Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día de lluvia.

No podías entender la razón. Nada tenía sentido. No podías creer nada de lo sucedido en este momento. Las palabras volvían a repetirse una y otra vez, llenando tu cerebro de preguntas. No había lógica en sus palabras. Tus lágrimas se hacían presentes y evitabas correrlas sin tocar tu piel, que ahora sería porcelana rota. La lluvia inundaba el lugar, las gotas estaban en la ventana y cesaban sin parar, al igual que tus lágrimas. Toda tu vida dejó de tener sentido. Todas las sonrisas y abrazos se acabaron. Pensaste que nunca sucedería esto. Era imposible que esa persona que tanto querías esté muerta.

Saliste al jardín y observaste al cielo. Era gris al igual que tu corazón. Las gotas de lluvia se apoderaban de ti, las lágrimas cesaban, la ira se apoderaba de ti.

-¿POR QUÉ DEJAS MORIR A LAS BUENAS PERSONAS?-gritaste- ¡LOS ÁNGELES SON MÁS NECESARIOS CUÁNDO ESTÁN VIVOS!

Te lanzaste al suelo y comenzaste a sollozar. Odiabas que el mundo sea tan injusto e infeliz. No creías en esas frases de que ¨te cuidará desde el cielo¨, ¨dios necesita un ángel¨. Tú necesitabas un ángel con vida, un ser al cuál querer y una vida sin complicaciones, como todos deberíamos tener y como cada una de las personas del mundo merece. Era injusto vivir de esta manera. Era penoso y estúpido que tus lágrimas deban caer de esta manera, que te pases el día entero en tu habitación, que de un día al otro tu vida cambie radicalmente. Nada tenía sentido en esta vida.

Este mundo es una infinidad de frases absurdas que intentan mejorar nuestra vida. No la mejoran. El día estaba gris, el día era un asco, el día era una mentira. Todo era mentira. Creías que todo era una mala broma para hacerte sentir mal.

Pero te equivocaste.

Llega el momento en el que estás con las flores en mano, frente a una lápida con el nombre de la persona que tanto querías, en la que creías que nunca se iría. Se fue. Estás vestida de negro, es un día de lluvia, tienes flores negras y lágrimas. Nadie está cerca de ti. Estás sola, como antes. Observas la lápida y luego las flores. Piensas que nunca llegaría este día. Y llegó. Te sientas sobre el mojado césped y comienzas a hablar con la lápida, como si esa persona te escuchara. Le cuentas todos los momentos divertidos que pasaste, las risas que te había logrado sacar en los días difíciles, en los días en que creías que todo era estúpido. Le sonríes y le dejas las flores. Te acercas a la lápida y le depositas un beso en donde dice su nombre. Te pones de pie y lo observas por última vez. Le dices ¨Mañana volveré a verte¨ o ¨En unos días volveré a charlas contigo¨. Una lágrima cae y sigues tu camino hacia la salida. Sientes que está aquí y que nunca te abandonará. Te dá las gracias por venir y luego se sienta en su lápida, viéndote desaparecer del camino.

Las puertas del cementerio se cierran, tú quedas afuera y te sostienes de la puerta. Tu corazón se vá disminuyendo. Querías a esa persona, siempre te acompañaba en cada momento y hoy...

Se fue.

Un relámpago se escucha y tú sigues el camino, con un vestido negro cubierto de césped y con los zapatos en mano, al igual que unos pétalos de una rosa negra. Una parte de la rosa que quedó en la lápida. Besas los pétalos y dices adiós.

Sabes que no pararás de pensar en esa persona, que aún sigue en tu corazón, que te está protegiendo pero prefieres que esté a tu lado con su hermosa sonrisa.

Otra lágrima cae y tú te la corres.

Dices que tu vida cambiará y que seguirás adelante. Eso decías. Hasta hoy no puedes superalo, cada momento en el que hablan de esa persona te largas a llorar. Tratas de pensar en otra cosa y no lo logras.

Escapas, escapas al cementerio. Te recuestas en su lápida y dices que es la única persona que no te traicionó. Pasas la noche allí y nunca despiertas.

Esa persona está junto a ti, no quiere verte triste y con lágrimas en los ojos. Te quiere ver feliz y llena de vida, como eras cuando estaba presente. Abres los ojos y te das cuenta que sigues en el cementerio, en la lápida de esa persona.

Sólo dices adiós.

Nunca volviste al cementerio, las flores se han marchitado.

¿Quién puede cambiarlas? ¿Quién tiene lágrimas para que las flores vuelvan a nacer?

Sabías que debías seguir adelante. Lo sabías pero no lo hiciste. El piano se hizo presente y las letras se escucharon. Tú las cantaste y le agregaste un nuevo final a la canción.

Adiós, te extrañaré.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: