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𝓓𝓲𝓼𝓬𝓾𝓼𝓲𝓸𝓷𝒆𝓼

Aún podía sentir el sonido de la música a todo volumen en su cabeza. Luego de beber como lo hicieron su cabeza debería dolerle pero no era el caso de sana quién ya estaba despierta. Tuvo que traer casi arrastrando a Dahyun quién no se quería quitar y quería continuar bebiendo. Le tuvo que mentir diciéndole que la llevaría a comer un poco por que le repitió en muchas ocasiones que tenía hambre.

La recostó con mucho cuidado y le quitó su ropa, también le puso una pijama. Se veía hermosa recostada entre las sábanas con su cabello alborotado. No podía dejar de mirarla, era como un pequeño bebé durmiendo a su lado ya que tenía una ligera línea de saliva cerca de su boca; no pudo evitar reírse. Acariciaba ligeramente su mejilla las cuáles estaban un poco rojas. El día anterior parecía un tomatito por todo el alcohol que consumió. De hecho, se sorprendió que no vomitará.

—Perdóname por no ser tan fuerte—Le susurro despacio y bajito mientras acariciaba su mejilla—. No quiero preocuparte con mis problemas.

Sana no dejaba de mirarla, no podía evitar sentirse un poco mal por ocultarle algunas cosas. Pero a veces era necesario, no era nada grave pero sabía que si se lo contaba la preocuparía y Dahyun tenía otras cosas en la cual preocuparse.

—¿Sana?—Dijo Dahyun aún con los ojos cerrados—. Abrázame—Pedía delicadamente.

—Princesa—Le susurró muy cerca de su oído.

Se acercó para rodearla con sus brazos y pegarla a su cuerpo. No tardó mucho tiempo en ser correspondida.

—Tuve un mal sueño—Decía con cuidado sujetando la pijama de Sana—. Se que no es real pero no pude evitar sentirme mal.

—Tranquila—Repetía Sana mientras acariciaba el cabello de Dahyun—. Solo fue un sueño, yo estoy aquí contigo.

Dahyun se aferró a su cuerpo de Sana. Ya eran las 10 de la mañana por lo que iría por el desayuno mientras Dahyun se arreglaba para ir de nuevo a dónde fue el día anterior. Sana le pidió a la menor que la soltará por un momento para que pudiera ir a comprar el desayuno para ambas. Al principio no quería pero cuándo le dijo la hora que era se levantó muy rápido entrando de inmediato al baño.

Sana fue a comprar un poco de Dak galbi en un restaurante muy cerca de su hogar. Mientras esperaba se quedó afuera, no quería estar en un lugar con tantas personas. Se sentía un poco desesperada. Saco una bolsita que tenía en su bolsillo y lo observo, solo lo utilizaba cuándo estaba ansiosa. Aún era muy temprano, así que lo devolvió a su lugar.

Ya le habían entregado la comida por lo que se devolvió al departamento en dónde lo más seguro es que la menor ya estuviera lista y solo quisiera comer un poco antes de irse. Sabía que estaría nerviosa y no sé equivocó por qué cuándo entro estaba dando vueltas por todo el departamento de un lado para otro sin parar.

—¿Por qué tardaste?—Pregunto curiosa Dahyun. 

— Es que había mucha gente y me toco esperar—Respondió sincera. 

Fueron a la cocina en dónde se sentaron en la mesa. Sana fue la que se encargó de servir todo, al menos hoy quería consentirla. De regreso también le consiguió un poco de café para que se sintiera más despierta.

—¿Que te entregaron ayer en el bar?—Preguntó Dahyun esperando una respuesta. 

—¿De que hablas? Solo fui al baño y de ahí en más no me separé de tu lado—Mintió sana—. Seguramente viste mal, ya habías bebido mucho.

—Ahora te excusas de que no vi nada. De acuerdo Sana, si quieres que nos empecemos a ocultar cosas, por mi esta bien—Dahyun se levantó de la mesa—Me tengo que ir.

Sana se quedó sorprendida por la actitud de Dahyun. No era una persona tonta, pero no sabía como excusarse.

—Espera, te llevaré para que llegues más rápido—Sana se levanto de su asiento para ir por sus llaves.

—No lo necesito, me iré sola.

Dahyun antes de salir del departamento cerró la puerta un poco fuerte. Le enfurecía que le mintiera, que tuviera el descaro de mentirle aún mirándola a los ojos. Tenía que calmarse, no tenía para pagar un taxi así que tuvo que tomar el autobús, ahí intentaría calmarse. Leyó un poco el contrato que firmaría hoy y nada parecía fuera de lugar. Revisó su celular pero no tenía ningún mensaje de Sana, aunque no le importaba tanto. Era su primera discusión y en parte si le afectaba. 

Luego de que llegará y tuviera que caminar unas cuantas cuadras se paró en una tienda para comprar algo que pudiera comer para que su estómago no tuviera hambre. Era lo único malo que discutieran justo en el desayuno. A diferencia de las otras veces, esta vez no habían muchas personas. Pero pudo notar a aquel chico de nombre Eunwoo sentado en uno de los sofás de la sala de espera.

—Hola chica linda—Dijo el chico muy feliz.

—Hola—Respondió tímida Dahyun—. Aunque no sé si te refieres a mi.

—Eres la única chica linda de este lugar—Rió dejando ver sus perfectos dientes—. El señor kang me comentó que vendrías, el no esta pero te atenderé yo personalmente. Sígueme—Le hizo una señal para que lo siguiera.

Iban caminando a una distancia considerada. Pensó que irían a la oficina de aquel hombre mayor de nombre Kang. Llegaron y entraron a una oficina que estaba al final del pasillo justo al fondo a la derecha; como en todas las películas que solía mirar.

—Yo seré tu jefe de área, así que debemos llevarnos bien. Eres la única chica, al menos por el momento—Dijo sincero—. ¿Aceptas? Tendrás que acompañarme a varios eventos sociales para que te vayas relacionando. 

—No es tanto, poco a poco iré escribiendo ¿No es así?—Pregunto Dahyun.

—Exactamente, primero tienes que mostrar tus talentos.

Le entregaron el contrato original para que firmaran. Se sentía demasiado feliz que por fin comenzaría a trabajar en lo que le gustaba escribir música. El simple hecho de tener aquel contrato en sus manos, era el resultado de otro logro más en su vida. No necesitaba cerrar los ojos para poder visualizar su futuro. Incluso se olvido de su pelea insignificante con la japonesa.

Firmo, no pudo evitar sonreír. El chico pareció notarlo por que sonrió junto con ella. También la miraba de reojo, el chico la encontraba atractiva y no perdería la oportunidad de salir con ella; al menos eso pensaba.

—Listo—Sonrió Dahyun quien le entregó el contrato—. Me siento un poco nerviosa, siempre espere una oportunidad como esta.

—Debes estarlo, no cualquiera puede entrar aquí. El señor kang quedó fascinado con tus trabajos. Creo que puedes tener un excelente futuro si no tienes obstáculos—Eunwoo extendió su mano para hacer el trato más formal—Empiezas mañana a primera hora.

—De acuerdo—Dahyun estrecho su mano con el chico.

Eunwoo no podía dejar de mirarla, tampoco parecía querer soltar su mano. A diferencia de Dahyun quién parecía no entender mucho la situación fue la primera en retirar su mano. La verdad era que no le incomodaba aquellas miradas que le estaba dando. Una parte le decía que el chico no tenía malas intenciones, pero la otra le decía que debería ser cuidadosa.

—Nos vemos mañana, chica linda—Eunwoo la acompañó hasta la puerta.

Dahyun no quería ir a su hogar, se quedó como 30 minutos parada afuera. No sabía qué le diría a Sana, el golpe le realidad le pegó. Le encantaría que lo festejaran pero eso no era posible por que estaban enojadas, al menos la menor si lo estaba.

Lo pensó mucho, no quería llegar pronto así que decidió ir caminando. No estaba muy lejos y así mataría tiempo mientras pensaba en lo que diría al llegar a casa. Se lamentaba, tal vez fue un poco dura e inmadura en reclamarle en el desayuno. Los carros parecían no dejar de pasar, también era como que la vida quisiera jugar con ella y hacerla sentir mal. En dónde sea que miraba estaba una pareja muy feliz pasando el rato. Suspiró un par de veces, tenía un poco de sed pero olvido el pequeño detalle que no tenía dinero. 

—Esto es demasiado ridículo—Se dijo a si misma para seguir caminando.

Sus pies estaba empezando a cansarse, habían unas bancas afuera de una tienda y se sentó ahí. Revisó su celular y justo en ese momento le estaba llamando Chaeyoung.

—Hola—Respondió la llamada Dahyun.

—¿Dahyun?—Pregunto Chaeyoung—. ¿Estás ocupada?

—No ¿Por qué?

—Para que vayamos a tomar algo. Le diré a Mina que me lleve a tu casa—Dijo con entusiasmo su mejor amiga.

—No estoy en casa...—Respondió un poco tímida—. Te mandaré mi ubicación.

Chaeyoung acepto. Mientras la esperaba veía a su alrededor. La zona de gangnam era muy particular. Tenían de todo, no podrías aburrirte por dónde miraras. Al menos comería un poco, su estómago gruñía. La gente parecía escuchar el ruido por que la miraban un poco sorprendidos e incluso le ofrecieron dinero por una pareja pensando que andaba pidiendo dinero, se sintió tan mal que lo termino aceptando luego de que la pareja le insistiera demasiado.

Escucho el sonido de un vehículo y ahí estaba Chaeyoung, le indico que subiera. No logro escuchar a dónde irían. Pararon en una pequeña cafetería, Chaeyoung le daba un beso de despedida a Mina y se bajaron. Entraron y el lugar tenía una temática rustica, era reconfortante.

—¿Que hacías sentada ahí?—Pregunto interrogativa su mejor amiga peor al terminar de preguntar escucho el estómago de su amiga—. ¿No has comido? ¿Sana te mata de hambre?

—Venía de mi próximo trabajo. No, es que no me dio tiempo de desayunar...—Mintió Dahyun.

—¿Quieres comer algo?—Pregunto Chaeyoung.

—Respondió apenada—. Pero, no traigo dinero.

Chaeyoung no pudo evitar reírse y Dahyun se sentía demasiado apenada.

—No te preocupes, yo invito.

Llego una camarera para pedir su orden. No pidió mucho más que un Sándwich y café. Platicaron un poco, le contó la buena noticia de que mañana empezaría a trabajar. La felicitó mucho ya que desde siempre supo lo importante que era para su mejor amiga.

Luego de comer un poco y tomar café fueron al departamento de Chaeyoung para tener un tiempo de amigas.  Estuvieron toda la tarde juntas hasta que Dahyun dijo que tenía que irse, ya había estado mucho tiempo fuera. Le pidió un poco de dinero para su taxi y salió a buscar uno. Miró su reloj y ya eran las 8 de la noche, Sana debería estar preocupada pero ni así tuvo el atrevimiento de mandarle un mensaje.

El guardia de la entrada le sonrió. Subió por elevador y despacio caminaba a su departamento. No escucho ningún ruido dentro. Cuándo abrió se llevó una sorpresa de que no había nadie ahí. Busco en todas las habitaciones y no había rastro de Sana, no parecía haber estado en todo el día.

Entró a bañarse, su cuerpo empezaba a relajarse. Pero no podía evitar pensar en dónde estaría su japonesa. Tardo como 15 minutos dentro hasta que decidió salir. Se puso su pijama y se acostó en su cama que parecía más grande de lo normal. Abrazaba su almohada, tenía sueño así que decidió dormirse que tendría que despertar muy temprano.

Por otro lado, Sana estaba en su oficina ocupada con tanto papeleo. No podía acostumbrarse, llegaba a decirse a si misma que nunca se acostumbrara. No solo el papeleo le causaba estrés si no también la situación con Dahyun. Intento mandarle mensajes y llamarla pero luego simplemente no podía, y se arrepentía.

—¿Aún no irás a Casa?—Pregunto Mina quién venía junto con Momo.

—No, tengo que terminar algunas cosas—Respondió franca.

—Has estado muy extraña en todo el día. Ni saliste a almorzar con nosotras ¿Esta todo bien?—Esta vez preguntó Momo.

—Sí, estoy bien no se preocupen por mi.

Sus amigas no quisieron seguir insistiendo, respetaban su privacidad. Tardo unas dos horas aproximadamente cuándo sintió que sus ojos empezaban a cerrar. Tenía que ir a casa. La cabeza le dolía, intentaba no des concentrarse mientras manejaba para ir a casa. Estaciono su motocicleta en el estacionamiento de su edificio. Saludo al guardia y subió. Cuándo entro al apartamento noto que su novia dormía ya, no sabía si debería ir o dormir en el sofá. Se quitó su abrigo quedándose solo en la blusa que llevaba abajo. Se quitó los zapatos y camino a su habitación.

Se quedó parada como unos cinco minutos tomando valor. No se baño antes de ir a la cama pero su cuerpo estaba tan cansado para hacerlo. Se escabulló en las sábanas, tenía miedo de ser echada de su propia cama y con mucho cuidado abrazó a la menor pegando su rostro a su espalda. Dahyun se movió un poco al sentir los brazos de su novia y escuchar su respiración.

—Sana—Susurro Dahyun un poco inquieta y trago un poco de saliva. 

—Princesa... lo siento mucho por lo hoy. Debí haberte llamado o intentar haber arreglado las cosas—Decía con la voz baja.

No es culpa tuya. No debía reaccionar de esa manera, disculpa por preocuparte de esa manera—Se movió un poco para que Sana la abrazará mejor—. No me gusta sentir que estamos enojadas entre nosotras.

—Ni a mi, no hablemos de eso. Solo quiero dormir abrazándote.

No dijeron nada más. Tanto como Sana y Dahyun ahora estaban tranquilas. Fue extraño pero luego de sentir sus brazos su cuerpo se relajo y no estuvo tenso como todo el día. Era lo único que necesitaba. No quería pelear más y evitaría volver a tener esas pequeñas discusiones. 

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