Entro en aquella mierda de fiesta y encuentro muchos adolescentes allí. La gente me mira de manera rara y una chica, veo que está borracha porque se balancea de un lado a otro, se acerca a mí con un vaso de plástico rojo el cual seguramente tenía una mezcla de distintas bebidas alcohólicas. 

-Buenorro, ven aquí -dice mientras pone sus brazos alrededor de mi cuello moviendo su cuerpo de un lado a otro, intentando ser sexy, eso es lo que pienso. Su aliento apesta a alcohol-. Me alegro de que hayas venido. Te echaba de menos.

¿Me echaba de menos? Ni siquiera nos conocemos. Está ahogada con tanto alcohol. 

-¿Vamos a follar? -me pregunta acercándose mucho a mis labios. Me aparto rápidamente y la dejo allí-. ¡No me dejes! -grita. 

La ignoro y miro de un lado a otro intentando buscar a aquella persona tan gilipollas. La gente me mira algo confusa porque esta chica está gritando por, supuestamente, mi culpa. Pero veo que esta gente está ahí por la fiesta, no está para aguantar a alguien gritando. ¿Esta chica tiene amigas? No he visto a nadie acercarse a ella mientras está así. Muy borracha.

Salgo al jardín. Vasos de plástico rojos en el césped. Adolescentes fumando y bebiendo. Risas. Gritos. Personas bailando. Joder, ¿dónde está este imbécil?

A lo lejos veo a un chico riendo con varias chicas a su lado. Habla con ellas. Se acabó la tontería.
Me acerco rápidamente a él y le doy un empujón. La bebida de su vaso se cae un poco en el césped.

-Hey, hey, compañero -dice sonriendo mientras me mira-. Un poquito de cuidado, ¿no crees?

-Un poquito los cojones -digo serio, sin ninguna sonrisa.

-Ese vocabulario.

-¿Vocabulario? ¿Y eso de follar a mi hermana delante de todos?

-¿Así que eres su hermano? -se ríe un poco. ¿Quién se cree? Le saco una cabeza.

-Y tú eres una mierda de persona. 

-¡Zayn! -escucho como me llaman. No vengas, por favor.

-Mierda -susurro echando la cabeza hacia atrás. El imbécil este se ríe, como no.

-Mira, te tienen amarrado como un perro. No te dejan salir de casa -se ríe y también las chicas que tiene a su alrededor.

Le doy un puñetazo en la mejilla y se mueve bruscamente por lo que acabo de hacer. Las chicas gritan y la gente se da la vuelta para ver qué pasa.

-Uy, la ostia que me has dado -dice y lo miro muy serio, estoy enfadado.

-Zayn, por favor, para.

Mi hermana. Ay, querida hermanita. Todo iría mejor si te quedases en casa después de lo que me has contado.

Coge mi brazo y tira un poco de mí.

-Vámonos -susurra. Me libero de sus manos.

-Ni de coña me voy yo de aquí. Lo mataré.

-Zayn, no.

Escucho como este imbécil se ríe al escuchar lo que he dicho. A carcajadas.

-¿Matarme? -dice. Saca su móvil y me lo enseña-. Mira lo que tengo. Un móvil, amigo mío. Llamo a la policía y te quedas tieso en la puta cárcel. Y te preguntarás, ¿por qué? Bueno, mi padre es policía y, si tocan a su hijo, se va a montar una buena.

Le doy otro puñetazo. Con este cae al suelo y cojo su móvil. Lo estampo contra el suelo y veo como se rompe en varios trozos. Los cojo y los lanzo a la piscina. Me coloco encima de él y lo cojo del cuello de la camisa.

-Tocas a mi hermana y tú eres el primero que va a la cárcel. ¿Me escuchas? -se ríe.

Comienzo a darle una paliza y la gente se aleja de mí. Me conocen. Soy un asco de persona, pero protejo a mi familia.

-Mira que eres tonto -me dice mi hermana sentada en una de las sillas de la cocina.

Me quejo. El alcohol en las heridas de mi cara escuece.

Safaa me va curando las heridas que tengo mientras yo me quejo un poco.

-Mira como te han dejado, Zayn.

-No me iba a quedar con los... -no puedo continuar.

-¡Hijo! ¿Qué te han hecho? -no, no, ella no, por favor. Suspiro.

-Mamá, estoy bien. Tranquila -se lleva una mano a la frente y veo como empieza a llorar-. Mamá.
Me alejo de mi hermana y siento a mi madre en una de las sillas. Me agacho delante de ella y cojo una de sus manos.

No es la primera vez que ve a su hijo así. Odia verme así, se pone muy triste.

-Mamá, mírame -le pido mientras llora.

-¿Qué has hecho? -me pregunta con la voz rota.

-Eso da igual. Mírame, estoy bien.

-Le dio una paliza a un chico y otros chicos le pegaron -dice mi hermana. Suspiro al escucharla. No quería que dijera nada sobre lo ocurrido.

-Dios mío -dice mi madre y llora más.

Sí, mi madre está muerta de miedo por mi culpa. Siempre me tengo que meter en alguna pelea o soy yo el que busca pelea. Sé que tiene miedo. Tiene miedo a perderme en una mierda de estas. Pero yo no me voy a detener cuando algún gilipollas viene para hacerle daño a mi familia. Siempre tengo que hacer algo.

-Mamá -me levanto y la abrazo.

No me gusta verla así, pero, al fin y al cabo, la culpa es mía.