Capítulo 25 (03/05)
Saco a Amin del coche con cuidado. Está durmiendo después de estar largos minutos llorando en el hospital. Coloco su pequeño cuerpo contra el mío. Pongo una manta verde sobre su cuerpo y cierro la puerta del coche. Tiemblo un poco mientras estoy en el parking subterráneo del edificio donde vive Olivia con nuestro hijo.
He traído mi coche hasta aquí. Está aparcado al lado del coche de Olivia. Miro cómo cierra su coche con el pequeño mando y abre una puerta que hay en el parking mientras lleva el bolso de Amin.
Subimos en el ascensor en un completo silencio y veo cómo Olivia acaricia la pequeña cabeza de Amin con una sonrisa. Se abren las puertas y salgo del ascensor con una sonrisa. Entramos en su casa y deposita el bolso de Amin en el sofá. Lo abre y veo varios pañales, un biberón, toallitas, un chupete, una pequeña colonia y un osito. Hay un espacio libre en este y recuerdo cómo Olivia sacó la manta que tiene ahora Amin encima de su pequeño cuerpo.
-Vamos a bañar a este pequeñín y ponerle el pijama -dice mientras entra en una habitación. La sigo y veo la habitación de Amin. Es bastante grande para este pequeño, pero no hay rastro de su cuna. Solo hay dos muebles y un cambiador. De este último saca un pañal y una toalla pequeña de color beis. Me mira y toca el cambiador-. Venga, te toca hacer todo esto -dice con una sonrisa. Muerdo mi labio inferior con miedo a ser un desastre en esto.
Deposito a Amin en el cambiador y el pequeño se queja. Comienzo a quitarle la ropa muy despacio. Su piel es muy cálida y suave.
Sonrío al verlo solo con pañal mientras sigue durmiendo. Le quito el pañal con cuidado y lo cojo para tirarlo a la basura. Pesa mucho y me hace gracia porque este niño puede ser muy meón.
Tiro el pañal usado a la basura de la cocina. Sé que dejarlo solo en el cambiador puede ser peligroso, pero está dormido y su madre está con él.
Vuelvo a su habitación y miro al pequeño desnudo. Lo cojo en brazos con cuidado y Olivia va conmigo al baño mientras sujeta la toalla de nuestro hijo. Coge una pequeña bañera azul y la llena con agua templada. Me arrodillo delante de esta que se encuentra en la gran bañera y introduzco a Amin en el agua. Se mueve un poco, pero eso es todo lo que hace mientras está dentro de su bañera y lo sujeto con una mano en la nuca.
-No es la primera vez que le doy un baño y está durmiendo. Verás ahora lo relajado que estará -dice Olivia con una sonrisa mientras se arrodilla a mi lado. Acerca el gel de Amin y lo deja cerca de la pequeña bañera. Despacio y sin prisa comienzo a mojar el pequeño cuerpo de mi hijo con una mano y con una pequeña esponja.
-Duerme mucho -sonrío y sigo bañándolo.
-Sabes tratarlo con mucha delicadeza -asegura-. Eres un buen padre, Zayn.
Sonrío un poco, pero mi sonrisa va desapareciendo poco a poco al recordar que todo este tiempo Olivia ha tenido que cuidar a nuestro pequeño sola. Me siento muy mal por eso. Debería decirme que estaba embarazada y así cuidaríamos a nuestro pequeño juntos sin ningún tipo de relación entre nosotros. Al fin y al cabo, soy el padre de Amin.
Al acabar el baño, lo envuelvo en la toalla y lo vuelvo a acostar en el cambiador. Lo seco despacio, pero al mismo tiempo algo rápido porque quiero ponerle el pañal muy pronto. No quiero que ocurra un desastre.
Cojo un pañal y se lo pongo. Miro a mi pequeño y sus ojos siguen cerrados. Sonrío y beso su frente. Su piel es demasiado suave y me encanta.
Termino de vestirlo y miro a Olivia. Sin palabra alguna, se dirige a su cama y se sienta. Dejo a nuestro hijo en la cama y me acuesto a su lado. Olivia se acuesta al lado de nuestro hijo apagando las luces menos una pequeña que ilumina un poco la cama.
Miro a mi hijo con su pijama de ositos. Ambos tenemos las mismas pestañas y me encanta.
-Olivia, deberías de haberme contado que estabas embarazada. Han pasado meses, muchos meses en los que has estado sola cuidando a nuestro hijo. Has estado completamente sola con él y, ¿sabes qué? -la miro y su mirada es triste-. Su padre no ha estado a su lado y esto duele. Duele saber que has estado todos estos meses cuidando y gastando dinero en todas las cosas básicas que necesita Amin. Necesito estar con vosotros y pagar todo de ahora en adelante. Las cosas de bebés no son baratas y no tengo ni idea de dónde has sacado esa semejante cantidad de dinero para mantener a nuestro pequeño.
-Durante el embarazo, estuve trabajando muchas horas en una cafetería en la que necesitaban personal y, créeme, al dueño no le importaba que estuviera embarazada. Se enteró de esto casi en el cuarto mes de embarazo. No sé qué pasaba en esa cafetería, pero me daban mucho dinero. No estoy hablando de miles y miles de euros. Estoy hablando de que no sé de dónde sacaban esa semejante cantidad de dinero. A veces me daba la sensación de que yo era la única empleada que cobraba.
-Eso es demasiado extraño. ¿Nunca hablaste sobre el sueldo con tus compañeros de trabajo?
-Eso es privado, Zayn. No me gusta hablar del dinero que cobro -asiento y suspiro un poco intentando imaginar la situación.
-¿Y ese chico te ha dado dinero? -niega y abre uno de los cajones de su mesita de noche. Me enseña un anillo.
-Le dije que no me quiero casar con él. Se molestó mucho y me dijo que me podía quedar con el anillo y con todo lo que me regaló.
-¿Y qué es todo eso?
-Joyas, varios aparatos de cocina, una aspiradora, ropa, un ordenador y un móvil. Las marcas de todo esto son caras. Así que, a escondidas, estuve vendiendo las joyas y todo el dinero que gané está en el banco -sonrío y acaricio el pelo de Amin.
-Se puede decir que eres muy rica ahora -suelta una carcajada y me empuja un poco.
-Todo es por Amin. Ese dinero será para él.
-Apuesto todo lo que quieras a que tiene dinero suficiente para acabar todos sus estudios -asiente con una sonrisa.
-Pero ahora solo es un bebé que necesita cosas de bebé -me río y asiento-. El mundo es demasiado grande para él.
-Olivia -la llamo y me mira-, os cuidaré e intentaré que seáis felices. Os quiero mucho.
Sonríe sonrojada y veo cómo se sienta. Gatea hacia donde estoy y se sienta en mi regazo. Sonrío al tenerla tan cerca de mí. Coge una de mis manos y me incorporo apoyando mi espalda en el cabecero de la cama. Se acerca más a mí y comienza a besarme acariciando mis mejillas. Coloco mis manos en sus caderas y sigo besándola.
-Zayn, te amo -susurra.
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