Entro en mi casa mientras sostengo mi maletín negro con todos los documentos necesarios para mi trabajo. Ahora soy parte de una de las empresas más importantes del país y me va de maravilla allí. Es una alegría despertarme por las mañanas. Suena muy raro, pero estoy muy feliz con mi vida.

-¡Papá! -mi hijo corre hacia mí y me da un fuerte abrazo cuando estoy agachado en el suelo.

-Hola, cielo -digo muy feliz y beso su cabeza.

Amin tiene 3 años y cada vez se parece más a mí. Esto me asusta porque parece que es mi hermano gemelo y no mi hijo. Sus pestañas enamoran a todo el mundo. No es la primera vez que llega a casa después de ir al colegio y me cuenta algo relacionado con sus pestañas. Unos cuantos niños han intentado tocarlas y, a veces, han sido tan rápidos que le han hecho daño a mi hijo con sus pequeños dedos. Cuando le hacen daño, siempre llora. También me ha contado que algunas niñas le han dicho que sus pestañas son postizas, pero él niega rápidamente.

Cuando voy a recogerlo al colegio, las madres me miran esperando a vernos a los dos juntos. He escuchado a algún padre llamarnos "Pestañitas". Esto puede sonar muy ridículo, pero mi hijo y yo destacamos en el colegio por nuestras largas pestañas.

-¿Dónde está mamá? -le pregunto y se encoge de hombros. Nos quedamos en silencio y escucho varios sollozos. Dejo mi maletín a un lado y veo a mi hijo-. Ve a jugar y estaré contigo pronto.

Asiente y se va corriendo a su habitación llena de juguetes. Abro la puerta de mi habitación y me encuentro a Olivia sentada en la cama llorando. Cierro la puerta casi dando un portazo porque la he cerrado muy rápido.

-Cariño, ¿qué ocurre? -le pregunto después de ir corriendo hacia donde está. Me arrodillo delante de ella y acaricio una de sus piernas-. ¿Cariño?

No responde ni me mira. Veo que está muy triste. Me siento a su lado y la abrazo con fuerza mientras sigue llorando en mi pecho.

Comienzo a asustarme porque no responde, pero dejo que se tome su tiempo para tranquilizarse y así, tal vez, me puede decir qué ocurre.

-Lo he perdido -dice alejándose de mí un poco. La miro sin entender nada. Cojo una de sus manos y la beso. Noto su anillo rozando mis labios.

-¿Qué has perdido? Olivia, ¿qué has perdido?

-No te he dicho nada porque esto era una sorpresa, pero ya esa sorpresa no existe -sigo sin entenderla. Veo una pequeña libreta en la mesita de noche. Leo varias fechas y casi todas cuadran cada mes, pero no hay ninguna fecha desde el mes pasado, casi dos meses.

-¿Estabas embarazada? -le pregunto en un tono triste. Se esconde en mi pecho mientras llora de nuevo.

No puede ser. ¿Ha perdido a nuestro bebé? ¿Su sorpresa era este embarazo?

Noto cómo varias lágrimas ruedan por mis mejillas y le doy un beso en la cabeza.

-¿Cómo ha sido? -le pregunto.

Me explica todo entre lágrimas y estoy muy triste al saber esta horrible noticia. Me ha contado que comenzó a sangrar cuando estaba a punto de ducharse, pero no me ha llamado. Ha ido sola al hospital y le han dado la noticia. Ha sufrido un aborto.

Seco sus lágrimas con mi pulgar y le doy un beso en los labios.

-No quiero ser cruel con mis palabras, pero, oye, intentaremos tener otro bebé más adelante cuando nos encontremos mejor -me mira seria, pero sé que está sorprendida-. He dicho nos porque esto a mí también me afecta y, créeme, no sabía de la existencia de ese bebé, pero era nuestro y me duele que lo hayamos perdido. Duele mucho -asiente y me abraza.

-Gracias por estar conmigo, Zayn -susurra.

Arropo a mi esposa y salgo de su habitación.

Hoy he pasado mucho tiempo con ella mientras que Amin se ha portado muy bien jugando con sus juguetes. Olivia y yo hemos llorado numerosas veces, pero ella más que yo.

Me molestó que no me llamara cuando esto ocurrió. Debería de estar a su lado en ese horrible momento, pero ella decidió no preocuparme mientras estaba en el trabajo.

Entre abrazos y palabras, Olivia se ha podido dormir. Sus ojos están muy hinchados y rojos. Supongo que los míos estarán igual. Lo único que sé es que me duelen mucho los ojos.

Todo está en un completo silencio. Es de noche y me toca recoger algunos juguetes, pero antes de esto, salgo al balcón y miro al cielo. Este está iluminado por varias estrellas. Cierro mis ojos intentando no llorar.

-¿Sabes, papá? Estos 3 años he sido muy feliz con mi esposa y tu pequeño nieto. Hemos tenido tantos buenos momentos, pero sé que tú nos has visto desde allí arriba. Mi vida ha cambiado mucho en estos 3 años -asiento-. De verdad que sí. Todo ha sido alegrías con varios momentos tristes, pero mi nueva familia siempre se reúne para sacarle miles de sonrisas a la persona que lo está pasando mal.

Hago una pausa y suspiro mientras pongo mis manos en la barandilla.

-Hoy hemos tenido una terrible noticia. Olivia ha sufrido un aborto y hemos perdido a nuestro pequeño. No lo conocía, pero al saber que mi mujer estaba embarazada, comencé a quererlo. Lo quiero todavía aunque sé que nunca lo conoceré.

Varias lágrimas caen por mis mejillas y cierro los ojos todavía más tiempo.

Papá, te quiero mucho. Me encantaría que estuvieras aquí. Nunca me olvidaré de ti.

****

Hola, mis queridas lectoras.

Este es el final de "let me be your man |zayn malik|".

Sé que todas estaréis enfadadas conmigo porque este capítulo es muy triste. Recordad que la vida nunca es de color rosa ni todos los libros acaban con un "vivieron felices y comieron perdices". Bueno, en este fanfic todo acaba bien, pero el tema del aborto está presente. Nuestra Olivia ha perdido a su futuro bebé y esto ha sido un golpe muy bajo para ella y para Zayn. Nuestro Zayn sigue recordando a su fallecido padre Yaser como lo hacía al principio de la historia. Ha seguido con su vida y nunca ha olvidado a su padre.

Recordad: siempre tenemos que seguir con nuestras vidas pase lo que pase. Una muerte de un familiar, una mala noticia, etc. Siempre tenemos que seguir adelante y luchar para ser felices con las personas que nos rodean. Todas estas personas intentarán hacernos felices porque de verdad les importamos y nos quieren.

Tengo que decir que escribo esto unos cuantos minutos después de escribir este epílogo y no es que esté muy feliz ahora porque mi fanfic tiene un final triste. Estaba a punto de llorar mientras escribía esto. Desde hace tiempo he planificado este final hasta cuando no tenía ideas para seguir con mi fanfic. Raro, ¿verdad? Pero tenía bien claro en cómo terminar esta historia.

Me siento muy orgullosa porque he terminado este fanfic y estoy muy feliz con mi trabajo. Desde hace años he intentado escribir algún libro completo, pero solo he acabado varios, los cuales son un desastre. ¿Por qué? Pues porque me quedaba sin ideas y seguía con la historia sin sentido alguno tiempo después, cosa que odio bastante... Y luego también publicaba mis libros en Wattpad y necesitaba más de 40 años para actualizarlos... Un auténtico desastre.

Quiero dar las gracias a todas las personitas que han llegado hasta aquí. Muchísimas gracias. Significa mucho para mí. Cada voto y cada comentario me hace muy feliz porque sé que lo que escribo os gusta y le estáis dando una oportunidad. Mil gracias, de verdad.

Estoy muy feliz porque ha sido increíble escribir esta historia. He tardado a veces (lo siento), pero no la he cancelado nunca. Tampoco se me pasó por la cabeza llevarla a borradores y me alegro mucho por esto.

Así que, gracias si has llegado hasta aquí. Muchas gracias, de verdad.

Nos vemos pronto, mis queridas lectoras ♡

P.D: Tengo una noticia para vosotras en la siguiente actualización.