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Valentía.


Aquel hombre las encontró escondida entre los árboles, mientras eran apuntadas con armas. En las películas seguro la protagonista lograban escapar ideando un plan. Dahyun estaba haciendo eso, pensaba en una idea de como escapar. Recordó aquella escena en la película que miraba mientras esperaba a Sana, buscaba en todos lados algo con lo que pudieran defenderse. 

—No se preocupe por nosotras, nos perdimos y nos iremos ahora—Respondió Nayeon a la defensiva. 

El hombre miraba las piernas de la coneja e ignoraba a Dahyun y Chaeyoung. Las apuntaban con aquel arma, solo tenían una oportunidad porque tendría que dispararle a alguna primero y las demás podrían escapar pero eso atraería a más personas.

—¿Que es lo que pasa Kim?—La voz de Kang—Parece que has encontrado a mi invitada, pero no vino sola—Se rió—Debí decirte que no me gustan las sorpresas—La voz le cambió se volvió gruesa y tosca. 

—¿Es normal que a tus invitados los apunten con un arma?—Respondió sarcástica Dahyun—De saber eso, no hubiera aceptado venir.

Con su mano le hizo una señal para que bajara el arma.

—No sabía que tanto te guste para venirme a espiar hasta acá—Le pidió la mano de Dahyun y la beso.

Dahyun tragó saliva, empezó a caminar y le pidió que lo siguieran. No las llevaron en el lugar en el que lo vieron, parecían regresar en una de las casas de aquella villa hacía. Sujetaron sus manos para no separarse en ningún momento, y fue como lo predijeron las llevaban en una de las casas vacías. El hombre que las encontró iba detrás de ellas, mientras que Kang iba adelante sin dejar de mirarlas de reojo. 

Entraron a una de las casas, estaban amuebladas, y en el piso parecía haber manchas de sangre. Se preguntaba como existía un lugar, y que la policía no hiciera nada, había drogas, personas muertas, y podría haber mucho mas cosas peores. 

—Tomen asiento—Señalo aquellas sillas del comedor—Es curioso, me viniste a buscar muy rápido ¿Quedaste enamorada de mi? 

Todas hicieron caso, tomaron asiento y no le perdía la vista a ninguno de los dos.

—No digas tonterías—Respondió Dahyun—Solo quiero respuestas. 

Rió Kang al ver la seguridad y la mirada que esta le daba.

—¿Supongo que ella es la novia de Momo?—Saco un cigarro del bolsillo y lo encendió—No tiene mal gusto, hasta podría hacerte mi favorita.

—No me fijaría en alguien como tú de todos modos—Respondió Nayeon enojada. 

Estaban mirándolo fijamente, el chico de nombre Kang no era feo, era atractivo. Y tenía un gusto por la moda interesante, de verlo en la calle no pensaría que trafica con drogas, ni mucho menos que maltrata el cuerpo de personas fallecidas.

—Dijiste que sabías en dónde estaba Tzuyu, entonces debes decirlo—Intervino Dahyun—A eso he venido... 

—Necesitas hacer algo por mi, en este mundo nada es gratis. Ya deberías saberlo—Respondió Kang viéndola directamente a los ojos.

—¿Que es lo que quieres?

Se acercó a dónde estaba sentada Dahyun, se arregló una manga y con su dedo llevó un poco de cabello detrás de su oído.

—Quiero que estés conmigo esta noche—Le susurro.

No solo lo escuchó ella, si no también sus dos amigas. Le apretaron su mano para que rechazara la oferta, era muy estúpido debido a la situación en la que se encontraban.

—¿Si me niego nos dispararas?

—No soy esa clase de persona, pero no podré dejarte ir porque sabes más de lo que quiero...—Tiro las cenizas de su cigarro al suelo—Tengo curiosidad de saber que es lo que le vuelve loca a Minatozaki. 

Dahyun apretó la mano de sus amigas debido a la petición. 

—Deberías apresúrate a tomar una decisión—Rió el chico cerca de su oído logrando hacer que sintiera su aliento.

Nayeon empezó a reírse y golpeó despacito la mesa para llamar la atención completa de Kang. 

—¿Tan necesitado de sexo estas para que le pidas eso a una chica?—Reía Nayeon al decirlo debido a la sorpresa enorme que se llevo. 

Eso pareció no agradarle para nada al chico. Se acercó con el rostro completamente enojada, y jaló la silla en dónde Nayeon estaba sentada logrando que Dahyun soltará su mano debido a la fuerza con la que fue empujada. 

—¿Te parece gracioso no es así?—Kang se rió, y con mucha fuerte bofetada a Nayeon logrando hacerla caer de la silla—¿Ahora porque no te ríes? 

Ambas quedaron sorprendidas con aquella bofetada que le dio a Nayeon sin siquiera dudar un segundo. Intentaron levantarse pero no se les permitió porque el hombre del arma indicó que se volvieran a sentar o dispararía. 

Estaban acorraladas en una casa, por más que pensaba en una idea de salir y escapar, era inútil sentía que ninguna servía. La única opción era aceptar su trato, pero le pondría una pequeña condición más, era lo justo. 

—Esta bien, acepto—Respondió Dahyun—No solo me dirás lo de Tzuyu y me dirás en dónde esta... también dejaras ir a mis amigas, ellas no dirán nada estoy segura.

Nayeon y Chaeyoung no estaban de acuerdo en tal acto desvergonzado que tenía que hacer no solamente por saber la verdad del paradero de Tzuyu, si no también para que fueran liberadas.

—De acuerdo—Respondió Kang quién tiro su cigarrillo al suelo—Vete, y dejan que se vayan. No le digas nada al señor Chou de esto o tendré que deshacerme de ti también—Espero a que saliera el hombre de la casa y se quedo observando a todas.

La abrazaron no querían que cometiera tal grabe error. Estaban ahí sin querer separarse consolando a la chica de piel pálida. 

—Vayan a casa, no le digan a Sana que estuvimos aquí. Tampoco se lo digan a Mina y Momo, harán preguntas, y no quiero eso—Susurro Dahyun—Yo estaré bien se los prometo. 

Ambas asintieron, no se querían separar pero Kang jaló del brazo a Dahyun para comenzar a ir arriba.

—Si no salen y se van, lo sabre hay ojos por todas partes—Las amenazó—¡ASÍ QUE LARGO DE AQUí!

Subían por aquellas escaleras viejas que hacían ruido por cada paso que daban. En las paredes habían pegadas fotografías de familias, era un poco extraño. La casa también tenía decoraciones rusticas y modernas, era una casa para una familia grande. La jalaba hasta el último cuarto, era grande y tenía una cama enorme. La lanzó en aquella cama con mucha fuerza y rió al verla ahí.

 Se levantó y lo quedo mirando con despreció, no permitiría que se saliera con la suya. Lo haría caer en su propio juego, y tenía una idea de como hacerlo. 

—Desde que te vi llamaste mi atención, hubiera aceptado tener sexo contigo sin tener que hacer algo por ti—Dahyun se sentó en una forma seductora cruzando sus piernas y bajando un poco la manga de aquella blusa que llevaba—¿No tienes novia? 

Kang se quedo parada mirando el hombro descubierto. Se quitó su saco color negro de aquel bonito traje que llevaba puesto, quito su par de zapatos y se quitaba también su cobarta. 

—Así que eres esa clase de chica. Minatozaki sale con una perra—Respondió Kang. 

Dahyun observo la pistola que tenía detrás de el, y entonces sonrió de nuevo. Tenía un plan, el único que saldría perdiendo sería el, y no ella. 

—Hablas mucho—Dijo Dahyun. 

Kang se acercó y se abalanzo sobre de ella, tocando sus piernas aún con su pantalón. Le besaba partes del cuello, era una sensación de asco que estaba sintiendo la chica de piel pálida. Le daba pequeños besos, el puso su pistola encima de la mesa junto con aquel pantalón que estaba quitándose poco a poco. Con sus manos le rompió la blusa a Dahyun dejando ver su ropa interior color negro. 

Apretaba con ambas manos las sabanas de la cama cada vez que sentía una caricia del chico. No le quitaba la vista del arma, si lo empujaba podría tomarla rápido.

—¿En dónde esta Tzuyu?—Preguntó Dahyun de inmediato cuándo intento darle un beso en la boca—Responde...

—¿Por que tanta prisa? Apenas vamos comenzando...

—No confió mucho en ti. 

Se levantó, recogió su pantalón y sacó su celular del bolsillo. Buscaba entre sus tantas fotos, y le mostró una foto de Tzuyu, lo que vio le partió el corazón. Estaba atada junto a Jeongyeon, tenía marcas de que fue golpeada y estaba en muy mal estado. 

—¿Tu fuiste quién mato a Minjoo? ¿Verdad?—Preguntó Dahyun asustada. 

—Minjoo solo era una niña estúpida. No es nada personal en contra de ella, solo seguí las ordenes del señor Chou..

Dahyun no podía seguir viendo esas imágenes, la única pregunta que formaba en sus pensamientos era el de ''¿Estará viva? 

—¿Y porque Tzuyu?—Preguntó de nuevo Dahyun

—Deberías cerrar la puta boca—Gritó Kang. 

Kang se levantó de encima de Dahyun, y agarro aquel arma que tenía puesto encima de la mesa y le apunto directamente en la cabeza. 

—Una pregunta más, y te vuelo la cabeza aquí mismo niña estúpida—Volvió a gritar Kang.

Los ojos no mentían cuándo le decía que le dispararía, no era como si fuera una niña estúpida que no supiera en que situación se encontraba, la mirada era igual o similar a la de Sana, era una mirada vacía, llena de odio, rencor y ganas de matar, ver el dolor de su victima. 

—De acuerdo—Respondió. 

Solo tenía una oportunidad, buscaba en todos lados algo que pudiera utilizar para escaparse, por más mínima que fuera ella quería huir pero con respuestas. Las manos de Kang recorrían de nuevo su cuerpo, observo que dejo su arma en la mesita en dónde la puso anterior mente, le daba asco ser tocada por el, era agresivo y sus manos eran rasposas. 

Un ruido llamo la atención de ambos, eran disparos que venían de aquella cabaña que contenía una cantidad impresionante de drogas. Se levantó de encima suyo, fue directo a la ventana olvidando su arma en la mesita, todo el panorama estaba en caos y necesitaba ir a ver lo que estaba pasando. 

—No debiste darme la espalda—Dahyun tomó la pistola y lo apuntaba directamente— Ya no soy la niña de hace tiempo, he crecido y no necesito que nadie me proteja—Decía sin dejar de apuntarle.

Kang solo reía viendo las manos temblorosas de Dahyun, era obvio que nunca había disparado un arma, lo notaba por la manera torpe de sujetarla. 

—Baja eso antes de que te hagas daño...—Dijo Kang sonriendo como si hubiera ganado. 

Dahyun solo lo quedaba mirando, era como si aceptara que tenía todo por perder pero de no hacerlo seguiría tocándola.

—Siempre tienen que rescatarme, siempre era a la chica que molestaban antes, era la que prefería mantener una presencia baja—Dahyun temblaba—Pero, ahora no quiero seguir siendo la chica que no hace nada por si misma o por las personas a las que quiere. 

Aplaudía como si de un discurso bien estructurado le hubiera dado. Veía el odio en su mirada, el miedo, la desesperación por querer salir y el coraje por querer salvar a sus amigas.

—¿No deberías estar feliz?—Preguntó sentándose en el suelo—Minjoo y Tzuyu quisieron quitarte a la persona que amas, quisieron quedarse con Minatozaki—Rió al ver la expresión en el rostro de Dahyun—¿No te hace feliz que una este muerte y la otra haya desaparecido? 

Estaba comenzandó a dudar, lo que decía el tenía sentido. Minjoo le hizo daño, casi moría por su culpa, le hizo daño a Chaeyoung, y Tzuyu no fue la mejor persona ¿Entonces porque se sentía en la necesidad de buscarla? ¿Por que no podía odiarlas? La respuesta era clara, Dahyun era una persona con un buen corazón alejado del odio, y el resentimiento. Un corazón distinto al de Sana, pero esa era la razón por las que debían seguir juntas.

—Si Tzuyu es alguien importante para Sana, entonces debo hacer todo lo posible para encontrarla aunque eso termine por hacerme daño...

—Eres una niña tonta e incrédula.

Se levantaba del suelo, el era bueno peleando y quitarle el arma a niña como Dahyun era pan comido, era fácil y sencillo. Le dio una oportunidad de escapar, pero solo parecía titubear. Corrió con todas sus fuerzas hasta ella, Dahyun quedo paralizada no pudo correr, tenía demasiada fuerza pero no le permitía quedarse con el arma, también estaba poniendo toda su fuerza. No permitiría que le quitara el arma o estaría perdida. 

El ruido de los balazos de afuera era algo que sus oídos no podían ignorar, el pensamiento de que sus amigas estuvieran ahí era algo que le perturbaba. Entonces fue ahí entre el forcejeó del arma, soltó aquel disparó que resonó en toda la habitación. Ambos se quedaron viendo incrédulos de lo que había pasado.

Todo parecía nublarse.

—Es el fin...

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