Habían pasado tres años, tres años desde la muerte de Norman. Ahora mismo, Emma era quien dirigía el hotel y se encargaba de este.

Se encontraba caminando en dirección al departamento de policía, para entregarle algo a Gilda, y de paso, charlar un poco con ella.

Entro al lugar, tranquila, yendo en dirección hacia el ascensor para luego subirse a este mientras tarareaba una alegre melodía en su cabeza.

Finalmente, luego de unos largos minutos, llegó al piso donde se encontraba la unidad de Gilda.

─Emma. ─Gilda sonrió levemente al verla entrar. ─¿Qué haces aquí?.

─Vine a pasar a ver como estabas y también a dejarte esto. ─Respondió Emma, para luego darle un paquete de pastelitos.

─Gracias, Emma. ─Le agradeció la de lentes con una sonrisa en su rostro.

─Denada. ─La pelinaranja embozo una leve sonrisa. ─Oye, cuando termines tu turno, ¿Te gustaría ir a la cafetería Grand Valley?.

─Me encantaría pero, voy a estar ocupada estar tarde. ─Respondió la de cabellos verdes.

─Cita con Don ¿Eh~? ─Soltó Emma, provocando que la contraria asienta sonrojada. ─Esta bien, luego cuéntame lo qué pasó.

─Si, si. ─Dijo Gilda, desviando la mirada sonrajada.

Emma solamente río y miro la hora para luego despedirse de Gilda e irse corriendo rápidamente hasta su casa, maldiciendose a si misma por haberse olvidado de un día tan importante.

( . . . )

La fiesta iba de maravilla, todo estaba saliendo tal y como Anna y Ray lo habían planeado.

Emma se encontraba sentada en una de las mesas, comiendo de manera rápida la comida qué le servían, ya qué desde la tarde qué no comía nada.

─Tú nunca cambias ¿Verdad? ─La voz de Ray se hizo presente.

─Lo dice la persona qué dijo; "Nunca me voy a volver a casar." ─Se burló Emma, mientras comía un poco de ensalada. ─Y ahora mirate, te casaste con Anna.

─Por lo menos mastica antes de tragar. ─Aconsejo el azabache.

Emma, por su parte, solamente bufó con molestia y siguió comiendo. A su vez, está miraba de reojo a Anna, la cual tenía un bonito vestido de novia y era abrazada por Jemina.

─Se ve qué se llevan bien. ─Dijo Emma, con una sonrisa en su rostro.

─Si, al principio Jemina no quería ver a Anna, pero con el tiempo le fue tomando cariño. ─Habló Ray. ─Oye..

─¿Si? ─Emma lo miro.

─Debería agradecerles, a ti y a.. Norman, si no hubiera ido a tu hotel no la hubiera conocido y de no haber sido porque hablé con Norman ese día, no le hubiera dicho lo qué sentía. ─Habló Ray, con una triste sonrisa en su rostro.

─Norman.. ─Emma suspiró. ─Lo extraño mucho..

─Yo también, a veces quiero pensar qué él no murió y esto sólo es una horrible pesadilla. ─Dijo Ray, mirando a Emma. ─Pero no puedes regresar el tiempo atrás.

─Espero qué este bien, este donde este. ─Soltó la pelinaranja.

( . . . )

Eran las cuatro y media de la mañana, la fiesta ya había acabado y todo había sido un éxito. Emma se encontraba saliendo del lugar, algo cansada, dispuesta a ir a otro lugar.

Se subió un taxi y le dio una dirección, durante todo el viaje se la paso mirando por la ventana. A su lado tenía un ramo de rosas rojas y blancas, al mirarlas, solto una leve risa al recordar cuando Anna arrojó el ramo de flores y el qué terminó atrapandolo había sido su mejor amigo, Nat.

Finalmente, luego de un tiempo, llegó a su destino y se bajó del taxi, comenzando a caminar por el pasto hasta llegar al sitio en donde se encontraba la tumba de Norman.

─Lamento llegar tarde, Norman.

La chica dejo las flores sobre la lapida y embozo una triste sonrisa en su rostro para luego derramar lágrimas.

─Espero qué estés bien. ─Habló Emma, sentándose en el pasto. ─Yo también lo estoy, sin embargo, no puedo evitar pensar en ti cada día.

Emma había interrumpido en una zona apagada y fria del corazón de Norman, despertado su mundo nuevamente.

Sin embargo, no todo duro para siempre y su mundo volvió a apagarse de nuevo, quedando un enorme vacío.

Ese dia estaba nevando, al igual que el mismo día en el qué ellos dos se conocieron por primera vez.

WRITTEN BY ALICE...