Norman caminaba por unos callejones oscuros, dirigiéndose hacia el lugar donde se encontraría con la persona qué lo amenazó a través de esas notas.

Luego de una larga caminata, llegó a un edificio en construcción, el cual se encontraba abandonado.

─Aquí es.. ─Pensó el albino mirando hacia ambos lados, buscando a aquella persona que lo perseguía.

─Por fin llegas, Norman. ─Habló una voz, la cual tenía un tono algo extraño. ─Llevo tiempo esperando, no sabía qué fueras tan puntual.

Norman trato de buscar de donde venía aquella voz, pero le fue imposible sumado a qué el lugar estaba oscuro.

─¿Donde estas? Da la cara. ─Ordenó el albino, mientras seguía mirando hacia varios lados.

─Créeme, una vez qué me veas lo vas a entender todo. ─Dijo este, para luego salir de las sombras.

Norman, al verlo, no pudo evitar quedarse helado nuevamente.

La persona qué tenía frente a frente, era un hombre con rasgos idénticos a los suyos, era como si se viera en un espejo. En frente de él, estaba otro Doppelgänger.

─¿Q-Quien diablos eres tú? ─Le preguntó Norman.

─Mi nombre no importa ahora, pero llamame WM. ─Hablo el contrario.

─¿Qué es lo qué quieres realmente?.

─Tú vida. ─Respondió con una sonrisa sádica. ─Quiero evitar qué mis Doppelgänger sigan vivos, por eso desde hace años, me propuse asesinarlos a todos y eso te incluye a ti, Norman Ratri.

─ . . .

Norman, podía ver en una esquina a lo lejos una bolsa de basura la cual parecía contener pájaros blancos muertos. Este, al ver eso, no pudo evitar quedarse asqueado.

─No pongas esa cara, tenía que buscar una forma de llamar tu atención y está era la correcta. ─Hablo el contrario. ─El otro fue más fácil, logré incitarlo a que se incendie a si mismo.

El albino se quedó pensativo por unos momentos, hasta qué finalmente recordó el primer caso que había resuelto cuando llegó al pueblo, quien había sido el asesino, era este hombre.

─Adiós, Norman..

El contrario sonrio de manera sádica y le apunto al albino con su arma, dispuesto a dispararle, pero Norman se adelantó y le disparó en la frente rápidamente, a lo qué él hombre cayó al suelo soltando el arma. Sin embargo, está se disparó en cuanto cayó al suelo llegando a darle al albino en el abdomen.

Norman dirigió su mirada hacia abajo y puso su mano en la herida, notando qué comenzaba a sangrar. A su vez, este oía los ruidos de uno de los pájaros que estaban en la bolsa.

Sonrío, apretando fuertemente su herida mientras era acompañado por un dolor insoportable. Asimismo, camino lentamente en dirección a aquella bolsa y metió su mano libre para luego sacar al único pájaro blanco qué quedaba con vida.

Se acercó hacia una ventana rota, suspirando y sintiéndose cada vez más débil, para luego dejarlo en libertad.

Luego de unos segundos, cayó al piso, agarrándose de su abdomen y sintiendo cada vez más dolor.

Lo último qué oía eran las sirenas de la ambulancia, mezcladas con el sonido de la lluvia y los truenos. Asimismo, Norman sonrio con tristeza para luego cerrar sus ojos lentamente.

( . . . )

Los enfermeros corrían apresurados, sosteniendo la camilla en donde Norman iba inconciente y conectado a un respirador qué respiraba por él, mientras trataban de evitar qué este se siga desangrando.

Mientras era operado, en la sala de espera se encontraban Ray, Anna y Emma, quienes estaban esperando noticias sobre el estado del albino.

Luego de unas horas, llegaron Gilda, Don, Oliver y Gillian para acompañarlos durante aquella horrible situación.

Emma se encontraba sentada en una de las sillas, llorando de manera desconsolada, tratando de ser calmada por Anna y Gilda pero esta solamente se estaba poniendo peor.

Ray, por su parte, caminaba de un lado a otro con el seño fruncido, trataba de evitar prender fuego al doctor si este no le decía qué su mejor amigo estaba con vida. A su vez, Don y Gillian se encontraban también impacientes, sin embargo, estos se mantenían sentados en sus respectivos asientos.

─Familiares del paciente Norman Ratri. ─La voz de una de las enfermeras se hizo presente, a lo qué Ray se detuvo y Emma se había puesto de pie. ─La operación va bien, todo está bajo control por ahora.

Aquellas palabras hicieron qué Emma se calmara un poco, en cuanto a Ray, este seguía caminando nervioso.

Mientras tanto, durante la operación, todo comenzaba a ir bien, hasta qué el corazón de Norman se detuvo por unos momentos.

─¡Hay qué reanimarlo! ─Ordenó uno de los médicos. ─Despejen..

─Uno, dos, tres. ─Dijo otro, a lo qué los demás se apartaron un poco y le dio una descarga, pero esta no resultó.

─No resultó.. ¡Sigamos intentando!.

Probaron con otra descarga, pero esta tampoco resultó, sin embargo, decidieron hacerlo unas cuantas veces más con tal de salvarlo.

( . . . )

Norman abrió los ojos, viendo una luz cegadora delante de él. Se encontraba en una especie de callejón en donde no había ninguna persona por allí.

─¿Donde estoy?. ─Pensó el albino.

─¡Norman! ─Una voz masculina se escuchó detrás de él.

─Por fin te encontramos. ─Soltó otra voz masculina.

─Tiempo sin verte.. ─Habló otra voz, está vez, femenina.

Norman, por su parte, reconoció las voces y se dio media vuelta para ver quines eran, a su vez, se quedó completamente helado al ver quienes estaban detrás de él.

Barbara, Cislo, Vincent y Zazie se encontraban frente a él.

─C-Chicos.. ─Soltó Norman, en shock por lo qué estaba viendo.

El grupo se acercó a él y este no pudo evitar abrazarlos fuertemente, llorando desconsoladamente por la situación.

─¡Perdónenme, porfavor! ─Rogaba el joven entre lágrimas, a lo qué su abrazo había sido correspondido.

─No fue tú culpa.. ─Habló Vincent, separándose de él.

─Ese idiota ya murió, todo gracias a ti, Norman. ─Dijo Cislo.

─Ahora puedes estar tranquilo. ─Le dijo Barbara, poniendo una mano en su hombro. ─Ya no vas a sufrir más.

De un momento a otro, Zazie se fue corriendo fuera de aquel callejón, asimismo, minutos después Vincent y Cislo hicieron lo mismo.

─¿Vienes o te vas a quedar en este callejón para siempre? ─Le preguntó Barbara, ofreciéndole su mano.

Norman solamente sonrio, tomando la mano de la contraria para luego ser guiado por esta fuera de aquel callejón.

Sintiendo como todo el peso qué cargo durante toda su vida se iba de a poco.

( . . . )

─Lo perdimos..

Fue lo qué solto uno de los médicos, cabizbajo, al ver qué Norman ya no reaccionaba. Inmediatamente, cubrieron su cuerpo con una sábana y les dieron la noticia a los demás.

Los llantos de Emma eran interminables, no podía creer qué Norman ya no era parte de este mundo. Claramente, no quería hacerlo.

Ray, por su parte, tenía su mirada en piso apretando sus puños con frustración, tratando de no lloran pero, luego de unos minutos, terminó haciéndolo. No quería aceptar su muerte, no podía hacerlo, pero era una realidad, una cruel realidad.

Don y Gillian se metieron con el doctor, frustrados y tratando de negar todo, pero este dijo que ya no había nada qué hacer y se disculpó con ellos.

Gilda y Anna abrazaban a Emma, derramando varias lágrimas en el proceso.

En cuanto a aquel asesino, este falleció en el momento en el qué Norman le disparó. El albino había evitado qué aquel hombre siguiera asesinando a más gente o incluso haberle hecho daño a alguien cercano a él.

La vida de Norman había comenzado a cambiar y él había empezado a volver a tener aquella vieja alegría qué tenía cuando era un niño de once años.

Cuando todo iba perfecto, aquellas balas aparecieron para arruinarlo todo.

Quedando así, una conciencia tranquila pero un frío cuerpo junto con un corazón hecho pedazos.

Let me in | Fin.

WRITTEN BY ALICE... 💕