Capítulo 17
Amin es tan pequeño. Sé que no es un bebé recién nacido, pero hace mucho tiempo que no estoy con un bebé. Me preocupa que le pueda hacer daño. Lo veo tan pequeñito, pero es un hombrecillo ya. Sus grandes ojos miraban mi habitación, estaba muy concentrado y sorprendido viendo mi habitación cuando entramos por primera vez allí juntos y cuando nos acostamos en mi cama.
Me encanta mi pequeño hijo. Sé que no he pasado mucho tiempo con él, pero ya me encanta. Ha estado un poco serio conmigo o tal vez siempre es así. No lo conozco. Es un desconocido para mí, pero es mi hijo que, muchos meses después, supe de su existencia.
Me alegra tenerlo, pero el problema es que me siento muy inseguro con él. Me da miedo hacerle daño. Me da miedo que nunca me quiera.
Me preocupa mucho que no me quiera nunca. Soy un desconocido para él.
Ha pasado una semana desde lo ocurrido, desde que comenzó a llorar cuando me acerqué a él. Esta escena se reproduce todos los días en mi cabeza. Su dulce rostro. Me acerco a él para darle un beso y comienza a llorar. Y yo no sé porqué ha pasado esto. Tal vez no le gusto.
Suspiro mientras estoy sentado en la cama y tengo las manos entrelazadas mirando el suelo. Estoy triste por lo que ha pasado. No quiero que me odie porque, tal vez, lo he molestado.
Aquel día nos despedimos prometiéndonos que nos volveríamos a ver muy pronto, pero los rostros de estas personas eran muy distintos. Olivia sonreía muy feliz despidiéndose de mí y de mis hermanas. En cambio, Amin estaba muy serio y me miró con mala cara.
Esto no me alegra nada. Solo me hunde más de lo que ya estoy.
-¿Hermanito?
Alzo la vista y veo a Safaa. Ha tocado la puerta de mi habitación antes de entrar, pero yo no me he dado cuenta.
Se sienta a mi lado y acaricia mi brazo mientras me mira con una pequeña sonrisa.
-Te ocurre algo, pero no hace falta que me lo digas -dice. La miro confuso.
-¿Cómo sabes eso?
-Amin. Eso es lo que ocurre -suspiro y me dejo caer hacia atrás. Mi hermana me acompaña y vuelvo a mirarla-. Esto es nuevo para ti, Zayn. Es tu primera vez siendo padre -mira el techo y pone sus manos sobre su pecho-. Y oye, que la cosa no ha empezado bien, ya sabes, porque Olivia te ha ocultado su embarazo y luego este niño nació. Y tú sin saber nada.
-Safaa, para ya, por favor -la interrumpo cerrando los ojos-. No sé si me querrá algún día. Me he puesto muy triste cuando lo vi llorando. Todo por mi culpa -suspiro y abro los ojos con lágrimas en ellos.
-Zayn, este niño necesita a su padre y ese eres tú -me dice mi hermana tocando una de mis manos mientras me mira fijamente.
No digo nada, pero siento cómo mis lágrimas ruedan por mi piel. Safaa se incorpora un poco y me abraza dejándose caer sobre mí.
-Créeme, Zayn. Este niño te necesita y tú estás aquí. Es tu hijo y estoy segura que eres un padre increíble -me mira con una sonrisa y su pelo cae sobre mi rostro-. Recuerda que eres el hermano mayor aquí.
Asiento y me incorporo un poco. Le doy un gran beso en la mejilla mientras sostengo su cabeza en mis manos.
Me seco las lágrimas con la palma de mi mano y miro a mi hermana.
-Y dime, ¿sabes cuál es la dirección de la nueva casa de Olivia? -le pregunto.
-Te puedo llevar allí si quieres -niego.
-Prefiero ir solo, pero gracias por ofrecerte a llevarme allí.
Cojo su mano y le doy un beso en esta. Ambos sonreímos y me da un gran abrazo.
Cierro los ojos y por fin me siento un poco mejor.
Pero sé que estoy a punto de llorar de nuevo.
¿Qué me está pasando? Yo casi no lloro, pero mi corazón cada vez es más dulce, o eso me parece a mí.
-Olivia. Ya la conoces porque ha venido aquí. Te ha hablado varias veces. Bueno, yo diría muchas veces. Es un encanto de chica. Y además tenemos un pequeño bebé. Amin. Seguro que lo has escuchado en esta habitación, tal vez llorando o haciendo algún ruido -le cuento a mi madre mientras estoy sentado a su lado sosteniendo su mano mientras la acaricio. Suspiro y miro a mi bella madre-. Pero me preocupa que sea un desastre, un desastre de padre -hago una pausa y centro mi mirada en su mano sin dejar de acariciarla-. No te lo he contado todavía, pero creo que no le gusto. Hace una semana fui a mi habitación con él -sonrío y miro la habitación donde se encuentra mi madre-. No sabes qué carita más dulce tiene cuando está concentrado viendo la mierda de habitación de su padre -paro de sonreír y sigo como antes, muy triste y sin ninguna sonrisa en mi rostro-. Nos acostamos en mi cama y, cuando me acerqué a él para darle un beso, comenzó a llorar. Creo que le hice daño o solo lo asusté. No lo sé -hago una pausa larga deseando que se despierte y pueda darme algún consejo para cuidar a mi hijo-. Estoy aterrorizado. Tengo mucho miedo de que nunca me quiera, mamá.
En esta calle tan silenciosa se encuentra el edificio. Veo que el portón está abierto, así que no tengo que pulsar el número de su piso para que me abra.
Se siente uno algo mejor dentro del edificio. Mi jersey rojo no ayuda mucho. Hace mucho frío allí fuera. Pero, sinceramente, pienso más en cómo estarán Olivia y Amin. ¿Estarán calentitos?
El ascensor se abre al poco y entro. Pulso la planta en la que se encuentra el piso de Olivia. Las puertas se cierran. Me agarro un poco en una pequeña barandilla al notar cómo el ascensor empieza a subir. No estoy acostumbrado a utilizar un ascensor y me mareo un poco.
Al salir del ascensor, giro a la izquierda y veo el pasillo con muchas puertas. Pero una de ellas está entreabierta. Me acerco a esta y veo si es su casa. Es el número correcto.
Sin tocar la puerta, la abro y me quedo allí como un auténtico gilipollas.
Un chico está besando a Olivia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro