04: Visita sorpresa
─¿Y este? ─Emma apuntó hacia el expediente número veinticinco.
─Es de hace un año, pero no se encontraron plumas o cortes en la garganta. ─Dijo Norman. ─La víctima es un hombre de setenta y ocho años de edad, fue encontrado muerto en su apartamento y su causa de muerte fueron golpes con algún objeto de hierro, sin embargo, no encontraron marcas de defensa o algo.
─¿Y su familia? ─Preguntó la de cabellos cortos.
─Sólo tenía a su esposa, la cual falleció hace años. ─Respondió el albino. ─Lo raro de esto, es qué cuando los forenses retiraron el cuerpo, este volvió a su sitio.
─Es extraño.. ¿Aún no se encontró al asesino?. ─Volvió a preguntar Emma, a lo qué Norman sólo negó.
─Posiblemente podamos reabrir el caso nuevamente y..-
─¿Cuál es este? ─Preguntó Emma, apuntando a un caso apartado, qué no había ocurrido en el pueblo.
Era sobre el asesinato de aquellos chicos a los qué el albino consideraba sus amigos.
─Ese es un caso aparte. ─Norman soltó un suspiro.
─Crei qué sólo resolverias los casos ocurridos aquí.. ¿Qué pasó en este?.
─Algo que no quiero recordar. ─Fue lo qué pensó el oji-azul. ─Es un caso que llevo investigando hace años y posiblemente este conectado con alguno de estos, ya qué podrían tener justo al mismo asesino.
─Ya veo.. ─Dijo Emma, mirándolo a los ojos y luego dirigió su mirada hacia al expediente. ─Las víctimas eran adolescentes, debió ser..-
─Disculpa, necesito salir a tomar aire, ahora regreso. ─Soltó Norman, con una voz algo quebrada y salió de la habitación.
Se dirigió afuera del hotel, dándose cuenta qué tenía los ojos llorosos. Cada vez qué lo veía, sentía una horrible sensación de culpa por no haber estado allí con ellos.
En eso, vio como un auto negro se estacionaba cerca de allí, bajando de este un joven de cabellos negros, el cual se acercó a Norman en cuanto lo vio.
─Ray.. ─Norman lo miro con sorpresa y a la vez estaba feliz.
─¿No te esperabas qué viniera? ─El de cabellos negros le dio una leve sonrisa, mientras sostenía su maleta.
─No, la verdad. ─Respondió. ─Aún así, me alegra qué vinieras ¿Viniste con Jemina?
─Si, vinimos para un compromiso qué se celebraría aquí y también quería venir a visitarte. ─Respondió Ray, mientras veía qué la pequeña se bajaba del auto.
─Ha crecido mucho.. ─Habló Norman mientras la miraba.
En ese momento, Emma salió del edificio con unos papeles en su mano derecha y se dirigió hacia Norman.
─Norman, adivina encontré un caso qué podría estar conectado-
─Tiempo sin verte, antena. ─Río el de cabellos negros, a lo qué la joven se sorprendió al verlo.
─¡¿Ray?! ──Esta sonrió felizmente y le dio un abrazo. ─¡Creí qué jamás ibas a salir de tu habitación!.
─Si, muy graciosa. ─Dijo el de cabellos negros, sarcástico.
─Hola, tia Emma. ─Habló Jemina, por lo qué la de cabellos cortos la abrazo felizmente.
─Haz crecido mucho, Jemina. ─Le sonrió Emma.
─Ray, no me dijiste qué Emma era tu hermana. ─Habló Norman, mirándo a ambos jóvenes.
─No lo es, afortunadamente. ─Dijo Ray, bromeando a lo qué Emma le dio un codazo. ─Es mi prima, pero Jemina tiene la costumbre de decirle Tia.
─Ya veo.
─¿Y ustedes dos como se conocieron?
─Me hospedo en su hotel y somos compañeros de trabajo. ─Respondió Norman mirando a Ray.
─Norman. ─Emma le pasó los papeles de uno de los casos y este lo leyó detenidamente.
─Se ve qué ustedes tienen trabajo qué hacer, así qué mejor voy a registrarme en la recepción, nos vemos. ─Ray se despidió de ambos, para luego cargar a Jemina y entrar al hotel.
─¿De dónde se conocen? ─Preguntó Emma, mirando al albino.
─Somos amigos desde niños. ─Le respondió Norman, mientras caminaba junto a la de cabellos cortos.
( . . . )
Norman se encontraba tranquilo en su habitación, recostado en su cama. Aún así, eso duró poco, ya qué los qué se encargaban de la limpieza vinieron de nuevo por lo qué el albino se tuvo qué retirar de la habitación.
Mientras caminaba, sintió como un brazo masculino rodeó su cuello.
─Creí qué estarías en tu habitación, investigando los casos. ─Habló Ray, mirándolo de reojo.
─La están limpiando, así qué tengo un poco de tiempo libre.. ─Suspiró el de ojos azules. ─¿Y Jemina?
─Emma la está cuidando por un rato.
─Oye, como ambos tenemos tiempo libre, podríamos ir a una cafetería qué está aquí cerca. ─Comentó Norman, a lo qué Ray asintio con la cabeza.
Ambos salieron del hotel, dirigiéndose a aquella cafetería a la cual el albino había ido anteriormente, hablando de varios temas en particular en el camino. Finalmente, luego de caminar unos cortos minutos, llegaron a la cafetería Grand Valley.
Los dos entraron al lugar, pidieron su orden y se fueron a sentar a una de las mesas qué estaba cerca de la ventana.
─Entonces.. ¿Como van las investigaciones? ─Preguntó Ray, mirando al albino seriamente.
─Por ahora, no pude resolver uno de los casos qué tenía pendientes y odio eso, también estuve en duda de poder reabrir otro. ─Fue lo qué Norman respondió, con cierta molestia.
─Y.. ─Ray suspiró. ─¿Encontraste algo en el caso de Ayshe?
─No, todavía lo tengo pendiente, lo siento. ─El de ojos azules lo miro a los ojos, sintiéndo frustración por no resolver el caso.
─No importa, te entiendo. ─Dijo el azabache, mientras miraba por la ventana. ─Se qué se supone qué debo seguir adelante, pero por lo menos quiero que ese infeliz pague.
─Lo hará, Ray, lo hará. ─Soltó Norman seriamente. ─Se qué dijiste qué querías seguir adelante pero.. ¿Alguna vez piensas volver a casarte?.
─Respuesta facil; No.
─¿Lo dices por Jemina?
─Más allá de eso.. ─Ray solto un suspiro leve. ─No creo qué pueda haber otra persona para mi en el mundo, además de qué Jemina podría no reaccionar bien y solamente pasó un año y medio.
─Ya veo.. ─Norman miro la ventana de reojo, mirando el cielo, a lo qué sus pedidos habían llegado.
─¿Y qué hay de ti? ─Preguntó el de cabellos negros, mientras tomaba su taza de café. ─¿Nunca pensaste en casarte con alguien?
─No he mucho pensado en eso, además estoy muy ocupado con asuntos del trabajo. ─Respondió este, mientras le agregaba azúcar al café.
─¿Entonces vas a pasar toda tú vida sólo y siendo un adicto al trabajo?
─Probablemente..
( . . . )
Ray regresaba a su habitación, luego de dejar a Norman en la suya, caminando por los pasillos de aquel hotel.
De un momento a otro, el azabache sintió como alguien choco con él haciéndolo caer al suelo.
─¡Lo siento mucho, señor!
Aquella joven, se disculpó con Ray y lo ayudo a levantarse con cuidado para luego ponerse a levantar las sábanas que ella sostenía anteriormente.
─Descuida.. ─Soltó Ray.
Los ojos del azabache se fijaron en la chica por unos momentos, era una joven rubia de cabellos largos y unos bonitos ojos azules. Esta vestía un uniforme qué daba a entender qué ella era parte del personal del hotel.
─Déjame qué te ayudo. ─Se ofreció el chico, a lo qué la rubia asintio con la cabeza y ambos levantaron aquellas sábanas blancas.
─Gracias. ─Agradeció la joven con una bonita sonrisa en su rostro.
─Denada. ─Dijo este para luego ver como aquella chica se iba caminando por aquellos pasillos.
Luego de eso, Ray salió de sus pensamientos para luego darse media vuelta para irse a su habitación.
Sin embargo, la imagen de esa chica sonríendo seguía en su cabeza.
WRITTEN BY ALICE...
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