Es el final (2)
En las noticias no apareció nada sobre el caso de Minjoo, era como si nunca hubiera pasado y como si no fuera tan importante. Las imágenes que le mostraron a Sana no eran para nada bonitas y el mensaje de adjunto junto al cuerpo encontrado era una nota con las palabras ''Tú novia es la siguiente'' y eso no era para nada bueno.
El paradero de Tzuyu también era desconocido. Fue incluso a su departamento luego de dejar a Dahyun en el hospital y no encontró nada fuera de lo normal. Todo estaba intacto, simplemente era como si se hubiera ido por voluntad propia.
Lo de Dahyun tampoco era nada grave, solo era una calentura y una supuración pequeña debido a que su herida se había abierto un poco. Ahora estaba recostada en su departamento abrazando una almohada mientras Sana iba por su desayuno. Decidió comprarle un poco de fruta, leche, y jugo de naranja para que pudiera recuperarse rápido. Entro con una bandeja llena de un delicioso cóctel de fruta, un pan con mermelada y un rico jugó de naranja.
—¿Como te sientes?—Le preguntó Sana dejando la bandeja aún lado para que pudiera alcanzarla y comer—¿Te duele algo? ¿Necesitas otra cosa?
Dahyun rió debido a la rapidez con la que la japonesa hablaba.
—Estoy bien, no necesitas preocuparte por mi—Sonrió de nuevo.
Ella sabía que a Sana le preocupaba otra cosa y no solo su salud. La conocía también que sabía cuándo algo no estaba bien y parecía no querer decirle por miedo de que se preocupara. No quería hacerle frente aún, porque era muy temprano y solo quería disfrutar de su mañana en dónde ambas estaban juntas recostadas en la cama jugando con sus dedos.
Estando en la cama empezó a imaginarse un montón de cosas, quería ir de viaje y también regresar de nuevo a la isla de Jeju, en serio ansiaba hacer eso y muchas cosas más. Para una pareja normal era algo que sería posible en cualquier momento, pero ellas no eran normales. Y eso hacía todo más difícil.
Espero a que Sana saliera de su baño. Se sentó en la cama con cuidado para no lastimarse y hacer el dolor más insoportable. Veía al suelo mientras esperaba, tarareaba una canción que Nayeon le mando por mensaje para que la escuchara y le terminó gustando. El sonido del piano era tan majestuoso que ansiaba poder tocarlo muy pronto.
El sonido de la puerta abrirse la saco de sus pensamientos y llevó sus ojos directos a los de Sana quién salía desnuda de su baño. Solo llevaba una toalla puesta en la cabeza.
—¿Te gusta lo que vez?—Pregunto de manera atrevida poniendo esos ojos coquetos con los que hacía perder la razón a la más bajita.
Dahyun se sonrojo y es que Sana lograba ponerla nerviosa todo el tiempo.
—Sana...—Susurro la menor.
La japonesa estaba cambiándose enfrente suyo.
—¿Si?—Respondió.
Tragó saliva y no sabía como comenzar pero tenía que preguntarle o ella también se sentiría extraña.
—¿Paso algo que no me hayas contando?—Preguntó de repente—Es solo que te conozco, se que hay algo que te preocupa.
Sana se detuvo y dejo su abrigo que estaba por ponerse aún lado.
—¿Tanto se nota?—Pregunto Sana con voz baja—No debo mentirte y no quiero hacerlo, pero no quiero que te preocupes ¿Estaremos bien? ¿De acuerdo?
Dahyun notaba el tono de voz de Sana, era uno que solía escuchar cuándo una parte de ella estaba enfurecida y otra desgastada.
—Minjoo esta muerta. Encontraron su cuerpo en un estado desagradable—Apretó los puños recordando aquella nota adjunta a su cuerpo—Tzuyu esta desaparecida...
—Entiendo—Sonrió Dahyun—Seguramente debes estar preocupada por ella. Yo no puedo hacer mucho pero prometo que te ayudare para que la encontremos.
Sana se acerco para sentarse aún lado de la cama y abrazó a Dahyun por primera vez en mucho tiempo. Normalmente era la más bajita quién se acercaba a abrazarla, pero era la japonesa quién lo hacía ahora con tanta tranquilidad.
—Gracias por entender y perdón...
Se separaron y se miraron por cinco segundos aproximadamente.
—¿Puedes quedarte con Nayeon y Chaeyoung? Momo las cuidará bien, es solo para que esté tranquila mientras no estoy contigo—Pidió Sana con tranquilidad y esa voz fina que era su manera de convencerla.
Dahyun asintió con gusto.
—Confió en ti...—Susurro.
Durante dos horas estuvieron recostadas en el sofá viendo una película que Sana tenía muchas ganas de ver hace mucho tiempo. Le preparó un poco de palomitas a Dahyun quién quería y pedía casi a gritos que le preparara más. Pero luego de un rato calló rendida ante el sueño y las pastillas que el doctor le recetó para que pudiera ignorar el fuerte dolor que tal vez tendría.
Sana pauso su película para llevar a Dahyun a su recamara. La subió con cuidado a su espalda temiendo un poco de lastimarla. La recostó de su lado de la cama, prendió el aire acondicionado y la arropo para que no pescara un resfriado.
El celular de su bolsillo empezó a sonar luego de unos minutos. Lo sacó para revisar de quién se trataba y era el número del chico que detestaba hace unos días, Eunwoo. Tomó la llamada, sabía que podían ser buenas y malas noticias, esperaba más la segunda.
—¿Si?—Respondió.
—Lo siento por ser inoportuno pero necesito que vengas ahora mismo aquí—Dijo el chico del otro lado de la línea—Creó que he dado con una respuesta, y es claro que el padre de Tzuyu tiene que ver con la desaparición de su propia hija.
Tragó saliva al escuchar esas últimas palabras del chico. Miró a su habitación en dónde Dahyun estaba dormida abrazando su sábana para acomodarse y esa terrible imagen volvió a su cabeza. ¿Y si Tzuyu terminaba igual que Minjoo? ¿Y si Dahyun también terminará de esa manera?
La única forma era encontrar a Tzuyu y matarlo, sin importar las consecuencias.
—Cuándo me desocupe te devuelvo la llamada—Fueron las últimas palabras de la japonesa.
Fue directo a su armario en dónde guardaba unas cuantas cosas. Ahí tenía un arma en caso de emergencias y también balas por si alguna extraña razón alguien quisiera entrar a robar a su departamento. También se puso uno de sus chaquetas de cuero color negro, esas botas que eran todo terreno y guantes que dejaban ver sus largos dedos.
No quería despertar a Dahyun pero tenía que hacerlo para llevarla a casa con Nayeon y estuviera a salvo con Momo. Le dio unas palmaditas en su hombro izquierdo y la sacudió solo un poco para lograr que despertara. Funciono, en su segundo intento empezó abriendo poco a poco sus ojos para mirar los de Sana fijamente.
—Hmmmm—Dijo en un intento de despertarse—¿Por qué me despiertas?
—Necesito que vayamos a casa de Nayeon.
—Esta bien. Solo deja llevó algunas cosas, por la expresión de tu rostro es posible que no regresemos hoy aquí—Soltó con enfado debido al tono con el que se lo pedía.
En treinta minutos ya estaban yendo directo a casa de Nayeon. Iban en la motocicleta de Sana, pero esta conducía demasiado rápido, solía manejar veloz pero hoy conducía como si no le importara que la policía las detuviera. Debido a eso no tardaron mucho tiempo en llegar, las estaban esperando afuera del edificio. Mina estaba ahí también pero también estaba trepada en su motocicleta. Nayeon, Chaeyoung y Momo estaban paradas alado de unas maletas.
Dahyun se bajo con su pequeña maleta que tenía un par de cosas que podría necesitar y un poco de ropa para cuándo se quisiera cambiar o bañar. Todos se quedaban mirando entre todos sin entender la situación.
—Vendré por ti después—Por fin hablo Sana—Momo, por favor cuida de ambas hasta que Mina y yo regresemos.
Momo asintió.
Solo se escucharon los motores encenderse y salir disparadas del lugar. Dahyun sujeto fuerte sus maletas y subieron al departamento de una de sus mejores amigas. Ya tenía tiempo que no iba a visitarla o que se veían debido a que se fue en un largo viaje a japón junto a Momo. Tanto Chaeyoung como ella, eran un poco ignorante ante la situación pero no querían preguntar todavía.
Nayeon preparó un par de aperitivos para darles la bienvenida a su hogar y que pudieran convivir un poco ya que era como una reunión de amigas en dónde Jihyo no formaba parte porque estaba ocupada haciendo algunas cosas.
—¡Quiten esas caras! ¡Aprovechemos que estamos juntas de nuevo!—Dijo animada Nayeon para sacarles una enorme sonrisa.
—Es verdad, Dubu—Sonrió Chaeyoung por primera vez en todo el día—No todos los días tenemos esta oportunidad.
—Lo siento chicas... a veces me preocupo demasiado—Respondió desanimada y era notorio en su voz.
Nayeon veía los ojitos de preocupación de ambas chicas.
—¿Quieren ver una película? Recordando los viejos tiempos—Volvió a decir con entusiasmo.
Ambas asintieron.
Momo se fue a su habitación, y solo eran ellas 3 en la sala de estar en dónde podrían gritar, divertirse y hasta cantar si quisieran. Todo el día eso hicieron, vieron un par de películas, y platicaron esperando a que Nayeon terminará de hacer la cena para que todas comieran y fueran a la cama a descansar.
Dahyun estaba sentada en el sofá tapada con una de las sabanas que le entregó su mejor amiga. Su cuerpo dolía solo un poco, se tomo una de sus pastillas y que el dolor no fuera incomodo. Aunque no se lo dijera a sus amigas estaba preocupada por Sana y también por Tzuyu. El ruido de su celular la saco de todos sus pensamientos, lo saco de su bolsa rápidamente para ver si era Sana con buenas noticias.
Se equivoco era el número de otra persona.
Guardo rápidamente su celular de nuevo, tocio un poco debido a la sorpresa y se recostó en el hombro de Chaeyoung quién todo el tiempo estuvo a su lado.
—Chaeyoung—Dijo Dahyun despacio para llamar su atención. Acto que consiguió con éxito—¿Me acompañas a comprar unas galletas?
—Sí, quiero comprar unas cosas también—Le sonrió.
Ambas se levantaron, Chaeyoung fue para avisarle a Nayeon que saldrían un ratito e insistiera mucho de que Momo debería acompañarlas pero ninguna acepto porque la tienda no estaba tan lejos solo estaba a la vuelta.
Caminaban a pasos cortos, Dahyun tenía sujetaba su brazo de Chaeyoung todo el tiempo y no parecía querer soltarlo por ningún solo segundo. La tienda si se encontraba a la vuelta, era un pequeño supermercado bien surtido para su buena suerte.
Escogieron varias cosas, entre ellas los que ya tenían planeado, y se dispusieron a salir de la tienda. Caminaban de manera normal, unos ruidos se escucharon venir a sus espaldas por lo que voltearon inmediatamente, y se encontraron la silueta de un chico recostado en la pared de una tienda que permanecía cerrada. Temblaron un poco, porque el chico las miraba fijamente y no parecía parpadear.
Dieron la media vuelta y escucharon otra vez esos pasos venir detrás suyo de nuevo. Vieron de reojo y era el mismo chico de nuevo pero esta vez estaba parada no muy lejos de ambas...
—¿Necesitas algo de nosotras?—Pregunto Dahyun tomando valor para enfrentar al sujeto—Y si no es nada, deja de seguirnos.
Chaeyoung guardo silencio.
—En realidad necesito mucho de ustedes—Sonrió.
Se acercaba hasta dónde ambas estaban paradas y fue ahí en dónde reconoció su rostro. Era el chico que se acercó a coquetearle esa vez que fue de parte de Sana antes de terminar mal en un hospital.
—No pude olvidar tu cara desde esa noche y quise encontrarte—Dijo con sinceridad—Quería divertirme contigo, pero me lleve una enorme sorpresa al enterarme que eras novia de Minatozaki.
Dahyun y Chaeyoung estaban confundidas por el atrevimiento del chico.
—Deja de molestar—Respondió Dahyun.
Sujeto más fuerte la mano de Chaeyoung porque por alguna razón no estaba tranquila frente a la presencia de esa persona. Era como si tuviera un aura malo y algo que no terminaba de convencerla, era esa sensación de sentirse en peligro.
—¿Sana seguro esta buscando a Tzuyu?—Volvió hablar para llamar su atención—Yo podría decirte en dónde esta pero necesitas hacer algo por mi. Ella no esta bien—Fingía voz de preocupación.
No respondieron y se quedaron paradas. Pasó a su lado entregándole una hoja de papel a Dahyun de una manera ágil para que ni Chaeyoung pudiera verlo.
—Se que vendrás a buscarme, preciosa... Y no le digas esto a nadie.
Dahyun apretó con todas sus fuerzas la hoja de papel. Debía contarle a Sana lo sucedido para no meterse en más problemas ni causar otros que en estos momentos eso sería la peor opción. Pero estaba entre las probabilidades poner en riesgo la vida de la taiwanesa entonces estaba entre la espada y la pared. Debía tomar una decisión.
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