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𝓥𝓾𝒆𝓵𝓿𝒆 𝓪 𝓬𝓪𝓼𝓪

Dahyun ni siquiera vino a dormir anoche, tampoco contestaba mis llamadas. Era como si no quisiera saber nada de mi y eso me dolía demasiado. Yo entiendo que lo arruine, se que debí ser más fuerte y honesta con mis sentimientos pero ahora es muy tarde para arrepentirse. 

Ahora estaba sufriendo las consecuencias de mis actos ¿Por que lo hice? me hacía esa pregunta tantas veces que perdí la cuenta exacta. Solo se que hay días en los que me cuesta reconocer esta adicción que nunca abandone, no quería decirle al principio porque pensaba que no seguiría mucho tiempo más, pero me equivoque. El tener una responsabilidad también es algo que me perjudica sobre que realmente quiero y no es lo que esperaba. Por ese miedo podría perder a la única chica que me ha amado sinceramente. Puedo perder a la única persona que me hace sentir tan bien y que me hace querer ser mejor, pero si no quiere estar más conmigo entonces me hundiré en esa habitación vacía de la que nunca debí salir.

-Minatozaki Sana.

La noche fue tan larga para ambas chicas. Dahyun después de quitarse de almorzar con Eunwoo fue directo a casa de su madre quien al principio le preguntó qué sucedía pero no le quiso contar porque era algo que no tenía respuesta alguna. Volvió a dormir luego de mucho tiempo en su antigua cama que aún podía recordar lo suave que era. 

Aún tenía la foto de Sana en su mesita de al lado de su cama. La sujeto con sus manos observando cada detalle de cuándo eran aún unas adolescentes intentando enamorarse y encontrarse mutuamente. Era extraño, no importa cuantas veces intentaron coincidir siempre el destino las termina alejando al igual que una hoja cuándo el viento logra quitarla de la rama en la que nació.

Nunca tuvieron buena suerte y ahora se daban cuenta de eso. Mientras más una se iba acercando la otra se perdía completamente. Y eso le estaba hartando, ya no quería más eso. Ya no eran unas niñas pequeñas, no podían pasar toda la vida peleando y reconciliándose. Tampoco quería tener que preocuparse por Tzuyu, quién parecía no querer dejar de ser su dolor de cabeza.

Luego de un rato, se metió a bañar, se cambio para poder ir a su oficina. Como en los viejos tiempos su madre le había preparado su desayuno y le daba un poco de nostalgia. No le preocupaba nada mientras comía los pancakes que su madre le hizo junto con un poco de jugo de naranja. Podía sentir ese olor a hogar, esa sensación de amor al prepararlo y eso es lo que sentía con Sana.

—Eres una tonta, Sana—Susurro antes de abandonar su casa.

El día era soleado, era primavera se sentía en el aire. Era una de sus épocas del año favorita, aún no era tan caluroso como otras veces en verano. Intentó parar un taxi porque a diferencia de su departamento la casa de su madre quedaba un poco lejos de su oficina.

Eunwoo le mandó varios mensajes diciendo que cuando llegara se reportara a casa de Tzuyu quién aparentemente parecía buscándola desde que llegó. Tenía dos ideas en la cabeza 1) O la despediría por una extraña razón. 2) O sería algo relacionado con lo de Sana, pensaba más en la segunda opción.

Cuándo llego al edificio tomo un poco de aire al igual que trago saliva y entró. Todos la miraban, al menos eso sentía pero era más causa de su imaginación por la tensión que sentía su cuerpo. Fue caminando a la oficina de Tzuyu y no necesito tocar dos veces porque de inmediato la hizo pasar. Ahí estaba aquella chica con sus lentes enormes de sol y unas ropas que marcaban su perfecto cuerpo.

—¡Oh Kim!—Rió la chica mirando su reloj—. Llegas 10 minutos tarde, eso no está bien.

—He tenido un pequeño problema para llegar a tiempo—Explicó Dahyun intentando persuadirla—. ¿Qué es lo que querías hablar conmigo?

Tzuyu rió ante su pregunta, amaba lo directa que podía ser algunas veces. La miró fijamente y luego sacó un abrigo de su cajón. Se lo extendió para que lo tomara y la menor obedeció. 

—Sana, la dejo en mi casa ¿Se la puedes entregar?—Hizo esa sonrisa cínica que molestó a Dahyun. 

Dahyun no decía nada, solo observaba si en verdad era la de Sana. Efectivamente lo era, ella reconocía todos los abrigos que su novia poseía en su armario. Lo único que buscaba Tzuyu era fastidiarla, era muy claro que la razón de las marcas en su cuello de la japonesa eran hechos por su jefa.

—Seguro debes estar sorprendida. Yo lo estaría si mi ''Novia'' dejara sus cosas en casas de otras mujeres.

—Señorita Tzuyu—Respondió irónica Dahyun— ¿Qué hacía usted con la novia de otra persona? No está bien que haga esas cosas ¿No cree?, Siento que no se ve del todo bien.

Tzuyu cambio su expresión ganadora, pensó que gano pero se equivocó. Estaba perdiendo y no lo permitiría.

—Se ve mal, pero yo no quiero ignorar a sus mensajes buscándome. Deberías decirle a tu novia que no lo haga y de ser así no saldría con la novia de otra chica—Exclamó a la defensiva.

No quería pelear más porque no olvidaba que la chica al frente podía despedirla de un momento a otro. Le sonrió pero antes de salir por la puerta miró directo a los ojos a la taiwanesa.

—Yo confió en el corazón de Sana más que en mi misma. Se que pudo haber cometido un error, no se lo justifico, pero se que ella a quién verdaderamente quiere es ami y si quiere estar contigo de nuevo... yo la dejaría libre—Sonrió Dahyun al terminar de hablar—. Solo no quiero que esto interfiera en mi trabajo, espero lo veas de esa manera. Bueno ahora me retiro.

Dahyun  cerró la puerta con cuidado. Camino a su pequeña oficina y al sentarse sintió su corazón latir por los nervios. No sabía de donde saco el valor para decirle esas palabras a Tzuyu, pero era verdad lo que decía. Era lo que siente y es muy sincero de su parte. 

—¿Ya te encuentras mejor?—Preguntó Eunwoo quién traía su comida en mano.

—Sí, fue un alivio que estuvieras ahí—Dahyun le hizo un guiño.

—No me gusta ver a las señoritas lindas tristes.

A veces sentía que Eunwoo le coqueteaba y otras veces que solo estaba siendo amistoso. Si comparaban la manera de ser de Sehun su antiguo amigo el la trataba más delicado, era más atento y amigable. Eso le hacía dudar en muchas cosas.

—Que suerte que aquí no las hay—Dahyun intentó evadir las palabras del chico.

—Buena jugada—Respondió Eunwoo divertido. 

No pasaron ni 10 minutos cuándo Tzuyu lo llamó a su oficina con urgencia. Hoy iban a terminar su canción pero sería imposible por lo que escuchó era importante y tardarían mucho. Solo tenía que esperar a que su día terminará para poder ir a casa de nuevo.

Sana por otro lado estaba en su oficina. Su mañana fue terrible, se preguntaba si volvería Dahyun a casa. Era algo que no tenía claro y le mortificaba. Las chicas no le preguntaron nada el respecto, sabían que no deberían hacerlo. Le mando un mensaje por la mañana para saber como esta pero solo obtuvo un leído a su favor.

No quiso quedarse más tiempo ahí, tomó su abrigo y se lo coloco para ir de salida a alguna parte. Quería un poco de alcohol para calmarse un poco y relajarse luego de estar tensa todo el día. No se podía concentrar y eso era molesto.

Iba en su motocicleta en busca de un bar cercano. En todo el camino se la paso concentrada cuándo a lo lejos miro a una chica de tez blanca caminar de manera muy divertida sobre la banqueta quién parecía ir disfrutando música con sus auriculares puestos. Le pareció gracioso porque la chica tropezó logrando caerse un poco. Sana se percató de que se trataba de su novia así que hizo una maniobra para girar de vuelta en dónde estaba. 

Dahyun quién se limpiaba un poco las rodillas rió de su acto y mirando a su alrededor de que nadie la hubiera visto o si sería vergonzoso.

—D-dahyun—Dijo nerviosa Sana quién tartamudeo—. ¿Te encuentras bien?—Sana se acercó a pocos centímetros de Dahyun.

—Sí—Respondió un poco asustada—. ¿Qué haces aquí?

—Solo iba pasando y te vi caminando por aquí—Sana se rasco un poco su cabello—. ¿Quieres que te lleve a casa?

La mirada que Sana le daba a Dahyun era inquieta, movía un poco sus labios y no dejaba de mirarla directamente como si le dijera con los ojos que aceptara.

—Sí, está bien ¿Ya sabes en dónde vive mi madre?—Preguntó Dahyun sería.

—Sí—Respondió desanimada Sana quién hizo un gesto de decepción.

Ver la mirada de tristeza de Sana le causo un poco de gracia, pero tenía que castigarle de una u otra manera. Se subió a su motocicleta junto con Sana quién llevaba su casco por si las dudas, al principio manejaba muy tranquila pero luego aumentó solo un poco la velocidad y ahí estaban dirigiéndose a casa de su madre.

Sana mientras más se acercaba a casa de la madre de Dahyun iba bajando la velocidad hasta que por fin paró en aquella esquina en la que se solían encontrar. No decía nada, tampoco se movía un centímetro.

—¿En verdad no volverás a casa?—Preguntó la japonesa quien aún veía al frente.

—Lo estoy haciendo...—Intentó no reírse Dahyun.

Sana se bajó de la motocicleta y se quitó el casco tirándolo aún lado sin importar que se dañara. 

—Se que cometí un error muy estúpido—Empezó hablar Sana—, no se con exactitud que paso esa noche; pero no es justificación. 

Dahyun veía a Sana que parecía demasiado arrepentida. 

—Está bien—Respondió calmada Dahyun—. Se que estuviste con Tzuyu, no sé hasta dónde llegaron ni tampoco quiero saberlo—La menor se bajó de la motocicleta y se quitó el casco— ¿Ya no quieres estar conmigo? ¿Por qué lo hiciste?

—Por estúpida—Respondió sincera Sana—. Claro que quiero estar contigo...

El aire revolvía sus cabellos y la luna se reflejaban en sus ojos.

—¿Y cómo podré confiar en ti de nuevo? ¿Cómo sabré que no lo harás de nuevo?

Sana se iba acercando poco a poco para poder quedar más cerca de Dahyun pero esta se alejaba. No es que no lo quisiera solo que no podía besarla al menos no ahora. El simple hecho de saber que se beso con Tzuyu, era doloroso.

—Entiendo que no quieras que te toque—Rió incomoda Sana—. Cree en mis palabras.

—Claro que creo en ti... Sana.

Dahyun se fue acercando esta vez. Cerró sus ojos y Sana repitió su acción esperando un beso pero lo único que recibió fue un beso en la mejilla y una tímida sonrisa.

—Vamos a casa—Ordenó Dahyun intentando contenerse de reír.

Es dónde quería que fuéramos desde un principio—Sana subió a su motocicleta.

La madre de Dahyun quién estaba viniendo de compras escucho un poco su conversación. Solo que estaban tan perdidas en su mundo que ni la notaron y su madre sabía que estaban destinadas a estar juntas sin importar lo que se aproxima. 

Llegaron tranquilas, la primera en entrar a bañarse fue Dahyun y luego fue el turno de Sana. No era tan tarde pero sus cuerpos estaban agotados Sana era la única que no estaba segura de entrar a la cama, no sabía si era preferible dormir en el sofá o en la cama junto a Dahyun.

—¿Vas a dormir ahí parada?—Pregunto divertida Dahyun quién ya llevaba su pijama puesta.

—No, solo no quiero incomodarte.

Le hizo una señal para que fuera con ella. Le daba palmaditas a la cama para que se animara y no tardó en entrar junto con la coreana. Ahí estaban recostadas, esta vez Sana estaba del lado que siempre pedía Dahyun y ahora era ella la que estaba siendo abrazada.

—No dejes que nadie te vuelva a besar—Dahyun la sujetó más fuerte—. Por cierto, Tzuyu me entregó tu abrigo que por cierto huele demasiado a alcohol.

—Estoy de acuerdo—Dijo Sana divertida—¿En donde viste a Tzuyu?

—Eso ya no tiene importancia, Sana.

La parte que más le gustaba de sus días ahora era el de poder dormir como ahora con Dahyun. Algo que pudo haber perdido por una cosa insignificante y prometió que sería más sincera respecto a lo que sucediera o tuviera miedo.

Eso formaba una relación; la confianza.


Ya volveré a las actualizaciones constantes, ahora que trabajó y estudió, me buscaré tiempo para ser constante en las actualizaciones como antes uwu

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