𝓒𝓱𝓪𝓷𝓽𝓪𝓳𝒆
El amor es como una rosa que debe ser cuidada y tratada con cariño, sin importar el estado del tiempo. En muchos cosas, se descuida y se abandona porque no somos lo suficientemente fuertes para poder proteger todo aquello que amamos y muchas veces tenemos que sacrificarnos por la felicidad de nuestro ser amado, pero no de una mala maner, si no de una forma más positiva.
Tzuyu era una chica que desde muy pequeña siempre lo tuvo todo, cuándo quería, en dónde lo quería y que quería. Pero hubo una cosa que no pudo comprar, lo terminó descuidando y poco a poco se le fue escapando ¿Qué era eso que tanto ansiaba? Era nada menos que Sana. Al principio intentó resignarse pero entre más feliz las veía su corazón ardía en envidia y más que nada se sentía derrotada. Pasaron los años y no podía entender cómo es que alguien como Kim Dahyun le pudo ganar, siempre tuvo a Sana comiendo de su mano y sin importar que tan mal la llegaba a tratar ahí seguía rogandole.
Tenía varios trucos bajo su manga, intento uno pero no resulto como esperaba ahora luego de días lo volvería a intentar. Sonreía por recordar que aún tenía un as más, que solo usaría en dado caso que estos no funcionaran y ahí conocería el verdadero terror y desesperación de Minatozaki Sana.
Era un nuevo día en el que el sol brillaba aún más que antes y los pajaritos cantaban por todos lados dejando esa melodía que tranquilizaba a cualquier persona que la escuchara. Pero, ahí se encontraba ella siendo llevaba por su querida novia Sana quién después de mucho insistir de querer llevarla terminó aceptando para pasar un poco de tiempo en la mañana. La emoción en su rostro se veía a kilómetros, tenía esa expresión ganadora y fresca que tenía desde la mañana.
Nada le podría salir mal luego de haberse esforzado tanto con su compañero Eunwoo, no tenía en su cabeza que pudiera ser rechazado aún cuándo se caían mal. Le dio un beso de despedida a Sana quién parecía querer más de uno.
-Nos vemos al rato para darte buenas noticias-Se le lanzó abrazándola por el cuello y le planto un beso pequeño con mordida-Te amo, mi japonesa tonta-Junto sus narices con cuidado para frotarlas, se había vuelto un hábito para las dos.
-Mucha suerte, princesa-Se despidió-Te amo, se que todo saldrá bien.
Entro al edificio y caminaba con estilo sonriendo y saludando a todos con muchos gestos graciosos. Nadie sabía que ya habían terminado, todos esperaban que fuera la siguiente semana pero eso era lo bueno de todo; le darían una sorpresa a Tzuyu.
No estaba Eunwoo aún en su oficina, parecía que llegaría tarde pero eso era extraño siempre fueron muy puntuales con todo. Revisaba sus cosas y todo parecía en orden solo una pequeña hoja extraña que nunca había visto en su vida, no se tomó el tiempo de mirarla prefirió tirarla. 10 minutos transcurrieron y su compañero por fin apareció, tenía unas ojeras terribles
-Parece ser que alguien no durmió anoche-Se bufó Dahyun quién no dejaba de reírse.
-Acertaste. Fui a una fiesta, me levanté un poco tarde y como pude me vine-Respondió sincero Eunwoo quién se acomodaba su camisa-. ¿Vamos de una vez? Debes estar nerviosa, yo también lo estoy.
-Un poco... sana intento que no estuviera nerviosa pero simplemente no puedo evitarlo-Se levantó de su asiento, tomó su bolso y tomo un poco de aire- ¿Estas listo?
-Estoy listo-Respondió Eunwoo.
Salieron por aquella puerta mientras caminaban a la oficina de Tzuyu. No solo eran los nervios de que no le agradará, si no también el de que lo rechazará por el simple hecho de que era trabajo suyo. Se sentiría mal si por su culpa se llevaba a Eunwoo entre las patas.
Ya en la puerta ambos se miraron con una enorme sonrisa y estaban ahí frente a la puerta. En pocos minutos sabrían la respuesta y estaban hasta sudando. Tocaron la puerta un par de veces hasta que por fin escucharon respuesta y entraron, ahí estaba Tzuyu sentada enfrente de su escritorio mientras bebía un poco de jugo de naranja que recién acababa de comprar antes de llegar. No los volteaba a ver ni nada por el estilo, solo miraba su computadora en el que parecía más concentrada.
Eunwoo hizo un ruido con su boca para llamar su atención...
-Lo siento, me olvide que estaban ahí-Mintió. Se rió por ver sus expresiones de ambos-¿Listo?
-Listo-Respondió Eunwoo dándole el demo con nervios.
Dahyun solo estaba parada siguiendo cada movimiento de la taiwanesa quién no dejaba de sonreír. Había puesto su demo en su computadora, se puso audífonos y durante 4 minutos el silencio fue demasiado incómodo, era el momento más incómodo de su vida. No tenía expresión alguna, se mantenía sería y miraba fijamente sin pestañear una sola vez.
Las manos le sudaban al igual que su frente, lo sentía como las manos también le temblaban. Miro de reojo a Eunwoo y estaba de la misma manera que ella, parecían dos gatitos asustados por estar en un nuevo lugar.
-¿Qué es esto?-Se quitó los auriculares mientras los miraba fijamente-. ¿En serio algo así me querían presentar?-Chasqueo los dedos con poder.
-Lo hicimos con mucho esfuerzo, hasta yo me sentí orgulloso entre ambos creamos la melodía y la letra. A mi punto de vista es un excelente trabajo-Intervino Eunwoo defendiendo su trabajo. Conocía a su amiga perfectamente y sabía porque estaba actuando de esa manera-. ¿Y bien?
Tzuyu miraba a Dahyun esperando a que dijera algo pero solo se mantenía callada. Tenía esa mirada pensativa en sus ojos como si quisiera pensar en algo adecuado que decir.
-Señorita zhou-Por fin habló Dahyun. Levantó su rostro para mirarla directamente-. Yo creo que el demo esta excelente, no le veo ningún problema por el cuál usted lo rechacé-Estaba retando a Tzuyu con la mirada.
-Señorita Kim, si usted cree que esto es un buen trabajo entonces eso habla de la poca calidad que tiene-Tenía esa mirada que era similar a la de Sana cuándo estaba enojada-. ¿Tiene algo más que decir? Si eso es todo lo que necesitan pueden retirarse y hacer algo mejor.
Dahyun iba a intervenir pero se vio interrumpida por Eunwoo quien la detuvo tocando su mano para que no hiciera más grande el problema. Estaban demasiado enojados que hasta cerraron la puerta de golpe sin importarles que les dijeran nada. Se fueron hasta sus pequeñas oficinas, se sentaron casi de golpe en sus asientos y no dejaban de mirar a la nada. Estaban enojados, frustrados y desesperados por tal injusticia.
En todo el día se volvieron a dirigir la palabra, ambos estaban tan desanimados que prefirieron hundirse en sus trabajos pendientes. Tendrían que volver a recrear todo y sería nuevos días con más estrés...
Al terminar su trabajo se fue dispuesta a volver a casa de inmediato. Nadie podía ignorar esa expresión de decepción en su rostro, hasta la persona más distraída se daría cuenta. Con la cabeza baja entraba por las puertas del edificio en dónde vivía, solo la levanto para saludar al guardia y no ser una persona grosera.
Sana no había llegado aún, lo pudo notar cuándo no escucho ruido viniendo del departamento. Se metió a bañar, se quedó un buen rato ahí dentro. Cuándo salió para cambiarse noto que las cosas de su novia estaban en la mesita de su habitación. Al parecer estaba en la sala mirando la televisión una película que ni le prestaba atención por estar jugando el celular, tampoco noto que estaba a unos pasos de llegar en dónde estaba.
-Llegaste temprano-Dijo Dahyun en susurros intentando llamar su atención.
-Hoy termine lo más rápido posible-Explicó Sana levantándose para caminar a dónde estaba su novia parada mirándome. Iba a sonreírle pero al ver su expresión tenía que preguntar qué sucedía-¿Pasó algo?
Dahyun la rodeo con sus brazos, escondió su rostro en el pecho de Sana quién le correspondió el abrazo dándole pequeñas palmadas a su espalda. Se aferraba más a su cuerpo, intentando consolarse sin decir ninguna palabra.
-R-rechazaron la canción... me sentía tan segura pero al final dijo que me falta mucho por aprender, tal vez tenga razón.
No podía creer lo que salía de la boca de Dahyun quién parecía demasiado desanimada evitando totalmente llorar. Se estaba haciendo la fuerte, podía ser un problema insignificante pero para ella era todo.
-Yo se que tu trabajo es fantástico, no dudo de tus capacidades-Sana al terminar de hablar, alzó con mucho cuidado a Dahyun haciendo un pequeño giro que hizo reír a ambas-. Yo soy tu fan numero uno, así que no hagas que me enoje contigo.
-No me hagas reír-Dijo Dahyun con esa sonrisa que siempre tenía en el rostro-. Cuándo estoy contigo, siento que puedo ser todo.
-Para mi lo eres todo y haría cualquier cosa por ti ¿Recuerdas?-Sana limpio un poco sus mejillas y le regaló una sonrisa. Tenía que ir arreglar algo-. Debo irme, Momo me pidió ir a comprar unas cosas para mañana.
-¿Tardaras mucho?-Pregunto curiosa Dahyun quién parecía estar mejor.
Sana asintió, fue por un abrigo y tomo sus llaves para ir en camino. Solo tuvo que mandar un mensaje para saber en dónde y cuándo se encontraba Tzuyu en su casa. Para su buena suerte, recién iba a su casa por lo que le sería aún más fácil esperarla en su puerta, aunque conociéndola no sería difícil entrar.
Dejó su motocicleta en la parte del frente del edificio de la contraría. Vivía en otro edificio más lujoso que el anterior, le sonrió al guardia y subió al piso que le indicaron. El elevador era tan lento que comenzaba a desesperarse, pero cuándo llego al piso que deseaba miro de lejos a Tzuyu quien intentaba entrar a su departamento.
Se acercó lentamente sin hacer ruido, su expresión era de pocos amigos. Ahora la estaba odiando por lo que le hizo a su pequeña Dahyun por su ego que nunca se quitaría. Sana quién estaba enojada sujeto el cuello Tzuyu con su brazo para pegarla a la pared. Quedó sorprendida pero no quiso hacer mucho ruido para no llamar la atención de nadie más.
-¿Porque rechazaste su demo de Dahyun?-Dijo pegando más a la pared para esperar una respuesta.
Tzuyu solo empezó a reírse ante la pregunta que le hizo. Aún con su situación no podía evitar burlarse, de por si siempre fue de esa manera, no le tenía miedo a nada ni siquiera a la muerte.
-¿Por qué? Yo solo dije la verdad, no es tan bueno-Respondió sarcástica ya que quería fastidiar más a Sana.
Sana estaba por dar otro empujón a Tzuyu en la pared pero sintió un arma en su cabeza. No era tanto, sabía de quién se trataba. Aún así, no se quitaba de esa posición ni tampoco temblaba ya que las armas era algo a lo que no tenía miedo.
-Deberías tener cuidado Minatozaki-Dijo Jeongyeon quien aún la apuntaba con su arma en la cabeza-. Será mejor que dejes a la señorita Tzuyu si no quieres que dispare.
Se quitó para soltar a Tzuyu quién enseguida empezó a toser porque poco a poco dejaba de sentir el airé ir a sus pulmones por la manera en la que la tenía sometida. Rió con esa risa sarcástica que tenía y que lejos de dar risa daba miedo, solo lo hacía cuándo estaba demasiado molesta y ahora lo estaba.
Se giró para mirar a Jeongyeon se mantenía en la misma posición apuntando ahora a su frente. Estaba segura pero a diferencia de ella, Sana no tenía miedo ni siquiera pestañeaba solo un poco. Con su mano sujetó el arma, lo acercó más a su frente y rió de nuevo mientras solo era observada por la coreana.
-Vamos dispara, Yoo-Por fin habló Sana tranquila mientras veía a los ojos a su contraria-. No deberías meterte en conversaciones ajenas. Eres igual de imprudente que antes.
Tzuyu solo observaba quieta frente a la puerta. Le sorprendía como nadie salía por el ruido o era que en verdad todos eran ignorantes a lo que sucedía afuera de sus departamentos. En estos momentos si esas dos quisieran se estarían matando una a la otra como animales, en muchas ocasiones estuvieron a punto pero siempre era ella misma la que las detenía.
-Puedes irte Yoo, está todo bien aquí. Es solo que Sana siempre es igual de delicada que siempre-Sujeto la mano de Sana y con mucha prisa la metió a su departamento cerrando la puerta.
Sana se quedó parada por unos momentos en silencio observando todo a su alrededor. No recordaba haber estado la noche pasada aquí, aún cuándo se quito del departamento seguía ebria.
Tzuyu estaba del otro lado tranquila mientras se servía un vaso de agua, conocía tanto a Sana que sabía que no le haría daño o eso pensaba hasta hace unos momentos en el que la estaba ahogando con su brazo. Intentó acercarse un poco en dónde estaba Sana esperándola mientras la observaba.
-¿En verdad ibas ahogarme?-Pregunto desconcertada Tzuyu dándole un trago a su agua.
Sana se puso enfrente de la taiwanesa quién era un poco más alta que ella y la miraba fijamente a los ojos sin pestañear.
-¿En verdad rechazaste su demo por ser malo o es por tu ego estúpido?-Preguntó de manera directa no quería más juegos tontos.
-¿Tu que crees?-Se rió la Taiwanesa y acarició la mejilla de Sana-. Era bueno, pero esa niña estúpida quiso humillarme.
-No debes mezclar lo personal con lo laboral-Sana hablo y con su mano izquierda sujetó la mano de Tzuyu-. Deja de ser una inmadura.
Ambas se retaban con la mirada pero a diferencia de la taiwanesa la de Sana era más de enojo y no de confusión, tampoco iba a ceder a sus chantajes estúpidos que seguramente le pediría todos incoherentes.
-¡Que estúpido que solo vengas aquí a decirme eso!-Se bufó la taiwanesa.
-Te lo advierto Tzuyu...-Fue lo último que dijo la japonesa quedando demasiado cerca de su rostro.
Salió de su departamento para volver al suyo, al menos había solucionado un problema. Sabía que mañana Tzuyu le daría el visto bueno y todo estaría normal. Era la única manera de que dejara sus juegos estupidos que empezaron a molestarla de nuevo.En parte era su culpa que Tzuyu lo rechazará, no se tenía que ser muy inteligente para llegar a esa conclusión.
Ahora solo tenía que descubrir la identidad de la persona que le mandaba aquellos mensajes personales y sea quién fuera las cosas no terminarían del todo bien.
Perdonen mis faltas de ortografía o si ven un pequeño error. Pero es que en serio trabajar y estudiar no es fácil. Y luego el querer continuar en wattpad eso solo hace que me estrese un poco más pero ya buscaré el tiempo de poder continuar mis fic's:(
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