Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Dolor


El sonido de huesos rotos. El sonido de los incontables golpes que recibía su cuerpo y el sonido de la bala penetrando el cuerpo de aquella chica. Se volvieron algo desagradable a sus oídos. Ella no entendía como gente podía disfrutar ver todo eso. La sangre derramada, cuerpos siendo tirados en alguna parte de la ciudad y personas que no sentían culpa alguna por la vida de los demás. Ese era el mundo en el que creció Sana. Ella al menos parecía una persona normal alado de todos los que estaban aquí. 

El cielo era nublado, el sol no estaba en el cielo iluminando como otros días y el viento era tan fuerte que hacía caer las pequeñas hojas de los árboles. La lluvia no dejaba de caer del cielo y la tormenta cada vez empeoraba. Recobraba la conciencia, su cuerpo estaba adolorido y los brazos apenas y podía moverlos. Sus ojos se abrían poco a poco, era una batalla que tenía que vencer con ellos. Lo primero que vio era una pared y a sus costados eran maquinas que tenían en un hospital.

—No deberías moverte mucho. Podrías lastimarte más—Dijo preocupada Chaeyoung.

Dahyun tocaba con mucho cuidado la parte de atrás de su cabeza que le dolía demasiado.

—¿Que paso? No recuerdo muchas cosas—Dijo Dahyun con dificultad.

Todo su cuerpo le dolía. No recordaba muchas cosas, lo único que lograba recordar era el dolor que sentía al ser golpeada una y otra vez.

—Lo único en lo que puedo ayudarte es que estabas tirada en mi puerta. Mina fue la que te encontró luego de que fuera a la tienda por un poco de leche y cereal—Respondió con sinceridad la más bajita dándole unas palmaditas a Dahyun en su mano.

—Mi cuerpo duele. Me siento como si hubiera estado en una pelea...

Chaeyoung rió un poco por las palabras de su mejor amiga. Ya que no podía imaginarse a la pequeña Dahyun en una pelea.

—Sana, vino a verte en la mañana.

De solo escuchar el nombre de la japonesa su piel se le puso chinita. 

—¿E-ella vino?—Respondió con dificultad intentando no atorarse con su propia saliva.

Chaeyoung asintió.

—Ella vino con Minj...

Chaeyoung no pudo terminar de hablar porque Dahyun la interrumpió.

Minjoo—Repitió Dahyun con un tono amargo.

Chaeyoung asintió.

—Ella parecía demasiado molesta. Empujo a Minjoo y se fue—Dijo Chaeyoung intentando no querer preocupar demasiado a su amiga— ¿En serio no puedes recordar mucho? El doctor dijo que tenías un fuerte golpe en la cabeza.

Cada vez que Dahyun intentaba recordar lo que sucedió, simplemente su cabeza empezaba a doler demasiado. Lo único que recordaba es que estaba en su habitación, eso era todo. No recordaba más cosas y eso la frustraba. Sentía que estaba olvidando cosas importantes.

¿Por que solo me pasan cosas malas? Nunca me imagine que podría tener un futuro como este que estoy teniendo. No quiero seguir pasando por todo esto, tal vez un día no despierte o termine perdiendo a Sana a un punto en dónde no pudiera verla más—Dahyun llevo sus manos tapando su rostro—Ella no confía en mi, no me deja protegerla...

Chaeyoung intentaba calmar a su amiga que estaba apunto de caer en lágrimas. No buscaba la manera de calmarla o intentar reconfortarla.

—Ella no puede entender tu vida, porque nunca tuvo una igual. Ella creció con una vida que tu tampoco podrías entender. Son diferentes y en ves de que eso las hiciera más fuerte... las termino alejando completamente—Chaeyoung trago saliva—No esta bien que se sigan lastimando de esa manera.

Esas fueron las últimas palabras de Chaeyoung. Eso hizo que Dahyun volteara a verla directamente a los ojos sin decir ninguna respuesta. 

Atrás de la puerta Sana escuchaba todas las palabras que salieron de la boca de su ex novia. Le dolía de la misma manera. En una parte tenía razón y por otra, se equivocaba. Ella no quería separarse de Dahyun y nunca busco lastimarla, pero siempre lograba todo lo contrario, y para ella eso también era un infierno.

Sana estaba por irse pero la enfermera la detuvo porque se encontraba espiando en la habitación y eso estaba prohibido. Intento escaparse pero esta no se lo permitía. 

—¿Sabías que es de muy mala educación escuchar conversaciones de las demás personas?—Gruñó la enfermera un poco enfadada. 

—Yo solo quería ver a Dahyun—Sana intento justificarse—Solo quería entregarle algo e irme... pero ¿Podría entregárselo usted?

La enfermera la quedo mirando por unos segundos y negó con la cabeza.

—Sería mejor que se lo entregaras tu misma. Eso la haría feliz.

—Tiene razón. Soy valiente para muchas cosas, pero cobarde cuando se trata de la persona a la que amo demasiado...—Dijo Sana con un nudo en su garganta.

Sana tiro una pequeña basura que tenía entre sus manos y tomo todo el aire que pudo para entrar a la habitación en dónde Dahyun platicaba muy a gusto con Chaeyoung. Medio abrió la puerta y ahí sus ojos se encontraron con la bonita sonrisa de su ex novia.

Dahyun estaba recostada con una almohada a sus espaldas para que no se lastimará, ya que su cuerpo aún dolía. Parecían demasiado felices que ella no quería interrumpir ese hermoso momento de mejores amigas que estaban teniendo. Ese era su plan cuando se vio arruinado por el ruido de la puerta.

—¿Quién esta ahí?—Pregunto Dahyun volteando a mirar a la puerta. 

El ver a Sana parada ahí, fue una gran sorpresa que no se esperaba.

—Princesa—Susurro Sana entrando a la habitación sin quitarle los ojos de encima a Dahyun—Y-yo quería hablar contigo... ¿Puedo?—Pregunto nerviosa Sana. 

Chaeyoung entendió la indirecta y sin que nadie le dijera nada se levanto de la silla.

—Dahyun, te vendré a ver más al rato. Cuídate mucho mientras no estoy...—Sonrió Chaeyoung y se despidió de la menor excepto de Sana con quién choco su hombro intencional.

Sana cambio su expresión a una de pocos amigos y volteó a mirar a Chaeyoung.

—No me caes bien, Sana. Espero que algún día entiendas el verdadero significado del amor y no sea demasiado tarde—Dijo Chaeyoung con desagrado. 

Dahyun del otro lado no lograba escuchar el susurro que le dio a su ex novia su mejor amiga. 

—No pensé que vinieras. Creía que estabas demasiado ocupada con Minjoo—Susurro Dahyun con un tono de tristeza.

La japonesa se acerco a la cama en dónde esta se encontraba recostada. En la silla que antes ocupaba Chaeyoung, tomo asiento y puso sus manos sobre la cama. Respiró un poco, arrugo un poco las sabanas y volteó a ver a Dahyun para responder a sus palabras.

Tu eres la persona más importante para mi. Nadie ocupara eso nunca...—Respondió Sana con esa voz dulce que la caracterizaba—Perdona por no haber estado para protegerte.

Dahyun tomo la mano de Sana y le sonrió. Aunque en su mente no recordara las ultimas horas, su cuerpo no le engañaba. Había estado con Sana horas antes de que todo sucediera, lo notaba en sus heridas que tenía en el cuerpo y la manera en las que fueron tratadas solo podía haber sido ella misma y nadie más.

—Estoy bien, no debes preocuparte por mi Sana. Se que no lo parece pero estoy perfectamente bien—Sonrió Dahyun para intentar calmar los nervios de la japonesa.

Sana estaba apunto de responder pero Dahyun la callo con su dedo para que no dijera una sola palabra. Se le quedo mirando durante un par de segundos y luego sonrió hasta que sus ojos parecían completamente cerrados. Aunque su cuerpo doliera solo había una cosa que ella ansiaba en esos momentos.

—¿Me puedes besar?—Pidió con un gesto demasiado tierno. Aún con ese golpe que tenía sobre el ojo no le quitaba lo tierna a Dahyun.

—¿Estaría bien que lo haga?—Respondió Sana

—Lo único que esta mal es que deba pedírtelo. 

Sana no dijo ni una sola palabra y con mucho cuidado se acerco. Acarició su mejilla que estaba herida de Dahyun pego su nariz con la suya y le dio ese beso que tanto ambas estaban esperando. Las dos tenían cerrados los ojos y lo único en lo que pensaban era en que deberían disfrutar ese beso.  Ambas se extrañaban, sus cuerpos lo sabían. El tacto era tan delicado, tan único de ellas que no querían que eso terminara. Ansiaban demasiado volver a estar juntas sin ningún problema que tuviera que ver con Sana, pero eso era demasiado para la situación en la que se encontraban.

Se besaron, volvieron a pegar sus narices y sonrieron mirándose a los ojos.

No mereces esta vida... nunca debí arrastrarte a esto—Decía Sana entre arrepentimientos.

Dahyun acariciaba el cabello de Sana en un intento por consolarla. Al igual que la japonesa no sabía que debería decir, era tan difícil buscar las palabras adecuadas ante sus palabras.

—No tenemos la relación más tranquila. Tampoco es que lo nuestro no estuviera bien, al menos tu no eres la causante de las heridas que he tenido a lo largo del camino—Rió Dahyun—Haces que mi vida sea tan interesante, pero también eso me da miedo. Siempre lo he tenido Sana... Siempre que te ibas, cada vez que volvías herida, era un golpe para mi que no podías notar. Tengo miedo de que un día te rompas y yo no pueda pegar esos pedazos...

Sana recostó su cabeza sobre las piernas de Dahyun y abrazaba su par de piernas como si de su almohada se tratara.

—Yo me vengare de las personas que te hicieron eso. Estoy demasiado molesta, no me contendré cuando me encuentre a la persona responsable.

Dahyun notaba todo ese enojo en la palabra de la japonesa. La mirada que tenía en ese momento era diferente, no estaba ese brillo más y recordó la vez en la que se encontró a Sana en esa situación que hizo que rompieran.

Sana era una persona dulce con ella, era amable y obediente. Pero cuándo se trataba de otras personas, realmente le daba miedo y no le gustaría ser esas personas.

—No recuerdo que paso en realidad. Pero, por favor no quiero que pongas tu vida en riesgo... no te encuentras en las mejores condiciones. 

—No voy a permitir que nadie te haga daño, nunca permitiré eso—Gritó Sana enfadada. 

Sana se levantó de la silla demasiado enfadada. Quería tirar todo lo de su alrededor, porque odiaba el echo de que alguien le hizo daño a Dahyun. 

—Me gustaría complacerte, pero de no vengarme esas personas seguirán creyendo que ganaron.

Sana caminaba hasta la puerta de una manera desesperada luego de que le llego un mensaje a su celular.

—Si sales por esa puerta, no podrás volver otra vez. Y es una manera de decirme que escogiste el camino que quieres recorrer...—Dahyun la amenazó—Es hora de que tomes una decisión.

Dahyun no quería hacerlo, pero no podía permitir que Sana estuviera en una pelea que no ganaría en esas condiciones.

—¿En serio me estas haciendo esto?—Sana volteó a verla—¿Me estas haciendo escoger?

—Exactamente. Es algo egoísta de mi parte, pero quiero serlo esta vez...—Dijo orgullosa Dahyun. 

Sana trago saliva ante la determinación de la coreana. La mirada era algo a lo que a veces le temía, sabía que si le estaba dando a escoger es porque estaba cansada de todo en su mirada de dolor lo podía ver y en como estos le pedían que se quedaran a su lado, y no atravesara esa puerta. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro