Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝓝𝓾𝒆𝓿𝓸𝓼 𝓼𝒆𝓬𝓻𝒆𝓽𝓸𝓼


Sana luego de aquella noche, no dormía bien ni tampoco comía como era debido. Aún sentía esa culpa, esa impotencia de poder buscar una manera de ese camino en el que no quería caminar más. Seguía viviendo en casa de Minjoo, no dormían juntas. De hecho, ella dormía en uno de los sofás de la sala de estar de la chica. Nadie la molestaba, entonces eso era algo bueno para su estado de animo que parecía ir de empicada hacía un duro agujero del que tardaría en salir.

—Deberías dormir un poco—Dijo Minjoo trayéndole un poco de comida—Tienes unas ojeras enormes que no van bien con tu rostro, Sana.

Abrió un poco los ojos para poder ver a Minjoo quién estaba casi encima suyo con una bandeja con su desayuno. Se levantó un poco y se acomodo mejor en el sofá para poder desayunar un poco.

—Ayer te fuiste sin decirme nada. Me dejaste ahí, tuve que regresarme sola de nuevo—La regañaba Minjoo—Por cierto, necesito contarte algo. 

Se quedo con una expresión confusa. No tenía nada en mente que pudiera decirle o haber descubierto sola en una noche. 

—¿Que es lo que descubriste?—Pregunto Sana.

—Te lo contaré más tarde. Aún es temprano—Rió Minjoo tocando la nariz de Sana de manera burlona—¿Como te encuentras? Escuché un poco tu pequeña pelea con Eunwoo—Cambió el tomo de su voz para volverla a una más relajada.

—¿Crees que hago bien? Yo tampoco se si estoy haciendo lo correcto...

Minjoo se sentó aún lado de Sana y acariciaba su pierna como gesto de consolación.

—Sana, yo no soy nadie para decirte lo que esta bien o mal. Lo único que puedo hacer es escucharte... No sé, no sé porque decidiste separarte de la mocosa de piel pálida y debe ser algo grave para que alguien como tu renuncie a la persona que más quieres ¿Es demasiado grave para que no tenga solución? 

La verdad, es que ahora luego de una semana realmente sentía demasiado estúpido todo. El problema no era tan grande como el del misterioso sobre que tenía guardo en uno de los cajones del guardarropa de Minjoo. 

—Ella se siente responsable por todo. Al principió, yo fui una tonta al reaccionar de aquella manera... todos esos recuerdos terminaron por nublar mi mente. Pensé que ella me odiaría, pero termino siendo todo lo contrario. 

Minjoo se le quedo viendo a Sana unos segundos y luego se sentó aún lado para que pudieran conversar mejor. Le acariciaba ligeramente la espalda y luego recostó su cabeza sobre los hombros de la japonesa.

—¿Porque no le pides disculpas y solucionas las cosas? Seguramente esa niña tonta debe estar igual que tú o peor...

Sana suspiro un poco dejando ver sus bajos ánimos. No solo se trataba de una simple pelea de pareja. Eso iba más allá que simples problemas que cualquiera pareja pudiera tener, era el doble si no es que más.

—Yo asesine a su padre—Soltó al aire como si tuviera miedo de ser escuchada.

Minjoo se levanto rápido y entre cerro un poco los ojos intentando averiguar si escucho bien las palabras de Sana o fue hecho por su imaginación traicionera.

—No escuchaste mal. Yo fui quién le quito la vida a su padre—Volvió a repetir al notar la confusión de Minjoo—Todo tiene una explicación.

—¿Como es eso posible? Es demasiada coincidencia lo de ustedes... 

—Yo también lo pensé. Cuando nos conocimos nunca escuché el nombre de su padre, tampoco llegué a ver una fotografía. Ese día llegó y me lo dijo, fue un golpe duro para mi. No supe como reaccionar más que del enojo que fue el saber que ella era hija de una persona como ese hombre...

No quería recordar nada de eso, era algo que bloqueaba de su memoria. De hecho, es el único recuerdo que juro olvidar pero al escuchar el nombre de ese hombre esas imágenes simplemente volvieron.

—Ella no tiene la culpa de ser su hija. Tal vez se siente responsable ¿Realmente eso vale que dejes ir a una chica como ella?—Suspiró Minjoo—Nadie te acepta con toda tu mierda, Sana. Debió ser una chica fuerte para aceptar todo lo que fuiste y continuas siendo. Yo veía la cara de decepción que tenía cuando estabas conmigo y no con ella. También su rostro fijo en tus dedos al fumar esos cigarrillos. Escuché como se preocupaba por ti ¿Aún quieres continuar con eso? ¿Quieres que alguien como Eunwoo se quede con ella? Creo que no lo querrás.

Escuchar todas las palabras llenas de verdad. Le hacían dar cuenta de lo estúpida que fue, en vez de aferrarse a sus sentimientos buenos prefirió abandonarlos para tomar todos esos pensamientos negativos que le dañaban y la destruían. 

Se levanto del sofá, tomó la mano de Minjoo y se agacho para alzar la cabeza y poder mirarla. Así se quedo unos 2 minutos sin emitir ni una sola palabra. No le daba una mala mirada, pero este sentimiento era diferente, era uno que no sentía desde hace días. 

—No quiero que nadie la lastime. Solo quiero que sea feliz, tampoco quiero que este con nadie y ni que la abrace nadie que no sea yo. Y lo que más ansió en este mundo es que sus sentimientos nunca se pierdan de los míos y que siempre me ayude a encontrarme, como yo lo haría con ella—Expreso Sana por primera vez dejando ver esos sentimientos que la quemaban por dentro.

—Entonces no lo vuelvas arruinar. Porque aveces no existe ''La próxima vez''.

Porque esas palabras finales la hacían sentir un poco inquieta. 

—Gracias por escuchar. Te lo agradezco mucho—Dijo Sana levantándose para poder darle un abrazo a Minjoo.

Sana en lo primero que pensó luego de abrazar a Minjoo fue en que debería abrir ese sobre. Ya era tiempo, si contenía algo importante entonces tendría que saberlo de una vez. Nunca tuvo miedo, solo no quería sentir que se vendrían más problemas o su poca cordura se iría directamente a la basura. 

Fue directamente al guardarropa para sacar el sobre que escondió en uno de los cajones de calcetines que tenía. Ahí estaba, intacto como se lo entregaron. Trago saliva y lo observo por unos segundos, y luego salió de ahí. Dejó el sobre enfrente de la mesa en dónde su comida estaba aún servida y la hizo aún lado para tener espacio.

Minjoo se fue para hacer unas cosas que tenía que hacer antes de volver a casa con sus compras de la semana. Eso dejaba a Sana totalmente sola en casa y sin que nadie más viera lo que contenía adentro. Primero rompió el papel, saco las hojas que contenía y también tenía un par de fotos junto con ese USB.

Primero escogió leer las hojas de papel. 

—El no es quién creen que es pero tampoco miente. El es una persona sabía y sabe lo que hace, pero ni eso detendrá lo que tiene planeado—Repetía lo que decía en la hoja. 

No entendía a que se refería pero seguramente con la segunda lo descubriría.

—El es astuto pero no es muy inteligente porque de serlo... entonces no lo hubiéramos descubierto—Volvió a repetir de la misma manera lo que leía.

Enseguida continuaron un par de fotos. Y las observo y lo que miró no fue nada de su agrado.

—Como es esto posible, es demasiada casualidad...—Dijo extraña Sana al observar aquellas fotos—Esto no puede ser cierto. 

Ahora entendía las palabras de aquella carta. Pero, eso no tenía nada que ver lo uno con lo otro o como se unirían las piezas. 

—Dahyun—Susurro Sana inquieta.

Sana no lo pensó más y fue en busca de su motocicleta para ir directo a su departamento en dónde debería estar durmiendo su ex novia como siempre. Llevaba una semana sin verla, ni siquiera un mensaje le mando ni tampoco revisaba las cosas que estaba haciendo. Ahora se arrepentía porque si le sucedió algo durante esos días, sería su culpa. Aunque de haber sucedido algo malo, sería a la primera a la que buscarían.

Iba a toda velocidad, rebasando cada vehículo o motocicleta que se atravesara con tal de llegar  a su departamento y comprobar que ni un rasguño tuviera Dahyun. La policía empezó a seguirla, pero eso era un juego de niños para Sana quién en cuestión de minutos los perdió. La practica que tuvo, no fue en vano. 

Al llegar se detuvo de una manera desenfrenada, quito sus llaves de manera rápida y se bajo casi corriendo para subir ese elevador que era el único obstáculo que tenía que pasar para llegar a dónde quería. Sacaba sus llaves, las buscaba y al llegar hasta la puerta tomó un poco de aire para luego abrir la puerta. 

No había nadie en la sala, todo estaba limpio y las cortinas estaban cerradas. Estaba un poco obscuro para ser medio día y ahora se dirigiría al cuarto. Y no se equivoco, al observar a Dahyun recostada en la cama leyendo un libro con sus auriculares puesto, hizo volver a latir su corazón.

—S-sana—Dijo Dahyun tartamudeando por la impresión de ver a Sana parada justo al frente de su cama—¿Vienes a buscar algo? Tus cosas continúan de la misma manera que las dejaste.

Sana apretó sus manos y se adentro a la cama abrazando por la cintura a Dahyun quién soltó su libro por la sorpresa que se llevo al sentir los brazos de Sana rodearla.

—¿Esta todo bien? Me preocupas—Dijo Dahyun acariciando su cabeza de Sana—¿Te ha pasado algo?

Sana negó con la cabeza y se quedo inmóvil por unos minutos sintiendo las caricias que Dahyun le daba.

—Tenía miedo de que alguien que hubiera hecho daño mientras no estaba para cuidarte. Y que nadie supiera de ti y esa era la razón por la que no me hubiera enterado—Soltó en susurro Sana intentando hacer más suave su voz.

Aquellas palabras hicieron preocuparla más de lo normal. Dahyun claramente sentía los latidos del corazón de Sana. Se imagino que corrió para llegar hasta aquí y seguramente condujo de manera imprudente sin importarle que algo le pasara.

—Tranquila, Sana. Nadie me hará daño, no soy una persona débil. Yo también puedo protegerme y protegerte a ti también—Dijo con sinceridad intentando calmar su voz.

Dahyun se acomodo un poco, porque su espalda le empezaba a doler un poco por la presión que hacía Sana a su espalda. Era un momento en el que solo se escuchaban sus respiraciones y el sonido al dormir de la japonesa. No se percató de en que momento esta se quedo dormida, pero para ella era como música para sus oídos. Lo extrañaba. La cama era demasiado grande para que ella estuviera sola ahí. Sana intentaba acomodarse sobre su cuerpo, sin querer tocaba partes que era muy sensibles a su tacto y eso lograba hacer sonrojar a Dahyun. 

—¿Que es lo que descubriste ahora?—Susurro Dahyun mientras jugaba con los cabellos de una Sana dormida.

Hoy era su día de descanso, y lo único que quería era dormir toda la tarde. Su estomago la estaba traicionando cuando empezó a rugir del hambre. No desayuno ni un poco en la mañana y ya le estaba cobrando factura. 

Se hizo aún lado con mucho cuidado de no despertar a Sana. Logro salir sin despertarla y hasta tuvo la dicha de poder acomodarla. Al notar su sueño demasiado pesado, sabía que no concilió el sueño muy bien durante días. También se tomo el atrevimiento de revisar su mano que la última vez estaba lastimada y continuaba con ese tono rojizo.

Estaba por irse cuando sintió la mano de Sana tomar su brazo de una manera cuidadosa para evitar que esta saliera de la habitación.

—No te vayas, necesito decirte algo—Se levantó Sana de golpe quedando al frente de Dahyun—Es importante...

¿Que es lo que necesitas decirme? Por la forma de decirme me preocupa un poco que estés metida en problemas—Dijo Dahyun preocupada por las expresiones de Sana.

—No confíes en nadie que no sean tus amigas o yo ¿De acuerdo?—Dijo Sana con un tono serió y duro en sus palabras.

Dahyun asintió a la petición de Sana. No se iba a negar, menos cuando vio las expresiones de miedo que a veces tenía en el rostro cuando algo le causaba demasiada furia. Ahora su pregunta era, que era lo que le causaba demasiada molestia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro