Capitulo cincuenta y uno.
Todo había sido un golpe de realidad muy enorme. Nunca se espero que Jackson fuera esa clase de persona, fingía también que cualquiera podría caer en sus mentiras. Tuvo una semana muy mal, pronto sería su graduación y el baile que debía ser el mejor momento de su vida pero estaba lejos de serlo. Si había salido con sana, pero no actuaba normal. Cada vez que escucha las palabras ''te amo'' de la boca de su novia, la herían. No quería que le hicieran daño, se sentía estúpida por no poder hacer nada al respecto.
A todas sus amigas les mentía que su madre estaba bien. Tenía mucha ilusión de ir que si por ella fuera no iría. Jackson la acoso toda la semana con fotos y mensajes de su madre, la habían herido y dejado sin comer dos días.Nadie merecía esto, si hablaba con Sana estaba segura que lo entendería y le ayudaría. Pero Jackson era un chico calculador y seguramente se enteraría; no quería correr ese riesgo.
Era su último día de escuela, ya no volvería a pisar el instituto luego de este día. Le diría adiós a sus amigos y con ello al amor de Sana.
—Kim—Le hablo el director de su instituto.
Dahyun siguió al profesor hasta su oficina que es dónde hablarían.
—Señorita Kim, muchas felicidades fue aceptada en School of Visual Arts; SVA en la ciudad de New york con beca completa—El director entrego su carta de aceptación— Lo ha conseguido luego de muchos sacrificios, le espera una vida de éxitos.
—Muchas gracias señor, gracias por todo el apoyó que me brindo y por confiar en mis habilidades—Dahyun le hizo una reverencia como agradecimiento.
Tenía en la mano lo que tanto deseaba, lo que fue su meta desde el primer día que piso aquella escuela en dónde ahora estaba. No se sentía para nada feliz, su madre seguramente estaría gritando cuándo se enterara. Caminaba como si estuviera muerta en vida por los corredores de su instituto, no habían personas. Choco sin querer con el que era su amigo.
—Dahyun—Gritó Sehun emocionado—Por fin nos graduaremos, aunque no lo creas te extrañare—El chico la abrazó fuerte—Me iré a busan en la tarde, ahí viviré ahora y espero que me vayas a visitar.
—¿Enserio? Muchas felicidades Sehun, te deseó lo mejor. Gracias por estos años de amistad—Dahyun lo abrazó más fuerte.
Sehun le dio un beso en su frente y se fue corriendo a limpiar lo que ahora sería su ex casillero. El fue su mejor amigo y ahora no lo vería más. La vida era más difícil de lo que se imagino, por que si fuera fácil escogería a Sana sin problema, pero no podía escogerla, no quería entregarla.
Sana noto muchas veces que estaba extraña, le pregunto por su madre pero siempre le cambiaba el tema. Le haría daño otra vez a la persona que amaba por recuperar a su madre, no tenía otra opción. Toda la semana estuvo en una constante pelea con su subconsciente.
El famoso baile sería esta noche, todos parecían muy alegres y hasta Nayeon y Jihyo irían, sus amigas si que estaban locas.
Tenía un montón de mensajes de su novia la japonesa, le decía que tenía una sorpresa que le daría hoy en la noche, eso solo la hacía sentir peor. No fue tonta, realmente disfruto cada segundo que tenía con Sana, lo disfrutaba como si fuera el último y si que lo sería.
Había comprado un vestido largo y negro. Llevaría unos zapatitos bajos y se maquillaría de una manera diferente esta vez. Con mucho cuidado sus amigas le habían ayudado a escoger aquel vestido, al principió no quería pero le metieron la idea de que debería sorprender a Sana y a todos los que vinieran.
Llegando a su hogar, no pudo evitar sentirse mal, parecía tener dolor de cabeza y un poco de dolor de estomagó. Aún eran las 4 de la tarde, el baile sería a las 8 aún tenía tiempo para poder relajar su mente un poco. Desearía que terminará su vida en ese momento, lo deseaba tanto que podría hacerlo ella misma.
—Por que nunca me sale nada bien... por qué cuándo por fin todo va bien, termina mal—Susurro Dahyun desanimada.
—¿Todo bien princesa?—Entro Sana por su ventana un poco confundida.
Dahyun no dejo de mirarla, no le había avisado que vendría. Quedo sorprendida, su cabellera negra se había esfumado y había vuelto a su antiguo color castaño. Se veía realmente hermosa, no podía dejar de mirarla ni un segundo, era como si tuviera de vuelta a la vieja Sana cuándo recién se conocieron.
—Sana, te ves demasiado hermosa con ese color—Se levanto de su cama para apreciarla mejor—¿Esa era la sorpresa?
—Sí, pensé mucho en volver a teñirlo y por fin me anime para darte una sorpresa—Sana abrazo a Dahyun recostando su barbilla en su hombro— Quiero que esta noche sea muy especial para las dos.
—Te amo, Sana.
Sana levanto su rostro para morder con mucho cuidado la comisura de sus labios de Dahyun. No había nadie más que ellas dos, la tensión sexual era alta. Ambas sabían lo que sucedería si una no se negaba. Con mucho cuidado Sana desabrochando la blusa de la menor para poder acariciar su piel. Eso causo que Dahyun hiciera un pequeño gemido, sus manos estaban frías.
—Déjame tenerte de nuevo—Le susurro la japonesa en su oído dándole una pequeña mordida a su oreja.
—Quiero estar de nuevo contigo—Le susurro Dahyun.
Se puso de espaldas tenía nervios, nunca había estado con alguien cuándo todo se podía ver. Siempre era a obscuras, no se sentía lista con su cuerpo. Todos esos sentimientos terminaron cuándo sintió los incontables besos que le estaba dando Sana en su espalda. Su piel se erizaba, sus manos temblaban y su mente se ponía en blanco. Siempre supo como volverla loca. Con mucho cuidado bajaba su uniforme, dejándola descubierta. Observaba con mucha determinación su espalda, era igual de pálida. Todo lo que venía de Dahyun era hermoso y único.
—Si pudiera pedir un deseó, pediría que este momento nunca se terminará—Dijo Sana muy calmada.
Las manos de Sana recorrían los brazos de Dahyun quienes estaban quietos. Entrelazo sus manos quedando en una posición asertiva. Con mucho cuidado Sana alzo a Dahyun quién quedo enfrente de ella y rodeaba su cintura con sus piernas. La pego en la pared, no de manera salvaje como si estuvieran teniendo sexo, si no de una manera cuidadosa como si estuvieran haciendo el amor.
El tiempo se olvidaba, lo único que les importaba en ese momento era la lujuria. Sus lenguas se perdían en la boca de la contraría, eran intensos pero no dejaban de ser tiernos. Las manos de Sana acariciaban el hermoso culo de Dahyun, no podía evitar tocarlo.
La menor tenía rodeado el cuello de sana con ambas manos, se dejaba guiar en el beso. Jugaba con sus cabellos, se aferraba a su cabello de sana cuándo esta bajaba a su cuello. La fría pared tocaba su espalda, parecía disfrutarlo.
No paso mucho tiempo para que sana la guiara hasta llegar a su cama, la recostó con mucho cuidado para no lastimarla. Aún tenía su ropa, por lo que se quito el abrigo que llevaba puesto y lo tiro en cualquier parte de la habitación, se quito las botas que tenía, sus calcetines y se desabrocho un poco sus pantalones vaqueros.
Dahyun observaba el cuerpo de la japonesa, ahora podía ver más afondo sus cicatrices que tenía en su cuerpo, era muy triste ver a una chica de su edad con tantas. Sentía las manos de sana bajar a su entre pierna, ligeramente le desprendió su pequeño bóxer que llevaba abajo de su falda. No tardo para sentir el roce de sus dedos encima de su ropa interior, sabía que estaba muy mojada.
Sana hacía pequeños círculos encima de su ropa interior mientras besaba sus piernas. Pasaba su lengua y las mordía un poco, parecía disfrutar cada acción. Paso su lengua encima de su ropa interior y eso la hizo soltar un fuerte gemido, su cuerpo estaba ya demasiado caliente y estaba bajo el control total de ella.
Le quito su falda, ahora solo tenía su ropa interior pero no tardo ni un segundo para que sana también se decidiera de el. Puso sus piernas en sus hombros jugaba con su lengua y el clítoris de la menor, hacía pequeños círculos a su al rededor, le encantaba oír los interminables gemidos que hacía. Por la expresión de su rostro parecía disfrutarlo de la misma manera. Subió para besar su abdomen y jugar con sus pechos mientras con mucho cuidado introducía un dedo en su centro, la menor mordía su hombro y sujetaba con fuerza sus sábanas.
Aún seguía estado apretatita, eso era lo que más le encantaba. Ella era la única en poder tenerla tan sumisa, tan real y no deseaba tocar a nadie más. La besaba de nuevo, mordía ligeramente sus pezones y la menor parecía disfrutarlo. Sus gemidos eran intensos, parecían nunca acabar y se sentía orgullosa de causarle todo eso.
—Ya estoy llegando—Decía entre jadeos Dahyun.
—Vente para mi de nuevo—Le respondió de la misma manera.
Introdujo otro dedo, fue ahí cuándo empezó arañando su espalda y como estaba besándola igual su labio pero no tan fuerte para evitar lastimarla.
Todo en la habitación se sentía mágico, cualquier roce de ambas las excitaba y hasta un ligero beso podía cambiar la situación. Dahyun dio un último gemido que pareció ser el final de todo, ya había llegado al orgasmo y Sana no logro sacar su mano a tiempo, se sentía avergonzada.
Todo su cuerpo estaba sudado, había sido intenso pero no dejaba de ser sensacional. Nunca pensó que estaría de nuevo con Sana. Pero hoy había sido un perfecto día hasta el momento y no pudo evitar llorar por que por su culpa todo eso terminaría.
—¿Por que lloras?—Pregunto Sana desesperada— ¿Te he lastimado? ¿Te hice daño?
—No—Negó también con su rostro—Te amo Sana.
Sana se puso alado de Dahyun para poder abrazarla y que pudiera ocultar su rostro en su hombro. La sentía tan frágil, sabía que algo tenía pero no se lo quería decir.
—Te amo, princesa—La abrazó fuerte—¿Que es lo que me ocultas? Sabes que puedes confiar en mi.
—Si algún día hiciera algo demasiado malo ¿Me perdonarías?—PreguntoDahyun muy frágil.
—¿Por que me preguntas eso?—Respondió confundida. No entendía nada que era lo que su novia le ocultaba.
—Solo quedémonos un poco más así—Fueron las últimas palabras de Dahyun.
Se quedaron dormidas luego de esa pequeña conversación. Sumergidas en sus sueños en dónde realmente eran felices, sus corazones se podían escuchar en toda la habitación. No sintieron el pasar del tiempo hasta que sonó el celular de la japonesa numerosas veces. Eran las 7:30 y levanto a Dahyun que cuándo escucho que horas eran corrió al baño para poder arreglarse rápido.
Mientras estaba bañándose, olvido que estaba con Sana. Reacciono cuándo escucho la puerta abrirse y ver a su novia desnuda entrar con mucha confianza en su bañera.
—¡S-sana! ¿Que haces aquí?—Pregunto asustada Dahyun.
—Vine a bañarme, así podré llegar a cambiarme—Rió la japonesa—Aparte no se que te avergüenzas, ya te he visto desnuda.
—Aún así, tengo pena—Afirmo Dahyun.
Sintió el cuerpo de Sana tocar el suyo con mucho cuidado. Sana rodeaba las caderas de Dahyun quién parecía nerviosa.
—Eres demasiado hermosa ante mis ojos—Sana le mordió un poco su oreja.
—No empieces Sana o se nos hará tarde—Intento con todas sus fuerzas evitarlo, sabía como terminaría todo.
Se terminaron de bañar, muchas veces tuvo que sujetar las manos de sana para que no la intentara violar. Sana vendría por ella en media hora, llegarían un poco tarde pero llegarían. Se arreglo como pudo, se miraba en su espejo incontables veces. Suspiró, estaba por cometer el peor error de su vida. Se puso el collar que siempre usaba, se miraba con odio y se odiaría aún más dentro de unas horas.
Sana vino en su motocicleta bien arreglada, se veía bastante bien y eso que no usaba vestido. Se había comprado un nuevo abrigo, se veía elegante y seguramente le costaría una fortuna.
—Te ves demasiado hermosa—Sana se bajo de su motocicleta para ir a darle un pequeño beso en sus labios a Dahyun—Seré la más afortunada del lugar.
—Lo mismo dirán de mi. Siempre has tenido muchas admiradoras en mi instituto—Rió Dahyun.
Le entrego un casco para que pudieran irse, llevaban atrasadas 15 minutos y estaba siendo acosada por sus amigas quienes ya estaban esperándolas.
Nadie dejaba de mirarlas, todos estaban sorprendidas de que Dahyun estuviera entrando con Sana y no con Jackson quién se suponía era su novio. Las miradas la hacían sentir incomoda, no esperaba esa reacción pensó que todos la ignorarían pero es que se había vuelto popular desde la llegada de la japonesa a su vida. Sana le sujeto la mano, no le importaba que las estuvieran mirando, solo quería divertirse con su novia.
Todas sus amigas las saludaron al entrar, les hacían pequeños chistes con doble sentido que solo hacían sonrojar a Dahyun.
—¿Van a cenar o es que ya comieron el postré antes?—Se bufó Momo quién noto una marca en la oreja de Dahyun.
—Ya comí el postré pero podría volver a comerlo—Respondió Sana quién se gano un ligero golpe en su estomago— ¿Que hice?—Pregunto confundida.
—¿Todavía preguntas?—Respondió molesta.
La ceremonia empezó, todos pasaron por sus papeles y se tomaron fotos. La comida era muy buena pero no tenía mente para comer ahora, deseaba que los minutos pasarán aún más lentos. Jackson no dejaba de mandarle mensajes diciéndole exactamente la hora en dónde deberían estar, Dahyun ya le había dicho en dónde tenía planeado llevar a Sana.
Una música lenta se empezó a escuchar, Sana rodeó su cintura y Dahyun su cuello. No dejaban de darse miradas de amor entre las dos, cualquiera que las mirara notaría lo enamoradas que estaban.
—Quiero quedarme por siempre así contigo—Le susurro Sana antes de juntar sus frentes.
—Sana...
Las horas pasaban y con ello le llego la última advertencia. Ya no podía hacer más tiempo, era hora de que se enfrentará con su realidad. La miro unos segundos, trago saliva y se separó de la japonesa.
—¿Que sucede princesa?—Pregunto curiosa Sana.
—¿Y si vamos a otro lado?—Sugirió Dahyun nerviosa— Me gustaría ir a la playa en dónde me pediste ser tu novia.
—Me parece buena idea. Solo me iré a despedir de Momo y Mina—Dijo muy alegre.
—Haré lo mismo—Respondió fría Dahyun.
No querían que se fueran pero se terminaron escapando. Sujetaba con todas sus fuerzas a Sana mientras sentía el viento revolver su cabello como las numerosas veces que iba de la misma manera con su novia la japonesa.
El lugar estaba desierto, no había ruido y si alguien desapareciera aquí nadie lo sabría. La luz de la luna adornaba el agua se sentaron muy cerca del mar.
—Este lugar siempre será mi lugar favorito. Me gusta estar aquí contigo—Hablo Sana sujetando su mano— Cuándo te conocí Dahyun, me pareciste una chica normal y un poco tonta. Pero no sé como es que fui teniendo un interés que no te podría explicar—Le sonrió— Cuándo me di cuenta ya no pensaba más en Tzuyu, ahora solo pensaba en ti. Realmente te amo, princesa— Eh pensado en comprar un auto, así podría llevarte a la universidad sin que te despeinaras.
Sana le dio un pequeño beso en los labios a Dahyun. Esta la abrazó de una manera diferente, no veía su rostro pero podía sentir que estaba llorando.
—Te amo Sana, por favor perdóname—Le repetía Dahyun a cada momento.
No parecía entender, no sabía que sucedía ¿Por que su novia lloraba? ¿Alguien le habrá hecho daño?
—Vaya, vaya ¡Que momento más conmovedor!—Rió Jackson mientras aplaudía— ¡Que bonita pareja hacen!
Sana se levanto para ponerse en una posición defensiva.
—¿Que haces aquí?—Pregunto molesta Sana, su mirada era de odio.
—¿Que tu novia no te dijo?—Río de nuevo. Venían personas armadas a los costados rodándolas— Cuándo te conocí me di cuenta que no seriamos buenos amigos, querías con la chica que quería para mi. Siempre me quitabas todo lo que quería y no solo a una chica si no también a mi padre— Gritó—Yo miré como lo asfixiaste, no pude hacer nada por que sabía que me matarías. Me di cuenta que eras tu cuándo mataste a uno de mis hombres, tenías esa misma postura y agilidad.
—¿Tu mandaste a esas personas? ¡Eres un bastardo!—Gritó Sana.
Dahyun solo veía asustada.
—Perdóname, Sana—Dijo entre sollozos Dahyun.
—¿De que hablas princesa?—Pregunto confundida.
—Ella era la carnada para que pudiera capturarte y vengarme de ti.
Los ojos de Sana se abrieron como dos platos enormes. Miro a Dahyun, su fuerza de voluntad se había terminado. La persona que amaba la había traicionado.
—¿P-porque lo hiciste?—Pregunto confundida de nuevo Sana.
—No tenía opción—Dijo avergonzada.
Sana se dejo vencer, se tiro en la arena de rodillas intentando comprender todo lo que sucedía.
—¡Denle a su madre a esa chica estúpida y vayámonos!—Ordeno Jackson.
No tardo en aparecer un hombre con su madre tirándola en la arena. La menor fue corriendo hasta dónde estaba su madre igual de asustada con ella. Se abrazaron con todas sus fuerzas y cuándo levanto su rostro Dahyun para ver la dirección en dónde estaba sana observo como Jackson le daba una patada haciéndola caer.
¿Por que no se defendía? ¿Por que no hacía algo? Eso se preguntaba Dahyun, uno de los hombres la levanto con mucha fuerza y se la llevaron. Todo era su culpa, matarían a Sana por su culpa o algo peor la torturarían. ¿Por que no era tan fuerte? ¿Por que tenía que ser una persona débil?
—¿Mamá te hicieron daño?—Pregunto desesperada Dahyun.
—Estoy bien hija, perdóname me equivoque con ese chico—Dijo entre sollozos su madre.
—No te preocupes, todo esta bien ahora—La abrazó con fuerzas.
—Pero, se llevaron a esa chica—Se notaba la preocupación—Esas personas no son buenas. No saldrá con vida de ahí.
Eso la hacía preocupar aún más de lo que ya estaba. No podía quedarse con los brazos cruzados y tenía que hacer algo, sabía que Sana no la perdonaría pero al menos no la dejaría morir.
—¡Tranquila mamá! ¡Lo resolveré no sé como pero lo haré!—Dijo desanimada.
Si tan solo hubiera pedido ayuda, Sana estaría con ella en estos momentos.
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