O22 | CITA | PARTE 1
Estaba tan sumido en el dolor, que al escuchar unos pasos rápidos, levantó la cabeza sorprendiéndose cuando las manos de Megan lo tomaron del rostro empapado de lágrimas y estampó sus labios con los de él, robándole el aliento. Hizo un sonido involuntario con la garganta, pero cuando comenzó a mover los labios ejerciendo algo de presión, reaccionó tomándola de la cintura mientras ella tomaba por primera vez la iniciativa. Lamía sus labios y piercings para pedirle acceso, el cual se lo dio sin dudar sintiendo cómo recorría su cavidad bucal, acariciando su lengua con la suya, debilitándolo por completo, por lo que la tomaba con fuerza, deseando que eso significara que podía entregarse por completo a ella porque, de alguna manera, era correspondido.
Estaba hechizado ante la sensación de cómo lo besaba sin miedo, como si lo estuviera deseando de la misma manera que él llevaba deseándola.
El sentir el metal de sus piercings ante los movimientos de sus labios, cómo sus grandes manos la sostenían con fuerza, como si quisiera fundirse en ella porque el que sus cuerpos estuvieran apegados no bastaba, estaba haciendo que las piernas de Megan llegaran a temblar.
La presión estaba instalándose en su pecho, los latidos rápidos de su corazón como los de Jungkook, aunque ella no lo sabía, no estaban ayudándole para nada.
Necesitaba recuperar el aliento, por lo que rompió el beso, sintiendo cómo sus narices se rozaban y sus alientos se mezclaban a la vez que ella bajaba las manos al suéter de él, empuñándolo con fuerza.
No era capaz de abrir los ojos mientras miles de pensamientos pasaban por su cabeza, haciéndola desesperar al no saber qué decir, aunque estaba segura de que si lo supiera, las palabras tampoco saldrían de su boca. Quiso bajar la cabeza, dándose por vencida y sintiendo su labio inferior temblar, pero terminó siendo sorprendida cuando Jungkook llevó la mano a su mentón y volvió a juntar a sus labios.
Esta vez la besaba tímida y lentamente, mientras ella deseaba que todos esos pensamientos se esfumaran y solo pudiera concentrarse en que eran ellos dos. Accedió a que profundizara el beso en una divina danza con sus lenguas, esta vez menos intensa, pero aún apasionada.
Jungkook rompió lentamente el beso, pero rozaba sus labios por momentos, dejando besos pequeños sobre los de ella. Acariciaba su mejilla con suavidad mientras sus respiraciones irregulares se mezclaban, él volviendo a abrir primero los ojos para observarla embobado. Las comisuras de sus labios iban elevándose en una pequeña sonrisa, encontrándose nuevamente con sus ojos claros.
—¿Jungkook...? —su voz salió casi inaudible, soltando su suéter.
Podía notar sus nervios, el miedo.
—Está bien. Está bien, Megan —aseguró por lo bajo de manera tranquilizadora mientras asentía repetidamente con la cabeza, continuando con sus caricias.
Megan llevó la mano a la suya que estaba en su mejilla, por lo que él la cerró con suavidad.
—L-lo siento. Solo... Dame un momento —pidió apartando su mano, para luego voltear y comenzar a caminar hacia su casa.
Jungkook la observó entrar, llenándose de preguntas sobre qué podía significar lo que acababa de suceder. Pero, por primera vez, en vez de dejarse llevar por aquellos malos pensamientos, estaba dejándose llevar por los buenos, porque la ilusión estaba presente luego de sentir cómo en aquel beso pudo demostrarle que sí lo deseaba, que sí podía haber despertado algo en ella y no era tan solo su imaginación.
Megan, de un momento a otro, estaba en el baño, sintiendo cómo su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho y cómo sus manos temblaban al intentar desbloquear su celular. Necesitaba desesperadamente ayuda antes de llegar a cometer un error.
El sonido de la ducha podía escucharse mientras que ella entreabrió la puerta, asegurándose de que Jungkook no estuviera en la habitación, para así presionar el contacto de Taehyung.
Mordía su labio inferior con fuerza, rogando que por más tarde que fuese, su mejor amigo pudiera responderle. Y en cuanto lo vio con su cabello desordenado, refregando uno de sus ojos, suspiró aliviada, aunque por la claridad que había y al poder ver el fondo, frunció el ceño.
—¿Por qué rayos me llamas tan tarde, Megan? —preguntó con voz profunda, soltando un quejido al acomodarse en el sofá.
—¿Estás en mi departamento, Taehyung?
—Mmm... Sí.
—¿Por qué?
—Ah, eso... Oye, linda sorpresa me encontré en uno de los cajones mientras buscaba la chaqueta que me robaste —comentó con una sonrisa burlona, provocando que ella abriera los ojos a la par.
—¡Primero Jungkook y ahora tú...!
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que Jungkook supo que tenías eso antes que yo?! —cuestionó ofendido—. No sabía que se tenían tanta confianza como para que se lo enseñaras.
—¡Claro que no fue así, idiota! Solo no sabía en ese momento que me visitaría y me olvidé de quitarlo del baño —aclaró volviendo a asomar su cabeza por la puerta entreabierta, aliviándose de no ver a Jungkook.
—Ya, ¿me dirás por qué me llamas? ¿No sabes la hora que es? —frunció el ceño—. Por si lo olvidas, yo no estoy disfrutando de unas vacaciones como ustedes. Trabajo en la mañana.
—Y-yo... ¡Agh! Necesito tu ayuda.
—¿Cuándo no? —cuestionó frustrado—. Ya, dime así puedo volver a dormir.
Megan apretaba su labio inferior con los dedos mientras bajaba la cabeza, preguntándose cómo pudo pensar en pedirle ayuda a su mejor amigo, cuando ni siquiera era capaz de confesarle lo que había dicho.
—¿Por qué no hablas? ¡Tengo que despertarme temprano...! —repitió frustrándose cada vez más, pero se detuvo mientras arrugaba el rostro, acercándose a la pantalla—. Oye, ¿por qué estás roja?
—Besé a Jungkook...—murmuró de manera casi inaudible, sin apartar la mano de su labio inferior.
Aquello hizo que Taehyung mirase a la cámara mientras arrugaba el rostro.
—¡Habla bien y quítate la mano, estúpida!
Megan, frustrada, quitó la mano decidiendo confesarlo.
—Besé a Jungkook.
—¡¿Qué?! —alzó la voz mientras sus ojos se abrían por el asombro, notando cómo ella parecía ponerse histérica—. ¡Ah! ¡Olvídalo! ¡Lo escuché! ¡Lo...!
—¡Besé a Jungkook! —chilló histérica, cerrando la puerta—. ¡Lo besé! ¡Yo lo besé y no fue por fingir, Taehyung! ¡Lo besé! ¡Yo me atreví a...!
—¡Sí, sí, sí! ¡Lo besaste, entendí! ¡Ya cálmate o te escuchará el mundo entero! —la interrumpió mientras ella se cubría los labios con la mano, sintiendo cómo si espalda comenzaba a deslizarse por la puerta—. Pero... ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué?! ¡Cuéntame todo desde el principio!
—Olvídalo. Ahora no hay tiempo para eso. Va a entrar en cualquier momento y yo tengo que darme una ducha —suspiró pasando la mano por su cabello ahora despeinado.
—Pero ¿por qué...?
—¡En eso necesito que me ayudes! —recalcó desesperada—. Sé que ahora él está esperando una respuesta de mi parte, probablemente, una... Confesión, pero yo... Ha pasado tanto. No tienes ni una idea de todo lo que ha pasado y más esta noche, Taehyung.
—Ahora mismo haces que quiera golpearme por no haberte dicho que quería acompañarlos y ver el show que iban a dar con tu familia —suspiró—. Tan solo me quede para...—presionó los labios y negó con la cabeza mientras Megan lo miraba confundida—. Ya, vamos a lo importante. Jungkook y tú. ¿Qué pasó para que lo besaras? ¿Por qué esperaría una confesión?
—Taehyung, tan solo ayúdame sin que tenga que contártelo todo ahora. No puedo lastimarlo...
Su mejor amigo la observaba con sus ojos abiertos a la par al comenzar a comprender todo, por lo que Megan al notar que tan solo parecía querer indagar más, jadeó estresada cubriéndose parte del rostro con la mano.
—¡¿Jungkook gusta de ti?!
—Olvídalo. No me sirves. No vas a ayudarme una mierda...
—¡No, no, no! ¡Espera! ¡Entiende que debo procesar todo y justo cuando desperté hace dos minutos! —la interrumpió rápidamente—. Escucha, probablemente, no puedas tomar una decisión ahora y confesarte porque tampoco puedo ayudarte a acomodar tus ideas y sentimientos en un segundo. Además, eso tan solo puedes hacerlo tú —recalcó mientras ella bajaba la cabeza con sus labios fruncidos, insatisfecha por sus palabras—. Si quieres ser sincera con él, tómate esta noche para pensarlo bien...
—No me ayudas...
—Pero... Si te ha hecho dudar, significa algo, ¿no? —sonrió—. Y si quieres que te diga algo más, Jungkook es un buen hombre, así que no hagas nada estúpido. Me enojaré contigo si lo haces... ¡Ah! Y dile que me enojaré con él si hace algo estúpido contigo.
—¡Agh! Tú realmente no me ayudas.
—¡¿Y qué carajos quieres que haga?! No puedo meterme en tu cabeza e intentar entender ese lío ahora mismo —reprochó frustrado, pero luego soltó una risilla mientras ella arrugaba el rostro—. ¿Quién diría que mi buen mejor amigo, Jungkook, podría hacer dudar a alguien tan lesbiana...?
Megan podía sentir cómo su sangre comenzaba a hervir al notar la burla, por lo que cortó rápidamente la videollamada, apoyando bruscamente el celular en el suelo.
—Estúpido. Inservible...—masculló cubriéndose el rostro con la mano libre.
En eso, pudo escuchar la puerta de su habitación cerrarse, lo que hizo que se levantara rápidamente mientras sentía sus latidos acelerarse al saber que era porque Jungkook ya se encontraba allí.
Una vez en la ducha, dejó caer el agua caliente en su espalda, queriendo quitar toda la tensión y poder despejar un poco su cabeza, pensando qué podría decirle a Jungkook cuando lo viera en la habitación. No quería que llegara el momento de salir hasta no poder entenderse un poco aunque sea, pero los minutos pasaban y su cabeza solo parecía empeorar.
Megan llevaba una camiseta blanca holgada y unos shorts negros, ni siquiera era capaz de mirarse al espejo en ese momento porque se detestaba demasiado, por lo que tan solo tomó la valentía suficiente para poder salir. La luz del velador del lado de Jungkook estaba encendido y pudo sentir una intensa mirada por su parte que se sentó rápidamente en la cama, mirándola de pies a cabeza, la cual bajó al salir para no verlo al ser incapaz.
—¿Megan...?
Ella cerró los ojos con fuerza, mordiéndose el labio inferior mientras parecía incapaz de seguir acercándose. Estaba paralizada de los nervios y su corazón parecía querer escapar de su pecho.
—¿Vas a acostarte así?
—¿Huh? —frunció el ceño, levantando la cabeza, logrando ver cómo Jungkook parecía algo desconcertado.
—Tienes el cabello todavía húmedo. Deberías secártelo...
—Oh...
—Tú siéntate en la cama —ordenó levantándose rápidamente.
—¿Qué? Pero...
—No te preocupes —sonrió de manera tranquilizadora, pasando por su lado—. Debes estar demasiado cansada, así que yo me encargaré de secártelo.
Ella abrió los ojos a la par mientras lo observaba entrar al baño, y no muy convencida, se acercó con las piernas temblorosas a la cama. Al verlo salir con el secador y con una pequeña sonrisa en su rostro, bajó su cabeza mientras juntaba las manos.
Jungkook parecía muy seguro de todo lo que hacía, sorprendiéndola cuando tomó asiento en la cama y luego la tomó de la mano, haciéndola sentar en frente en el pequeño espacio que había hecho. Pero, esa seguridad, en realidad, no existía, pues se sentía temblar y su rostro arder mientras comenzaba a secar su cabello.
Megan cerraba los ojos con fuerza, pellizcándose los dedos, ya que no solo estaba nerviosa por la cercanía, sino por aquel comportamiento de Jungkook que se le hacía demasiado dulce. No podía evitar reprocharse todavía más al pensar en que había actuado sin pensar y no sabía qué era lo que sentía, qué era lo correcto.
Él estaba demasiado concentrado en secar su cabello, esperando que eso no llegara a incomodarle, aunque podía notar sus nervios y además la tensión era algo imposible de ignorar. Pero deseaba poder demostrarle que estaba bien, que tan solo intentaba hacer que se sintiera menos presionada e incómoda con la situación, porque cuál fuese su respuesta, la aceptaría.
Megan al escuchar que apagó el secador, sintiendo su cabello seco y tibio acomodarse a sus lados, hizo que sus latidos se aceleraran.
—Listo. Ya puedes descansar —asintió mientras ella se levantaba nerviosa, permitiendo que él también lo hiciera.
Jungkook se dirigió al baño, sin notar cómo ella lo observaba confundida, preguntándose porqué había dicho eso cuando estaba segura de que la esperó porque necesitaba una respuesta, lo cual era completamente normal, ya que si se ponía en su lugar también esperaría lo mismo.
Al salir del baño y verla a un lado de la cama como si lo estuviera esperando, frunció el ceño.
—¿Qué sucede? ¿Por qué todavía no te acuestas? —preguntó desconcertado, acercándose—. Debes estar demasiado cansada...
—¿N-no estabas esperándome para hablar? —cuestionó nerviosa, jugando con las manos.
—Megan...—suspiró sentándose, tomando su mano para hacerla sentar a su lado—, no quiero obligarte...
—Pero lo que pasó...
—No voy a mentirte. Sí espero alguna respuesta, pero... Te veo y noto que aún no es el momento, así que tampoco pienso presionarte —explicó con suavidad mientras ella bajaba la cabeza, soltando un suspiro de alivio—. ¿Acaso tú quieres dármela?
Mordiendo ligeramente su labio inferior, asintió, conectando sus miradas, notando cómo él parecía sorprenderse.
—C-claro que quiero, pero... No puedo hacerlo todavía —respondió de manera casi inaudible y angustiada—. ¿Puedes dejarme pensar por esta noche, y quizás mañana pueda darte la respuesta? —Jungkook presionó los labios, bajando la cabeza por un momento, lo que hizo que Megan se sintiera desesperar al pensar que, en realidad, estaba decepcionándolo—. Es que... Con todo lo que pasó esta noche, yo... No puedo pensar con claridad para decirte qué es lo que siento, porque...
—Hey, tranquila —murmuró apretando el agarre a su mano, conectando sus miradas.
—No quiero que te molestes...
—No lo haré. De hecho solo estoy pensando en que tienes razón. Creo que pasaste demasiado por esta noche y también es debido a mí que me confesé cuando ya tenías más que suficiente, pero es que si no te lo decía en ese momento, yo... Sentía que iba a morir. No lo sé, pero...
—No digas eso —pidió por lo bajo, desviando la mirada mientras su rostro ardía.
—Lo siento —musitó confundiéndola, hasta que ella sintió su cálida mano en la mejilla, haciendo que conectara sus miradas—. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres hablar?
Desde su confesión, Megan parecía haberse olvidado por completo de todo lo demás, cómo se sintió estúpida por Heather, la manera en que fue atacada por Asher, el que su primo ahora supiera lo que tanto le había costado ocultar. Se lo había olvidado de todo por él, porque tan solo le preocupaba poner en orden sus sentimientos y no lastimarlo, por lo que ahora al recordar sentía una presión su pecho.
Su labio inferior temblaba mientras su visión se tornaba nublaba, ya que no había tenido un momento para concentrarse realmente en todo lo sucedido y, quizás, gracias a esa joven con la que horas atrás estaba tan ilusionada de poder empezar de una vez por todas una historia juntas.
—Megan...
Ella bajó la cabeza mientras un sollozo escapaba de sus labios, Jungkook pudiendo sentir cómo su pulgar se humedecía por sus lágrimas, lo que hizo que su corazón se encogiera.
—Lo siento —musitó.
Megan había tenido miedo de confiar, de volver a esa desilusión, de volver a sentir que el amor no era para ella, y ahora se encontraba nuevamente llorando por aquella rubia de la que llevaba años enamorada. Pero esta vez no era solamente por sentirse rechazada, había mucho más que eso, y su corazón dolía de una forma que nunca antes le dolió por ella.
Estaba agotada.
Después de tanto, Megan sentía que amar a Heather la había agotado.
—¿Por qué te disculpas conmigo? —preguntó confundido.
—Es que esta noche no he dejado de llorar y de desahogarme contigo, así que ya debes estar cansa...
—No digas eso. No lo estoy —la interrumpió rápidamente—. ¿Crees que te pregunto por cómo te sientes y si quieres hablar, solo por obligación? Megan, todo lo que tengas para decirme, todo lo que sientas, me importa —aseguró mientras ella sorbía su nariz—. El hecho de que llores, no me gusta, pero prefiero que lo hagas mientras estoy contigo porque puedo intentar hacer algo al respecto, así que desahógate conmigo. Quiero saber todo lo que estás sintiendo ahora.
Jungkook limpiaba sus lágrimas con delicadeza con el pulgar, bajando lentamente la mano hasta llegar a su mentón, obligándola a mirarlo, encontrándose con sus ojos enrojecidos y brillosos a causa de las lágrimas.
—Dime porqué lloras.
—E-es solo que... —dijo con un hilo de voz y un pequeño sollozo escapó de su garganta mientras él estaba atento, deseando poder entender— estoy tan decepcionada.
En ese momento, Megan se rompió por completo, por lo que Jungkook no dudó ni un solo segundo en envolverla entre sus brazos, acomodándola sobre él, dejando sus piernas a un lado. Sentía cómo ella pasaba los brazos por su espalda, aferrándose a su cuerpo mientras sollozaba desconsoladamente, por lo que la estrechó entre sus brazos con más fuerza, queriendo poder brindarle la misma calma que ella le brindaba cuando lo abrazaba.
No le gustaba para nada saber que la tenía entre sus brazos llorando por Heather, pero no era a causa de celos. Iba más allá de eso. No comprendía cómo era posible que llevara sintiendo aquel amor para nada correspondido tanto tiempo y manteniéndose callada, cuando él llevaba tan poco tiempo y esa noche explotó porque era incapaz de seguir callándolo. Pues, prefería ser rechazado y así poder buscar una forma de ser libre de aquel sentimiento a tener que seguir callando y cargando ese sentimiento, lleno de dudas y esperanzado a que algún tenga la valentía de soltarlo todo y fuese correspondido.
No comprendía porqué había dicho que Heather había jugado con ella, tampoco porqué lo haría, ya que en el parque de diversiones pudo notar la conexión entre ambas, cómo la rubia lo miró a él como si fuera un mal tercio, cómo Megan parecía ser finalmente correspondida. Pero lo que menos comprendía era porqué Heather la lastimaría así, mientras que él deseaba poder ser ella para poder obtener aunque sea un poco del amor de Megan.
La escuchaba sollozar por lo bajo y sorber su nariz mientras él acariciaba dulcemente su espalda que temblaba a causa de sus sollozos. Era demasiado fácil notar que estaba exhausta, por lo que le sorprendía que pudiera continuar llorando, pero se decía que realmente había sido demasiado para soportar aquella noche para Megan.
—Necesitas descansar —murmuró con suavidad, continuando con las caricias en su espalda—. Si sigues llorando solo va a dolerte la cabeza. Intenta descansar un poco, ¿sí?
Podía escucharla sorber su nariz y a los pocos segundos solamente asentir con la cabeza mientras se limpiaba las lágrimas con una de las manos.
—¿Quieres que te suelte?
Al sentir cómo negaba de manera rápida y repetidamente con la cabeza, se sorprendió.
—Está bien, pero primero déjame apartar las mantas para que te acuestes y luego te abrazaré de nuevo para que podamos dormir, ¿sí?
Tan solo asintió mientras él intentaba reprimir una sonrisa, hasta que ella se apartó manteniendo la cabeza gacha con su cabello cubriendo parte de su rostro, limpiándose las lágrimas que seguían brotando, por lo que aprovechó para inclinarse y hacer a un lado las mantas. Ambos se recostaron, Jungkook sintiendo cómo rápidamente se aferraba a su cuerpo, escondiendo el rostro en su pecho, por lo que luego de estirar el brazo para apagar la luz del velador, la envolvió entre sus brazos.
—Mañana será un día mejor —aseguró con suavidad, dejando luego un beso en su cabeza—. Descansa, Megan.
De su parte tan solo escuchó cómo sorbía su nariz y pasaba la mano por su espalda, por lo que dejó otro beso en su cabeza mientras acariciaba con suavidad su espalda y cerraba los ojos, disponiéndose a descansar luego de una noche demasiado intensa para ambos que estaban exhaustos.
(...)
Jungkook había despertado sintiendo cómo su cuerpo era apretado con fuerza y con un peso en su cadera, lo que hizo que confundido abriera los ojos, encontrándose con el cabello oscuro y ondulado de la fémina, la cual dormía profundamente abrazándolo por la cintura y teniendo su pierna sobre su cadera.
Quiso sonreír ante la imagen, pero en ese momento fue consciente de que había algo más.
Se quería convencer de que era algo normal e inconsciente para así calmar sus nervios y culpa por la reacción de su cuerpo, cuando si se encontraban abrazados de esa forma era porque quiso ayudar a que pudiera calmarse y descansar, pero la posición no era la mejor, y por más que lo intentara ocultar concentrándose tan solo en los sentimientos, cada día que pasaba, también iba intensificándose el deseo que sentía por ella.
Pues, no solo encendía su corazón, también su cuerpo, y ese momento era la prueba de eso, por lo que le urgía darse una ducha fría.
Ahora se encontraba en la cocina, observando cómo Wyatt buscaba dos tazas para que él pudiera servir café, pero en eso vio a Georgia entrar y conversar con su sobrino, el cual se encogía de hombros ante lo que le decía.
—¿Quiere café? —se atrevió a preguntar, llamando su atención cuando tenía la intención de salir.
—No, gracias. Iré a pedirle a Megan que me ayude con unas cajas en el ático.
—¿Quiere que las ayude? Es mejor...
—No, está bien. Tú tranquilo, cariño —asintió regalándole una sonrisa tranquilizadora antes de salir.
Jungkook suspiró frustrado, pues desde la noche anterior había comenzado a sentir una inquietud en su pecho que le hacía preguntarse qué era lo que sentía raro o si acaso era solo la culpa gracias a sus mentiras.
—Mira, quizás no tengas suerte con Megan, pero si lo intentas, seguro tienes suerte y conquistas a su madre —bromeó llamando la atención de Jungkook que arrugó el rostro demostrando disgusto.
—¡¿Qué carajos pasa por tu cabeza, Wyatt?! —cuestionó histérico.
—¡Es broma! —exclamó soltando una risotada.
El tatuado chasqueó la lengua mientras negaba repetidamente con la cabeza, para luego entregarle la taza al castaño que seguía riendo. En ese momento volvía aquel recuerdo del beso de Megan, haciendo que sintiera su cuerpo estremecerse y se llenara de dudas acerca de lo que podría significar.
No sabía cómo hacer que se diera la conversación acerca de lo que ella podría sentir, si era correcto preguntarlo o solo causaría que se sintiera presionada y pudiera también hacer que si tenía una oportunidad, se esfumara, pero es que Megan había dicho que ese día le daría una respuesta y cada minuto que pasaba se desesperaba más. Era alguien que se consideraba paciente, pero en esos momentos no podía serlo para nada, aunque estaba esforzándose por buscar una manera de actuar que fuera correcta y no impulsiva.
Pensaba y pensaba, pero eso solo lograba que se confundiera más, estresándose.
Necesitaba desesperadamente un consejo.
—Anoche le confesé mis sentimientos...
Wyatt rápidamente apoyó la taza en la isla de cocina, mirándolo asombrado.
—P-pero te dije que no lo hicieras justamente anoche.
—Nunca lo dijiste.
—¡Claro que sí! —exclamó histérico—. Carajo, si querías tener aunque sea una oportunidad, ¡debiste esperar otro momento para confesarte! —llevó la mano a su frente, masajeándola mientras suspiraba estresado—. No importa. Ya no sirve de nada que te lo reproche. ¿Te rechazó muy feo? Dime, ¿cómo estás? ¿Al menos siguen llevándose bien?
Jungkook arrugó el rostro, encontrándose con su expresión de consternación. Tal parecía ser que Wyatt no tenía ni siquiera algo de esperanza y ya daba por hecho que había sido rechazado, lo que le hacía preguntarse si acaso, entonces, le mintió al decirle que creía que Megan sí sentía algo por él.
—Megan... Megan no me rechazó —aclaró haciendo una mueca—. De hecho... Ella me besó.
Aquello hizo que Wyatt jadeara sorprendido, levantándose rápidamente mientras sus ojos se abrían a la par y se acercaba tomándolo de la camiseta, asustándolo.
—¡Mírame y dime que no me mientes!
—¿P-por qué mentiría con algo así?
—¡Oh, por Dios! ¡Oh, por Dios! ¡Mi prima y tú...!
—¡Cállate! —murmuró histérico, levantándose para cubrirle la boca con la mano—. ¿Acaso quieres que nos escuchen?
Wyatt que seguía con sus ojos abiertos a la par, llevó la mano a la suya para apartarla.
—¿En verdad Megan te besó?
—Sí, pero cállate.
—¿Eso significa que están juntos? —preguntó con una gran sonrisa, dejando notar lo feliz que estaba.
—No.
—¿Qué? P-pero...
—Ella solo me besó, pero... No me ha dicho nada sobre que corresponda a mis sentimientos.
—¿Mi prima es idiota o...?
—No. Claro que no —lo interrumpió rápidamente y soltó un suspiro—. ¿Olvidas todo lo que sucedió anoche? Megan no estaba bien como para que justamente llegara yo con esa confesión.
—Bueno, ambos son idiotas —chasqueó la lengua—. Pero ya, ¿entonces qué? ¿En qué quedaron?
Jungkook se encogió de hombros y llevó las manos a las caderas, jugando con los piercings de su labio inferior mientras parecía pensar.
—Ella dijo que quizás hoy tendría una respuesta —mencionó mientras Wyatt apoyaba la barbilla en la mano, mirándolo atento—. Entonces... Creo que... Podría hacer algo.
—¿Hacer algo? —arrugó levemente la frente—. ¿A qué te refieres?
—Lo haré bien —aseguró asintiendo con la cabeza, confundiendo más a Wyatt—. Quiero confesarme nuevamente hoy y que me dé una respuesta.
Wyatt lo miraba con el rostro arrugado, como si aquello no le pareciera una buena idea, causando que las inseguridades ante esa idea volvieran a Jungkook, pero al notar cómo abría los ojos a la par y se levantaba como si se le hubiera ocurrido una buena idea, llamó por completo su atención.
—¡Lo tengo!
—¿Qué...?
—¡Tío! —exclamó corriendo hacia la salida de la cocina—. ¡Tío, tío, tío! ¡No te vayas! ¡Espera!
—¿Qué carajos...?
Observaba hacia la puerta por donde había salido Wyatt mientras a él lo invadía más la confusión y curiosidad, por lo que también decidió salir de la cocina, encontrándose en la puerta al castaño que tomaba del brazo a Robert que estaba a punto de salir para irse a trabajar.
—¡Él necesita su ayuda!
—¿Jungkook? —Robert observó confundido al pelinegro.
—¿Yo...? —se señaló confundido.
—¡Sí! —asintió repetidamente—. Él quiere llevar a una cita a mi prima, y necesita su ayuda.
—¿Por qué necesitas mi ayuda, yerno?
Jungkook se encogió de hombros sin saber siquiera qué decir, sintiendo cómo los nervios lo invadían, ya que ni siquiera había planeado realmente una cita y ahora el padre de Megan lo ayudaría, el cual lo miraba interrogante.
—Y-yo... No sé...
—Agh... Olvídalo, se pone tímido —intervino rápidamente, Wyatt—. Jungkook quiere llevar a Megan a una cita ahora para disfrutar del día, pero no sabe dónde.
—Oh, ¿así que vas a llevar a mi hija a una cita?
El hombre lo miraba cruzados de brazos con ambas cejas alzadas mientras Jungkook sentía su rostro arder ante la vergüenza y nervios, pero Robert acabó soltando una risotada para acercarse a él.
—Creo que sé de un buen lugar donde podrán disfrutar de la tarde —comentó pasando el brazo por sus hombros—. ¿Quieres que te lo diga?
—P-por favor...—murmuró nervioso con una pequeña sonrisa, provocando que la del hombre se ensanchara al ver su rostro enrojecido.
(...)
—¡Tú ve a buscarla para invitarla que yo cargaré todo!
Ese grito había escuchado por parte de Wyatt que lo sacó a empujones de la cocina, provocando que casi tropezara con sus propios pies. No sabía qué hacer, cómo manejar los nervios que se incrementaban con cada segundo, pero tomó una bocanada de aire mientras se decía que debía hacer a un lado los pensamientos negativos y arriesgarse como lo había hecho la noche anterior.
Subió las escaleras, preguntándose si estaría bien dirigirse directamente al ático donde había dicho Georgia que estarían, pero es que no podía tardarse. Debía aprovechar la tarde, aquel día soleado, así que continuó caminando, hasta que escuchó unos pasos que le hicieron levantar la mirada y detenerse de manera abrupta al ver a la persona que ya lo tenía de los nervios.
—¿M-Megan?
La fémina que estaba concentrada en escribir algo en su celular, arrugó levemente la frente, levantando la cabeza mientras parecía sorprenderse a la vez que bloqueaba rápidamente su celular.
—Pues, sí. ¿Estás buscando a mi madre o...?
—No, no, claro que no —negó rápidamente con la cabeza y arrugando el rostro.
—¿Entonces...?
—Es bueno verte... Es decir, estaba buscándote.
—¿Y eso por qué?
Jungkook frunció por un momento el ceño, notando que parecía demasiado seria y por su manera de hablar, era demasiado evidente que estaba molesta, lo que despertaba su curiosidad, hasta haciéndole preguntarse si acaso estaba siendo una molestia.
—¿Estás bien? —se atrevió a preguntar, observando cómo ella que mordía el interior de sus mejillas y bajaba la cabeza mientras masajeaba su frente, para luego soltar un suspiro—. ¿Sucedió algo?
—No es nada...—respondió mirando hacia su lado.
—Dime...
—No. En verdad no es nada importante —lo interrumpió—. Estabas buscándome y aquí estoy.
Notó cómo Megan intentaba sonreír, quizás tan solo para que no pensara que podía ser el causante de su molestia, asegurándole que con él estaba bien, lo que hacía que se pusiera aún más nervioso al recordar lo que quería hacer.
Tomó una bocanada de aire, diciéndose que debía dejar el miedo a un lado y ser más valiente por ella.
—¿Estás ocupada? —Megan frunció el ceño, demostrando su desconcierto—. E-es que tu madre me dijo que estabas ayudándola...
—Oh, sí, pero por suerte ya terminé con eso.
—Entonces, ¿estás libre...?
—Sí —respondió todavía mirándolo con el ceño fruncido—. Ya, ¿qué sucede?
Sentía sus latidos acelerados ante los nervios, pero Jungkook pensaba en que esa tarde durante la cita que tendrían si aceptaba, debía decirle allí nuevamente sobre sus sentimientos, ahora sin remordimientos y recibiendo una respuesta de su parte para bien o para mal.
Pero la verdad, es que luego de su beso, cómo pareció entregarle calma durante la noche, su corazón estaba anhelando que también lo quisiera.
—Yo... Como estás libre, pensé... Quiero decir, si tú quieres, podríamos... Carajo —al escuchar una risa por parte de Megan, bajó la cabeza soltando un suspiro de frustración, pensando en que el miedo nuevamente estaba dominándolo y no podía hacer las cosas bien como había planeado.
—Jungkook, ¿estás bien?
Al volver a levantar la cabeza y ver cómo presionaba los labios como si intentase reprimir la risa al notar su nerviosismo, se reprochó. Jungkook aquella tarde necesitaba decirle que durante ese tiempo sintió encontrar el sentido que su corazón pedía con miedo y anhelo constante, así que se armó de valor por ella, empuñando las manos para volver a hablar.
—Quiero tener una cita contigo, Baker.
¡Hola!
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Creen que es buena idea la de Jungkook de tener una cita para volver a confesarse? ¿Será que Megan acepta? Y si llegara a ser así, ¿saldrá bien? ¿Será que Megan decide darse una oportunidad con Jungkook?
Sé que no es un capítulo que esperaban, ya que no hubo una respuesta de Megan para Jungkook, y puede considerarse aburrido, pero prometo que el siguiente no lo será para nada. Por cierto, tengo una cuenta de instagram que salgo como @__cocainepink (también pueden encontrarla en el enlace de mi biografia) donde estoy subiendo edits de esta historia y también voy a estar dándole algún spoiler del siguiente capítulo por si quieren ir a seguirme jujuu
Y por último, publiqué otra historia de romance con personajes como este Jungkook que es un amor, se llama ASEXUAL, así que yo que ustedes le doy una oportunidad eh
Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro