𝓢𝓲𝓵𝒆𝓷𝓬𝓲𝓸
Todo parecía que se desvaneció en una fiesta que era tan esperada y que se suponía que debió ser el mejor día de su vida. Ahora era el peor, Chaeyoung y su madre tuvieron que entrar a buscarla en los baños de en los que no quería salir. Tuvieron que insistirle mucho para que fueran a casa, intento marcarle a Sana pero nunca respondió, si no todo lo contrario. La ignoraba.
Las palabras de todas esas personas resonaban en su cabeza, lo escuchaba una y otra vez. Era como si no se quisieran ir, no pensó que era demasiado difícil y lo único que quería expresar era sinceridad para que disfrutaran de la misma manera la canción.
No estaba llorando, era más una impotencia que tenía hacía si misma. Escuchó que su celular sonaba, la foto de lo que sucedió ya estaba en todas partes del internet, al parecer Eunwoo era un chico popular. Hasta un vídeo estaba en el navegador.
—Dahyun—Se acercó su madre con una taza de café—. Levántate para tomar un poco de café.
—No quiero—Respondió con suavidad para no sonar grosera.
—Tranquilízate—Le pidió su madre.
—Esas fotos están por todos lados... seguramente Sana ya debió verlas—Escondió su rostro entre sus sábanas.
Su madre prefirió dejarla sola porque conocí a su hija y sabía que cualquier intento que quisiera hacer, sería en vano porque era demasiado testaruda. Dahyun, se preocupaba más por su novia que por todo lo demás, solo quería que estuviera con ella y que no estuviera haciendo una tontería como lo solía hacer en ocasiones cuando su instinto salvaje e irracional le ganaba.
Se quedó dormida un buen tiempo, miro el reloj y ya era media noche. Chaeyoung no estaba más, entonces no entendía con quién hablaba su madre. Se escuchaba risas viniendo de la cocina, pero no quería ir de curiosa a ver de quién se trataba. Escucho que la puerta se cerró, entonces solo quedaba una persona y encendieron las puertas de la habitación, así que se hizo la dormida.
Escuchaba unos pasos rodear toda la habitación, no quería abrir los ojos y luego sintió como alguien entraba con ella a la cama abrazándola y recostando su barbilla en su hombro. Abrió un poco los ojos y era Sana quién estaba en pijama a su lado. Ahora su corazón estaba más tranquilo.
—Sana—Susurro Dahyun—. ¿Estás despierta?
—Lo estoy—Respondió abriendo los ojos—. ¿No puedes dormir princesa?—Preguntó con esa voz dulce que en ocasiones utilizaba.
No le gustaba que estuviera así de amable, era muy probable que lo supiera y no quisiera enfrentar el problema.
—No, no puedo—Respondió de la misma manera—. Sana... ¿Crees que nuestro amor este mal?
Sana trago saliva ante su pregunta, quería evadir a toda costa esa conversación al menos por esta noche, y Dahyun se sentía de la misma manera.
—Esta mal que las personas quieran decidir si esta mal o no, sobre querer a una persona...
Pegaron más sus cuerpos y lo cubrieron con las sábanas porque el aire acondicionado estaba empezando a congelarlas.
—Yo hice algo malo hoy—Volvió hablar Dahyun—. Yo no quería que sucediera, pero terminó pasando y estoy segura que sabes de lo que te quiero contar.
—No estoy molesta—Respondió Sana abrazando más fuerte a Dahyun—. Confió en ti ¿Recuerdas? Se que no harías nada que me lastimara.
—La sociedad puede ser muy tonta—Dijo enojada de si misma.
—No deberías dejar que nadie te lastime, no lo permitiré.
Sana con su voz demostraba protección, sería la más fuerte de las dos y no dejaría que cosas así de tontas arruinaran su fuerte lazo que les estaba costando fortalecer. A veces era tanta su mala suerte o es que todo lo mala que fue en el pasado se lo estaba devolviendo poco a poco, pero no solo la estaban hiriendo a ella si no también a Dahyun y eso es lo que menos quería.
Durmieron tranquilas, abrazadas la una a la otra y sin derramar ninguna lágrima. El único consuelo era el de sus cuerpos y el calor que transmitían. No tuvieron pesadillas, tampoco sueños pero lograron descansar mejor que otros días.
La mañana sonreía, el sol estaba ya en el cielo alumbrando el nuevo día que estaba por comenzar. No quería ir a trabajar, tener que ver a Eunwoo era algo que le causaba molestia. De hecho, el chico la fue a buscar, pero era a la persona que menos quería ver. Seguramente todos la mirarían porque seguramente estarían sorprendidos de que estuvieran ''Saliendo'' ya que se besaron.
No levantó a Sana porque estaba demasiado tranquila durmiendo y prefería dejar que descansara un poco más. No tenía ánimos de preparar el desayuno, se puso una sudadera y se cambió la pijama y salió para comprar algo que pudieran comer en la mañana. Fue a la tienda más cercana, escogió un par de pan y un par de jugos, era lo único que necesitaba.
De camino a casa, estuvo muy tranquila mirando todo a su paso, hasta que sus ojos se encontraron con el de ese chico apuesto. Eunwoo venía corriendo hacía su dirección.
—No te vayas Dahyun—Pidió Eunwoo muy amable intentando recuperar el aire.
—No tenemos nada de que hablar—Respondió Dahyun enojada.
Dahyun empezó a caminar, sujeto sus bolsas de manera fuerte y dejo a ese chico atrás sin importarle ser grosera.
—Me gustas—Dijo el chico a sus espaldas—. No quería que la gente te humillara.
Abrió los ojos como dos platos redondos grandes en los que solían servir la sopa que fuera o los fideos más grandes. Su corazón latía de los nervios por la confesión que le hicieron.
—Eunwoo—Fue lo único que logro decir.
—Desde ese día en la oficina quede encantado contigo—Volvió a expresar sus sentimientos—. Esa chica del parque no te merece, siempre te hace llorar y te lastima , sin importarle lo mal que la pases ¿Crees que esta bien que continúen de esa manera? Tu lo viste ayer, las personas nunca te aprobaran y siempre te trataran de rara—Suspiró—. Todas sus malas experiencias son una señal de que ustedes no deben estar juntas, no necesito conocerla para darme cuenta de ello. Tu eres tan dulce y agradable. Ella es tan grosera e impulsiva ¿En serio quieres a una persona así en tu vida?
Las personas los ignoraban, continuaban su camino y eso era algo bueno. El viento soplaba demasiado fuerte que se escuchaba el sonido del viento por todo el lugar. Las palabras que dijo era algo que no perdonaría ni dejaría pasar, porque nadie más que ellas mismas sabían todo lo que sufrieron la una por la otra. Volteó a verlo pero esta vez lo miraba directamente a los ojos con ese brillo particular en su mirada.
—Eres un gran chico, Eunwoo. Tenemos demasiadas cosas en común, yo soy consciente de toda esa química que desbordamos— Dijo con esa voz tierna intentando sonar lo más sincera posible—. Te agradezco por todo lo que hiciste por mi, pero no vuelvas a repetir lo último—Dahyun bajo la cabeza—. Tu no sabes nada de mí.
Dahyun no quería continuar con esa conversación, no tendría sentido seguirla porque era algo que no tenía más respuestas y tampoco preguntas. Dejo al chico sorprendido de todas las palabras que salieron de su boca, era la primera vez que la veía de esa forma. Pensaba que era una persona frágil de romper, pero también era una chica fuerte que nunca dejaría que nadie se metiera en sus decisiones.
El hambre se le quitó, se vistió y todo, tenía que ir a trabajar. Solo le dejó una nota escrita en la mesa para que no olvidará que debía desayunar. Antes de irse le deposito un pequeño beso a la frente de Sana quién aún permanecía dormida.
—Te amo, mi japonesa tonta—Susurro al aire antes de cerrar la puerta de su hogar.
Caminaba para ir a su trabajo, aún era temprano así que no se demoraría mucho en llegar. No era como si tuviera muchas ganas de ir, Eunwoo solo empeoró sus ganas de querer quedarse en casa.
Como se lo imaginaba todos en el edificio la miraban, muchos sorprendidos y otros con orgullo de conquistar al apuesto Eunwoo, ya que era el chico más apuesto de aquí. Muchas personas no habían llegado, entonces no tendría que lidiar con tantas si no hasta más tarde.
La hora pasó demasiado rápido, el ruido se hacía más fuerte y todos parecían estar llegando para empezar otro día laboral. Miraba el escritorio de enfrente que se encontraba vació porque el dueño no llegaba y ya era tarde.
—¿En serio tú y eunwoo tienen algo?—Preguntó una de sus compañeras junto a otra que trabajaban en otra área.
—Deberían regresar a trabajar—Intervino Tzuyu entrando a sus oficinas.
Las chicas hicieron una reverencia para despedirse, ahora solo quedaban la taiwanesa y ella solas.
—¿Necesitas algo?—Preguntó amablemente la menor.
—Necesito que vayas a mi oficina, Eunwoo ahí está y necesito hablar con los dos—No dijo nada más para salirse de la oficina y dirigirse a la suya.
Dahyn recogió todas sus cosas, las guardo en una caja y limpió un poco. Entonces Eunwoo seguramente desde la mañana estaba ahí. Trago un poco de saliva y se encamino hasta la oficina de Tzuyu. Toco un par de veces la puerta hasta que fue abierta por el, pero ahora no la miraba más a los ojos. Todo era incomodo.
Tzuyu no decía nada, solo miraba su celular y el otro parecía querer solo mirar a la pared. Hizo un pequeño ruido para llamar la atención de todos y poder terminar con todo de una vez porque estaba harta.
—Los llame aquí porque quiero felicitarlos por su actuación de ayer—Aplaudió la taiwanesa—Todos quedaron encantados con ustedes y las acciones aumentaron—Se levantó de su silla— Quiero pedirles que continúen con la mentira, es algo que les ayudará bastante y llegarán más ofertas de las que tengo en estos momentos.
Eunwoo parecía feliz, pero para Dahyun era todo lo contrario.
—Por mi no hay problema—Respondió normal Eunwoo.
Ahora ambos veía a la menor esperando una respuesta positiva de su parte. Siempre soñó con este trabajo, desde muy pequeña se lo idealizo, ahora le estaban pidiendo algo que a simple vista no era tan malo. De estar soltera, claro que lo aceptaría pero ella no era una persona soltera.
—¿Tendremos que besarnos?—Pregunto curiosa.
—Sí... ¿Eso hacen las parejas? ¿No?—Contraatacó irónica Tzuyu— ¿No era lo que siempre has querido? Ahora las puertas están todas abiertas para ti.
Dahyun guardó silencio durante varios minutos.
—No, yo no me presto para ese tipo de cosas—Respondió sería Dahyun—. ¿Es muy conveniente para ti? ¿No es así?
—¿Crees que yo lo planee a propósito?—Empezó a reír Tzuyu—. Querida, no deberías tener cuidado conmigo ahora. Hay otra persona más peligrosa que yo, conoció a Sana incluso antes y no conoce los límites.
La manera en que lo decía la hacía escuchar demasiado sincera, aparte su mirada también tenía ese enojo por la chica cuyo nombre desconocía, pero al parecer Tzuyu sí que la conocía.
—Tenía en cuenta que nunca aceptarías, pero no perdía nada con preguntar—Dijo con sinceridad volviendo a mirar a su computadora—. Pueden irse por ahora.
No podía dejar de pensar en la chica que nombro, no encontraba nada extraño en el comportamiento de Sana. Y la mayoría del tiempo salía con mina debido a todo lo que estaba sucediendo con ella. Tampoco es como que se hubiera encontrado a una chica extraña por los alrededores.
El ambiente era un poco incómodo, todos la miraban junto con Eunwoo quien iba detrás de ella. Mantenían una distancia, no quería que los relacionanran ni mucho menos los vincularon de otras maneras que no fueran laborales.
—Sobre lo que dije en la mañana—Empezó hablar el chico—. Es cierto, me gustas y no quiero rendirme contigo.
Dahyun al escucharlo, se detuvo pero no lo volteó a ver. Solo se quedo parada y apretaba sus manos por el coraje que tenía.
—Eunwoo...—Susurro con delicadeza—. Dejemos lo así y actuemos como si ese beso nunca sucedió ¿Te parece?
—Pero...—Respondió. Pero esta vez no se quedó quieto y la abrazó para que no se fuera—Por favor, acepta mis sentimientos.
Era demasiado sospechoso que de la noche a la mañana el tuviera ese cambio tan repentino. Se preguntaba si era por ese beso o por otra razón, pero lo que sí sabía era que no era nada bueno. Tal vez Sana tenía razón, trabajar aquí solo le traía problemas. Ahora no solo era la chica misteriosa, también estaba lo de Eunwoo pero igual lo de la chica que estaba con Mina. No sabía cómo le haría pero descubriría la verdad de todo, ya no era una niña pequeña y defendería lo que era de ella.
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