Capítulo 3: La Torre Vengadores
Jemma
Me desperté con la luz del sol de la ciudad de Londres. Me levanté de la cama y tomé un relajante baño caliente. Al salir me coloqué mi uniforme de S.H.I.E.L.D. y abroché mi cinturón de armas. Salí de la habitación y vi a Thor junto a Jane desayunando. Ella había hecho huevos con beicon y hot cakes. Mi estómago rugió en protesta por el hambre que tenía y me senté junto a mis amigos.
— ¿Están listos? —le pregunté mientras metía un pedazo de hot cake a mi boca.
—Sí—Jane le dio un sorbo a la taza de café—, tengo mis maletas listas en el cuarto.
—Muy bien, ¿Thor?
—Listo.
El dios del trueno habló con la boca llena de tocino y puse los ojos en blanco.
Al terminar el desayuno Thor le ayudé a Jane a lavar la vajilla. Aquello me sorprendió demasiado. Durante mi estadía en Midgard, Phil me acostumbró a que yo lavara mis platos, pero Thor jamás en su vida había hecho aquello. Solo Jane tenía en su mano el poder de controlar al poderoso Thor. En ese momento me di cuenta que mi amigo grandulón estaba perdida y verdaderamente enamorado de aquella mortal. Ni la mujer más bella de Asgard había logrado enamorar así al dios del trueno como esta midgardiana lo hacía.
Jane fue a su habitación por sus maletas y yo llamé a S.H.I.E.L.D.
Identificación, volvió a pedir el comunicador.
—Agente Jemma, nivel 9, clave 0-8-4-G-L-E-R.
Clave Aceptada, apareció en aquella pantalla.
—Comunícame con la agente María Hill.
Procesando... Llamando a la agente Hill.
La imagen de Hill apareció en la pantalla.
—Agente Jemma, que sorpresa—dijo con sarcasmo Hill.
—Es un placer también hablar contigo, Hill—dije usando su mismo tono—. Necesito la autorización para usar uno de los jets de S.H.I.E.L.D.
— ¿Un jet? ¿Para qué?
—Para irme de picnic—puse los ojos en blanco—. Necesito ir a Nueva York.
—Bien te lo mando ¿Dónde estás?
—En Londres.
—Envíame las coordenadas.
—En un momento—tecleé las coordenadas en el comunicador y se las envié a Hill—. Listo.
—Tendrás el jet en menos de 20 minutos.
—Gracias—Llamada Finalizada apareció en la pantalla del comunicador y lo guardé en mi cinturón—. De nada, fue un placer. Espero que te vaya bien.
Hice mofa de lo Hill debió haber dicho, pero obviamente no lo hizo.
—Estoy lista.
Jane llegó con una maleta.
—Yo también.
Thor solo empuñaba a Mjölnir y abrazó a Jane por la cintura.
—Bien, el jet no debe de tardar en llegar.
El ruido de los motores del jet se escuchó e hizo retumbar el edificio. El ruido se detuvo. Habían dejado la nave en el techo de la casa de Jane. Subimos y la compuerta del jet estaba abierta de ella salió un agente de tez morena, cabello rapado y una pequeña barba negra.
— ¿Agente Jemma?—dijo aquel agente moreno.
—Así es— contesté.
—Soy el agente Tripplet—extendió su mano para saludarme—. Me mandaron para llevarla a Nueva York.
Estreché su mano.
—Es correcto, bueno a mí y mis amigos.
— ¡Por todos los cielos! —el agente Tripplet abrió sus ojos impresionado—. ¡Es Thor! Señor es todo un honor llevarlo.
El agente saludó al rubio como si se tratara del presidente.
—Gracias—contestó amablemente Thor.
—Vengan conmigo—el agente Tripplet nos dirigió al jet.
Entramos al jet. Thor y Jane se quedaron en los asientos traseros mientras que el agente Tripplet y yo nos sentamos detrás de los controles. Nos colocamos los audífonos y el agente despegó el jet.
— ¿Dónde necesitan ir? —preguntó el moreno.
— ¿Has visto los departamentos que están sobre la séptima avenida? —pregunté.
—Así es.
—Ahí necesito que nos dejes.
—Está bien.
En el camino a Nueva York, el agente Tripplet me contaba sobre las nuevas amenazas que golpeaban a ahora a S.H.I.E.L.D.
El camino a Nueva York fue muy corto. El agente de tez morena dejó el jet sobre el techo de los departamentos y nos abrió la compuerta del jet.
—Fue un placer conocerlo—dijo el moreno—. Agente Jemma, puede contar conmigo cuando necesita. A menos de que no esté ocupado con Garret.
— ¿Garret?
—Sí, es mi S.O.
—Pobre de ti.
Hice una mueca al recordar a aquel agente.
— ¿Por qué? Ha sido un gran S. O.
—Tal vez, pero su protegido me dejó otra opinión.
— ¿Ward?
Bufé.
—Sí, nunca ha podido trabajar en equipo—negué con la cabeza—. No importa, ha sido agradable conocerlo.
—Todo un placer para mí llevar a una agente de su nivel y a Thor. Hasta pronto.
El agente subió al jet y despegó. Entramos al edificio.
— ¿Qué hacemos aquí? —preguntó Jane—. Creí que necesitabas ir con Stark.
—Así es—contesté—, solo vengo por algunas cosas.
Nos detuvimos frente a una puerta.
—Espero hayas traído tus llaves.
— ¿Quién necesita llaves?
Coloqué mi mano sobre la puerta, esta la escaneó rápidamente y se abrió. Entramos al departamento y los recuerdos me inundaron de manera abrumadora. Así como Asgard me recordaba a Loki, este pequeño departamento me recordaba a Coulson.
—No toquen las cosas de Phil, por favor.
— ¿Quién es Phil? —preguntó la castaña.
—Era un agente de S.H.I.E.L.D. Él era como mi padre.
Abrí mi pequeño armario midgardiano.
—Jane, tú lo llegaste a conocer—le recordó Thor—. Era el hijo de Coul.
— ¿Él que me robo mis cosas? —preguntó sorprendida.
—Así es.
—Con qué tipo de gente te gusta juntarte, Jemma.
Saqué una maleta del armario y comencé a guardar la poca ropa que tenía.
—Yo que tú mediría mis palabras—le advertí—. Te recuerdo que tu novio es alguien con quien me gusta juntarme.
— ¡Oh, Touché!
Guardé una que otra arma, uno no sabía con lo que podía encontrarse en el camino y debía estar preparada como toda buena agente.
Al terminar de guardar todo cerré mi armario y abrí el de Phil, necesitaba ver que todo estuviera en orden. Me encontré con la sorpresa que la ropa de Phil no estaba, aquello fue muy extraño. ¿Dónde estaba la ropa de Phil? ¿Se la habrá llevado S.H.I.E.L.D? ¿Para qué?
En el fondo del ropero vi un gran sobre con mi nombre escrito en el. Aquella era la letra de Coulson y en una de las orillas del gran sobre tenía sellado el logo de S.H.I.E.L.D.
— ¿Estas lista, Jemma? —pregunto Thor.
—Casi—guardé el sobre en la maleta y la cerré—, solo me falta buscar mi placa de S.H.I.E.L.D—busque en mi cajón de siempre y no estaba. Fruncí los labios mientras buscaba en los cajones de Phil. Ahí encontré mi placa—. Que extraño.
— ¿Qué pasa? —preguntó Jane.
—Hay algunas cosas movidas en el departamento. Se supone que ya nadie había venido.
—Tal vez vino alguien de S.H.I.E.L.D.
—Espero que haya sido eso—guardé mi placa en la maleta y la volví a cerrar—. Vayamos a buscar un taxi.
Bajamos al lobby del edificio y al salir detuvimos a un taxi. Guardamos las maletas en la cajuela y nos subimos al taxi. Thor y Jane en la parte trasera y yo adelante con el conductor.
— ¿A dónde los llevo? —preguntó el taxista.
—A la Torre Stark, por favor—le pedí.
—Querrá decir la Torre Vengadores.
Me corrigió el taxista mientras comenzaba a conducir por las calles de la Gran Manzana.
— ¿Disculpe?
—Así es, señorita. Desde el ataque a la ciudad, el millonario empresario le cambió el nombre a su torre.
—Stark, eres un maldito chiflado—murmuré.
—De hecho—continuó el taxista ignorando mi murmuro—, a muchos nos hace sentir seguros esa torre.
— ¿De verdad?
—Sí, es como un faro de esperanza.
Sentí un aleteo en mi pecho. Se sintió bien el saber que significas algo para la humanidad en lugar de ser solo un grupo de monstruos rechazados por todos.
El taxista se detuvo frente a la torre. Bajamos y dirigimos la mirada hacia la cima de la torre. Todo estaba casi igual, solo que en lugar de leerse el nombre "Stark" en la cima, en su lugar había una letra "A" que significaba "Avengers".
Sacamos las maletas de la cajuela y Jane le pagó al taxista. Entramos en la torre. Alcé la ceja al ver que en la entrada había una recepcionista, pelinegra de ojos azules, de buen cuerpo, típico de Stark. Nos acercamos a la joven y ella nos recibió con una cálida sonrisa.
—Buenas tardes—dijo la joven.
—Buenas tardes—contesté—, venimos a ver al señor Stark.
—El señor Stark no se encuentra en estos momentos.
— ¡Esto no es un hotel!
Reconocería esa maldita voz en cualquier lugar del mundo. La voz única del pomposo filántropo que acababa de entrar al edificio. Me resistí a poner los ojos en blanco y forcé una sonrisa.
—Anthony Edward Stark—volteé a verlo— ¿así tratas a tu chica?
—La reina de las nieves ha regresado —bromeo haciéndome una reverencia—. ¿Qué tal va ese lanzamiento, beachboy? —Preguntó el playboy golpeando el brazo de Thor—. Mary—llamó a su recepcionista—, prepara dos tarjetas Vengadores y una para personal autorizado.
—Sí, señor—contestó la morena.
—Vengan conmigo—dijo Tony—, les presentare al resto del equipo.
— ¿El resto del equipo? —preguntó Thor confundido.
—Los Vengadores se multiplicaron—llamó al elevador—. Tenemos nuevos reclutas.
— ¿Acaso ya nos remplazaste?
Bromeé con el millonario.
—Tal vez lo haga.
Llegó el elevador y se abrieron las puertas de par en par. Entramos los cuatro y subimos la última planta de la Torre Vengadores. Al llegar las puertas se abrieron y entramos al remodelado pent-house del edificio.
—Bienvenidos Vengadores y señorita.
La voz de la conocida I. A. de Tony resonó en el lugar.
—Thor—lo llamó Tony—, ¿cómo se llama tu novia? Necesito su nombre para que Jarvis la identifique.
—Me llamo Jane Foster—contestó la castaña y estiró su mano al genio. Ambos estrecharon manos—. Soy científico.
— Perfecto, ¿te gustaría trabajar?
— ¿Trabajar?
—Sí. Cuatro plantas enteras del edificio están dedicadas a diversas investigaciones, te divertirías como niña en dulcería. Por supuesto, si es que está interesada.
— ¡Por supuesto!
Los ojos de Jane brillaron de la emoción
—Perfecto. Jarvis llama a todos los Vengadores.
—Sí, señor.
Minutos después llegaron por elevador unos rostros familiares y otros rostros desconocidos totalmente para mí.
—Bueno, señores—dijo Stark—. Haré las presentaciones correspondientes, esto será agotador—suspiró con pesar el millonario—. Señores y señorita—dijo refiriéndose al grupo de Vengadores que llegó—, ante sus ojos tienen a dos Vengadores fundadores. Thor dios del trueno, señor del martillo, hijo de Odín, bla, bla, bla—puso los ojos en blanco ante la infinidad de títulos que tenía Thor—. La señorita de blanca cabella—me señaló—es mi protegida, la reina Jemma o agente o semidiosa, lo que sea.
— ¿De verdad eres reina? —preguntó Bruce.
—Sí—contesté—, de un mundo llamado Glerheim.
Tony fingió toser para llamar la atención.
— ¿En qué me quedé? —Fingió pensar el creador de Iron Man—. Ah sí. Ella es Jane Foster, novia del señor del trueno y ellos—nos habló a nosotros y señaló al resto de los Vengadores—. A Barton y a Bruce ya los conocen. Ella es Janet—señalo a una chica bajita, cabello castaño corto con un disfraz de colores negro y amarillo—, ella es conocida como La Avispa—Janet se encogió de tamaño y comenzó a volar—. Janet eso no era necesario.
—Tony, solo quería que quedara claro el punto de La Avispa.
—Gracias Janet—dijo con sarcasmo—. Ella es novia del Doctor Hank Pym—Tony señalo a un chico guapo de cabello rubio cenizo, que traía una bata de laboratorio y debajo de la bata se dejaba ver su traje rojo con negro—. Él es conocido como El Hombre Hormiga.
—Yo me abstendré de hacer demostraciones—dijo sonriente el Doctor Pym.
—Y por último, pero no menos importante—continuó Tony—. T'Challa, rey de Wakanda—era un hombre moreno, cabello corto rizado y negro, portaba un traje negro con ligeros tonos en gris—. Él es mejor conocido como Pantera Negra.
—Parece que los Vengadores estamos rodeados de la realeza—bromeó Clint.
—Bueno—Stark ignoró el comentario de Ojo de Halcón—, cada dos Vengadores comparten piso. Todo nos reunimos en el pent-house para comer, tomar algo y relajarnos. La planta que sigue es mía.
—Tony—lo llamo Janet recuperando su tamaño normal—, sigo creyendo injusto que tengas un piso para ti solo.
Avispa se cruzó de brazos molesta.
—Lo tengo que compartir con Pepper y, además, a ti Hank no te hecha de la habitación—se excusó el filántropo—. El piso debajo del mío lo he reservado para mi protegida Jemma, aunque probablemente lo compartirás con Rogers.
—Por mi está bien—dije.
—Hablando de Steve—dijo Thor—. ¿Dónde están él y Natasha?
—Por el momento están trabajando en S.H.I.E.L.D—contestó el agente Barton.
— ¿Te saliste de S.H.I.E.L.D? —le pregunté a Barton.
—No, solo ya no me sentía a gusto ahí
—Bien—palmeó Stark—, debajo de Jemma estarán Thor y Jane compartiendo piso con Janet y Hank. En el piso que sigue Clint está solo, pero si Natasha llegara a venir compartiría piso con ella y por ultimo están Bruce y T'Challa. Los demás pisos de la torre son: sala de videos, laboratorios, campo de entrenamiento, spa, sala de juntas, etc., etc. ¿Quedó todo entendido? —el resto de los Vengadores asentimos—. Thor, Jane y Jemma pueden ir a instalarse, los demás regresen a sus actividades.
Todos subimos al elevador menos Tony, yo fui la primera que se bajó del elevador. Al salir las puertas del elevador se cerraron detrás de mí. Frente a mi había un pasillo que terminaba con un gran ventanal. En el lugar solo había dos puertas, una a mi izquierda y la otra a mi derecha; las puertas tenían placas con los nombres grabados de sus respectivos dueños. Entré en la habitación que tenía mi nombre y al abrir la puerta la voz etérea de Jarvis sonó.
—Bienvenida, señorita Jemma. Esperamos que la habitación sea de su agrado.
—Gracias, Jarvis.
Dejé mi maleta en la cama y comencé por inspeccionar la gran habitación. Era una muy grande, pero ya estaba acostumbrada a este tipo de habitaciones. De alguna manera el tamaño de esta me hizo sentirme como en casa. Tenía mi propio baño, un gran armario y un lindo tocador. Lo que más me gusto de la habitación fue el enorme ventanal que me mostraba la ciudad de Nueva York en todo su esplendor.
—Toc, toc—Tony abrió la puerta simulando con su boca el sonido que se hace al tocar una puerta—. ¿Qué te parece tu habitación, nieves?
—Más familiar de lo que crees.
Sonreí con nostalgia sin apartar la mirada de la ciudad.
— ¿Qué te hizo abandonar a cuernitos?
El playboy se sentó en mi cama y yo no pude evitar sentir una punzada en mi pecho. Admiré mi reflejo en el vidrio y tuve que contener un par de lágrimas.
—El...—bajé la mirada viendo el alfombrado del suelo—murió.
Un nudo se formó en mi garganta.
— ¿Qué?
—Sí, antes del ataque a la ciudad de Londres.
Mire por el ventanal y sentí una lagrima resbalar por mi mejilla. Intenté limpiarla con rapidez. No quería llorar, no ahora.
—Oh, Jemma—no supe cuando fue que el filántropo se levantó, pero se encontraba ahora parado detrás de mí pasando sus manos por mis brazos—. Lamento que te pase esto, no te lo mereces. Él probablemente se lo merecía—le di un codazo en las costillas—, pero no si te hacía sentir así.
Con su dedo índice limpió una mis lágrimas.
—Gracias, Tony.
Puse mi mano sobre una de las suyas.
—Bien—me volteé a verlo—, te venía a dejar esto—me entregó una tarjeta—. Este es tu pase de Vengador, además, lo usamos para llamarnos entre nosotros
Tomé la tarjeta.
—Gracias.
—En una hora te veo en el salón Vengadores.
Tony se alejó para salir.
— ¿Cuál es...?—me interrumpió.
—Piso 20.
Salió sin decir nada más.
Tomé mi maleta y la abrí. Lo primero que vi al abrirla fue mi placa de S.H.I.E.L.D y el sobre con mi nombre. Saqué aquel pesado sobre y lo abrí. Dentro de aquel sobre había una tableta, la encendí y el logo de S.H.I.E.L.D apareció. Pulsé el logo y desapareció dejando en su lugar un boto de play, sin dudar presione el botón y al momento apareció la imagen de Coulson en la pantalla.
—Phil—susurré.
—Hola, Jemma—comenzó a hablar Phil en el vídeo—, si estás viendo esto es porque regresaste de la tierra y fuiste a nuestro departamento— ¿Cómo sabía eso? —. Jemma, esto que te voy a decir no es sencillo, pero sabes que te quiero como una hija y no podía ocultarte eso. Jemma... estoy vivo—traté de procesar aquella palabras. Mi corazón se aceleró golpeando mi pecho con fuerza. No podía creer que Phil Coulson estuviera vivo. Le vi morir. Era imposible—. Es verdad esto que te digo, Jemma. Por eso mi ropa no estaba en el departamento. Justo ahora me encuentro en una misión que me puso el Director Fury—Nick Fury sabía que Coulson estaba vivo ¡y no me dijo nada! Él sabía lo importante que él era para mí—. Jemma, sé que esto posiblemente te lastima y te confunde, pero bueno. Si morí, pero los doctores lograron revivirme. Desearía estar contigo mi pequeña o que estuvieras conmigo en esta misión. Estoy viajando en el bus ¿lo recuerdas? Apuesto que sí, tenemos muchas memorias juntos en este avión. Te extraño, Jemma. Te pido de favor que no les reveles esto a los demás Vengadores, yo les quiero decir a su tiempo, tampoco le digas nada a... Audrey—se refería a la chelista con la que solía salir y sentí un terrible peso en mi corazón. ¿Había renunciado a ella para mantenerse en las sombras?—. Sabes que esta noticia la lastimaría demasiado y tu mejor que nadie entiende ese dolor, Jemma. Espero me entiendas y puedas perdonarme. Una cosa más, Jemma. He modificado tu placa de S.H.I.E.L.D, ahora es un comunicador directo conmigo, úsalo en caso de emergencia. Te quiero Jemma eres mi niña caída del cielo.
Besó la yema de sus dedos y me mandó un beso. La imagen se congelo con el sonriendo sin mostrar los dientes. Besé la yema de mis dedos y los puse sobre su imagen en la tableta.
Sorbí por la nariz. No me había dado cuenta en qué momento comencé a llorar. Apagué la tableta y tomé mi placa de S.H.I.E.L.D. Los guarde en un cajón y coloqué sobre ellos algo de ropa para que nadie los viera.
Comencé a guardar el resto de mis ropas en el nuevo armario y también las armas que me había traído conmigo.
La hora de reunirme con Stark llegó. Salí de mi habitación y subí al elevador, pulsé el botón con el número 20. El elevador se detuvo en el piso, las puertas se abrieron mostrándome un salón donde en medio había una gran mesa redonda y en el centro de esta tenía un holograma del planeta tierra girando. Las puertas se cerraron detrás de mí. En aquel salón se encontraban Thor y Tony.
—Caballeros—dije llamando su atención.
—Qué bueno que llegas, Jemma—dijo Tony.
— ¿Dónde está Jane? —le pregunté a Thor.
—Hank y Bruce le dan un recorrido por los laboratorios—contestó Thor.
—Thor, Jemma—dijo el filántropo—, los reuní a ustedes por una razón—tecleó sobre la mesa redonda—. Después del ataque a la ciudad de Nueva York han pasado varias cosas. Criminales, para ser más específicos. Varios de ellos estaban encerrados en las prisiones secretas de S.H.I.E.L.D—el holograma mostro las imágenes de algunas de esas prisiones—. Hace como un mes hubo un fuga en las prisiones por una falla eléctrica, aparentemente accidental—el holograma mostro videos de la fuga—. En los únicos lugares donde no se presentaron fugas fue en el cubo y en el frigo. Lo que hemos estado haciendo, a lo largo de este tiempo como Vengadores, es recapturar a cada uno de los criminales—las imágenes de los criminales fueron apareciendo en lista—. Algunos de ellos ya han sido capturados y enviados a una nueva prisión de la cual no volverán a escapar.
Las imágenes de varios criminales fueron tachadas y se mostraron videos de la nueva prisión.
— ¿Dónde está la nueva prisión? —pregunté mientras me cruzaba de brazos.
—Hank, Bruce y yo estuvimos investigando y Hank encontró este lugar que se llama "la zona negativa" ahí está ubicada la prisión y no tienen escapatoria.
— ¿Qué son esas cosas? —pregunto Thor apuntando a unos robots.
—Son robots Ultron. Invento de Hank. Él quiere reformar a los criminales ayudándolos a ser mejores, cree que pueden cambiar y ser buenos. Nuestro trabajo no terminó con Loki y los chitaurris, aquello fue solo el comienzo de los Vengadores.
Tony tenía razón.
El ataque de Loki a la tierra no fue el fin, solo había sido el detonante perfecto para darle inicio al Proyecto Vengadores. Ahora ya no solo era un simple proyecto era un hecho.
Los Vengadores se habían quedado para proteger y vengar a la tierra hasta su último aliento de vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro