Secretos
Sana y Mina tuvieron una noche un poco agustiante. No encontraron ninguna sola pista en el lugar de los hechos en dónde el cuerpo de Minjoo apareció. Tampoco tenían idea de dónde comenzar y eso empezaba a molestarlas. Estaban a las afueras de la ciudad en un bar que pocas personas conocían, pero era de esos lugares con mala fama en dónde podías conseguir lo que fuera, incluso hasta órganos a un precio accesible, era un lugar con cuidado.
Fueron ahí por pistas, pero nadie tenía la intención de hablar y eso era porque todos le temían al padre de Tzuyu. El era una persona temida por todos, por ser cruel y despiadado con cualquier persona que se atravesara en su camino. Las japonesas llegaron hasta a matar mujeres y niños por ordenes suyas, y una parte de ellas se odian por haberlo obedecido.
—Oye, Sana...—Susurro Mina—¿Haz pensando en formar una familia con Dahyun? Me refiero a tener un hijo juntas.
La pregunta que soltó Mina dejo con los ojos abiertos a la japonesa. No entendía porque de repente en medio de la situación en la que estaban le preguntara aquello.
—Yo no he podido cuidar de buena forma a Dahyun y ha terminado herida por mis descuidos... No quisiera que ella sufriera por no tener la fuerza de cuidarlas a ambas...—Soltó con tristeza—¿Tu si quieres eso con Chaeyoung? ¿Por esa razón me lo preguntas?
Mina asintió ante la pregunta de Sana.
—Hemos hablado de eso después de que volviera a casa. Ella se mira muy emocionada, tengo miedo de no ser un buen ejemplo para el bebé.
Sana sujeto la mano de Mina.
—Tu serás un buen ejemplo, siempre lo has sido tanto para mi como para Momo—Sonrió Sana a su amiga.
Mina sonrió y no quiso continuar con el tema, porque entendía la angustia que debía sentir Sana por no encontrar a Tzuyu. Muy en el fondo sabía que Sana la quería.
Se levantaron para irse y se encontraron con esa mirada de aquella persona que no soportaba. Se odiaban desde niños, se peleaban todo el tiempo y volvérselo a encontrar era algo que le causaba asco total. El odio entre ambos se notaba a kilómetros, parecían estar asesinándose con la mirada.
—¡Que linda novia tienes!—Gritó Kang—Compártela con los viejos amigos.
No podía tolerar tales palabras con pensamientos llenos de morbo sobre su novia.
—Detente Sana, es lo único que quiere es provocarte—Intervino Mina para que no se creara una pelea y mantener el perfil bajo.
Kang rió al darse cuenta de la mirada que Sana tenía en el rostro, la había provocado como quería y verla de esa manera era tan divertido para el.
Sana quería golpearle el rostro, pero lo que Mina le dijo era cierto, no causaría un alboroto tenía cosas más importantes que el estar peleando en un bar de mala muerte. Escuchó sonar su celular, era Eunwoo quién estaba llamándola. Salieron por la puerta de adelante, se recostó un poco sobre la pared y tomo esa llamada tan importante.
—¿Que paso?—Preguntó Mina un poco desesperada.
Sana rechinó un poco los dientes.
—El tiene respuestas, necesitamos ir con el pronto—Dijo Sana.
Caminaron hasta donde estacionaron sus motocicletas, estaban por arrancarlas cuándo de nuevo volvió aparecer Kang, estaba recostado sobre la pared con un cigarrillo en mano. y mirándolas sigilosamente. Se reía de manera divertida y señalándolas debido a la gracia que les causaba.
—¿De que te ríes bastardo?—Esta vez fue Mina la que hablo.
Kang volvió a reír de manera divertida.
—Me causa gracia verlas, tan patéticas y lamentables—Saco humo—No sé preocupen, yo cuidare bien de sus novias cuándo no estén más aquí. Presiento que volveremos a encontrarnos—Levanto su mano y formo una pistola con sus manos fingiendo que disparaba—Será divertido nuestro encuentro.
Sana apretó sus manos, tenía demasiadas ganas de ir a darle un golpe por aquellas palabras que salieron de la boca del chico. Tomo un poco de aire, no quería ser imprudente, tampoco quería verse muy impulsiva, debía mantener la calma.
—Es gracioso que una marioneta nos diga ''Patéticas y lamentables'', solo eres un juguete—Rió Sana.
Kang tiró su cigarrillo al suelo y lo piso.
—No sabes lo que dices...
Sana volvió a reír.
—Tú tampoco sabes quién soy ahora.
No quiso seguir escuchando, simplemente arranco su motocicleta y le indicó una dirección a Mina. Antes de ir a ver a Eunwoo quería ver a Dahyun, sentía una presión en su pecho que no le dejaba de inquietar, la hacía sentir ansiosa. Mina estuvo de acuerdo, se dirigían a la casa de Momo. Era un poco tarde, pero conocían a sus novias, sabían que no estarían tranquilas hasta verlas llegar y entrar para darles un dulce abrazo.
Las luces del departamento estaban apagadas, todos en el edificio parecían estar dormidos. Reviso su celular, la última conexión de Dahyun fue a las 12 de la noche.
—Creó que si están dormidas—Rió Sana—Deberíamos irnos, pensé que Dahyun estaría preocupada.
Mina sin quitarse el casco asintió.
Estaban por irse, pero un ruido extraño las alerto, venían de la puerta principal del edificio.
—¿No ibas a entrar a verme?—Esa era la voz de Dahyun.
Sana volteó rápidamente para encontrarse a su querida novia agitada luego de haber corrido.
—Pensé que estarías durmiendo...
—No puedo dormir si no tengo tu pecho para recostarme y abrazarte—Dahyun se sonrojo olvidaba el detalle que no estaban solas.
Chaeyoung empezó a reír de lo cursi que se había puesto su mejor amiga. A diferencia de ella, no podía decirle tales cosas a Mina en voz alta.
Sana se quitó aquel casco que cubría su rostro.
—Quería verte, será una noche larga y quería asegurarme de que estuvieras bien—Sana se sonrojo y miraba de reojo a Dahyun.
Dahyun camino directo hasta la motocicleta. Quedaba viendo a la japonesa como si quisiera contarle el encuentro de ese chico, pero sentía que no debía hacerlo que ella misma debería investigarlo. Se veía confiable, pero también entendía que las personas del mundo en dónde creció Sana, no eran buenas.
—Sana...—Susurro Dahyun—¿Tienes alguna noticia de Tzuyu?
Sana negó con la cabeza.
—Eunwoo encontró una pista... pero no es nada seguro.
—¿Crees que su padre le haría daño a Tzuyu?—Dahyun agacho la cabeza.
—El padre de ''Chewy'' siempre ha sido una persona sin escrúpulos hasta con su propia familia...—Sana tragó saliva y observaba el rostro de su querida novia llena de preocupación—No te preocupes por mi, estaré bien ¿De acuerdo?
Claro que entendía que no todo saldría bien, que llegaría con rasguños y nuevas cicatrices en su cuerpo... si es que volvía. Sujeto la mejilla de Sana, la miró y luego acerco sus labios poco a poco hasta tocarse el uno al otro.
—Cuídate, por favor Sana—Le susurraba, sujetaba su mano con delicadeza.
—No te alejes de Momo—Le pidió antes de irse.
—No lo haré—Le sonrió Dahyun.
Ambas se despidieron, veían como se alejaban poco a poco hasta perderles totalmente de vista. La expresión del rostro de Sana antes de irse, no le gusto para nada a Dahyun. Recordó esa hoja de papel que Kang le dio hace unas horas, estaba lista para buscarlo, pero no iría sola como siempre lo hacía.
—Chae, ¿Quieres acompañarme a un lugar ahora?—La volteó a ver esperando una respuesta—Tal vez, tengo una pista sobre Tzuyu.
Cheyoung abrió la boca, tenía miedo de ir, se notaba en sus manos temblorosas. Tenía miedo, pero nunca permitiría que Dahyun fuera sola, aunque terminará involucrada en algo malo.
—Mina me dijo que me mantuviera a salvo—Respondió Chaeyoung—No puedo permitirme el dejarte ir sola. Te acompañare.
Dahyun sonrió, camino hasta su mejor amiga y la abrazó.
—Si sentimos que algo esta yendo mal nos quitamos. Es solo para asegurarme que la dirección esta bien, y le diga a Sana.
Chaeyoung asintió aceptando la decisión de su mejor amiga.
Fueron de nuevo al departamento de Nayeon. Estaba dormida alado del sofá en dónde veían películas, no quisieron hacer ningún ruido, tomaron sus cosas y fueron al baño a cambiarse con mucho cuidado. Estaban por terminar, cuándo un ruido viniendo de afuera las puso en alerta, apagaron las luces, y se escondieron en la bañera, la perilla de la puerta se estaba moviendo, la puerta se abrió y nadie encendió las luces.
—Se que están ahí adentro ¿Cuál es la razón?—Sonaba disgustada la coneja.
Las habían atrapado, tragaron saliva, encendieron las luces que estaban apagadas y caminaron hasta quedar enfrente de Nayeon.
—No es ninguna—Mintió Dahyun—Solo queríamos cambiarnos.
Chaeyoung asentía a todo lo que decía.
—¿Entonces se pusieron esa ropa para dormir?—Preguntó sarcástica—¿A dónde irán y porque no me incluyeron?
Dahyun estaba un poco dudosa sobre decirle.
—Nos encontramos a un chico que conocí antes, el me entregó una dirección y queríamos ir a inspeccionar un poco...—Susurro Dahyun.
Sentía la mirada incomoda de Nayeon fijamente en ella.
—Iré con ustedes...—Susurro Nayeon—Pero cualquier cosa sospechosa nos quitaremos de ahí ¿De acuerdo?—Toco su cara debido a la decisión que tomo—Yo me encargaré de Momo, si despierta.
Ambas asintieron, fueron a la sala a esperar a que la coneja.
—¿Crees que es una buena idea?—Preguntó Chaeyoung.
—Lo dudo—Rió Dahyun.
Al terminar todo lo que Nayeon estaba haciendo, fueron a pedir un taxi y ir a esa dirección. Durante todo el camino Dahyun se mantuvo callada pensando en un montón de ideas, pensando en las posibilidades y dificultades que pasarían. Había visto la muerte pasar frente a sus ojos, tampoco es como si le tuviera miedo, ya la golpearon hasta casi matarla, y también recibió un disparó.
Nayeon no paraba de hablar, estaba nerviosa al igual que todas y Chaeyoung parecía ser la única que le hacía caso, y eso hizo enojar en múltiples ocasiones a la mayor.
Llegaron al lugar, era una zona muy peculiar con enormes casas pero ninguna tenía un número. Era como si fuera un barrio en dónde nadie quería ser encontrado, desde ahí era sospechoso. Las cosas permanecían alejadas, era una especie de residencia, pero sin tanta seguridad. Se quedaron paradas, todo parecía silencioso, y el ruido de los insectos que venían de los costados dónde solo abundaban los pinos.
—¿En dónde deberíamos ir?—Pregunto Chaeyoung.
Dahyun revisaba la hoja de papel, solo tenía una dirección pero no decía con especificaciones el lugar.
—Deberíamos solo explorar, pero este lugar me pone nerviosa...—Decía Dahyun mirando a todos lados.
Caminaban mirando por todas partes sin separarse un centímetro. El silencio era algo incomodo, era como si nadie viviera en esas casas porque todas se mantenían en silencio. Todo estaba rodeado de árboles, pero contenían caminos que los llevaban a alguna parte, y querían averiguar.
No parecían convencidas pero seguían a la chica de piel pálida que estaba más asustada que las demás. El camino se conectaba con otros, había luces al rededor lo cuál eran buenas noticias, siguieron caminando hasta que escucharon ruido venir del lado derecho, era la voz de un hombre. Se escondieron dentro de los árboles en dónde la luz no llegaba y esperaron a que las voces se fueran para continuar caminando.
Era algo caótico como una especie de película de acción combinada con thriller, así se sentía en esos momentos. Eso fue hasta que dieron con una cabaña escondida al fondo, pero lo que vieron no fue de su agrado, era una fabrica de drogas para ser específicos de cocaína.
—¿Ven lo mismo que yo?—Pregunto Chaeyoung preocupada.
—¿Y porque no veríamos lo mismo que tú?—Preguntó sarcástica Nayeon.
—¿Deberíamos hablar a la policía?—Dahyun veía a las personas caminar y estar poniendo en camiones toda la mercancía.
Entrecerró los ojos cuándo salió un chico de cabello rojo, era el mismo que le entregó el pedazo de papel... estaba aún lado de un cuerpo que estaba tirado al suelo, quedaron sorprendidas cuándo pateó el cadáver de aquella persona.
—Hablemos a la policía—Respondió Nayeon.
—¿Se les perdió algo?
Todas quedaron en blanco, era la voz de un hombre que estaba a sus espaldas, y tocaba ligeramente el hombro de Dahyun. Voltearon de inmediato, era un chico apuesto, de complexión delgada y alto.
Estaban en problemas ahora.
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