Han pasado 15 meses. Sí. Un maldito año y varios meses en los que me he sentido muy solo. Triste. Ataques de ansiedad casi todas las noches a las tantas de la madrugada. Mis hermanas siempre se despiertan por esto y me siento culpable por despertarlas siempre todas las noches. Pero vienen a mi habitación y se acuestan en mi cama como pueden. Waliyha siempre me abraza y mi cabeza está en su pecho. Doniya acaricia mi espalda y Safaa intenta abrazarme también.

Mi respiración es muy rápida y a veces me da la sensación de que me va a dar un infarto. Soy demasiado joven para esto. Mi corazón late muy rápido, pero mis hermanas están cerca y de algún modo nos sentimos mejor todos juntos. Las quiero mucho y me ayudan mucho.

Me siento muy mal desde el accidente. No puedo ver al gilipollas ese ni en pintura. No lo quiero ver nunca más. Si lo hago, tal vez entre en la cárcel por reventarle la cara. También lo podría matar.

-Nos vemos dentro de unos días -lo escucho.

Está hablando con Waliyha cerca de la puerta principal de nuestra casa.

Me levanto de la cama rápidamente y esto no es bueno, me siento mareado unos cuantos minutos. Salgo de mi habitación. Safaa aparece muy rápido y sostiene mi cuerpo para que no avance más.

-¡Hijo de puta! ¡No vuelvas más! ¡La próxima vez que te vea estarás muerto! -grito con todas mis fuerzas.

Veo al pedazo imbécil y mi hermana está muy sorprendida al verme así. Él solo asiente y se va de nuestra casa con una pequeña maleta. Mejor así, llévate tus mierdas.

Safaa me suelta y caigo en el suelo. Rompo a llorar allí arrodillado. Mierda. Otro ataque de ansiedad para la colección.

-Zayn, ven aquí -susurra Safaa mientras se acerca a mí. Me abraza muy fuerte y no paro de llorar.

Mi madre no despierta.

Perdí a Olivia. No sé dónde está ni cómo está. Desde el accidente no la he vuelto a ver. Ha desaparecido. No responde a mis llamadas ni a mis mensajes. Pero mis hermanas saben algo sobre ella. No me dicen nada sobre Olivia. ¿Qué está pasando? Todo es muy confuso y me molesta mucho la situación. No me puedo creer que tenga tan mala suerte.

La echo de menos. No hablamos desde hace un año y eso me rompe el corazón. Era mi amiga, pero no me sorprende que alguien más me haya dejado.

Soy un mierda.

Salgo fuera de casa para que me dé el aire, pero sé que acabaré encerrado en la habitación de mi madre. Sigue en el hospital. Está en coma y no hay novedades de ella. No sé si estará así por mucho tiempo o su vida acabará muy pronto.

Joder. Extraño a mi madre. Es mi ángel. No quiero perder otro de mis ángeles otra vez.

Miro el cielo y sonrío un poco al saber que allí está mi padre. Tal vez estará con mi madre pronto y yo me quedaré con mis hermanas por mucho tiempo. Echaría de menos a mi madre, pero al fin y al cabo mi padre no estará solo allá arriba.

Veo como una chica pasa cerca de mí. Lleva un carrito y puedo escuchar cómo el bebé llora.

Me paro en la acera viendo a la chica y al carrito. No puedo ver su rostro, su pelo está delante de este. Y parece que esto es apropósito. 

-Hey -digo mientras cojo el brazo de la chica.

Tiro un poco de ella y me quedo en shock.

Es ella. Joder. Es Olivia.