O2O | RUEDA DE LA FORTUNA
Megan sentía la suave lengua de Heather deslizarse sobre la suya, lo dulce y cariñosa que era, tal como la había imaginado miles de veces. La rubia parecía necesitarla, y cuando se lo demostró colocándose sobre su regazo para profundizar más el beso, no pudo evitar sorprenderse por un instante, pero claro que le correspondió a la vez que pasaba las manos por sus suaves piernas, aprovechando aquel momento.
Jamás se había imaginado que el día en que podría besarla como tanto deseaba, sería porque Heather lo provocara y que sería quien tomaría por completo el control de situación. Estaba intentando procesar lo que sucedía, pero el haber bebido de más y tenerla de esa manera hacía que sus pensamientos se nublaran.
Las yemas de los dedos de Megan le provocaban escalofríos a Heather, que hizo un sonido involuntario con la garganta por cómo recorrían sus muslos pálidos. Megan sonrió al sentir cómo se estremecía bajo su toque, pero volvió a besarla mientras ella pasaba los brazos alrededor de sus hombros, llevando una mano a su nuca para volver a profundizar el beso.
La pelinegra podía sentir cómo buscaba más contacto, lo que le hacía preguntarse si acaso podía avanzar un poco más, ya que parecía necesitarla. Sus caricias comenzaron a subir por sus muslos, levantando su falda negra, haciéndola jadear sobre sus labios.
—Meggy...—jadeó—, ¿Q-qué estamos haciendo?
—¿Por qué lo preguntas?
—N-no está bien —respondió entre besos, sintiendo cómo rozaba su entrepierna, haciéndola debilitar.
—Ambas estamos solas y queremos esto.
—Tú no...
—Lo estoy —recalcó volviendo a juntar sus labios.
—¿Qué? Espera...
—Estamos fingiendo...
—¿D-de qué hablas? Él parece estar demasiado enamorado —la interrumpió apoyando las manos en su pecho para que no volviera a besarla, y así intentar procesar la información.
—Es buen actor. Jamás podría sentir algo así por mí —aseguró riendo, llevando las manos a su cintura para acercarla más, rozando sus narices—. ¿Podemos seguir?
—Pero tengo muchas dudas...—murmuró entre besos.
—Luego te las contestaré.
Heather quería seguir indagando en el tema, aunque ni siquiera era capaz de procesarlo, de pensar con claridad, por lo que el volver a besar a Megan, hizo que aquella curiosidad desapareciera y volviera la necesidad. Los dedos de la pelinegra volvían acercarse cada vez más y más al interior sensible de su muslo, haciéndola reaccionar y aferrarse más a la fémina.
—Megan...—jadeó arqueándose.
—¿Me dejas?
Un "Mhm" salió de la garganta de la rubia que parecía bastante insegura en realidad, pero dejarse llevar por aquel momento. El beso iba volviéndose desesperado mientras Megan frotaba sus bragas de manera superficial, escuchándola gemir mientras buscaba apegarse más a ella. Su respiración estaba acelerándose, intentaba mantener el control al estar algo insegura como nerviosa, pero pequeños gemidos escapaban de su garganta, por lo que acabó escondiendo su rostro en el cuello de Megan, que no pudo evitar soltar una ligera risa por aquella acción.
—¿Qué suce...? —Megan no pudo terminar de hablar cuando acabó jadeando al sentir los húmedos labios de ella pegarse a la piel de su cuello, dándole una pequeña mordida que la hizo estremecer.
Tragó con dificultad intentando volver en sí y acercó nuevamente sus dedos a las bragas de ella, sintiendo cómo comenzaban a humedecerse. Algo nerviosa por cómo podría reaccionar, las corrió, llevando el dedo de en medio a su entrada, mojándolo para así poder llevarlo a su punto más sensible. Con la primera caricia a su clítoris, Heather gimió agudo, Megan dándose cuenta de que por la manera que se aferraba a ella y parecía querer enterrar el rostro en su cuello, estaba avergonzándose.
—Bésame, Heather —ordenó por lo bajo.
La rubia rápidamente obedeció sin querer mirarla al sentir su rostro arder. Sus besos iban intensificándose, volviéndose más húmedos y calientes, provocando que eso y la manera en la que hacía movimientos circulares sobre su clítoris, lograra que Heather se excitara aún más. Sus gemidos eran bajos y suaves, hasta que Megan bajó los dedos a su húmeda entrada, jugando con los fluidos por su excitación, para luego introducir uno. Al notar que lo había hecho con facilidad, al sacarlo, ingreso tanto el del medio como el anular.
Sus dedos entraban y salían, llegando a curvarlos, haciendo que a Heather se le hiciera difícil poder callarse.
—M-Megan...—gimoteó sobre sus labios.
—¿Qué sucede?
—Se siente bien —confesó por lo bajo, sintiendo su rostro arder.
La pelinegra no pudo evitar sonreír al escucharla, aunque la rubia rápidamente volvió a juntar sus labios, comenzando a mover de manera inconsciente las caderas sobre su mano. Megan estaba encantada de escucharla jadear, gemir, y verla reaccionar ante las embestidas de sus dedos, pero más que nada le encantaba el hecho de que fuera ella la que se lo provocara.
Megan aumentó la velocidad, haciendo que Heather moviera las caderas al ritmo de sus dedos, sintiendo cómo una oleada de calor invadía su cuerpo y un cosquilleo aparecía en su vientre. Adoraba escucharla gemir con necesidad, por lo que continuó con las embestidas mientras su palma chocaba contra su hinchado clítoris, logrando que Heather soltara un gemido ahogado a la vez que arqueaba su espalda e inclinaba su cabeza hacia atrás, haciéndole sentir a Megan cómo su interior le apretaba los dedos al haber alcanzado el orgasmo.
(...)
Jungkook conducía con una media sonrisa en sus labios, la cual se esforzaba por reprimir, pero no podía luego de los mensajes de texto. Sabía perfectamente que Megan lo respondió de manera irónica, igual que él, aunque tenía esperanzas de que hubiera algo de verdad. Pero, de todas maneras, le gustaba que fuera así, que pareciera ir tomando cada vez más confianza, ya que si había más cercanía y comodidad, tal vez... podría llegar a hacerle sentir aunque sea una centésima de todo lo que estaba sintiendo él por ella.
—Ve más despacio —ordenó llamando su atención—. ¿O acaso vas de esta manera porque te mueres por volver a verla?
El pelinegro soltó una risilla por su pregunta, viendo de reojo cómo este lo miraba divertido.
—Puede ser.
—Qué hombre tan enamorado —comentó cantarín, llevando las manos al pecho.
—¿Y tú no quieres ver a alguien? —indagó mirándolo por un momento, notando cómo su sonrisa se borraba—. Habla con confianza, ¿o acaso no somos amigos?
—Sí... Es solo que no estoy acostumbrado a hablarlo con alguien —explicó haciendo una mueca.
—Bueno, ahora puedes hacerlo conmigo.
—¿Por cuánto? ¿Dos días hasta que regresen a Filadelfia y olvides que conociste a un tal Freddie? —cuestionó fingiendo sufrimiento, haciendo reír a Jungkook.
—Sabes que podemos escribirnos, ¿no?
—Está bien. Entonces, nos mantendremos al tanto de nuestras vidas y nuestras relaciones —asintió con una sonrisa—. Tienes que saber que te pediré consejos, más que nada sobre romanticismo, porque soy muy malo en eso —Jungkook soltó una risotada mientras negaba con la cabeza—. No puedes negar que eres todo un romántico con lo enamorado que estás. No te bastan las veinticuatro horas del día para estar pegado a Megan.
—Entiéndeme. Cuando volvamos a Filadelfia ya no será para nada así —explicó haciendo una mueca mientras su sonrisa se borraba.
—¿Por qué? ¿Están muy ocupados con sus estudios?
—Algo así.
«En realidad, volveremos a la normalidad donde tan solo somos unos conocidos que se encuentran en el Club y ella ebria me cuenta sobre su vida»
—Oye, jamás pensé ver a Megan así con un hombre. Tú sí que sabes sacar los lados cariñosos de las personas —asintió riendo—. O es que en verdad se enamoró.
—¿Tan sorprendente es verla así? —preguntó intentando reprimir la sonrisa, porque, aunque no lo quisiera, eso aumentaba sus ilusiones.
—¡Claro que sí! Preguntale a Jaeden, que cuando empezaron a salir, todos en el instituto se sorprendieron y decían que la les...—al ver la mirada amenazante y facciones endurecidas de Jungkook, decidió callarse—. Lo siento, aunque no sé qué te molestó más —murmuró nervioso.
Jungkook quiso decir algo al respecto, pero al ver la casa de Heather y cómo tan solo quedaba el coche de Freddie, frunció el ceño.
—¿Tan pronto se marcharon todos? —preguntó desconcertado, quitándose el cinturón de seguridad, Freddie.
Ambos se bajaron del coche y apresuraron su paso hacia la casa, para luego entrar sorprendiendo a los dos jóvenes que estaban en la sala.
—¿Jaeden...?
—Oh, hasta que regresas —se levantó del sofá, acercándose rápidamente aliviado, pero al reaccionar, quedó frente a Freddie mientras que Jungkook miraba a su alrededor buscando a la pelinegra.
—¿Y Megan? ¿Dónde está? —interrogó algo tenso.
No le gustaba para nada el notar que tampoco estaba allí Heather, aunque se decía que quizás siguió bebiendo y pudo haberse sentido mal, que podía estar en el baño. No quería preocuparse, seguir con aquellos malos pensamientos para decepcionarse luego de lo sucedido antes de marcharse. Quería pensar que todo estaba bien y podría seguir ilusionándose, creyendo que podría llegar a ser una opción para ella.
Ser aunque sea una opción era todo lo que deseaba, aunque él ni siquiera tuviera que elegir al tratarse de ella.
—En la habitación con Heather —respondió de mala gana y de brazos cruzados, Judy.
—¿Q-qué haría...?
—Heather discutió con Asher, por eso fue a consolarla —habló rápidamente, Jaeden.
Jungkook, por más que aquello podría relajarlo, no lo lograba porque una opresión se había instalado en su pecho, haciéndole actuar impulsivamente, al punto de dirigirse a las escaleras y comenzar a subirlas rápidamente, porque quizás así buscaba confirmar sus sospechas, aunque eso rompiera su corazón. Pero en eso, mientras subía los primeros escalones, escuchó pasos que hicieron que levantara la mirada, encontrándose con Megan que las bajaba rápidamente.
—¿Megan...? —el alivio comenzaba a volverse parte de él al verla.
—Vámonos ahora.
Quiso decir algo al respecto, pero ella lo sorprendió pasando por su lado, bajando las escaleras, para luego dirigirse hacia la salida, ignorando por completo a los demás que miraban extrañados la situación.
Rápidamente, Jungkook comenzó a seguirla, escuchando a Freddie mencionar su nombre, pero en ese momento no podía concentrarse en nada más que en Megan y aquella sensación extraña que estaba volviéndose parte de él. Y es que esa opresión, no parecía desaparecer a pesar de haberla visto. Pues, su manera extraña de comportarse, tan solo estaba logrando que los malos pensamientos volvieran, haciéndole darse cuenta de que se equivocó al creer que algo estaba cambiando entre ambos.
—¡Megan, espera! —exigió una vez que se encontraban afuera y ella se acercaba a su coche, ignorándolo—. ¡Megan!
Al seguir siendo ignorado por ella que estaba por abrir la puerta, apresuró el paso, logrando tomarla del brazo.
—¡Megan!
—¡¿Qué quieres?! —alzó la voz, volteando a verlo, provocando que él se sobresaltara.
—¿Qué rayos sucede?
—¡Nada! ¡¿Ya podemos irnos?!
—¿Piensas que soy tan idiota como para creerte eso? —frunció el ceño—. Dime qué sucede.
—¡Que no sucede nada!
Jungkook sentía imposible creerle cuando sus ojos estaban abiertos exageradamente y su rostro enrojecido, demostraban lo histérica que estaba, lo fuera de sí misma, logrando que se preocupara, pero que también sintiera esa inquietud que encogía su corazón.
—Megan...—murmuró con suavidad y con la intención de tomar su rostro entre sus manos, pero ella las apartó al notarlo rápidamente.
—No me toques, por favor —pidió sorprendiéndolo—. Solo necesito irme de aquí. Vámonos de una vez, Jungkook.
Jungkook observaba con una expresión de dolor cómo subía al coche mientras sus brazos caían a sus costados, sintiendo que aquella inquietud ahora solamente se convertía en desilusión. Estaba cabizbajo a la vez que su respiración se volvía pesada, pero al escuchar la puerta del coche cerrarse, tragó con dificultad diciéndose que debía reaccionar, por lo que rodeó el coche para subirse.
Durante el camino fueron en completo silencio, Jungkook con una mano apoyada en el borde de la ventanilla, dejando la cabeza apoyarse en la mano mientras que la otra la llevaba en el volante, observando por momentos a Megan que tenía la cabeza apoyada en la ventanilla. Se preguntaba si acaso cuando llegaran a la casa y estuvieran en la habitación, ella podría ser capaz de decirle lo que sucedió, aunque ya ni siquiera sabía si realmente quería saberlo.
«Si me lo dijeras, ¿ayudarías a calmar este corazón ansioso o tan solo lo romperías?» se preguntaba mientras la observaba por momentos.
Una vez que llegaron, también subieron en completo silencio, y cuando estuvieron en la habitación, volteó a verla con la intención de acercarse, aunque ni siquiera sabía qué decirle, pero acabó decepcionándose cuando la vio buscar su ropa para salir, ya que iba a darse una ducha, dejándole a él que ocupara ese baño.
Jungkook pensó en darse una ducha rápida, pero al sentir el agua caliente caer en su nuca, se mantuvo así, perdiéndose por completo en sus pensamientos. Y una vez que salió ya vestido, se sorprendió al ver que Megan parecía ya encontrarse durmiendo, lo que hizo que se reprochara porque ahora no recibiría la respuesta que quizás necesitaba para poder dormir.
Estaba recostado y los minutos pasaban mientras miraba por la ventana, pero sentía hasta frío, por lo que acabó volteando y notando la distancia que había entre ambos. Megan le daba la espalda y había tanto espacio que podría caber otro cuerpo, por lo que Jungkook sentía cómo la opresión en su pecho se incrementaba mientras pasaba la mano por el colchón, con la intención de llegar a ella, aunque el temor le ganaba. Y es que Jungkook estaba completamente seguro de que realmente algo había cambiado en la fiesta, que quizás estaba comenzando a transformarse aunque sea en una opción, porque su forma de mirarlo se lo gritaba, pero ¿acaso eso era tan solo lo que él quería creer para poder seguir haciéndose ilusiones y no darse por vencido?
«Siento que tomaste una decisión y, simplemente, me tocó a mí perder, sin haber tenido realmente la oportunidad de luchar para entrar a tu corazón y hacerla a un lado»
«¿Me diste la oportunidad y me la arrebataste tan rápidamente, Megan? ¿O tan solo soy un estúpido que se hace ideas en su cabeza porque no quiere matar este sentimiento que no deja de crecer?»
Sentía que estaba llevándose a sí mismo a la locura con todos esos pensamientos que no ayudaban a su ansioso corazón, por lo que dejando el temor a un lado, impulsivamente, se acercó a ella pasando el brazo por su cintura para apegar sus cuerpos mientras se volvía pequeño, apoyando la frente en la espalda de ella. Necesitaba calmarse, pero que fuera él quien la abrazara, no lo ayudaba demasiado y solo hacía que se le dificultara más el respirar mientras cerraba los ojos con fuerza, queriendo obligarse a dormir.
Pero así, abrazándola, mantenía vivo el deseo más inocente e iluso de que ella también lo pensara, de que lo soñara y sintiera algo mínimo por él que la hiciera confundir, porque no pensaba todavía en matar aquellos sentimientos. Jungkook quería intentarlo, esperaría porque pudiera verlo de la misma manera que él a ella. La esperaría aún en esa tormenta que se había desatado esa noche, haciéndole dudar cuánto más era capaz de seguir, poniendo en riesgo su corazón.
(...)
Al día siguiente, Jungkook notaba lo pensativa que se encontraba Megan, pero al menos se sentía aliviado de que le dirigiera la palabra, notando cómo parecía no querer mencionar nada de lo sucedido en la noche anterior. De todas maneras, se sentía algo tenso cuando estaba cerca de Wyatt, ya que no podía evitar mirarlo cuando este bebía té al estar con resaca y recibía reproches por parte de su tía por la manera en la que bebió, mientras se preguntaba si acaso recordaba algo de la conversación que tuvieron en la madrugada. Rogaba que no fuera así, porque el tan solo hecho de pensar que sabía de sus sentimientos por Megan, le provocaba vergüenza, y más ahora que sabía que sospechaba acerca de los sentimientos de ella por Heather. No quería que lo viera como un estúpido por enamorarse de alguien que era imposible que pudiera verlo de la misma manera, ya que tenía suficiente con verse a sí mismo así, razón por la que ni siquiera sabía cómo ser capaz de hablarlo con alguien por más que a veces se sintiera desesperar.
Al notar un comportamiento normal por parte de Wyatt, por más mal que pareciera estar, fue relajándose, aunque todavía quedaba Megan. Pero eso cuando el sol comenzaba a esconderse, cambió por completo al notar su gran emoción, aquella intensidad que la identificaba, ya que en el grupo que tenían, Freddie junto a Jaeden los invitaron al parque de diversiones, tal como lo hablaron en la fiesta y dijeron que debían hacer antes de que regresaran a Filadelfia. Y así como eso provocó la emoción de la pelinegra, también que regresara la opresión en el pecho de Jungkook, haciendo que tuviera que fingir una sonrisa mientras asentía con la cabeza, aceptando que fueran.
Una vez que llegaron, los tres se encontraron con Jaeden, Freddie, Heather, Judy y Elliot. Cuando caminaban por el parque de diversiones donde había bastantes personas, la mayoría familias, Jungkook intentaba concentrarse en la conversación que tenían, decidiendo cuál sería el primer juego al que subirían, pero no podía dejar de preguntarse porqué Asher no estaba presente. Y es que sabía de la discusión de la noche anterior, pero la verdad es que esperaba que se arreglaran y él estuviera con ellos, porque ver a Heather sola sin él, hacía que la atención de Megan fuera para ella.
Todos parecían estar divirtiéndose, pero a Jungkook parecía dificultarle demasiado el poder concentrarse en los juegos. Pues, su atención se iba a Megan y Heather, ya que la pelinegra ni siquiera era capaz de disimular lo embobada y emocionada que estaba al recibir toda su atención, podía notar que estaba ilusionándose, haciéndole dar cuenta que quizás había algo de lo que él no sabía y podía sospechar, pero deseaba que no fuera cierto. ¿Y ahora cómo podía intentar seguir ignorando? Si hasta notaba la manera en la que Heather lo miraba, robándole toda la atención de Megan, como si ni siquiera le importara, como si supiera que, en realidad, no había nada entre ellos y él no era ni siquiera un poco correspondido.
Ya no quería seguir viéndolas, ni sentir que fue un gran error el haber aceptado ir, aun sabiendo que Megan habría entendido si rechazaba, por lo que cuando caminaba con la intención de ir a la montaña rusa, empuñaba las manos en un intento de poder mantener la calma y no seguir su impulso.
—JK, tienes que calmarte un poco. Creo que no soy el único que está notando tus celos —comentó por lo bajo, Wyatt, mientras ellos iban detrás de los demás.
—¿Celos? —soltó una risotada falsa, llamando la atención de Judy y Elliot, que volteó a verlos, provocando que Wyatt desviara la mirada por sentir pena por el comportamiento del pelinegro—. ¿Por qué los tendría, por Dios? Estoy pasándola más que bien, divirtiéndome contigo —pasó el brazo por los hombros del castaño que se encogió mientras arrugaba el rostro, intentando apartarlo con el codo—. Deja de decir tonterías.
—¿Crees que no recuerdo tu confesión? —cuestionó notando cómo abría los ojos a la par—. Y si pensaba que quizás era de lo ebrio que estaba y nunca pasó, pero ahora con lo idiota que te comportas al verlas, confirmo que sí tuvimos una conversación.
Jungkook solo suspiró mientras bajaba la cabeza.
—¿Qué puedo hacer, Wyatt? Tienes toda la razón. Estoy muriéndome de celos —confesó angustiado, observando cómo iban primeras, Megan riendo de lo que Heather le decía—. Quiero hacerla a un lado, y ser yo quien ocupe su lugar, que la haga reír...
—¡Ya...! Ya entendí —lo interrumpió—. Pero si miramos el lado positivo, tú al menos tienes más confianza con Megan y fingen ser novios, así que es más fácil que ahora puedas intervenir.
—¿Pero no estaría actuando de manera egoísta? —cuestionó inseguro.
—Quedaron en que harían bien su papel, ¿no?
Observó cómo le sonreía con una pizca de diversión mientras que Jaeden y Freddie se les unían, el segundo mencionado pasando una de las manos por su hombro, hablando de la montaña rusa, pero las palabras de Wyatt resonaban en su cabeza y acabó dirigiendo nuevamente su mirada hacia Megan y Heather.
¿Estaba siendo demasiado egoísta? Probablemente, y detestaba el ser consciente de eso, pero ¿cómo podría hacer como si nada cuando la veía con ella, notando que siempre era Heather, y al final solo quedaba él con sus amigos, intentando actuar de manera decente? No quería llevarse a sí mismo a la locura, pero tenía hambre de la mínima atención proveniente de Megan, y seguir haciendo aquel papel de amigo no estaba sirviéndole, porque cada vez la deseaba más, cada vez sus sentimientos parecían estar intensificándose al punto de que ya no sabía cómo controlar sus impulsos, así como ahora apartó la mano de Freddie para seguir uno de estos.
—¿Jungkook...?
Ignoró por completo a Freddie, dirigiéndose hacia Megan, actuando tan impulsivamente al punto de pasar la mano por su cintura, apegándola a su cuerpo, notando cómo ella además de dejar de hablar con la rubia, giraba su cabeza, observándolo con sus ojos abiertos a la par por la sorpresa.
—Ahora subirás conmigo, ¿verdad? —preguntó con una sonrisa—. No puedes dejar a tu novio con los demás en todos los juegos.
—¿Q-qué...? —todavía intentando procesar sus palabras, giró a ver a Heather que tenía la frente levemente arrugada mientras observaba al pelinegro—. Pero yo quedé con ella...
—Heather esta vez puede ir con Wyatt, ¿verdad?
—¿Qué sucede? —intervino Judy, acercándose de la mano con Elliot—. No me digan que ya están arrepintiéndose.
—No. Solamente estábamos decidiendo con quién ir esta vez —Jungkook aclaró mientras se acercaban los demás.
Las palabras no parecían salir de la garganta de Megan que observó tensa a Heather que bajó la cabeza mientras presionaba los labios por un momento.
—La verdad es que le tengo miedo a la montaña rusa, así que... prefiero pasar esta vez —mencionó soltando una risilla nerviosa, Heather.
—P-pero...
—¡No pasa nada! —exclamó acercándose, Wyatt, pasando el brazo por los hombros de la rubia que lo miró desconcertada—. Yo también le tengo miedo, así que tú y yo iremos a divertirnos al mejor juego mientras dejamos a las parejas con su adrenalina de mierda.
—¡Wyatt! —Megan lo observó molesta.
—Vamos a los carros chocones, Heather.
—Te veo después, Meggy —murmuró antes de que Wyatt la tomara del brazo para comenzar a caminar, no sin antes mirar con una pequeña sonrisa a Jungkook que ensanchó la suya.
—¡Perfecto! Vamos —Jungkook ordenó para seguir a las demás parejas que retomaron el camino.
—¿Qué carajos fue eso, Jungkook? —preguntó molesta, bajando la voz.
—¿Acaso no podemos subir a un juego juntos? —cuestionó alzando una ceja.
—¡No me refiero a eso! Heather y yo estábamos hablando de subir a otro juego juntas, porque... tampoco me gusta este.
—¿Qué? ¿Acaso le tienes miedo?
Las comisuras de sus labios comenzaron a elevarse en una pequeña sonrisa divertida, mientras que Megan lo miraba molesta y se cruzaba de brazos.
—Sí, así que creo que mejor iré con...
—Oh, no...—negó volviendo a tomarla de la cintura, apegándola a su cuerpo mientras ella soltaba un jadeo—. Tú te vienes conmigo esta vez, aunque tenga que cargarte para eso.
—¡Jungkook...!
—No te preocupes, que vamos a divertirnos —aseguró con una sonrisa.
Megan sentía cómo el miedo iba invadiéndola, pero durante la fila, Jungkook se había encargado de hablar e intentar distraerla, lo cual ella agradecía, ya que notaba su intención, ignorando como Freddie se burlaba y Jaeden le reprochaba por eso, a pesar de que reía al igual que Judy. El miedo aumentó cuando tocó subir junto a Jungkook, que parecía emocionado mientras le repetía que se relajara, lo cual intentó, pero una vez que comenzó, ella empezó a gritar. Le reprochó a Jungkook por haberla obligado a subir, causando la risotada de él que acabó gritando al bajar, sintiendo vértigo, aunque en menor medida que Megan que sentía que podría desmayarse en cualquier momento.
Una vez que se encontraron nuevamente abajo, Freddie y Elliot se burlaban de Megan por sus gritos, mientras que ella golpeó en el brazo a Jungkook que la miró indignado, reprochándole por eso cuando buscaba defenderla de ellos. Pero abrazándola, lo cual hizo que ella aceptara, sin corresponderle para poder seguir fingiendo su enfado, aunque al escucharlo reír, no pudo evitar sonreír.
El pelinegro sentía su corazón brincar al recibir su atención y notar que al separarse, ella intentaba reprimir la sonrisa, pero eso no fue por mucho cuando escuchó a Wyatt, que se acercaba junto a Heather, por lo que le tocó ver cómo el rostro de Megan se iluminaba y toda su atención iba hacia ella... nuevamente.
Así comenzaron a dividirse, y Jungkook junto a Wyatt y Freddie, se acercaron, esperando que la pareja que estaba, terminara de jugar a Lanzamientos de Aros, por lo que cuando pasó, empezó a competir con Freddie mientras que Wyatt alentaba a ambos, aunque soltaba risotadas burlonas cuando fallaban. El pelinegro estaba divirtiéndose nuevamente, pudiendo sacar de su cabeza a Megan, concentrándose en poder ganarle a Freddie, y cuando lo logró, soltó un grito mientras alzaba ambos brazos y el castaño festejaba con él.
Al observar a Freddie que sonreía, este le dio una palmada, felicitándole, pero cuando escuchó la voz del hombre, se sorprendió cuando le dijo que podía elegir lo que quisiera de premio, por lo que rápidamente, Wyatt se inclinó hacia su lado para pedirle que eligiera para él por haberlo alentado. Jungkook acabó ignorándolo cuando su mirada se fijó en un peluche grande de conejo rosado y blanco, con las orejas caídas y ojos grandes que se le hacía demasiado tierno, provocando que a sus pensamientos llegara alguien a quien quería poder obsequiárselo.
Cuando pidió por aquel conejo, Wyatt quedó desconcertado mientras que Freddie soltaba una risotada.
—¿Creíste que realmente Jungkook pasaría de tu prima que es su novia, por ti? —preguntó todavía riendo mientras negaba con la cabeza y Jungkook levantaba el peluche grande de conejo que llegaba a sus caderas.
—¿Creen que le guste? —frunció el ceño, mirando con inseguridad todavía al peluche—. Siendo sincero jamás había regalado algo así —soltó una ligera risa—. A las mujeres les gusta esto, ¿verdad?
—Claro que sí.
—Si no le gusta, ¿puedes cambiarlo por algo para mí? —Wyatt sonrió inocente mientras que Freddie golpeaba su nuca.
Jungkook rodó los ojos, cargando el peluche con un brazo mientras buscaba con la mirada dónde se encontraban, hasta que la encontró en el juego de Tiro al Blanco, notando cómo Heather saltaba emocionada y luego la abrazaba por un momento, dándose cuenta de que en una de sus manos llevaba un pequeño peluche de un cerdo rosado que seguramente eligió Megan para ella.
—Bueno... Ella no pensó en ti como tú en ella, pero no vas a ponerte celoso de eso, ¿verdad?
Freddie observó curioso a Jungkook que no apartaba la mirada de ellas, provocando que su corazón se encogiera, pero al sentir la mirada del pelirrojo y recordarse actuar de manera decente, medio sonrió.
—Claro que no. Es su mejor amiga.
Nuevamente se daba cuenta de que para Megan era ella mientras él se quedaba con sus amigos, deseando poder ser Heather.
—¡Megan, ven! —exclamó Freddie.
Jungkook reaccionó al ver cómo la pelinegra se acercaba sin poder borrar la sonrisa, mientras que Jaeden se acercaba a Heather y conversaban, ella enseñándole el peluche. Los nervios lo invadían, aunque se decía que era una tontería y que, seguramente, no le prestaría nada de atención.
—¿Qué sucede?
—Mira al romántico de tu novio.
—Le gané a Freddie en un juego y... Huh... Yo pensé que... podría gustarte —comentó nervioso, sintiendo sus mejillas arder mientras tomaba el peluche con ambas manos para enseñárselo.
Abrió los ojos de par en par, observando aquel peluche grande de conejo rosado.
—¿En serio es para mí?
—Sí.
Megan soltó un chillido provocando que Jungkook se sobresaltara mientras ella le arrebataba el peluche para abrazarlo, lo que hizo que él acabara soltando una ligera risa, relajándose al notar que realmente parecía haberse emocionado y que le gustaba.
—¡Me encanta! ¡Me encanta! —exclamó sin dejar de abrazarlo.
—Yo creo que ese abrazo se lo merece más JK —comentó Wyatt.
—Wyatt...—murmuró mirándolo molesto, pero al sentir unos suaves labios pegarse a su mejilla, se estremeció.
—Gracias, Jungkook.
Al escuchar aquella manera dulce de hablarle, dirigió su mirada a Megan, la cual anteriormente se había inclinado hacia adelante para besar su mejilla donde ahora él llevó su mano, intentando procesarlo, sintiendo su rostro arder.
—D-de nada —soltó una risilla nerviosa, masajeando su nuca.
Megan al notar lo sonrojado que se encontraba y lo nervioso, soltó una risilla por lo bajo, escondiendo sus labios tras el peluche que no dejaba de abrazar, preguntándose cómo aquel hombre podía ser a veces tan tierno. En ese momento, una pequeña ola de sentimientos, tocaba suavemente su corazón como una pluma, extendiéndose lentamente.
(...)
Megan todavía no podía creerse que esa tarde al recibir la invitación de Freddie, también recibiera un mensaje de Heather al privado, donde le pidiera que fuera para que pudieran hablar de lo sucedido en la madrugada. La mayor parte de ella rogó que Jungkook no quisiera ir, porque estaba convencida de que la rubia le diría que había sido un gran error lo que pasó, que hasta podría sentir asco, que cuando se encontraran no le dirigiría la palabra y mucho menos la hablaría hasta que decidiera que era momento y se alejaran de todos. Pero, para su gran sorpresa, se había acercado a saludarla y pudo notar sus mejillas sonrosadas.
Durante el tiempo que llevaban en aquel parque de diversiones, Megan se sentía alegre, llenándose de ilusiones porque se daba cuenta de que algo había cambiado, que Heather podría sentir algo más que una simple amistad por ella, pero también sentía miedo, aunque no sabía si eso se lo provocaba el notar por momentos la intensa mirada de Elliot o si era algo más.
—¡Vamos a la rueda de la fortuna! —exclamó emocionada, Heather.
—¡Sí! Tú te subes conmigo —Jaeden tomó del brazo a Freddie, el cual no pudo evitar sonreír mientras asentía.
Jungkook no pudo evitar sonreír por eso, dirigiendo luego la mirada a Megan que iba a su lado todavía abrazando al peluche y sonriendo por lo mismo que él.
—Son muy lindos —comentó Megan.
—¿Tú también quieres subir a la rueda de la fortuna? —ella asintió—. Va...
—¡Meggy, sube conmigo!
Al escuchar eso, ella giró la cabeza para ver a Heather mientras una gran sonrisa se dibujaba en su rostro. Tenía toda la intención de acercarse, pero al pasar por frente de Jungkook, sintió como una mano se cerraba en su muñeca, por lo que lo miró desconcertada.
—¿Qué haces?
—¿Tú qué haces, Megan? —cuestionó provocando que ella arrugara el rostro—. Subes con ella a cada juego, dejándome con tus amigos, ¿acaso no te das cuenta de lo obvia que estás siendo? Si ibas a estar solamente con ella, ¿para qué me traes contigo?
—¿Qué...? —soltó una ligera risa—. Es solo un juego. Cálmate, hasta pareces celoso.
Megan abrazaba el peluche mientras lo observaba con una sonrisa divertida, pues parecía creer que podía tratarse de una broma, pero la verdad era que Jungkook sentía que podría explotar en cualquier momento.
«Carajo, jamás fui celoso, pero tú pareces estar arruinándome»
Detestaba sentir que estaba convirtiéndose en alguien egoísta y posesivo, así que tan solo la culpaba de arruinarlo. Pero la verdad es que en ese momento no solamente la culpaba por eso, sino también porque creía que lo estaba destruyendo con esa mirada y sonrisa.
—¡Meggy...!
Megan giró nuevamente a verla, pero Jungkook, inconscientemente, ejerció más presión en el agarre, llamando su atención.
—Ese juego se supone que es romántico.
—Y con más razón debería subir con ella —ladeó la cabeza—. Sé un buen amigo y ayúdame, ¿sí?
Jungkook sintió como su corazón daba un vuelco al escuchar aquella palabra, por lo que soltó una risa amarga mientras su garganta parecía cerrarse y desviaba la mirada al no ser capaz de seguir mirándola.
—¿Voy a quedar como el estúpido al que le pones los cuernos y no te interesa para nada? —examinó alzando una ceja.
—¿Qué? ¡No! ¡Claro que no! —respondió rápidamente—. Déjame explicarte. Ayer le dije...
—¿Sabes qué? Está bien. Seré ese imbécil, así que haz lo que quieras, Megan —la interrumpió molesto, pasando por su lado.
—¡Jungkook!
Comenzó a caminar hacia donde estaban los demás mientras que Megan volteaba a verlo frustrada, ya que ni siquiera le había dejado explicarle que esa no era su intención, que Heather sabía de la farsa.
Suspiró queriendo mantener la calma, pero mientras se acercaba a Wyatt y Heather, sentía una inquietud en su pecho, sin poder dejar de pensar en sus palabras y en que estaba molesto con ella, pero no creía que nada de lo que pudiera decirle, lograra en ese momento que volvieran a estar bien.
«¿Por qué tienes que enojarte conmigo justo ahora, Jungkook? Ahora en vez de poder disfrutar estar en la rueda de la fortuna con Heather, estaré pensando en ti y en cómo resolverlo»
Pasó la mano por su frente, deseando poder quitarlo de su cabeza y concentrarse en lo demás, notando la sonrisa de Heather que ignoraba a Wyatt.
—¿Subirás conmigo? —preguntó sonriente.
—Yo creo que tú deberías subir con Jungkook y yo con ella —intervino Wyatt, haciendo que ella tragara con dificultad, ya que comenzaba a pensar que Jungkook podría tener razón.
Abrió la boca para decir algo al respecto, aunque ni siquiera sabía qué podía decir, pero en eso el sonido de un celular se hizo presente, por lo que Heather llevó la mano libre al bolsillo de su chaqueta, sacándolo. Su mirada pareció iluminarse, por lo que Megan frunció el ceño mientras ella parecía contestar la llamada.
—¿Asher?
En eso, Megan sintió cómo un escalofrío recorría su espina dorsal mientras la veía voltear para seguir hablando.
—¿Estás bien? —preguntó llevando la mano a su hombro.
—S-Sí, claro —titubeó intentando sonreír—. Ve con los demás. Yo la esperaré.
Notó como la miraba no muy convencido, como si no le creyera, pero ella fingió una sonrisa para hacerle saber que no pasaba nada, por lo que él rodando los ojos, volteó para ir con los demás. Al verlo alejarse, se encontró con la mirada de Jungkook que conversaba con Freddie, lo que hizo que tragara con dificultad y bajara la cabeza.
Estaba comenzando a temer lo que pudiera significar aquella llamada, pero se convencía en que si había cambiado algo entre ellas, entonces, debía seguir con su ilusión y concentrarse en lo que le diría cuando tocara el momento de hablar, que estaba segura de que sería en la rueda de la fortuna.
Luego de tantos años, finalmente, podría confesarse a su mejor amiga, y con esperanza de poder ser correspondida.
Al verla acercarse mientras presionaba los labios, hacía que sus nervios aumentaran.
—Megan...
—¿Está todo bien? —preguntó preocupada, acercándose.
—No subiré contigo.
—Si es por lo que dijo Wyatt...
—No —la interrumpió conectando sus miradas—. Iré por Asher.
—¿Qué? ¿Está aquí? —frunció el ceño mientras Heather asentía bastante tensa—. ¿Por qué? Es decir, ¿no habían terminado...?
—Sí, pero voy a hablar con él...
—Pero nosotras...
—Ahora mi prioridad es hablar con él.
—¿Hablar o volver, Heather? —cuestionó frustrada, notando cómo ella se sorprendía—. No soy estúpida. Sé que va a conseguir convencerte.
—Lo siento, Meggy...
Megan sentía cómo un nudo se formaba en su garganta, y no quería para nada romper en llanto ahí mismo, frente a ella y con los demás cerca, por lo que volteó para comenzar hacia ellos, escuchando cómo Heather la llamaba. Escucharla hizo que tuviera que luchar contra sí misma para no seguir teniendo debilidad por ella, cuando sabía que eso no cambiaría absolutamente nada.
(...)
Finalmente, Jungkook y Megan subieron juntos a la cabina de la Rueda de la Fortuna, aunque en la fila no cruzaron más palabras que ella al preguntarle si podía subir con él, que tan solo asintió al no saber cómo actuar por seguir molesto, pero notar que algo parecía haber pasado, ya que Heather no estaba allí.
Estaban en completo silencio, sentados uno al frente del otro, Megan con el peluche a su lado mientras que Jungkook jugaba con sus dedos, mirando por momentos a la joven frente a él, preguntándose si acaso se había pasado con el enfado y lo arruinó todo. No quería pensar que Megan también estaba enfadada, que no volvería a hablarle, por lo que mordía con fuerza su labio inferior, diciéndose que no debía alterarse y seguir su impulso, pero es que no soportaba el hecho de que ni siquiera lo mirase.
Él quería subir junto a ella con otra intención, quería poder observar el paisaje, aunque con mirarla a ella para Jungkook era más que suficiente para quedar encantado, pero quería poder compartir un momento romántico con Megan, porque buscaba arriesgarse y hacerlo de esa manera, darle señales. Y ahora tan solo tenía su corazón ansioso otra vez.
Al no poder seguir soportarlo, siguió su impulso de levantarse abruptamente, colocándose en cuclillas frente a la fémina que estaba con la cabeza gacha.
—Por favor, perdóname —pidió desesperado—. No debí molestarme de esa manera contigo, hablarte así como lo hice. Perdóname —tomó sus manos mientras buscaba su mirada, pero ella seguía con la cabeza gacha—. Por favor, háblame...
En cuanto la escuchó sorber su nariz, la preocupación lo invadió, por lo que llevó rápidamente una de las manos a su mentón, haciendo así que levantara la cabeza y pudiera verla. Las lágrimas brotaban por sus mejillas sonrosadas mientras ella cerraba los ojos con fuerza al no soportar que la viera así, lo que provocó que Jungkook sintiera su corazón encogerse.
—Megan, ¿por qué lloras? ¿Es mi culpa? Si es así, perdóname, soy un idiota...—habló rápidamente preocupado, pero cuando ella negó con la cabeza, una parte de él logró aliviarse mientras tomaba su rostro entre sus manos—. ¿Entonces? ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?
Megan pareció tener la intención de responder, por lo que Jungkook la miraba atento, pero tan solo comenzó a llorar con más fuerza, sorprendiéndolo.
—¡Megan, me preocupas! Por favor, háblame —pidió limpiando sus lágrimas con los pulgares—. ¿Qué te tiene así? Dime, y quizás podré ayudarte...
—¡No puedes...! —respondió sollozando.
—¿Cómo puedes estar tan segura de eso? Si me lo dices, haré hasta lo imposible por ayudarte...
—¿Cómo podrías sacar a Asher del corazón de Heather? —tomó una bocanada de aire temblorosa a causa de los sollozos, esta vez, mirando a Jungkook.
Él la comprendía más que bien, sabía lo que sentía preguntarse eso, y más en ese preciso momento. Pues, dolía que le preguntara eso, ya que el escuchar a Megan querer sacar del corazón de Heather a Asher mientras que él quería sacar del suyo a Heather, hacía que ni siquiera fuera capaz de mirarla.
—Nadie puede ayudarme...
—¿Sucedió algo? —se atrevió a preguntar, pese a que ni siquiera sabía si estaba listo para escuchar la respuesta.
—M-Me ilusionó. Creí... Creí como una idiota que podríamos finalmente estar juntas, pero... pero fue por él y me dejó aquí —explicó entre sollozos, cubriéndose parte del rostro con una mano—. ¡Soy una imbécil!
Jungkook arrugó levemente la frente, preguntándose cómo pudo haberla ilusionado, si es que acaso sus sospechas eran realmente ciertas.
—Quizás... Quizás no es la persona correcta para ti...
—Jungkook, yo la amo —recalcó conteniendo un sollozo, conectando nuevamente sus miradas—. No importa el tiempo que pase, porque sé que voy a seguir amándola aunque siga con el estúpido de Asher, se case y...
—Lo sé, lo sé —la interrumpió bajando la cabeza, escuchando cómo ella soltaba un pequeño sollozo.
Aunque lo sabía, Jungkook no podía seguir escuchando sus sentimientos hacia Heather. No cuando había veces que sus miradas, sus sonrisas, sus abrazos, su forma de ser, alimentaban la ilusión de su corazón de poder algún día lograr ser una opción para ella.
Megan sollozaba preguntándose cómo había podido ser capaz de crearle ilusiones de esa manera, ya que ahora sabía que no era tan solo imaginación suya y se aferraba a eso para poder seguir sintiendo eso por ella, por no poder ser capaz de darse por vencida. Si había algo que ella hizo y volvió a hacer esos días allí, al verla otra vez, fue mentirse cada día, buscando convencerse de que tal vez no era el momento, que tal vez seguía sin gustarle, que tal vez se trataba porque no podía ser tan delicada, porque no tenía un cabello liso y suave, porque no era tan delgada, porque su piel no era tan suave, porque no tenía una sonrisa perfecta, pero quizás podía buscar la forma de convertirse en ello. Que tal vez sí era perfecta para Heather, pero tan solo tenía que seguir siendo paciente y esperar a que ella pudiera darse cuenta de eso.
Pero, esta vez, después de tantos años esperando, comenzaba a creer que, en realidad, ella misma sería la que se diera cuenta que, simplemente, Heather jamás la querría de esa manera.
—Por favor, ya no llores —pidió mirándola consternado, limpiando sus lágrimas con los pulgares—. No soporto verte así y no poder hacer nada para ayudarte.
—Es que lo he intentado todo y, aun así, no lo logro —explicó frustrada—. ¿Por qué las personas que me gustan, no gustan de mí? ¿Qué hay de malo en mí? ¿Por qué no puedo ser amada?
Jungkook notaba la desesperación en su mirada, lo que le hacía saber que realmente esperaba una respuesta de su parte que pudiera sacarle aquellas dudas por más que llegara a lastimarla.
—Mierda, lo siento —sorbió su nariz, bajando la cabeza por un momento, aún teniendo las manos de Jungkook en su rostro—. Es que estoy cansada de sentirme así, de que rompan mi corazón. Ahora solo tengo que aceptar que nadie nunca va a verme de manera romántica. No puedo seguir esperando por situaciones que no van a pasar por más que lo desee con fuerza —se encogió de hombros, restándole importancia mientras volvía a observar al pelinegro, soltando una risilla falsa mientras sus lágrimas volvían a brotar—. No llegaré a casarme a los veintiséis como deseaba.
Aunque la escuchaba reír, sabía que por sus lágrimas que, en realidad, de alguna manera, estaba decepcionada y dolida por eso.
—Hagamos una promesa —habló capturando su atención, Jungkook.
Aquello desconcertó a Megan que frunció el ceño, pero parecía interesada en saber de qué se trataba mientras sorbía su nariz.
—¿Una promesa? ¿Sobre qué?
—Si llegas a tus veintiséis y sigues sin encontrar a esa persona para casarte, y yo sigo soltero, vamos a casarnos —Jungkook respondió con una pequeña sonrisa, sintiendo sus mejillas arder—. Yo puedo ser esa persona que sane tu corazón y te ame como no supieron hacer, ¿qué dices? ¿Aceptas, Baker?
¡Hola!
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Odian a Megan por ese ese enamoramiento por Heather que dio este principio de capítulo? ¿Creen que con lo que pasó con Heather y Asher, Megan realmente se dé por vencida? ¿Megan terminará haciendo esa promesa que propuso Jungkook? ¿Será que ya está desarrollando sentimientos por él? Y para quienes leyeron ese pequeño adelanto de la promesa en mi canal de WhatsApp, ¿se esperaban que fuera una así?
YA PASÓ LAS 100K LECTURAS, ASÍ QUE MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO EL APOYO. Cuando lo vi en su momento, me re emocioné, y lamento no haberles podido actualizar, pero como leyeron algunas personas en mi tablero, informé sobre que durante unas semanas iba a estar llena de exámenes que eran demasiado importantes. Nuevamente, gracias por todo el amor, hacen que esta historia se vuelva más especial para mí ♡
Debo admitir que en un principio estaba demasiado insegura por el comienzo de este capítulo (aunque fue de las primeras ideas antes de comenzar a escribir la historia), hasta lo hablé un poco, intentando no decirle en sí lo que pasaría, con una personita muy especial para mí que me lee y siempre le pido consejos de todas mis historias y ya debe estar cansada de mí (sí, fer, hablo de vos)
Pero bueno, al final sé que la protagonista ya recibe hate de por sí, así que ahora sí les di una buena razón JAJAJAJS
Ahora se vienen mis capítulos favoritos, así que denle mucho amor así me motivan a escribir y traerle pronto actualizaciones jujuu
¡Nos leemos pronto!
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