03: Un informante
─Es tú culpa.. ─Una voz masculina le susurro al albino, quien se encontraba en un lugar muy oscuro.
─¡No! ─Gritó Norman.
─Deja de negarlo, tú te salvaste por pura casualidad.. ─Susurró otra voz masculina.
─Es tú culpa qué todos estemos muertos. ─Soltó una voz, está vez era una femenina.
─¡Y-yo lo siento!. ─Se disculpaba este, quien temblaba al recordar aquellos sucesos.
─No mereces estar vivo. ─Habló otra voz masculina, un poco quebrada.
De un momento a otro, Norman vio aquella horrible escena otra vez, esa misma horrible y traumante escena de hace varios años.
Vincent, Cislo, Barbara y Zazie se encontraban muertos y cubiertos de sangre, mientras qué la casa estaba hecha un desastre. Norman por su parte, se quedó en shock de nuevo.
Esta vez sus ojos derramaban lágrimas y aquellas voces se hacían más fuertes.
─¡BASTA! ─Gritó Norman, cayendo de rodillas y agarrándose la cabeza, pero las voces sólo se hicieron más fuertes y aquella escena se había cada vez más visible.
Y en eso, él despertó de su sueño, agitado y con lágrimas en sus mejillas. Aquella pesadilla ya se volvió cada vez más frecuente.
Se había quedado dormido en su escritorio, con el expediente de aquel caso debajo de él. Cada vez qué miraba las fotos de sus amigos, sentía una sensación de tristeza e irá.
Norman suspiro pesadamente y se limpió las lágrimas para luego pasar al caso qué tendría pendiente hoy.
Una niña de cuatro años llamada Naila, había sido encontrada muerta en un bosque de la zona, la última vez qué se vio a la niña fue con su amigo Mark, quienes estaban jugando en el parque qué estaba en frente de la casa de esta. En algún momento, el niño perdió de vista a la contraria y, asustado fue a buscar a su madre por ayuda, se comenzó una búsqueda y días después el cuerpo de la niña se encontró en aquel bosque cerca de un lago.
Aún así, pasó casi un mes y el asesino de esta no fue encontrado.
Norman, luego de leer, guardo los expedientes y se alistó para luego irse a su trabajo, tratando de olvidarse de la pesadilla qué había tenido.
( . . . )
─Su muerte fue por ahogamiento y al parecer está cubierta con plumas, pero esta vez son negras. ─Habló Gilda, mientras le daba una ojeada al expediente.
─También hay otros casos de esos expedientes qué son similares. ─Dijo Gillian, quien también le daba una ojeada a los expedientes.
─¿Mismo asesinó? ─Se preguntó Don, pensativo.
─Probablemente.. ─Soltó Oliver.
─El problema con estos casos es qué ocurren de forma extraña pero con la misma dinámica. ─Habló Norman, mirando a sus compañeros.
─¿A qué te refieres? ─Le preguntó la de lentes, algo confundida.
─Las plumas de pájaro en los cadáveres y los cortes en el cuello son un detalle de este asesino, sin embargo, las formas de matar al parecer son diferentes. ─Respondió el albino, pensativo. ─También tengo la sospecha de qué este asesino no sólo comentio crímenes aquí..
Recordaba qué esos detalles los vio cuando encontró muertos a sus amigos.
Hubo un silencio por unos momentos, el cual dejaba presenciar el sonido de la lluvia y algunos truenos.
─Bien.. ─La de lentes rompió el silencio. ─Gillian y Oliver vayan a hablar con la gente qué estuvo allí por si vieron algo, Don hacete cargo de los expedientes mientras qué Norman y yo nos encargamos de los interrogatorios.
─Por cierto, ¿hoy vendrá algún informante?. ─Preguntó Oliver.
─Si, ella otra vez, nos ayudará en este caso. ─Respondió la de lentes.
─Ya veo.. ─Soltó Gillian, algo decepcionada.
─Te decepciona qué está vez no sea Nigel ¿Eh~?. ─Soltó Don, burlón, arqueando una ceja.
─¡Cierra la boca! ─Exclamó la rubia molesta pero con un leve sonrojo en sus mejillas. ─Sabes qué salir con informantes o empleados de trabajo está prohibido..
─Ni me lo recuerdes.. ─Murmuró el castaño, mirando de reojo a Gilda, quien acomodaba su escritorio.
─Ya se qué duele, pero es la realidad.
( . . . )
Norman salió de los baños y caminaba en dirección al ascensor, con una expresión tranquila. Cuando llegó a su piso regreso a su escritorio y volvió a mirar el expediente de Naila.
En eso, la de cabellos verdes se le acerca ─junto con otra persona─ mientras él mantenía su vista en los expedientes.
─Norman, te presento a la señorita Emma Mikhaylov, una de nuestras informantes. ─Habló Gilda, a lo qué Norman levantó la mirada y la vio.
─Hola, otra vez. ─Saludo Emma con una leve sonrisa en su rostro.
─Hola.. ─El chico imitó la acción y volvió su vista al expediente. ─No sabía qué trabajabas como informante.
─¿Ustedes se conocen? ─Preguntó la de lentes, algo confundida.
─Algo así.. ─Respondió Emma, riendo un poco. ─Se hospeda en el hotel de mi padre.
─Ya veo. ─Gilda se acomodó los lentes y volvió a su puesto.
( . . . )
─¿Donde se encontraba la tarde en la qué la niña desapareció? ─Le preguntó Norman, quien se encontraba en la sala de interrogatorios, frente a una mujer.
─Lo mismo me preguntaron hace un mes, me encontraba en mi estudio, atendiendo unos papeles y apuntes de mi trabajo. ─Respondió la mujer soltando unas lágrimas. ─Yo por nada del mundo le haría daño a mi hija.
─¿Sabe de alguien qué quiera hacerle daño a su hija? ─Preguntó, de nuevo.
─No.. pero tengo la sospecha de uno de mis vecinos. ─Habló la mujer, limpiando sus lágrimas.
─¿Puede decirme quien es? ─Le cuestionó él, mirándola con seriedad.
─Mi vecino de en frente, el cual es un joven de dieciséis años. ─Le respondió la contraria. ─Ha estado mirando a Mark y Naila de manera sospechosa.
Luego de dicho interrogatorio, Norman dejo qué Gilda continuará con lo demás, este mismo se dirigió a su escritorio ─no sin antes decirle a Don qué busqué la información sobre aquel chico.─ y volvió a revisar el expediente de la niña, específicamente las fotos de la autopsia.
─Señor Ratri. ─La voz de Emma se hizo presente. ─Gilda me pidió qué le dijera qué revisará los expedientes de la víctima.
─Eso estoy haciendo. ─Soltó Norman, sin despegar su vista de aquellos papeles. ─¿Haz podido conseguir información?
─Si, eso era lo qué quería comentarle a Gilda. ─Respondió la joven. ─He visto al padre de la niña venir a nuestro hotel un par de noches, venía con una mujer joven de cabellos cortos.
─¿Sabes su nombre o algo?
─No. ─Respondió la pelinaranja, rascando un poco su nuca.
─Ya veo.. ─El albino solamente suspiro. ─Por cierto, no es necesario qué me llames señor.
─De acuerdo. ─Emma sonrió.
( . . . )
─Interrogamos a ese joven, pero él dijo qué estaba en la casa de unos amigos y estos junto con sus padres lo pueden confirmar. ─Habló Gillian.
─Tampoco hay algo qué lo vincule con el caso, está limpio. ─Agregó Oliver.
─¿Qué hay del padre? ─Preguntó Gilda. ─Norman y yo Interrogamos a la madre y está al parecer dijo no haberle hecho nada a su hija.
─Podría estar mintiendo.. ─Soltó Oliver, no muy confiado.
─No. ─Habló Norman. ─La mujer decía la verdad, además de qué está tiene una coartada y Mark en ningún momento la vio en el parque.
─En cuanto al padre.. ─Don alejó su rostro de la computadora. ─Según la información de Emma, este si fue al hotel varias veces con una joven qué al parecer es su amante, pero tampoco estuvo en el momento del crimen ya qué a esa hora trabajaba y sus compañeros, junto con las cámaras de seguridad, lo pueden confirmar.
─Los vecinos tampoco dijeron haber visto algo fuera de lo normal. ─Dijo Gillian, mirando de reojo la lluvia.
Nuevamente, hubo un silencio en la sala por unos minutos. Técnicamente el caso de Naila no podía cerrarse, ya qué no se encontró ningún rastro del asesino o hay evidencia de quien podría ser este mismo.
Lo único qué se encontró fue el cuerpo de la niña, completamente mojado por qué fue ahogada y con cortes en la garganta junto con aquellas plumas negras a su alrededor.
Norman lo tenía asegurado, gran parte de esos casos estaban conectados.
Tarde o temprano iba a encontraría al asesino y lo haría pagar, juraba por su vida qué lo haría pagar aunque tuviera qué morir en el intento.
( . . . )
Era la hora de salir y aún seguía lloviendo, por lo qué las calles se encontraban mojadas y se podían oir varios truenos.
Norman salía del edificio, molesto y maldiciendose a si mismo por no haber traído un paraguas, sumado a qué posiblemente se termine enfermando.
─¿Te acompaño? ─Escucho la voz de Emma detrás de él, quien sostenía un paraguas y tenía una bonita sonrisa en su rostro. ─Después de todo, vamos para el mismo lado.
Al escuchar eso, Norman pensó un poco en lo qué la contraria dijo y asintio con la cabeza para luego comenzar a caminar por la vereda. A la vez, ambos jóvenes comenzaban hablar de algunas cosas en particular para no aburrirse.
─¿Y ya trabajaste con otros policías alguna vez? ─Preguntó Emma, en un tono curioso.
─No, está es mi primera vez. ─Le respondió Norman en un semblante tranquilo. ─Durante estos años, he trabajado sólo.
─Qué triste..
─¿Triste?
─Si, no parece muy lindo trabajar solo y sin compañía. ─Dijo Emma.
─Créeme, no es tan malo como tú piensas. ─Soltó Norman. ─Aunque no me molesta trabajar con alguien más, sólo debo acostumbrarme.
─Entonces.. ¿Puedo ayudarte?
─¿Ayudarme? ─El albino la miro con confusión.
─Si, con los expedientes, suelo hacerlo con Gillian también. ─Hablo la de cabellos cortos. ─Digo.. Si es qué no te molesta, claro.
El joven de ojos azules pensó por unos momentos en las palabras de la contraria y concluyó en qué no habría problema en tener ayuda, además los expedientes eran muchos.
─No es mala idea. ─Dijo él en un semblante serio. ─Así qué si, puedes ayudarme.
Al oír eso, Emma enbozo una bonita sonrisa en su rostro.
─¡Muchas gracias! ─Agradeció ella, dándole un abrazo.
─Si.. denada. ─Dijo este, separándose algo incómodo.
Luego de unos minutos, ambos llegaron al hotel y cada uno se fue por su lado.
Norman, entró al baño de su habitación y se miro al espejo, sentía frustración por no haber podido resolver el caso de aquella niña.
Miro a lo lejos como un ave blanca posaba en la ventana del baño, para luego de unos momentos salir volando de allí con rapidez.
Norman también quería ser libre y volar, pero aquella culpa qué sentía no lo dejaba hacerlo.
Este agarro un frasco de pastillas y se tomo una para luego recostarse en la cama, mirando la lluvia para luego cerrar los ojos lentamente.
WRITTEN BY ALICE...
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