CAPÍTULO 1O
El mundo se detiene solo por un segundo, pero Walker no se deja paralizar por el instante de pánico y terror que recorrió su cuerpo al ver nuevamente caer a Rick.
Se agachó a tomar el rifle nuevamente entre sus manos y nada más importó, comenzando a correr hasta el tercero que seguía moviendo su arma hacía arriba, gritando mierdas inentendibles.
Walker subió con una sola mano el rifle, dedo en el gatillo y comenzó a disparar a donde sea que pueda darle, el primero golpeó al auto, el segundo al brazo del tipo, quién se agarró este adolorido y dejó caer el arma.
Pero no fue suficiente.
Walker podía desde esa distancia escuchar los gritos de Shane gritando que le habían dado a Rick y que debían llamar a la ambulancia, pero Walker no logró parar y siguió su camino hacía el tipo.
El rifle se volvió a disparar un par de veces más casi sin que Walker pueda controlarse a si mismo, uno dió sobre el torso del tipo, otro en una de sus piernas. El arma de Walker cayó al suelo una vez que estuvo frente al tercer tipo, el cuál seguía gritando adolorido que le traigan a él también una ambulancia.
Walker lo mató a golpes.
Se abalanzó hacía él y comenzó a golpearlo, sin piedad, sentía el cuero de los guantes apretados contra sus nudillos, dando erráticas respiraciones y golpeando al tipo hasta que se cansó se hacerlo.
Walker dejó de golpear al tipo cuando su rostro se encontró tan desfigurado por los golpes y tan repleto de sangre que Walker no podía distinguir donde comenzaba un ojo y en dónde terminaba la nariz.
—Dijeron que eran dos, dijeron que eran dos... —comenzó a murmurar para si mismo, sus guantes habían caído en algún momento y se observó sus propias manos magulladas y ensangrentadas, con la sucia sangre del tipo—. Eran dos, dijeron que eran dos...
Walker se movió, tambaleándose hasta el auto solo para asegurarse de que no haya nadie más allí adentro.
—¡Dijeron que eran solo dos. putos. sospechosos! —finalmente gritó Walker, comenzando a patear a la escoria que le disparó a Rick, sus manos se movieron sin control, tomando su propio cabello entre sus manos y tirando con fuerza.
Su respiración no lograba calmarse, siguió gritando, le gritó a los policías que estaban mirando, le gritó al maldito cadáver y golpeó el auto hasta que sintió el chasquido de varios nudillos quebrándose.
Nadie le prestó atención, todos concentrados en Rick y en llamar a la ambulancia, fue la primera vez que Walker estuvo de acuerdo en dejarlo a un lado.
Siempre que me enojo me dejan solo, que grite hasta que me canse y vuelva cuando esté calmado... No pienso calmarme pronto.
No podía acercarse a dónde Rick estaba derrumbado, jamás había visto a Rick sangrando y no creía poder soportar verlo.
Más difícil que amar a Rick sin ser correspondido fue cuando Rick se lastimaba y Walker debía quedarse allí, gritando de desesperación por el propio dolor que le causaba ver a Rick mal.
El dolor físico lo suele traer de vuelta, pero aún cuando Walker sintió su muñeca caer floja de su brazo, claramente dislocada o tal vez algo más, Walker no logró importarle menos, todavía en una extraña bruma de confusión y más gritos, porque gritar le hacía bien.
En algún momento sintió las lágrimas cubriendo su rostro, no se había dado cuenta que estaba llorando hasta que la ambulancia llegó y Walker observó las luces de colores borrosas.
Se llevó una mano ensangrentada al rostro, la que podía mover pero tenía un par de nudillos quebrados, con el dorso de la mano se apartó las lágrimas con un gruñido.
—Dijeron que eran dos...
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