Sana no era la única persona que ocultaba secretos. También Dahyun tenía un secreto que escondía... el de la más pálida era algo que la tenía desconcertada desde hace tiempo.

—No, en realidad la noción del tiempo no fue un problema—Dijo intentando sonar simpática.

—Entonces no tengo nada de que preocuparme—Respondió Eunwoo sonriente, yendo a su habitación.

Espero a que el estuviera listo para que platicaron una hora antes de ir a la reunión. Ese era el momento perfecto para sacar un poco más de información. Tenía un montón de teorías respecto al chico, podría estar involucrado en la mafia o simplemente gustaba de ella de una manera verdadera y sin trampas.

—Eunwoo es un nombre muy original ¿Cuál es la razón de ese nombre?—Preguntó Dahyun, solo quería al grano.

—Ni si quiera yo losé. Mi madre es una persona curiosa, es igual a mi—Respondió sincero el chico—¿Aún te preocupas por Sana? ¿No es así?

Aquella pregunta fuera de lugar desconcertó un poco a Dahyun quién no quería mirarlo a los ojos, pero lo termino haciendo de todas maneras.

—¿Por qué preguntas eso tan repentinamente?—Intentando evadir por completo el tema.

—Me doy cuenta de como tus ojos se ponen cristalinos al mencionar su nombre—Eunwoo se puso de pie y empezó a caminar por todo su apartamento sin dejar de rodear—Cuándo te conocí. Al principió pensé que en verdad merecías a una persona mejor y aún lo sigo creyendo. Tal vez tu no sepas la verdad de la persona que solía ser tu novia y seguramente si descubrieras la verdad eso terminaría por romper tu corazón.

Dahyun se quedo pensativa un momento cuando Eunwoo termino de hablar. Era como si el, en verdad conociera a Sana por la manera segura de hablar. Se puso de pie de igual manera, se paro detrás del sofá en el que estaba sentada y sus dedos daban golpes al mueble.

—Hablas como si la conocieras más que yo que dormía en la misma cama que ella—Intento sonar sarcástica.

Eunwoo rió ante sus palabras y la miraba con esa sonrisa irónica que de vez en cuando mostraba pero muy pocas veces logró ver. Y hoy parecía una persona más sería que los días anteriores.

—Tal vez la conozco más de lo que te imaginas—Volvió a expresar sincero Eunwoo—De hecho, al conocer a su preciosa novia quedé encantado con ella y ahora entiendo como pudo caer a tus pies. Al igual que Jackson.

Escuchar ese nombre era más sorprendente que todas las palabras anteriores. Solo las personas más cercanas y las que estuvieron en ese momento recordaban ese nombre. Jackson el chico que murió en un terrible accidente, ese fue el encabezado del periódico y ahora estaba siendo mencionado por una persona a la que recién conocía en aquellas oficinas que pertenecían a Tzuyu. ¿Quién verdaderamente era?

—¿Te sorprende el echo que sepa el nombre de tu ex novio?—Volvió a reír sarcástico Eunwoo.

—¿Quién eres verdaderamente Eunwoo?—Preguntó Dahyun incrédula de sus palabras.

—Si te lo digo, este juego no sería divertido y recién comienza.

Un juego en dónde una persona debería morir estaba por empezar. Una clase de juego enfermo para personas como todas las personas que la rodeaban y una verdad que debía ser descubierta. Debería tener cuidado con todas las personas con las que hablará, ya nadie era lo que aparentaba y las paredes escuchaban más que los oídos humanos.

No siguieron conversando, no se sentía incomodo con el. Regresó a su estado de animo de siempre, era como si la plática de hace unos momentos nunca hubiera pasado y solo estuvieran teniendo una cita como dos personas normales.

Fueron en vehículo para poder llegar más rápido y que recién compraba Eunwoo. En la reunión todos parecían demasiado animados y al entrar, recibieron un montón de elogios. Les daban cumplidos y felicitaban por la bonita pareja que formaban.

—Veo que siempre si vinieron juntos—Respondió muy amable Tzuyu—Me alegro por ustedes, hacen bonita pareja.

—Gracias chewy—Respondió Eunwoo con una sonrisa encantadora.

Dahyun no respondió nada y caminó separándose de ambos chicos para revisar su celular que llevaba horas sonando porque alguien parecía llamar. Era un número desconocido, recibió 10 llamadas y ninguna contesto. Esperaba a que volvieran a llamar de nuevo para poder responder y saber de quién se trataba.

Regreso entre la multitud, tomo asiento en una de las mesas que le asignaron y observaba todo a su alrededor. Estaba lleno de muchas chicas bonitas y de parejas, y eso lo hacía más incomodo de lo que ya era. Sin decirle a nadie, se fue directo al baño para remojar un poco su rostro sin dañar su maquillaje.

Estaba sola en aquel enorme baño que parecía una casa completa para una familia promedio. Le recordaba a su hogar. Recordaba lo solitario que era vivir en un departamento grande en dónde se la pasaba sola todo el tiempo. Aún parecía desconcertada debido a las palabras de Eunwoo y el posible misterio que este llevaba a sus espaldas.

Alguien toco la puerta. Nadie decía una sola palabra detrás de la puerta y solo fue una sola vez que tocaron a ala puerta. Se miró una ultima vez en el espejo y regreso a la fiesta en dónde estaba Eunwoo con Tzuyu platicando muy amigable.

—Tardaste mucho—Dijo Tzuyu con una sonrisa coqueta en el rostro.

—¿Desde cuando te interesa cuando tarde en el baño? 

Tzuyu rió ante la insolencia de Dahyun quién parecía irritada.

—Pensé que estábamos en paz.

—Lo estamos—Dijo Dahyun sonriendole.

Eunwoo parecía incomodo y prefirió irse por una bebida. 

Dahyun se sentó en una de las sillas que estaban cerca de la mesa en dónde estaban sentados todos. Aún con la música, el tener que estar con Tzuyu a solas le era demasiado incomodo. 

—Ayer me encontré a Minjoo con Sana—Dijo Tzuyu divertida.

—¿Minjoo es tu prima no es así?—Pregunto curiosa. 

Tzuyu asintió.

—¿Tu sabías que a tu pequeña prima le gustaba Sana?

—Lo sabía. Esa fue una de las razones por las que empecé a tontearle a Sana. Yo no vivía en el mismo lugar, mis padres eran divorciados entonces yo vivía en otro lugar y muy pocas veces nos veíamos. Ella ni sospechaba quién era mi padre, siempre fui un poco envidiosa—Rió Tzuyu—Sana era muy bonita, por eso no fue difícil coquetearle.

Se rió de las palabras de Tzuyu e intentando detenerse. No dijo anda gracioso para que se estuviera riendo como si de un chiste se hubiera tratado. 

—Eres una persona egoísta—Decía entre risas Dahyun—Pero se que no eres tan mala persona. 

—¿Que es lo que te causa gracia?

—Lo siento—Se detuvo Dahyun de reír—Necesito que me ayudes con algo. Sana, me oculta algo pero no quiere decirme ¿Me podrías ayudar?

Tzuyu rió ante la propuesta de Dahyun.

—¿Confiaras en mi? ¿Luego de todo lo que he echo?—Pregunto curiosa la taiwanesa. 

Dahyun asintió.

—¿Confías verdaderamente en Eunwoo?

—No lo sé—Respondió con sinceridad Tzuyu.

—¿Tú le contaste sobre Jackson?

Tzuyu negó con la cabeza.

—El dijo su nombre... es un poco extraño.

—Todos aquí somos extraños. Yo soy hija de un mafioso y tu eres novia de una chica que solía ser mercenario ¿Hay algo normal en eso?—Dijo divertida Tzuyu.

—Viniendo de ti, en realidad es muy extraño—Rió Dahyun divertida.

Eunwoo volvió y en ese momento ambas guardaron silencio. Empezaron a conversar de cosas del trabajo, pero Dahyun parecía demasiado concentrada en otras cosas que era ignorante a la plática de los dos jóvenes. 

«No confíes en nadie» Recordó las palabras de Sana.

—No lo haré—Susurro Dahyun para si misma. 

Puso la mejor sonrisa que tenía y se unió a la conversación que estaba bastante animada. Todos reían y más personas se integraron. Tuvieron demasiada química todos que decidieron ir a un club a bailar y a cenar un poco.

Dahyun intentaba tener su mirada en su celular y fingir que estaba interesada en la plática que estaban teniendo. Se levanto y se dio cuenta que solo estaba en la mesa con una chica que no conocía, así que se levanto para irse a otro lado a caminar aunque sea un poco. Fue a la barra del club y pidió un poco de jugo de naranja. 

Un mensaje llego a su celular de un numero que no tenía registrado. Entro a su bandeja para leerlo y era solo un pequeño mensaje diciéndole que saliera del club. En primera, empezó a dudar debido a que venía de un numero desconocido, pero la curiosidad era más fuerte que su propio miedo. 

—¿Debería salir?—Se preguntaba a si misma Dahyun. 

Decidida se levanto y caminó hasta la salida en dónde una persona al parecer la estaba esperando. Y cuando salió se llevo una enorme sorpresa, no había nadie ni siquiera los chicos que solían salir a fumar en la parte de afuera. Miro a todo su alrededor y no había ninguna persona, estaba completamente solo el lugar. 

—Dahyun—Dijo una persona a sus espaldas—¿Estas bien?

Esa voz era la de Sana. 

Dahyun dio la media vuelta para quedar de frente con ella. No podía ver su rostro, tenía cubierto parte de su rostro con un cubre bocas y con la gorra de su sudadera. Y estaba a contra luz. Si no reconociera su voz, seguramente pensaría que es alguna de esas personas drogadictas que abundan mucho en las calles de aquellas películas americanas.

—¿Que haces aquí Sana?—Preguntó Dahyun intentando sujetar su mano pero esta hizo una expresión de dolor—¿Estas herida o algo?—Volvió a preguntar Dahyun intentando sonar calmada. 

—Estoy bien... solo quería verte antes de irme—Respondió sincera Sana.

Dahyun notaba que con dificultad hablaba y hacía un sonido de dolor cada vez que hablaba o tocaba por descuidada cierta parte de su cuerpo. 

—Espérame aquí—Le susurro Dahyun—Iré a despedirme de todos.

—No es necesario—Dijo Sana.

—No te estoy preguntando. Ahora vuelvo—Dijo Dahyun de una manera demandante.

Sana se quedo quieta en su lugar esperando a Dahyun.

Esta se fue adentro para ir por sus cosas y poder irse, de todos modos estaba deseándolo. La mesa se encontraba solitaria. Ahí todavía seguía su bolso por lo que fue a buscarlo y cuando estaba por salir pudo reconocer una silueta entrar en una puerta del otro lado. Quiso ver un poco y camino hasta ahí, habían más personas en el lugar y las voces eran totalmente desconocidas. 

—Esta todo listo. Nos será muy útil, estamos a un paso de conseguirlo—Dijo la voz de un hombre del otro lado de la puerta.

Dahyun quedo congelada ante esas palabras.

—Ya esta muerto—Rió aquella persona—Sana, siempre es de buena ayuda. A pesar de perder el tiempo con esa estúpida chica, pero que fue útil de todos modo.

Dahyun se alejó un poco de la puerta. Y volvió a intentar recuperar su camino, tenía muchas preguntas que hacerle a Sana. 

—Escuchar las conversaciones de otros es de mala educación ¿No te dijeron?—Dijo un hombre a sus espaldas.