho mejor de lo que esperaba. Solo quiere hablar contigo, la conozco te querrá intimidar al principió. Así que espero que no le hagas nada malo a mi madre—Se bufó.

—Nunca le haría nada a nadie que fuera importante para ti—Le sonrió.

Se acerco para darle un pequeño beso en los labios con mucho cuidado.

—Se que no lo harías, sana confió en ti.

Ella conocía y sabía que nunca le haría daño a quien considerara confiable para ella. Nunca lastimaría a quién quisiera con todo su corazón.


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