O26 | VERDADES
—Entonces... ¿No hay nada que quieras decirme? —indagó alzando una ceja mientras Megan no podía evitar tensarse ante su intensa mirada.
—¿P-por qué lo preguntas?
—No lo sé. Quizás hay algo que creas que es importante que sepa.
Megan desvió la mirada mientras mordía el interior de su mejilla, pensando si acaso lo decía por todo lo sucedido con Heather, que jamás cruzó por su cabeza la idea de decírselo por más amigos que fueran, pero es que si se había molestado en el parque de diversiones por querer estar en todos los juegos con ella, pensaba que el saber lo que hizo en la fiesta cuando él no estaba, no le gustaría para nada. Y eso era cuando pensaba que sus sentimientos eran tan solo de amistad, por lo tanto, el ahora saber que iban mucho más que eso, siendo románticos, muy probablemente el que se lo confesara lograría lastimarlo y si es que no llegaba también a molestarse por el hecho de que hasta le confesó a Heather que fingían estar juntos.
Pensaba en por qué estaba tan nerviosa al punto en que sus latidos estaban acelerándose y más al ser observada con atención por esos grandes ojos oscuros que parecían estar analizándola. Pero es que no parecía ser capaz de decir nada, porque, de alguna manera, no quería arruinar lo que apenas estaban comenzando, provocándole enfado, dolor y hasta podría ser inseguridades, cuando ni siquiera sabía de sus sentimientos en ese momento y tenían una amistad mientras que ella tenía toda su atención puesta en Heather, reprimiendo de forma inconsciente lo que Jungkook estaba causándole.
Prefería pensar en eso para poder continuar con lo que tenían por más miedo que sintiera.
—No —su voz salió casi inaudible mientras desviaba la mirada.
—¿No?
—No tengo nada que decir —recalcó mientras él asentía repetidamente con sus labios presionados.
—Está bien.
Megan volvió a observarlo notando cómo parecía estar algo tenso aunque no apartaba la mirada de ella, provocando sus nervios y que se recriminara más el hecho de querer seguir callando lo sucedido con Heather, aunque se decía que le había dado a entender que algo sucedió con la rubia al confesarle que la ilusionó, y además estaba el caos que desató Asher.
—Ya, ¡¿por qué me miras así?! —alzó la voz, golpeando su brazo, notando cómo se sobresaltaba, por lo que ante la vergüenza terminó apoyando la frente en su hombro—. Solo me pones más nerviosa.
Al sentir cómo su cuerpo vibraba ante su ligera risa, se relajó un poco, y más al sentir cómo él llevaba la mano a su nuca acariciándola con suavidad.
—Parece ser que no importa lo que haga, te pondré nerviosa, y seguramente se mantenga por un tiempo hasta que te acostumbres —mencionó divertido. Y es que le era muy difícil resistirse a querer molestarla cuando consideraba que estaba actuando de una manera muy linda gracias a los nervios que le provocaba.
—Cállate.
Jungkook ensanchó su sonrisa, para luego depositar un beso en su cabeza y continuar con las caricias, intentando ignorar la inquietud que estaba incrustada en su pecho al estar seguro de que ella podría llegar a darle confianza a su corazón para que no estuviera tan ansioso, pero decidía callar.
—¿Puedo hacerte otra pregunta?
—No dejas de hacer preguntas...
—Sí, lo siento —sonrió avergonzado al pensar que podría llegar a ser molesto.
—Ya, dime.
—Sé que no somos novios, pero somos exclusivos, ¿verdad?
Parecía estar bastante nervioso y hasta algo avergonzado mientras que Megan arrugó de forma ligera la frente.
—¿Quieres estar con alguien más?
—¡¿Qué?! —alzó la voz—. ¡No! ¡Claro que no!
—¿Entonces?
—No podría ver a nadie más, pero quise asegurarme por si llegué a entender mal —aclaró masajeando su nuca, pero luego medio sonrió—. ¿Por un momento sentiste celos? No me digas que eres celosa, Baker.
—Ya, cállate —ordenó con su rostro enrojecido, decidiendo volver su concentración en preparar su maleta, escuchando la risilla del pelinegro—. No sigas...
—Bien, bien. Preparaste la mía primero.
—Sé que no te gusta tener que hacerlo.
Jungkook mordió por un momento su labio inferior intentando reprimir su sonrisa al pensar en esos detalles que estaba teniendo con él.
—El café se debe haber enfriado —comentó observando las tazas en la mesa de noche—. ¿Quieres que te ayude con algo?
Quiso responder, pero al escuchar su celular sonar, solo observó cómo Jungkook lo sacaba de uno de los bolsillos delanteros de su jean, sonriendo al ver el mensaje, por lo que simplemente decidió volver su atención a continuar preparando la maleta.
—Me ha escrito mi madre —informó llegando a sorprenderla por un momento, ya que no esperaba que le dijera algo al respecto sobre lo que estaba viendo en su celular.
Soojin
¿Ya se encuentran viajando?
¿A qué hora llegas, hijo?
Jungkook
Hubo cambios de planes.
Saldremos para Filadelfia un poco más tarde.
Seguramente llegue alrededor de las once.
Soojin
¿Tan tarde?
Junghyuk estaba ilusionado con verte.
Jungkook
Discúlpate con él de mi parte.
Dile que lo veré en la mañana.
Soojin
Está bien.
Avísame cuando estés en camino, hijo.
—¿Está todo bien? —preguntó curiosa.
—Sí, solo quería saber a qué hora llegaremos a Filadelfia —respondió volviendo a guardar el celular—. Mi hermano quiere verme, pero le dije que lo veré en la mañana porque llegaremos tarde.
—Oh, si quieres que nos marchemos ahora para que puedas verlo...
—¡No! Le hice una promesa a tu padre, y la cumpliré —asintió con una sonrisa tranquilizadora—. No te preocupes.
—Oye, ¿tienes un hermano? —frunció el ceño.
—Vaya, te creía algo acosadora por saber mi número y hasta dónde vivía, pero ¿no sabías que tengo un hermano? —preguntó divertido.
—¡Ya te dije que sabía todo eso por Taehyung!
—Ajá.
—Ya, ¿qué edad tiene?
—Once —respondió con una sonrisa, acercándose a ella mientras sacaba su celular otra vez—. ¿Quieres ver una foto?
—Sí, enseñámelo.
Jungkook ensanchó la sonrisa al notar su interés, por lo que comenzó a buscar en la galería una fotografía donde saliera junto a su hermano.
—Mira, es él.
Megan se inclinó hacia él para observar la fotografía que le enseñaba donde salía junto a un niño que dejaba ver en una de sus manos un joystick. Jungkook salía frunciendo los labios donde resaltaban sus dos piercings en el inferior, pasando su brazo libre por los hombros de su hermano que sonreía tímido.
—Oh, ¡tiene tus mismos ojos! —exclamó enternecida haciendo reír a Jungkook.
—¿Te gustan los videojuegos? —preguntó curioso mientras ella fruncía el ceño ante el cambio repentino de conversación.
—Sí, bueno, Ethan me obligó a aprender a jugar.
—Hizo bien.
—¿Por qué?
—Porque ya tienes asegurado agradarle a mi hermano —explicó con una sonrisa—. Junghyuk es bastante tímido, se la pasa la mayoría del tiempo jugando.
—Oh, entiendo. Tú eres todo lo contrario. Eres demasiado sociable.
—Y mira, ella es mi madre —dijo enseñándole la fotografía de una mujer de cabello oscuro y corto hasta los hombros que sonreía dulcemente—. Se llama Soojin.
—Es muy bonita, hasta se ve muy dulce.
—¡Cuando la conozcas seguro te agradará! —aseguró asintiendo repetidamente.
—¿Conocerla? —preguntó abriendo los ojos de par en par.
—Claro. Yo conocí a tus padres...
—Pero por fingir que somos novios.
—Sí, pero ahora estamos juntos —refutó algo nervioso—. Así que, estaría bien que conozcas a mi fami...
—Bueno, ya vas muy rápido —lo interrumpió cubriendo su rostro con la mano, por lo que Jungkook soltó una risilla, apartándola.
Megan pasó por su lado para continuar guardando su ropa, decidiendo ignorar los nervios que le había provocado el saber lo que Jungkook quería, no solo porque sentía que iba rápido, sino también por el hecho de que jamás hizo algo así de conocer a los familiares de la persona con la que estaba. No podía contar a Jaeden cuando fueron mejores amigos y ya conocía desde antes a su familia, además que fue varios años atrás. Él había sido su única relación, y ni siquiera fue que duraron un buen tiempo.
—No me refería a que mañana mismo los conocieras —aclaró sorprendiéndola al abrazarla por la cintura—. Sino, más adelante, cuando haya funcionado y estemos realmente juntos. Como novios.
Megan abrió los ojos de par en par, girando su cabeza a verlo, notando su pequeña sonrisa tímida.
—¿Tanta seguridad tienes de que funcione?
Asintió.
Quiso bajar la cabeza al sentir algo de culpa por no poder pensar de la misma manera, pero Jungkook la tomó con suavidad de la barbilla, volviendo a conectar sus miradas. Podía sentir cosquillas en su corazón al notar cómo se inclinaba hacia adelante, rozando sus labios hasta juntarlos de manera lenta y suave.
Estaba enternecida ante lo dulce que podía ser Jungkook.
(...)
Megan había dejado listas ambas maletas mientras que Jungkook se encargó de dejar el coche en la entrada de la casa para que cuando llegara Wyatt solo tuvieran que cargar las maletas. Y ahora que Jungkook y Megan habían hablado estaban más relajados, sobre todo él luego de las promesas que se hicieron.
—¿Por qué se tardarán tanto? —preguntó curiosa, bajando el último escalón. Jungkook volteó a verla encogiéndose de hombros—. Bueno, lo importante es despedirnos de mi padre.
—¿Qué? ¿Abandonaremos a Wyatt?
Megan soltó una carcajada al haberse olvidado de su primo.
—Solo lo esperaremos cinco minutos.
Jungkook negó con la cabeza mientras sonreía divertido, teniendo la intención de dirigirse al sofá para sentarse, pero en eso escucharon el timbre, lo que hizo que conectaran sus miradas.
—¿Serán ellos? —preguntó Megan queriendo dirigirse a la puerta, pero Jungkook se apresuró.
—Espero que sí o Wyatt será abandonado por ti.
Soltó una risilla que provocó la sonrisa de Jungkook que se acercó relajado, esperando encontrarse con Georgia y Wyatt, pero al abrir un poco, su sonrisa se borró al instante al tener que levantar la cabeza encontrándose con aquel cabello castaño y ojos avellanas. Giró por un momento a ver hacia la dirección donde estaba la pelinegra que parecía curiosa, pero volvió su mirada hacia el frente mientras sus facciones se endurecían.
—¿No vas a abrir? —preguntó sonriendo de lado.
—¿Quién es, Jungkook?
El escucharla solo logró que se tensara más, tomando impulsivamente la decisión de abrir un poco más la puerta para salir, haciendo que Asher diera un paso hacia atrás, y así poder cerrar la puerta a sus espaldas, manteniendo la mano en el pomo.
—¿Qué carajos haces aquí?
—¿No es acaso obvio?
—Si viniste a disculparte, ahorrátelo y solo desaparece de una vez.
Esas palabras parecieron ser increíblemente chistosas para Asher que soltó una risotada, confundiendo a Jungkook por un momento.
—Qué ingenuo eres —dijo aún riendo, negando con la cabeza—. Solo quiero hablar un poco con Megan.
—¿Hablar? Puede que sea ingenuo como dices, pero no lo seré como para creerte esa mierda.
—No te metas en esto, Jungkook —advirtió dando un paso hacia adelante.
—Los animales como tú no saben hablar, así que no permitiré que la veas —dijo firme llevando la mano a su pecho, haciéndolo retroceder mientras él avanzaba—. Lárgate.
Asher bajó los tres escalones mientras Jungkook se acercaba, deseando que decidiera marcharse para que ambos pudieran seguir esperando tranquilos y marcharse de una vez. Ya había tenido suficiente la noche del parque de diversiones, por lo que no quería que se armara otro caos por culpa del castaño, cuando la familia de Megan podía llegar en cualquier momento.
—No lo haré hasta hablar con ella.
Eso hizo que el pelinegro bajase los escalones mientras endurecía las facciones, pero el sonido de la puerta abrirse llamó la atención de ambos. Megan se encontró con la mirada de Asher, lo que hizo demasiado evidente cómo se tensaba, como si ahora aquel joven le causara miedo, cuando antes lo evidente era cuánto le enfermaba su presencia.
—Hasta que sales —habló Asher con la intención de acercarse, pero Jungkook otra vez llevó la mano a su pecho para impedirlo.
—Entra de nuevo —ordenó llamando su atención, Jungkook.
—P-pero...
—Entra —Al ver cómo parecía no muy convencida, a pesar de que se aferraba al borde de la puerta, volvió a hablar—. Haré que se vaya. Entra, Megan.
Si bien Jungkook detestaba ese tipo de situaciones donde la violencia parecía poder desatarse en cualquier momento, lo que lo tenía demasiado tenso, menos soportaba el haber notado el miedo de Megan cuando estaba seguro de que antes no habría dudado ni un segundo en enfrentar a Asher. Aquel cambio lo entendía demasiado bien, ya que en el parque de diversiones hasta a él le provocó miedo la manera de actuar del castaño. Pero esta vez no se quedaría paralizado.
—¡Vaya, me decepcionas! —alzó la voz, Asher—. ¡¿Desde cuándo eres tan miedosa, Megan?!
—Ya cállate y vete de una vez —masculló volviendo a empujarlo para hacerlo retroceder aún más.
Eso hizo que Asher apartara bruscamente su mano, teniendo la intención de acercarse, pero Jungkook continuó haciéndole retroceder. Tenía que levantar la cabeza al ser unos pocos centímetros más bajo, pero de todas maneras no quería demostrarle miedo alguno, aún teniendo sus latidos acelerados que demostraban lo contrario.
—Déjame hablar con ella por las buenas si no quieres que te golpee y entre a hacerlo —advirtió alzando una ceja.
—Siempre tienes que actuar como animal.
—Cierra la boca. No me hagas enojar más.
—Megan y yo estamos por marcharnos, así que deja las cosas por la paz de una vez —exigió frustrado—. Ya no la verás y podrás seguir con tu relación en paz.
—¿Mi relación? ¿Mi relación? —repitió riendo cínico—. Megan arruinó por completo mi relación.
Tragó con fuerza, una parte de él detestando saberlo, pero no creía que fuera una buena idea distraerse pensando en eso. Además, era lo mejor para Heather, ya que no entendía cómo podía estar con alguien como Asher.
—Megan solo pudo terminar por arruinar algo que tú ya llevabas arruinando con tus estúpidos comportamientos —refutó—. Así que ya deja las cosas como están. Vamos a irnos...
—No dejaré que se vaya sin antes enfrentarme —masculló acercando sus rostros—. Si se atrevió a ser tan enferma y romper mi relación, que ahora se atreva a dar la cara.
—¡No hables de esa forma de ella!
—¿O qué? —cuestionó divertido, dándole un pequeño empujón que hizo que Jungkook tuviera que esforzarse por no seguir su impulso—. ¿Por qué la defiendes tanto? ¿Acaso eres igual de enfermo? —frunció el ceño—. No me digas que eres un fetichista que se calienta al ver a su novia con otra mujer...
Asher no pudo terminar de hablar al sentir el puño de Jungkook estamparse contra su pómulo con tanta fuerza que cayó al césped, cerca de su coche aparcado, soltando un gran quejido mientras se cubría aquella zona afectada con la mano.
—¡Cierra la maldita boca, Asher!
Por más que intentó reprimirlo, terminó soltando un quejido, sacudiendo la mano por un momento, para luego llevar la otra a esta al sentir punzadas en sus nudillos ahora enrojecidos.
—Carajo...—masculló adolorido.
—Vaya, ahora demuestras tu hombría —Asher soltó una risotada mientras se levantaba con algo de dificultad, y Jungkook temía lo impredecible que se le hacía, por lo que retrocedió un paso, aunque no quería demostrar su miedo—. ¿Por qué defiendes tanto a Megan? ¿Acaso realmente te gusta que te ponga los cuernos?
—Tú no sabes nada sobre nuestra relación. Solo déjala en paz de una vez.
—La defiendes tanto que hasta pareces no saber nada. Tú deberías apoyarme, Jungkook.
—¡Solo termina con esto de una vez! ¡Tú solo arruinaste tu relación!
—¡Claro! ¡Solo yo pude arruinarla, y no Megan ni Heather poniéndonos el cuerno cuando no estábamos presentes en esa fiesta de porquería! —exclamó alzando ambos brazos.
—Cállate, cállate, cállate...—exigió entre dientes, sin querer que pudiera continuar, ya que estaba poniéndolo ansioso.
—¿Acaso realmente no sabes nada de lo que pasó entre ellas cuando nos estábamos? —preguntó alzando una ceja, acercándose más—. Pues, te lo diré...
—¡No quiero saberlo! —alzó la voz, tomándolo de la camiseta—. ¡¿Qué parte de que te vayas no entiendes?!
—¡¿Acaso de ingenuo has pasado a estúpido como para creer que fue solo un beso y perdonarla?! —cuestionó saltándose bruscamente—. ¡Pregúntale qué fue lo que hicieron! ¡Cómo ni siquiera le importó la relación que tenían!
—¡Dije que te calles, imbécil!
Jungkook ya no podía seguir conteniendo tanta ansiedad mezclada de rabia que hacía sentir su sangre hervir, por lo que volvió a golpearlo, aunque esta vez Asher solo perdió el equilibrio por un momento.
—¡Lárgate de una vez!
El castaño se cubría parte del rostro mientras gruñía y tenía su mano libre apoyada en su coche. Jungkook solo ignoró por completo las punzadas en su mano, como también el temor a cómo podría llegar a reaccionar Asher, aunque esperaba que se marchara de una vez. Subió rápidamente los escalones, entrando de nuevo a la casa, apoyándose de espaldas en la puerta por un momento al sentir cómo se le dificultaba respirar y su corazón latía tan rápido y con fuerza que parecía estar a punto de explotar.
—¿J-Jungkook...?
Al escuchar esa voz que sonó hasta algo aguda, pero débil, levantó la mirada, dándose cuenta de que Megan estaba sentada abrazando sus piernas en el sofá. Verla hizo que tragara con fuerza mientras sentía una punzada en su estómago.
—¿Estás bien? —preguntó nerviosa, bajando las piernas, pero él no respondió—. ¿Por qué me miras así?
—¿Tú estás bien?
—Si no me dejaste estar presente —recalcó levantándose—. Eres tú el que debe contestar esa pregunta.
Jungkook sentía que con cada paso que daba acercándose a él, más se le dificultaba respirar.
—Oye, ¿qué sucede? —sonaba preocupada, empeorando la situación para él—. Tu mano...
Tuvo la intención de llevar la suya a la de él que tenía los nudillos enrojecidos y temblaba, aunque quizás todo su cuerpo estaba temblando en ese momento. Pero no se lo permitió para nada al bajarla y hacerse a un lado para comenzar a dirigirse a las escaleras.
—¡Jungkook!
Subía las escaleras rápidamente mientras empuñaba las manos con fuerza, ignorando cómo eso aumentaba las punzadas en la que había usado para golpear dos veces a Asher.
«Sí, bueno, también has subido varios puestos en cuanto al cariño que te tengo»
«¿En serio? ¿Y en cuál estoy? ¿En el ciento cuarenta?»
«Ignoraré eso»
«Ya, dime, Baker»
«Primero está mi padre, segundo mi madre, tercero Wyatt, cuarto Taehyung, y en quinto lugar... estás tú, idiota. No en el ciento no sé cuánto»
Y es que los momentos compartidos con Megan esa noche de la fiesta, solo causaban que todo le afectara más, haciéndole continuar actuando impulsivo. No podía pensar con claridad. No cuando lo que creyó solo dejaba en claro que Asher tenía razón.
De ingenuo había pasado a estúpido, y todo por los sentimientos que tenía por Megan.
«Todo depende de ti. Tú decides qué es lo que puedo llegar a sentir. Si quieres que me enamore, depende de ti. Si quieres excitarme otra vez, depende tan solo de ti, y debo decir que ya estás cerca de lograrlo, Baker»
«E-es que me gusta como besas. ¿Eso... es normal?»
«Deja de pensar tanto y bésame»
Recordaba tan bien ese momento, cómo sus narices se rozaban, la forma en que ella se aferraba a su chaqueta, hablándole con cierto desespero al no saber por qué le causaba algo así, pero mirándole como si deseara romper esa corta distancia y besarlo de manera tan intensa como él quería besarle.
Esos momentos compartidos esa noche, su mensaje de texto donde bromeaba respecto a que lo echaba de menos, pero que de igual manera le hacía saber que quería que llegara de una vez y se marcharan juntos. No lo entendía.
No importaba cuánto se esforzara por entenderlo, no lo lograba.
¿Cómo pudo cambiar todo en tan solo cuestión de pocos minutos?
Estaba cada vez más histérico mientras tomaba su maleta, para luego volver a caminar hacia la puerta, saliendo la habitación todavía sin poder pensar con claridad.
—¡¿Jungkook?! —la voz de Megan llegó a sorprenderle en el pasillo—. ¡¿Qué haces?! ¡Espera!
Megan quiso tomarlo del brazo, pero lo apartó con rapidez para levantar la maleta y comenzar a bajar las escaleras.
—¡Jungkook!
Lo seguía desesperada, bajando las escaleras, intentando no chocarse con sus propios pies.
—¡Espera! ¡Dime qué sucede! —exigió llegando a tomarlo de la chaqueta al terminar de bajar las escaleras—. ¡¿Por qué te vas?!
Jungkook tragó con fuerza, volteando mientras Megan lo soltaba, encontrándose con sus facciones endurecidas.
—Me mentiste, Megan —mencionó casi por lo bajo—. No fuiste ni siquiera capaz de intentar hacer las cosas bien por más de veinticuatro horas —soltó una risa amarga mientras desviaba la mirada al notar que su visión estaba nublándose—. No pudiste esforzarte un poco.
—¿D-de qué hablas?
—No te hagas. No tienes que seguir ocultándolo.
—¡Pero no entiendo!
—¿Por qué más vendría a buscarte Asher?
Megan tragó con dificultad, desviando la mirada.
—Tú en verdad me mentiste.
—No te mentí —murmuró.
—¡Dijiste que no había nada que tuviera que saber! ¡Sí me mentiste!
—¡Pero no estábamos juntos, Jungkook!
—Pasó hace dos días, Megan —recalcó entre dientes—. ¿En verdad crees que no tenía que saber lo que pasó entre tú y Heather?
—Pero tú y yo...
—¡Esa noche nos besamos más de lo que solíamos hacerlo, dijiste que te gustaba besarme, que querías que me apresurara a ir por ti! —refutó dolido—. Tú no estabas dejando de ilusionarme. Me hiciste sentir que tenía una oportunidad. Solo quería llegar rápido por ti, estaba como un tonto, pero... tú en realidad estabas con ella.
Megan bajo la cabeza mientras mordía con fuerza su labio inferior, sintiendo cómo su respiración se volvía pesada, ya que las palabras de Jungkook estaban afectándole y se daba cuenta del grave error que había cometido. Pero no solo de eso, sino de cómo fue tan ciega como para no haberse dado cuenta esa misma noche que le había mentido en el coche cuando dijo quererla solo como amiga, porque cuando estuvieron en la fiesta, dejó en evidencia que sus sentimientos sí iban más allá de una simple amistad.
—¿En verdad crees que fue buena idea ocultármelo?
—¿Realmente hubiera cambiado algo que lo supieras? —cuestionó conectando sus miradas—. ¿Qué habrías hecho? ¿Habrías pensado más si esto valía la pena?
—Sí, Megan.
—¿Qué?
—Mi decisión respecto a esto... la habría cambiado.
Lo observaba atónita sintiendo una punzada en su pecho, pero Jungkook limpió bruscamente la lágrima que había comenzado a brotar, para luego tomar su maleta con la intención de continuar su camino.
—¡No, no, no! ¡Espera, Jungkook! —exigió desesperada, tomándolo del brazo—. ¡Por favor!
Quiso seguir rogando, buscar la forma de detenerlo, que cambiara su decisión y pudieran hablar tranquilos para volver a estar bien, porque estaba perdiéndose en la desesperación, pero en eso la puerta fue abierta de forma brusca, logrando que ambos se sobresaltaran.
—¡Por favor, tía...! —exclamó Wyatt, pero al verlos, al estar detrás tomó la muñeca de Georgia—. Mierda...
Jungkook en ese momento se arrepentía por haber perdido el tiempo, por no haber logrado marcharse antes de que ellos volvieran, ya que sabía que lo más probable es que tuviera que dar una explicación de por qué se iba solo. Necesitaba buscar una que no dejara en evidencia a Megan, porque, a pesar de sentirse de alguna manera traicionado, no era capaz de traicionarla a ella y mucho menos de esa forma. Mientras que ella solo tenía cabeza para pensar en lo que estaba sucediendo con él, sin importarle en absoluto que su familia pudiera saber que había sido la causante de que "su relación" se viera arruinada. Solo quería buscar la forma de arreglar todo con Jungkook.
—¿Qué hacen? —Georgia dirigió su mirada a la maleta de Jungkook.
Observó por un momento a Megan que parecía rogante mientras se aferraba más a su brazo.
—Por favor, no...—musitó, pero él desvió la mirada al no querer debilitarse.
—Me iré solo.
Georgia dio un paso hacia el frente, pero su sobrino tiró del agarre.
—Tía, por favor...
—Quítate —ordenó apartando de forma brusca su brazo, mientras Megan comenzaba a tensarse por su actuar y Jungkook estaba algo confundido—. Sí, creo que lo mejor es que te vayas solo, Jungkook.
—Mamá, ¿qué...?
—Tú cállate, Megan —la interrumpió—. Ya puedes marcharte, Jungkook.
Estaba sorprendido por eso, pero a la misma aliviado de que no tuviera que dar explicaciones.
—Lamento esto —murmuró al quedar en frente de Georgia y Wyatt—. De todas maneras, fue un placer conocerlos.
—También fue un placer conocerte.
Continuó cabizbajo, pero al llegar a la puerta giró a ver a Wyatt que parecía entre angustiado y desesperado.
—Adiós, Wyatt.
Georgia volteó a ver cómo Jungkook salía, para luego acercarse a la puerta y cerrarla, quedándose así mientras intentaba respirar con normalidad. Su hija la observaba desconcertada por aquella reacción, intentando reaccionar e ignorando por completo a su primo, pero es que no entendía cómo había podido ser capaz de, alguna manera, terminar por echar a Jungkook cuando lo que ella quería era poder arreglar la situación.
—¡¿Qué haces, mamá?! —preguntó histérica queriendo acercarse, pero Wyatt quedó en frente y negó con la cabeza como si le aconsejara que no actuara de esa manera—. ¡¿Qué rayos pasa contigo?!
—Ten cuidado con cómo me hablas, Megan
—advirtió volteando a verla—. Mejor dime una cosa. ¿Por qué Jungkook acaba de marcharse solo?
—Solo... tuvimos una discusión.
—¿Sobre qué?
Abría la boca y la cerraba al no encontrar una buena mentira, por lo que miró a Wyatt como si él pudiera ayudarle de alguna manera, pero el castaño solo bajó la cabeza, lo que hizo que se confundiera mucho más.
—No tienes que saber todo lo que pasa en mi relación con él.
—¿No? —Alzó una ceja mientras se acercaba, lo que hizo que Megan sintiera ganas de retroceder—. ¡¿Como tampoco debo hacerme cargo de la degeneración de mi hija?!
—Mamá...
Jamás había esperado que esas palabras salieran de su boca, haciéndole saber que podría estar enterada de lo que siempre había buscado ocultarle, pero fue más sorprendida al luego sentir un fuerte ardor en parte de su rostro que le hizo perder el equilibrio y caer al suelo de trasero. Sintió cómo un líquido tibio comenzó a brotar por su labio inferior, por lo que llevó sus dedos temblorosos, para luego observarlos, estremeciéndose y sin poder reprimir un sollozo al ver aquella mancha roja en sus dedos.
—¡¿Qué haces, tía?! —gritó histérico.
—¡Mamá...! —chilló asustada, ya que jamás se había atrevido a hacer algo así.
—¡No tienes una jodida idea del asco que siento al saber que finalmente tenía razón y mi hija está enferma!
Las verdades de Megan habían salido a la luz aquella tarde, lo que hizo que sin soportarlo más, rompiera en llanto.
(...)
Jungkook había caminado hacia su coche, alejándose varios metros y diciéndose que no volteara a verla, ya que podría debilitarse aún más. No quería llorar. No cuando estaba afuera de esa casa y alguien podría verlo. Solo guardó la maleta en la cajuela, soltando un suspiro tembloroso, pero al querer abrir la puerta para subirse, un sonido llamó su atención.
Una camioneta aparcaba en frente, de donde se bajaba Robert.
—¿Iban a romper la promesa? —preguntó indignado, pero al ver hacia el coche, frunció el ceño—. ¿Y mi hija?
Jungkook bajó la cabeza, preguntándose por qué tenía que seguir metiéndose en ese tipo de situaciones, si acaso estaba pagando algún tipo de karma para no poder irse de una vez cuando todavía podía sentir el nudo en su garganta.
—¿Yerno...?
—Me voy solo.
—¿Solo? ¿Por qué? ¿Qué sucedió? ¿Megan está bien? —Interrogó preocupado.
—Megan está bien. Puede estar tranquilo.
—Entonces, ¿qué sucedió? ¿Por qué te vas solo, yerno? —se acercó apoyando la mano en su hombro, lo que hizo que Jungkook bajara la cabeza.
—Ya no soy su yerno, señor.
—¿Qué...?
—Si me voy solo es porque Megan y yo terminamos —explicó notando cómo Robert se sorprendía.
—P-pero... ¿Por qué? —indagó desconcertado—. Si estaban bien...
—No importa. Si Megan quiere, se lo dirá —asintió presionando los labios—. Ya debo irme. Lamento esto.
Jungkook volteó para caminar hacia el coche, abriendo la puerta con la intención de subirse, pero en eso sintió cómo fue tomado con fuerza del hombro.
Por un momento se asustó, creyendo que el hombre podría hacer algo al respecto al creer que pudo ser la razón porque terminaran con Megan, y ahora darle algún tipo de merecido, pero acabó jadeando sorprendido al sentir cómo el hombre lo abrazaba con fuerza.
—Sé que eres un buen muchacho, Jungkook —mencionó mientras él sentía cómo se volvía aún más vulnerable, atreviéndose a corresponder a su abrazo al sentir que lo necesitaba—. Créeme que fue un placer haberte conocido, y no me gusta el hecho de ya no poder tenerte como yerno.
Jungkook cerró los ojos con fuerza, diciéndose que debía ser fuerte para no sentir más culpa por sus mentiras, como tampoco dolor por cómo acabaron las cosas, sabiendo que no volvería a compartir el tiempo con Robert, cuando minutos atrás estaba feliz ante la idea de que podrían volver a verse y esa próxima vez sí sería su yerno.
—Juro que cumplí mi promesa, señor—murmuró con la voz ahogada.
¡Hola!
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Esperaban que fuera este tipo de intensidad y que Jungkook supiera lo que pasó entre Megan y Heather gracias a Asher? ¿Qué creen que pase ahora entre Megan y Jungkook? ¿Será que podrán arreglarlo cuando estén en Filadelfia?
Espero que les haya gustado el nuevo capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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