El ruido se podía escuchar hasta el otro lado de la ciudad, la gente ya no cabían en aquella enorme casa en la que se encontraba realizando la increíble fiesta del año. La mayoría de sus conocidos se encontraban ahí, aunque Tzuyu no pudo acompañarla la japonesa no se sentía de todo mal se la estaba pasando bien.

Entre música, alcohol, drogas y sexo, el ambiente no parecía terminar. Las personas se encontraban llegando poco a poco, Momo se encontraba liándose con unas chicas en la piscina, Mina se encontraba tomando un poco de aire afuera y por otro lado la japonesa se encontraba platicando con unas amigas que tenía un tiempo que no veía.

— ¡Sana, cuánto tiempo sin verte!— Grito sorprendida una chica de piel un tanto morena.

— ¡Jennie! ¿Que te trae por estos rumbos de nuevo? ¿Te soltaron la correa?

— A Jisoo no le gustan estas cosas. No deberías burlarte que pronto te veré así, lo sé— Se burlo de su vieja amiga.

— Lo dudo, pero te diré que sí para que no te sientas mal— Se rió de sus propias palabras.

Más gente se encontraba llegando y otras, lo único bueno de las fiestas es que vendía bastante, y un dinero extra no caería mal de vez en cuándo.

Se encontraba calmada sentada en unas sillas del frente de la piscina cuándo vio a una chica que reconocería en dónde la viera, su color pálido no era normal. Dahyun se encontraba sentada sola, a lo mejor y Sehun la invito, aunque el chico se veía bastante ocupado con unas mujeres.

— ¿Por que vienes a una fiesta y no tomas ni bailas? — Habló la japonesa tomando asiento a su lado.

— Mis amigas si se están divirtiendo y querían que viniera. No soy  del tipo de chica que le divierta estar aquí.

— Me doy cuenta, se ve que eres de esas niñas reservadas y hogareñas.

— Y yo me doy cuenta de que eres solo una chica que prefiere divertirse ignorando las responsabilidades— Bufo.

— Así que la niñita sabe contestar— Se rió Sana— Ya que te encuentras aquí sola, te haré compañía.

Sin decir nada se levanto de su asiento para ir en busca de una cerveza para Dahyun. Le llevo la que menos alcohol contenía, ya que se imaginaba que tal vez no fuera muy tolerante al alcohol.

— Toma— Le ofreció la cerveza. Dahyun lo rechazó— Haré que te diviertas esta noche, aunque no nos conozcamos, confía en mi.

La menor se encontraba pensando en si de verdad debería confiar en ella, aunque no tenía nada que perder, sus amigas se encontraban bailando solas en medio con muchas personas más pero la voltean a ver de vez en cuándo.

— Tal vez no sea buena idea confiar en desconocidos pero haré una excepción contigo.

Ambas chicas se encontraban hablando de tonterías y una cerveza se hizo dos, luego tres y al final perdió la cuenta de cuántas había consumido. Dahyun se sentía con ganas de ir al baño, le aviso a Aana para ir un momento al baño. El piso se comenzó a dar como vueltas pero solo le causaba gracia. Le pregunto a uno de los chicos en dónde  se encontraba el baño, y este le indico que en el segundo piso, y ahí se encontraba yendo. Lo bueno que no era muy tarde, apenas eran las 3:00 de la madrugada. No tardo tanto tiempo en el baño, escucha ruidos extraños en uno de los cuartos de alado, seguramente eran unos chicos realmente divirtiéndose.

— ¿Con quién vienes? ¿No quieres entrar a un cuarto conmigo?— Pregunto un chico con un aspecto muy tétrico, vestía un pantalón de mezclilla roto, una camisa un tanto larga y su corte era un poco extraño.

Dahyun intento decir algo pero se encontraba demasiado alcoholizada que las palabras simplemente no salían. Sana encontró un poco extraño que no estuviera de vuelta aún, habían pasado unos 10 minutos. Se levanto para ir a buscarla pero no fue tan difícil buscar a la chica con adorable vestimenta. Subió las escaleras y fue ahí cuando vio a Dahyun acorralada por un sujeto que reconoció al instante.

— Ella viene conmigo, así que no la toques, bastardo— Hablo molesta Sana, sujetando el brazo del chico y empujándolo.

— Deberías compartir, una virgen no es algo que se ve todos los días menos en lugares como este— Aquellas palabras le dieron un asco. El chico empujo de vuelta a Sana.

Sana no aguanto más y su puño termino en la cara del chico que se encontraba en el suelo ya. Pero no todo termino ahí, el chico se puse de nuevo de pie para devolverle el golpe a la japonesa. Se encontraba molesta que saco una navaja que llevaba en su bola izquierda alertando al chico que se encontraba pegado a la pared.

— Creó que será mejor que te vayas, a diferencia de ti yo no soy una marica para esto. Si quiero te corto el cuello aquí mismo— Amenazo sana. 

El chico sudaba frió ante la mirada que Sana le daba...

— Basta Sana, no es momento para estas cosas— Intervino Mina que no sé de donde salió— Aunque te diera la razón, solo se haría el problema más grande. 

— Mina, el se lo busco...

— Es suficiente, llévate a la chica a su casa. Yo le diré a Sehun lo sucedido— Ordeno.

— ¿En dónde debería llevarla? Y-yo no me se su dirección— Susurro.

— Yo te diré su dirección— Una chica bajita salió de la parte de atrás.

Su casa se encontraba un poco lejos del lugar por lo que le había indicado su amiga de la chica de nombre Chaeyoung. Aunque no entendía como es que llego ahí, con la música tan alta no se podría escuchar aunque mataran a alguien ahí.

Sana tomo su mano de Dahyun que se encontraba un poco horrorizada por la situación pero con tanto alcohol en el sistema podría ser posible que no recordará nada. Lo bueno es que era obediente por que rápido se subió a la moto con ella.

Tenía un olor dulce como su personalidad, no pudo evitar olerlo, ya que la menor se encontraba abrazada a su cintura. No iría muy rápido para que la menor no se mareara más y vomitará, no sería bueno para ninguna.

El tráfico era leve, tal vez por que ya era un poco tarde. Sana se encontraba con un sentimiento extraño, una sensación que no podía quitarse desde que tuvo contacto con la chica que se encontraba atrás de ella.

— Así que tu nombre es Dahyun— Sonrió— Un nombre bonito para una chica dulce como tú.

Había algo en esa chica que desde la primera vez que la vio le llamo su atención, tal vez por lo inocente que podía llegar hacer o por su manera de vestir tan peculiar sin perder esa inocencia. Conocía muy pocas cosas de ella, lo único que sabía hasta ahora es que su nombre era Dahyun aunque su edad no lo sabía pero calculaba que aproximadamente la misma edad de Tzuyu.

Sin darse cuenta ya se encontraba afuera del departamento que su amiga de Dahyun le había indicado. La ayudo a bajarse para acompañarla hasta la puerta, toco un par de veces y salió una chica de maso menos su edad un poco asustada.

— Gracias por traerla, no entiendo como tomo alcohol si sabe que no lo tolera— Hablo angustiada la madre de Dahyun— Disculpa por esta molestia— Hizo una reverencia.

— No fue un problema, espero que se encuentre bien— Empezando a caminar hacía su moto.

No había sido una mala noche después de todo, antes de todo el problema realmente se la estaba pasando bien.

 Dahyun que chica más interesante.

 «Tzuyu »

Para la Taiwanesa era un fin de semana normal con la llegada de sus padres su vigilancia aumentaba más y era normal cuándo tu padre era uno de los mafiosos más importantes de corea. Se encontraba haciendo unos deberes para tener todas sus tareas listas para el lunes, aunque eran las 10 de la mañana no podía evitar sentirse un poco fastidiada. Quería salir a divertirse pero su padre solo la regañaría y eso quería evitar.

Alguien tocaba a su puerta, no entendía quién podría ser a esta hora. Se levanto un poco molesta para ir abrir la puerta, aunque lo pensaba en si debería abrir o no, a lo mejor y solo era Sana que quería verla, y no quería lidiar con ella, no ahora.

— Sana, ando muy ocupada—Hablo abriendo la puerta. Aunque sana no era la persona que tenía al frente.

—Perdón por decepcionarte pero no soy Sana ¿Puedo pasar?

— ¿Que es lo que quieres Yoo Jeongyeon? ¿Mi padre necesita algo?

—En realidad no, pero tengo que mostrarte algo...

Tzuyu la dejo entrar indicándole que tomara asiento en uno de los sofás de su sala. Fue a la cocina para traerle un vaso de agua al menos para que no se viera grosera en no ofrecerle absolutamente nada.

— ¿Que es eso que querías mostrarme? ¿Es tan importante como para venir a mi casa?—Cruzo sus piernas para tener una postura mejor y más dominante.

—¿Tú sales con Sana en secreto o tienen un tipo de relación intima? —Tzuyu asintió como respuesta— Creó que esto no te gustará mucho— Saco unas fotos de un sobre que llevaba consigo.

Las fotos eran claras una de ellas fue tomada cuándo sana la salvo de aquel borracho de camino a casa, la siguiente de cuándo se encontraba durmiendo en su hombro en la parada de autobús y la tercera fue la foto de ayer en la fiesta en dónde se encontraban hablando, y de cuándo la japonesa la llevo a su departamento. 

Tzuyu no entendía quién era esa chica, en ninguna fiesta la había visto, entonces de dónde había salido y por que demonios se encontraba junta a Sana.

— ¿Quién es esta chica?—Pregunto molesta sin dejar de ver aquellas fotos. 

— Su nombre es Kim Dahyun, estudia en una preparatoria publica, vive solo con su madre, y toca el piano...—Saco otras fotos de la pequeña vida cotidiana de la menor — ¿Quiere que haga algo al respecto?

— No Yoo, esta bien así. Dejare que la niña se ilusione con Sana si eso es lo que esta buscando. Cuándo la vea más involucradas volveré a buscarla. Aunque darle una  pequeña visita no esta demás— Hablo totalmente segura con una risita maliciosa en su rostro.

— ¿Quiere que las siga observando señorita Tzuyu?

—No, déjalo así Yoo.  

La chica hizo una reverencia para despedirse e irse del departamento de Tzuyu que se encontraba con una sonrisa maliciosa en su rostro sin dejar de ver las fotos.

— Kim Dahyun te has metido en un territorio prohibido.